Muñequito de Porcelana ✧ Yoon...

By xRosssx

6K 811 198

TaeHyung es sordomudo y YoonGi lo odia por eso. ✻ Pareja principal: YoonTae ✻ Mención a otras parejas: HopeKo... More

Muñequito de Porcelana
Prólogo
1.
2.
3.
4.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24
25
26

5.

289 47 16
By xRosssx

TaeHyung a veces soñaba con el momento en el que despertaba en el hospital, aturdido, sin saber dónde estaba ni por qué estaba acostado cuando solía estar sentado siempre.

Siempre.

Su orientación era un desastre en ese instante, sobre todo porque apenas recordaba algo de lo ocurrido horas atrás, su mente siendo un lío de ideas inconexas que no podía desentrañar con facilidad.

Levantó la vista, viendo que en su brazo había una aguja enterrada, y el pánico se apoderó de él.

Su mano tembló cuando agarró ese extraño artefacto y se lo arrancó, punzante dolor estallando en su brazo mientras sangre escapaba de la herida, pero no lo preocupó en ese instante, sólo podía pensar en averiguar dónde estaba a pesar de que una de las primeras reglas que le habían enseñado era asesinar la innata curiosidad que podía tener.

Se movió sobre la cama, sacando sus pies por la orilla y empujándose para ponerse de pie, pero sus delgadas piernas parecieron desconocer esa acción, porque cayó estrepitosamente al suelo. Pudo sentir el escozor en sus rodillas, aunque lo ignoró por completo, ya que no era el peor dolor que experimentó alguna vez en la vida.

Pestañeó, levantando la cabeza, viendo la sangre deslizarse por su brazo. Lo ignoró otra vez, tratando de ponerse de pie, y luego de varios segundos batallando, dio un par de pasos, apoyándose por la pared en todo momento. Sentía que, en cualquier momento, se daría un nuevo golpe contra el suelo.

Salió del cuarto, viendo el pasillo vacío, y al volverse a mirar por la ventana notó que era de noche. Arrugó el ceño, confundido, su cuerpo moviéndose automáticamente, y comenzó a caminar por el lugar, pensando en qué estaba haciendo allí.

Lo último que recordaba era como unas manos callosas lo sostenían por las axilas, dejándolo sentado en el lugar de siempre y la oscuridad hacía acto de presencia, sus piernas pegajosas, su ropita destrozada.

Cuando dobló en una esquina se quedó quieto.

Una mujer vestida de blanco le devolvió la mirada, sorprendida, y vio sus labios moverse, pero el pequeño niño no entendió nada.

Retrocedió cuando la mujer dio unos pasos para acercarse, asustado, pero antes de poder correr la enfermera lo agarró del brazo deteniéndolo.

Su primer instinto fue morderla salvajemente, gruñendo como un animalillo acorralado, y pudo ver la expresión de dolor en su rostro. Pero ya lo había soltado, así que se giró, alejándose lo más posible de ese lugar.

No llegó lejos, por supuesto: unos hombres vestidos de negro aparecieron, agarrándolo, tratando de calmarlo, pero Tae recordaba el miedo, el pánico, el temor.

Una persona normal gritaría; TaeHyung sólo lloró.

Despertó entonces empapado en sudor mientras su pecho subía y bajaba por el pánico, repitiéndose a sí mismo que no estaba en el hospital, que no estaba en la comisaría, y que, por supuesto, no estaba en esa horrible casa que había sido su pesadilla durante tanto tiempo.

No, estaba en su hogar, estaba en casa de sus papás y abuela, estaba a salvo.

Aun así Tae se bajó de la cama, su rostro empapado en lágrimas, y corrió al cuarto de sus padres, viéndolos dormidos en la cama. Se acercó, titubeante, indeciso sobre despertarlos porque, a veces, producto de la bruma del sueño y del miedo, pensaba que esas personas allí acostadas también le harían daño.

― ¿TaeTae?

