Los personajes no me pertenecen, todos los derechos a Masashi Kishimoto; los edits tampoco, créditos a sus respectivos creadores.
Si quieren una dedicatoria pídanlo en los comentarios.
Ahora si, a darle con la historia.
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Prólogo.
Kushina sabía que clase de carga estaba dejando en manos de su única hija. Y tenia miedo. Miedo a perderle, medio a fallar, las palabras de su tía en su cabeza estaban allí, repitiéndose para su memoria.
Minato suspiro, y se acerco a su esposa, este la atrajo a un abrazo. Kushina se relajo al sentir el pecho de su esposo en su espalda. Ella boa que el odiaba esto tanto como ella. Naruko no lo merecía, no su bebé. Pero era por el bien de la aldea. No podían seguir mantenido a la bestia apresada en la Kohaku no Jōhei (Vasija Ámbar de Purificación). Sabían que como uno de los cinco tesoros sagrados que había dejado el sabio de los seis caminos, la vasija de gran tamaño tenia la capacidad única de sellar a cualquier persona, o animal dentro suyo, inclusive a las bestias con cola.
Su clan, había protegido estas reliquias durante generaciones, los cinco tesoros habían estado ocultos en las bóvedas del clan Uzumaki, incluso ante de la formación de las aldeas ocultas. Esta armas de gran poder, habían sido recolectadas por su tatarabuelo, y habían sido ocultadas, para que los humanos no trataran de usar es poder de las formas equivocadas.
Cuando se crearon las seis grandes aldeas ocultas. Y su tío Senju Hashirama había apresado a las bestias con cola, luego de que Uchiha Madara manipulara al nueve colas, para destruir a Konoha. Y Hashirama lograra matar a su rival, y viejo amigo. Su tío había creído que dejar tal poder suelto en la sanciones elementales, era demasiado, así que para mantener el equilibrio de poder, repartió a los nueve bijuu, luego de casarlos, entre las aldeas. Dos para Iwa, dos para Kumo, dos para Kiri, uno para Suna, uno para Taki, y el Kyubi. El más poderosos de las nueve bestias, fue encarcelado. Hashirama sabia que el chakra de los bijuu era demasiado corrosivo, y no habría podría resistir que se le implicara sellar tal poder. Nadie excepto los miembros de su clan. el Uzumaki. Con su increíble, y poderosos chakra, solo un Uzumaki podría contener, y lograr suprimir al demonio zorro de nueve colas.
Su tía, teniendo su chakra especial, que pocos incluso dentro de su clan heredaron, un chakra tan espeso, y poderosos, fue la única, y la primera en llevar tal carga y responsabilidad. El problema fue, que su tía había muerto hace casi dos generaciones. Kushina aun era muy joven, apenas y podría recordarla. Y su padre, sabiendo de la necesidad de mantener al Kyubi alejado de las naciones, sin que alguien tratara de usar su poder, había llegado a un acuerdo con Senju Tobirama. Solo un Uzumaki podría mantener a raya al zorro. Así que se pacto entre ambas aldeas, mejor dicho entre el clan Senju y el Uzumaki, que nadie debía conocer, que el zorro cuando su tía muriera, debía ser llevado a Uzu, y sellado en un nuevo contender. Para que así este estuviera a salvo, y nadie sabría de ello. Las naciones elementales podrían creer que le poder del Kyubi estaba en Konoha, pero la verdad era que estaba oculto, en Uzu.
El problema había sido que desde la muerte de su tía, el Kyubi se había quedado sin recipiente perfecto. Parecía que desde Kushina, quien en el clan había heredado el mismo tipo de chakra que su tía, nadie mas lo había hecho. Nadie, excepto su propia hija. Naruko.
Kushina se giro en los brazos de su esposo, y lo abrazo contuerza. Ella tenia miedo. Kushina no estaba segura de esta decisión, pero como la Uzukage, sabía que necesitaba sellar al Kyubi, y solo su bebé tenia el poder para hacerlo.
— Es mi pequeña, Mina-kun... mi bebé.— Kushina dejo escapar un sollozo, solo con su esposo podría permitirse tal debilidad. Minato arrugo sus labios, y trato de consolar a su esposa.
