Un par de días más tarde.
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Jungkook entró a ese gran
castillo, cómo tenía en mente, no había nadie.
Su mente no pudo evadir el hecho que el castillo era más frío, ya conoció la calidez que podía haber en el mundo exterior a pesar del mal, y volver allí le recordó que no deseaba pasar la eternidad ahí.
Bajó hasta el sótano, casi nunca iba porque su padre se lo prohibía.
El lugar estaba lleno de estantes,
Jungkook buscó por un rato hasta que la encontró, era color rojo y decía "sol".
—¿Qué estás haciendo?
El pelinegro sintió una corriente helada, quizás sea por el pánico. Lentamente volteó, encontrándose con su padre.
—¿No llegabas el miércoles? —
Drácula miró la mano de Jungkook y levantó una ceja. —Deja eso ahí, ahora.
—No.
—Soy tu padre, debes obedecer me, es por tu bien —
Jungkook llegó a su límite. —¡Esto nunca me hizo feliz, jamás me enseñaste nada y me volviste vulnerable!
—¡Qué locuras estás diciendo, los humanos nos odian, ellos mataron a tu madre!
El pelinegro había escuchado esta historia mil veces, claro que le dolía saberlo.
—Lo sé, pero entiende que fue otra época y a ti te gusta tenerme controlado, pero ya no más — sentenció Jungkook.
—¿Quién te dijo eso, Taehyung?
Hubo un silencio, Jungkook deseaba suplicaba internamente haber escuchado mal.
—No sé de quién hablas.
Vlad río falsamente. —¿Crees que no iba a saberlo? No te preocupes, ya me encargué de él y le borré los recuerdos, debe estar volviendo a su casa —
Jungkook apretó su puño, era un remolino de emociones.
Miró a su alrededor, había un fierro así que sin dudarlo; fue a toda velocidad y lo agarró.
—¿Vas a atacar a tu padre?
—Sí — Dicho eso, Jungkook lo acorraló contra una pared; poniendo sus ojos en rojo y sacando los colmillos.
Vlad intentó zafarse pero no lo lograba, Jungkook era más fuerte que él, lo supo siempre.
«Una humillación que tu hijo sea más fuerte, ¿Que dirían las demás colonias? Perdería el respeto, ya bastante sufrió cuándo se casó con una humana y tuvieron a Jungkook.
—Me iré, no quiero verte nunca más y si intentas algo más, te mataré.
Vlad se lo quitó de encima, haciendo que Jungkook estampará con una pared.
Jungkook gimoteo por el golpe y se levantó, le dedicó probablemente la mirada con más odio posible.
—Ese humano te está confundiendo, acá estás bien, no seas caprichoso Jungkook — habló titubeante Vlad.
El mayor quiso ir por unas cadenas, pero rápidamente Jungkook lo agarró del brazo, logrando que su padre se retuersa del dolor.
—No bromeaba cuando dije que te
mataría, aléjate de mí y Taehyung.
—¡T-te estás arriesgando! — Gritó Vlad. Sintiendo cómo su brazo se partía a la mitad.
Jungkook empujó muy fuerte a su padre, y en un segundo tomó la poción. Su garganta se secó al instante, y tosió un poco hasta que su cuerpo se acostumbró.
Antes de irse agarró una pequeña bolsa, eran algunos diamantes, una poción extra para el sol, y de otro estante un diario del mayor.
Sin mirar atrás el pelinegro salió a toda velocidad.
No le importó dejar a su progenitor agonizando, le pagó con la misma moneda.
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Jungkook corrió lo más rápido que podía, necesitaba llegar con Taehyung y recuperarlo, temía no poder.
Sus ojos que varías veces brillaban por descubrir cosas nuevas, ahora se volvieron opacos y llorosos, probablemente si fuese humano estaría por tener un ataque de ansiedad.
Era de noche, así que Jungkook no tomó ningúna precaución y entró directamente al hotel.
A toda velocidad se dirigió a la habitación, y su corazón se rompió. El cuarto estaba vacío, Taehyung se fue.
Fue para la recepción, miraba desesperado a todas las direcciones; hasta que lo vio, Taehyung estaba por tomar un taxi, su padre sí lo había hipnotizado.
—¡Taehyung! — Gritó Jungkook, y corrió hacia él.
El mencionado lentamente
volteó, conectó sus ojos con los de Jungkook, otra vez apareció ese brillo.
—Hola, Kookie… —