Vio a su madre abrir los ojos, media dormida, y abrió la boca, aunque por supuesto que no salió palabra alguna.

Taeyeon parpadeó, viendo a su hijo de pie ante ella, y se sentó en la cama, estirando su brazo para alcanzarlo. Notó como se encogía, pánico en sus ojos, pero no hizo otro movimiento para así no asustarlo: se había acostumbrado a esos episodios, no le eran nada nuevo.

― ¿Qué pasó, bebé? ― preguntó Taeyeon, despertando de paso a su esposo― . ¿Tuviste una pesadilla?

TaeHyung la observó, sus labios temblando, y dio un paso indeciso.

Antes de darse cuenta se lanzó a los brazos de Taeyeon, llorando en silencio, y su mamá, claramente, no dudó en atraerlo a su pecho, moviéndose para dejarlo entremedio de ella y Jongwoon que le hizo espacio, arropándolo con las frazadas.

― Estamos aquí, príncipe ― murmuró Jongwoon con cariño, dejando que TaeHyung lo abrazara y acurrucara contra su cuerpo como un gatito― , siempre estaremos para ti.

Asintió por inercia, pero sus expresiones amorosas, llenas de infinita ternura, eran suficiente para él, para que su corazón se calmara y sintiera algo de alivio en medio de todos esos confusos y dolorosos sentimientos.

·❅·

JungKook le sonrió a Jimin mientras TaeHyung, a su lado, terminaba de copiar la tarea mientras mordía su lengua en señal de concentración.

― Los saurópodos son mis dinosaurios favoritos ― le estaba diciendo Jimin a JungKook en tono atropellado, sosteniendo el juguete del dinosaurio mientras lo movía― . Eran grandes y enormes y gigantes, pero no se dedicaban a comer carne, eran bastante tranquilos ― tomó aire― . Le pedí a mamá un saurópodo para mi cumpleaños, pero me dijo que era imposible, ¿sabes por qué, Jeon JungKook... Kookie?

El chico sonrió, contento de que Jimin le estuviera hablando a pesar de los nervios, de su tono a veces plano y otras veces exaltado. Normalmente, Jimin se mantenía en silencio, dejando que él llevara toda la conversación, pero cuando JungKook le preguntó sobre algo que le gustara, pareció animarlo a hablar todo lo que quisiera.

― Supongo que es porque están extin–

― ¡Porque mamá no sabe dónde comprar un huevo de dinosaurio que sea barato! ― completó Jimin ansioso, pero JungKook no se sintió ofendido por la interrupción― . Mamá no tiene mucho dinero, tiene que trabajar para cuidar de mí porque papá se fue, uh... Mamá siempre dice que fue a comprar cigarrillos, pero no lo entiendo, si puede comprar cigarrillos en la esquina, ¿por qué no ha vuelto?

JungKook parpadeó, repentinamente apenado por las palabras inocentes de Jimin, que seguía sosteniendo el dinosaurio con el ceño ligeramente fruncido.

Se sobresaltó cuando Tae le tendió su cuadernito de notas.

¿De qué hablan?

― ¡De dinosaurios! ― farfulló Jimin― . No sé cuál será el sonido de un saurópodo, pero... ― Jimin dejó el juguete sobre el suelo, rebuscando en su mochila, sacando ahora otro dinosaurio― . ¡El tiranosaurio hacía Raaaaaawr! ¡Rawr! ¡Rawr!

Tae ladeó la cabeza, sin escuchar, pero sonreía feliz porque parecía comprender lo que estaba diciendo Jimin mientras el chico agitaba el dinosaurio en sus manos, arrugando los labios al fingir que estaba rugiendo.

JungKook se reía, divertido al ver a Jimin tan expresivo después de un mes de estar asistiendo a clases, y se sintió mucho más conmovido porque comprendió que si Jimin estaba hablando tanto y comportándose así era porque, de alguna forma, ya los veía como parte de su círculo interno.

¿Qué otras cosas te gustan, Minie?

Jimin leyó la pregunta.