La historia de Minato y Kushina había sido interesante. El clan Namikaze había dio leal a Uzu por generaciones. Pero Minato siendo el heredero del clan. En sus días de academia, recuerda que fue un niño tímido, y bastante retraído en si mismo. Pero con una personalidad muy sincera, simpática y agradable, que siempre había tenido como principal prioridad su aldea y su gente. También era un niño muy astuto y valiente, que no era un ninja que hacia las cosas sin razón alguna que las sustentase.
Kushina por otro lado, siempre fue muy sensata, alegre y muy hermosa, desde niña ella siempre había tenido un gran temperamento generalmente cuando se emocionaba, pero a pesar de eso se caracterizaba principalmente por ser una persona generosa y muy amorosa. En ocasiones se exaltaba diciendo cosas sin sentido, no se rendía y no se dejaba ganar fácilmente. Demostró tener la frente en alto, y estar segura de si misma, como heredera del clan fundador de su aldea, y futura líder, eso debía demostrar. Así que cuando en la academia esta se vio superada en todo por el prodigio Namikaze, fue de esperar que Kushina le tuviera rencor, al chico que pensó en un momento que se veía bastante afeminado.
Minato nunca fue arrogante, o caprichoso. Y eso hizo que Kushina le detestara mucho más. A medidas que crecían, Minato comenzó a ver a Kushina bajo una nueva luz, pero ella siempre le ignoro. Hasta que poco después de su graduación, donde Kushina estuvo una ves mas descontenta ya que Minato se graduó como un prodigio, y dejo la academia a la edad de 10 años, cuando la edad requerida para graduarse eran 12 años. Kushina poco después, fue secuestrada por ninja de Kumo. Y Minato siendo un Chunin ya de 12 años de Uzu, y experimentado, fue el único que noto la ausencia de la heredera Uzumaki a primer momento, quizás se debía a que el estaba comenzado a caer por la heredera, o porque siempre expreso que su cabello rojo la hacia lucir hermosa. Pero el la salvo, y desde entonces Kushina vio a Minato como más que solo el chico al cual patearle el trasero, o superar. Ambos comenzaron a enamorarse.
Y años después se comprometieron, y casaron, ahora que Kushina fue nombrada la Uzukage desde la muerte de su padre. Y Minato siendo el actual cabeza de clan Namikaze, y el comandante de las fuerzas ANBU de Uzu. Juntos finalmente habían decidido tener una familia, y así llego a sus vidas, Uzumaki Naruko, al heredera del clan de los pelirrojos. Y a sus seis cortos años, Kushina y Minato se estaban sintiendo que estaban defraudando a su pequeña.
Naruko fue, una niña encantadora, era hermosa, y fuerte como su madre, con unos vivaces ojos verdes jade, hermoso cabello rojo, y piel suave nívea. Había heredado el carácter feliz, y alegre de Kushina, pero el talento para las artes shinobis de Minato. La niña a su corta edad había demostrado que seria un shinobi algún día temido, su inteligencia, su capacidad de retención, análisis, y astucia, junto con ese carácter bromista, y divertida que poseía. La harían algún día una kunoichi temida por las naciones elementales. Tenia el talento de su clan con los sellos, y la velocidad de todo Namikaze.
Naruko era sin duda un prodigio, y a sus jóvenes seis años, había demostrado esto cada día, en cada cosa que hacia, como esta avanzaba en las artes shinobis, simplemente absorbería todo como una esponja, su capacidad para analizar las situaciones, y leer a las personas fue fascinante, y su largo y complejo conocimiento de la naciones elementales o de su clan fue algo abrumador, viniendo de una niña tan pequeña.
Y tanto Kushina, como Minato temían por ello. Y por la carga que le darían a su pequeña.
— ¿Por qué tiene que ser ella, Mina-kun? No lo merece, no ella.— siguió llorando Kushina. El corazón de minato se quebró un poco, y atrajo mas a su esposa a sus brazos.
— No lo sé, Kushi-chan, no lo sé.
— Solo quiero que Naru-chan sea feliz, solo eso.
— Y lo será, mi amor. Estaremos aquí para asegurarnos de ello.— Minato prometio, besando la frente de su esposa, allí donde descansaba ese familiar sello violeta, con la forma de un diamante. Kushina aspiro el aroma de su esposo, y trato de calmarse.