― ¡Las estrellas! ― balbuceó, repitiendo enseguida en el lenguaje de señas― . Las estrellas, el cielo, la luna, los cometas, el universo entero–

― Miren, el trío de mariconcitos.

Jimin dejó de mover sus manos, tensándose repentinamente, mientras JungKook levantaba la vista y Tae parpadeaba.

Dongsung les sonreía desde su altura, aprovechando que los amigos estaban sentados contra los casilleros, siendo seguido de sus otros dos compañeros, Hyosang y Hyunho.

JungKook se puso de pie, tomando las manos de Jimin y Tae para que le imitaran.

― Vámonos ― murmuró, pero antes de dar un paso, Dongsung lo agarró del hombro.

― ¿Para dónde vas, JungKookie? ― dijo, sin perder esa sonrisa divertida― . Anda, te venimos a ver a ti y a tus amigos raritos, ¿y así nos agradeces?

― ¡Eh! ¿Qué tienes ahí, retrasado? ― se adelantó Hyunho, observando el juguete que tenía Jimin en sus manos― . ¿Tienes un dinosaurio de juguete? ¿Cuántos años tienes, enfermo? ¿Ocho años?

― Tengo dieciséis ― farfulló Jimin torpemente, su tono temblando.

― ¡Anda, pásalo, retrasado! ― se rió Hyosang.

Antes de poder detenerlo, Hyunho se adelantó y empujó a Jimin, arrebatándole de las manos el juguete con brusquedad.

― ¡No, devuélvelo! ― gritó el de cabello naranja, nervioso, sus ojos llenándose de lágrimas.

― ¡El bebé retrasado tiene un juguete! ― se burló Hyunho, y Hyosang se reía con más fuerza― . ¡Anda, ponte a llorar, maricón enfermo!

― Dongsung, por favor... ― pidió JungKook, mientras Tae trataba de calmar a Jimin, que comenzó a llorar en tanto los otros dos chicos le hacían burla.

Dongsung, su compañero de curso, ladeó la cabeza con indiferencia, soltándolo y caminando como si le aburriera estar allí.

― Vamos, chicos ― dijo Dongsung.

Hyunho y Hyosang asintieron, sin dejar de reírse, alejándose a pesar de los débiles reclamos de Jimin para que le devolviera el juguete, pero los otros dos chicos lo ignoraron, desapareciendo al doblar en la esquina.

JungKook suspiró internamente por el alivio de que, al menos, no se hubieran detenido a agredirlos con golpes como solían hacer, al menos con él, para después voltearse. Se sintió culpable al notar a Jimin llorando con Tae consolándolo, y se acercó.

― Te compraré otro dinosaurio, Minie ― le dijo JungKook, agarrándolo de las mejillas.

Jimin lo manoteó, sorbiendo por su nariz.

― No, e-ese dinosaurio me... me lo regaló mi... mi abuela... ― lloró.

JungKook mordió su labio inferior, teniendo el fugaz pensamiento de ir al comedor donde todo el mundo debía estar almorzando, y buscar a Hoseok para preguntarle si podía acercarse a Dongsung y amenazarlo para que le devolviera el juguete. Sabía que Hoseok se veía delicado, sonriente e incluso débil bajo esa apariencia alegre que tenía, sin embargo, cuando Hoseok se enojaba, daba miedo.

Y sabía también que a Hoseok no le haría gracia alguna que lo estuvieran molestando a él y a sus amigos.

Pero Hoseok debía estar con sus compañeros, ¿Cómo iría a molestarlo? Y además Hoseok se iría ese año, luego él quedaría solo, así que debía aprender por sí mismo a defenderse de esos matones que eran sus compañeros.

Pero Dongsung...

Dejó salir el aire, viendo a Minie todavía sollozando.

― Lo recuperaré ― le dijo antes de girarse hacia Tae, que le contemplaba inquisitivamente― . Regreso enseguida, TaeTae, lleva a Minie al baño para que se calme, ¿bueno?

¿Qué harás? ― preguntó Tae, arrugando el ceño.

― Nada, no te preocupes ― contestó JungKook, sonriendo mientras agarraba su mochila, apurándose en alejarse de allí.

Caminó por los pasillos vacíos del colegio, saliendo al patio interno y dirigiéndose directamente detrás de las gradas del gimnasio, su corazón latiendo a mil por hora a medida que se acercaba. Se detuvo cuando notó a Dongsung apoyado contra la pared de los vestidores, fumando un cigarrillo mientras Hyosang almorzaba y Hyunho jugaba con su celular, el juguete de dinosaurio en el suelo.

― Pensé que tardarías más ― saludó Dongsung con tono burlón.

Tragó saliva, sin acercarse.

― ¿Me lo devuelves, por favor, Dongsung? ― preguntó hastiado.

Dongsung enarcó una ceja en tanto Hyunho silbaba.

― Tu putita se está revelando, Dong ― comentó Hyosang, con la boca llena de arroz.

JungKook se tensó ante las palabras del chico.

Jeon JungKook era gay, eso lo sabía todo el mundo, porque JungKook no era alguien que gustaba de ocultar sus preferencias. Sin embargo, en el colegio había también otros dos tipos de personas homosexuales aparte de él: personas como Hoseok, que no eran declarados gay abiertamente, pero tampoco se molestaban en ocultarlo, y por otro lado, estaban los chicos como Dongsung, que jamás iban a decir que eran homosexuales ni aunque les apuntaran con una pistola en la cabeza.

Antes de estar saliendo con Hoseok, sólo siete meses atrás, JungKook solía tontear sin compromiso alguno con Dongsung, siempre y cuando este último lo quisiera. A JungKook no le interesaba porque Dongsung no le gustaba de una forma más personal, sin embargo, había averiguado demasiado tarde que era alguien posesivo con lo que creía suyo, y para su propia desgracia, él lo seguía buscando, aunque supiera que estuviera en una relación con Hoseok.

― No soy su putita, terminé con tu amigo tiempo atrás ― le contestó a Hyosang bruscamente, dando otro paso.

Hoseok, por supuesto, no sabía sobre Dongsung porque era lo mejor. Porque, así como Hoseok no demostraba que era un demonio cuando estaba enojado, tampoco demostraba ser alguien celoso, pero JungKook sabía mejor que nadie que ese pequeño cuerpo albergaba una gran maldad en su interior.

Dongsung se encogió de hombros.

― ¿Quieres el tonto juguete de tu amigo, JungKook? ― preguntó Dongsung― . Anda, sabes lo que tienes qué hacer, sé cuánto te gusta comerme la polla, putito.

JungKook sintió como la bilis le subía a la garganta, porque una mirada de Dongsung le decía que no iba a ceder con eso.

·❅·

Tae rebuscó en sus bolsillos, desesperado, encontrando el paquete de pañuelos que su mamá le daba todas las mañanas, y torpemente sacó uno, procediendo a sonar la nariz de Jimin que seguía llorando. En sus manos sostenía el saurópodo, como si ese simple gesto fuera suficiente para calmarlo.

No llores, Minie, me harás llorar a mí ― le dijo, llamando su atención.

Jimin sorbió, hipando.

― ¿Por qué vas a llorar tú? A ti no te quitaron tu juguete ― Tae le miró sin comprender, y Jimin repitió con torpeza―. ¿Por qué vas a llorar?

Tae le revolvió el cabello, secándole las lágrimas de su colorado rostro.

Porque si lloras, me rompe el corazón ― le contestó seriamente.

¿Cómo tu corazón se puede romper?

Es una metáfora, Minie.

Odio las metáforas ― Jimin hizo un puchero inconsciente, y Tae le sonrió al notarlo más tranquilo.

Sin embargo, no duró mucho porque la puerta del baño se abrió y Jimin se sobresaltó. Tae se giró, esperando que fuera JungKook, pero sólo parpadeó cuando notó que era el Presidente de Estudiantes con su amigo, el chico que cuando sonreía mostraba sus hoyuelos.