Al final, no quería que su bebé la viera así. Todo el lugar estaba preparado para llevar a cavo el ritual del sellamiénto. Estaban en una de los lugares mas seguros que podría ofrecer Uzu, la bóveda de sellado del clan Uzumaki.
El santuario estaba ya escrito, formulas complejas de sellado, en todo el suelo, y paredes del lugar, las antorchas iluminaron el lugar y las formulas. y en medio estaba la vasija, el tesoro dejado por el sabio.
Cuando Naruko entro en la bóveda, de la mano de su tío. Uzumaki Raiyu, el hermano menor de kushina, el ultimo hijo de Uzumaki Hiroshi, el apenas había sido un bebé cuando su padre falleció, su hermana había sido mayor que el por 13 años de diferencia. Así que fue Kushina quien casi lo crío como una madre, luego de que su madre falleciera poco después de su padre, quien no había soportado haber perdido a su esposo, y compañero. Y se entrego a los brazos de la muerte. Su hermana mayor, era su madre, y quería a Naruko tanto, como si fuera su hermana menor.
Raiyu sabía que harían su hermana, y su cuñado, y estaba tan ansioso y nervios como ambos, el estaba preocupado por la vida de su sobrina.
Naruko quien iba dando pasos tímidos hacia la sala de sellado, se detuvo, casi querido protegerse detrás de su tío. Raiyu dio una sonrisa reconfortante a la niña tímida. Y asintió para darle a entender que estaba a salvo. Naruko libero un gran suspiro, y avanzo con pasos inseguros hacia sus padres.
Minato se inclino en una rodilla, y abrió sus brazos, para recibir a su pequeña. Naruko dio una amplia sonrisa, y corrió feliz hacia su padre, estrellándose en su pecho, como una bala roja. Minato sonrío, y dejo cortos besos por la carita dulce de su princesa.
— No tengas miedo, Hime, touchan esta aquí, y touchan siempre...
— Siempre me protegerá de los hombres malos.— completo la frase la niña, una frase que estaba escucharon decir a su padre, desde que tenia memoria, Minato asintió conforme, y dejo un cálido beso en la frente de su niña.
— Así es, Hime, touchan estará aquí siempre para protegerte de los hombres malos.
Naruko abrazo con fuerza a su padre. Para los que no pudran creerlo, Uzumaki Naruko entendió muy bien porque estaba allí, y que harían. No fue ingenua ni tonta. Ella era demasiado lista, y sabia mucho de sellado, y las bestias con cola, ella admiraba a su tía Mito, por haber sido tan valiente, y llevar encarcelado al peligroso demonio zorro de nueve colas, y haber protegido a su pueblo. Ella quería hacer eso, y por esa razón no quería que sus padres le miraran con esos ojos llenos de culpa. Naruko presiono su pequeña palma en la mejilla de su padre, y le dio una pequeña, pero brillante sonrisa, que hizo saltar al corazón de Minato.
Minato sabia que haría lo que fuera en su vida, por mantener esa sonrisa en el rostro de su pequeña. Kushina, y Naruko fueron las personas mas importantes de su vida. Y el quería mantener esa sonrisa inocente en el rostro de su bebé el tiempo que pudiera. Ella era su vida, y el la protegería con todo.
Naruko se alejo de su padre, y fue hacia su madre. Su hermosa madre, que le daba la sonrisa, con los ojos mas llenos de amor en su vida, ojos violetas, que ella adoraba, y su largo cabello carmesí, que ella había heredado. Kushina reprimió sus lagrimas y abrazo a su pequeña.
— Te amo, Naru-chan.
— También te amo, Kacchan,— sonrío Naruko a su madre reconfortante.
Kushina dejo un beso en la frente de su niña, y cogió su pequeña mano, llevándola la centro del salón, donde había una gran matriz de sellado lista para comenzar el ritual.
— Naru-chan, tengo algo que decirte.— Naruko vio a su madre, esos ojos jade, llenos de inocencia, y valentía. Kushina adoraba tanto a su bebé, ella fue la combinación perfecta de ella y Minato. Era su mayor tesoro.— Antes de que la tía Mito se fuera, ella me dejo unas palabras, para el siguiente que llevaría su carga. Esas palabras son para ti, mi Naru-chan.