Los ojos de YoonGi se dirigieron hacia él, confundido, en tanto el otro chico se quedó mirando a Jimin.

― ¿Qué está pasando?

― ¿Por qué lloras, Jimin?

Hablaron los dos chicos al mismo tiempo.

Jimin trató de ocultarse detrás de Tae, mientras él los observaba sin entender.

NamJoon frunció el ceño, en tanto TaeHyung se apresuraba en sacar su libreta, haciendo malabares porque Jimin no quería soltarlo.

Nada grave, Jimin sólo tuvo un accidente.

No sabía por qué mintió. No sabía por qué simplemente no decía la verdad.

Tal vez porque estar cerca de YoonGi lo ponía nervioso, lo cohibía un montón, lo hacía sentir más torpe que nunca. YoonGi lucía como una persona seria, dura y poco accesible, aunque podía notar cierto tono apagado en sus ojos que lo desconcertaba porque, a pesar de todo eso, a pesar de que YoonGi fuera alguien en ese colegio, lucía infeliz.

Y una parte suya quería conocerlo más, pero también podía leer en los gestos del mayor que él no le era de su agrado.

NamJoon tomó la libreta, leyendo el mensaje, sin embargo, no lució conforme.

¿Y JungKook? ¿Qué ocurrió?

TaeHyung se puso ansioso, porque nunca fue bueno para mentir.

Mordió su labio inferior.

NamJoon no parecía demasiado paciente, porque vio cómo dio un paso más, y Tae pensó que iba a golpearlo así que cerró sus ojos.

Sin embargo, se sorprendió cuando, a pesar de la expresión en su rostro, NamJoon lo separó con cuidado de Jimin, llamando la atención del chico de cabello naranja.

― Hey, Jiminie ― le dijo con tono dulce.

Jimin se crispó.

― No, es Park Jimin, ese es mi nombre ― soltó Jimin― . Aléjate, apestoso.

NamJoon sonrió.

― Hoy no apesto, no he fumado ― contestó NamJoon, pero Jimin no lucía conforme― . Venga, ¿quieres olerme? ― bromeó.

Por supuesto, se sobresaltó cuando Jimin se inclinó, olisqueándolo, pero se forzó a mantenerse quieto.

― Bueno, sí... ― concedió Jimin indeciso.

NamJoon sacudió su cabeza, mirando a Tae primero, que le observaba en silencio, y volvió su vista a él.

― ¿Por qué llorabas, Jimin? ― preguntó sin perder el tono suave.

Jimin se revolvió, sus ojos tornándose llorosos otra vez.

― Mi dinosaurio ― sollozó levantando el saurópodo― . Le estaba explicando a JungKook y TaeHyung que mi dinosaurio hacía rawr y llegaron esos chicos horribles y me lo quitaron y me empujaron y empujaron a JungKook y luego se fueron con mi dinosaurio y ese dinosaurio me lo regaló mi abuela y es mío y lo he cuidado mucho para que no se rompa y JungKook dijo que lo iba a recuperar y TaeHyung me trajo aquí y quiero mi dinosaurio, apestoso ― Jimin tomó aire.

NamJoon pestañeó mientras YoonGi abría la boca, atónito.

Tae le tendió otro pañuelo a Jimin, agarrando la libreta que YoonGi le tendía, observando las palabras que el mayor había escrito mientras NamJoon limpiaba la nariz de Jimin.

¿Su dinosaurio?

Mordió su labio inferior.

A Minie le gustan los dinosaurios.

YoonGi asintió, levantando la vista, chocando entonces con la tímida sonrisa que TaeHyung le daba, y algo se agitó al reconocer que era una sonrisa muy bonita.

― ¿Quiénes te quitaron el dinosaurio? ― dijo NamJoon en voz alta, haciendo que YoonGi desviara la vista con las mejillas coloradas― . Voy a recuperarlo ahora mismo.

― No es necesario.