Naruko vio como las llamas reflejaban en los ojos de su madre, las lagrimas retenidas, así que siendo la niña dulce que era, Naruko se acerco a su madre, y sostuvo su rostro entre sus manitas.
Kushina aspiro el olor de su bebé, y se lleno de coraje para continuar.
— "No por ser la contenedora del Kyubi debe atener solo una vida sombría, de dolor y sufrimiento. Hay una forma donde podrás encontrar la felicidad. Llenado te de amor, rodeándote d e aquellos que te aman, y aceptan por ser más que solo un jinchuriki. Podrás vivir una vida feliz, a pesar de ser la kyubi Jinchuriki. Así que no te rindas, y encuentra eso que te hace feliz, más halla de ser solo la carcelera del Kyubi."— las lágrimas de Kushina volvieron a escapar de sus ojos, y los propios ojitos de Naruko se habían nublado, esta sonrío con cálides, y abrazo con fuerza a su madre, Kushina sostuvo a su bebé en su pecho, queriendo mantenerla allí por siempre, para protegerla de este mundo lleno de injusticias y crueldad.
— Te prometo, Mito Obachan que no descansare, y no me rendiré... ese es mi camino ninja. No le fallaré, ttebayo.— dijo con convicción en sus palabras Naruko, haciendo que los corazones de su familia se llenaran de orgullo, y amor por su pequeña chispa, de vida roja.
Cuando Kushina, y Minato se recuperaos de su conmoción. Kushina convoco el altar, donde se llevaría a cabo el ritual. Minato se alisto, por si debía intervenir, y Raiyu sello la habitación, volviéndola una bóveda aislada en el espacio tiempo. Minato suspiro, y beso la frente de su hija, y miro a su esposa, con un asentimiento para que comenzará el sellado.
Kushina se alejo de Naruko, a pesar de sus propios sentimientos, que le gritaban que no la dejará, y levantando su camisa, dibujo allí, el sello de las Ocho Trigramas. Con un asentimiento. Minato dejo salir el chakra del Kyubi de la vasija, este comenzó a desbordarse a cantaros de el tesoro sagrado que lo había estado contendiendo, esperando un nuevo recipiente, y antes de que la bestia se reformara. Kushina comenzó la secuencia del sello.
— ¡Hakke no Fūin Shiki! (Estilo de Sellado de los Ocho Trigramas).— llamo Kushina completando los 256 sellos requeridos, a una velocidad impresionante. Esta choco sus palmas, y de inmediato el chakra rojo que se filtraba, corrió hacia el sello en el estomago de Naruko, su hija grito de dolor, al sentir el distinto chakra comenzar a abrumar su sistema de chakras.
Como todas esas grandes cantidades de chakra corrosivo y maligno, se apresuro al cuerpo de Naruko, quien sentía que su cuerpo estaba ardiendo. El sellado requiero casi todo el chakra de Kushina, y al terminar Naruko había quedado inconsciente, cosa que era de esperar. Minato corrió hacia su esposa, y la sostuvo en sus brazos, viendo lo agotada que se veía. Raiyu comprobó que Naruko estaba perfecta, y con un asentimiento, Minato y Kushina pudieron recuperar sus almas de regreso a sus cuerpos.
— Esta hecho.— susurro Minato, acariciando el largo cabello de su esposa, y viendo a su hija respirar pacíficamente.
— Naru-chan... te espera una vida difícil, pero estaremos allí. No importa que seas la segunda contenedora para el Kyubi. Te protegeremos siempre.
.............................................................. Continuará
N/A:
Holiiissss...
Espero que les haya gustado este pequeño fragmento. Creo que desde ya, comienzan a notar los PROFUNDOS cambios que tendrá esta historia, para que funcione.
En fin, me divertí escribiendo esto, amé las interacciones de Minato, Kushina y Naru. Se merecen ser una familia feliz, por una vez.
Ohhh, también conocen al hermano menor de Kushina, mi hermoso Raiyu. Se vienen muchas sorpresas en este fic.
Me despido con risa emo vengadora...
Princesa Uzumaki