Todos se voltearon al ver a JungKook entrar con una expresión tranquila.

― ¡El tiranosaurio! ― chilló Jimin alejándose de NamJoon, caminando torpemente para quitarle a JungKook el juguete, tomándolo con una sonrisa balbuceante.

Tae observó a su mejor amigo, que le sonreía a Jimin con felicidad al notarlo ya tranquilo y contento con su juguete en sus manos, pero notó que en sus ojos había algo parecido a dolor y pena.

― Gracias, Jeon JungKook... Kookie... ― farfulló Jimin, levantando la vista con un poco de titubeo, y antes de poder decir algo, abrazó a JungKook de forma vacilante.

JungKook se quedó quieto mientras los tensos brazos de Jimin lo rodeaban, terminando por sonreír al notar todo el esfuerzo que le suponía a su amigo llevar a cabo esa acción.

― No fue nada ― Jimin se separó, volviendo la vista al dinosaurio, y JungKook parecía dispuesto a decir algo más, pero antes de poder hacerlo, NamJoon se le adelantó, tomándolo del brazo― . ¡Hey! ¿Qué pasa?

NamJoon arrugó los labios.

― Necesito hablar contigo ― le dijo, tirando de él hacia fuera, dejando en el baño a su mejor amigo con Tae y Jimin.

Sin embargo, Jimin estaba mirando su juguete con fascinación, ignorando a los otros dos chicos.

YoonGi mordió el interior de su mejilla, y antes de pensarlo dos veces, levantó el cuadernito de Tae.

¿A ti también te gustan los dinosaurios?

Tae leyó la pregunta, sorprendido, dispuesto a escribirle que no era necesario que buscara algún tema de conversación cuando lo detestaba, sin embargo, respondió otra cosa en cambio:

Me gusta la fotografía. ¿Y a ti, hyung?

YoonGi leyó la pregunta, y su primer impulso fue que le gustaba componer música, escribir letras y rapear cuando nadie lo veía, pero vaciló entonces.

No, no podía escribir eso.

Me gusta leer.

Aburrido. Predecible. Lo que se esperaba de él.

TaeHyung leyó la respuesta, arrugando el ceño, luciendo inconforme.

También me gusta la pintura, hyung. ¿A ti?

YoonGi tragó saliva, observando de reojo la insistente mirada de TaeHyung.

Me gusta estudiar.

Tae agarró el cuaderno, escribiendo furiosamente.

No mientas. No me gusta que la gente mienta.

YoonGi se exaltó ante la acusación, observando los ojos exigentes de Tae, y sintió algo removiéndose por eso, antes de llenarse de molestia por lo que el chico le estaba escribiendo.

¿Quién se creía que era?

YoonGi tenía todo cuidadosamente establecido en su vida, ¿por qué TaeHyung aparecía con esa mirada salvaje y esas palabras acusadoras, pretendiendo conocerlo, pretendiendo averiguar sus gustos? ¿Acaso esas tonterías, como le decía su papá, eran importantes?

YoonGi realmente lo odiaba. ¡Él quería llevarse bien con ese chico a pesar de que lo pusiera incómodo, pero Tae realmente era imposible!

Le entregó el cuaderno con brusquedad.

― Vete al diablo, TaeHyung ― le dijo enojado.

Tae, a pesar de que no podía oírlo, pareció entender lo que le dijo porque le contempló con más rabia, dando un paso, y para su total sorpresa, el menor lo empujó bruscamente, su boca apretada en un rictus de molestia.

Era la primera vez que una persona le trataba de esa forma, le enfrentaba sin temor alguno, a sabiendas de que era el Presidente del Consejo Estudiantil, uno de los mejores alumnos de la institución y proveniente de una familia de buena posición. TaeHyung parecía, por lejos, el único chico de ese lugar que no se intimidaba ante él, ante su mirada.

Algo ardió en su interior.

YoonGi lo odió un poco más por eso.

― Eh, ¿qué está pasando aquí?

Se volteó, encontrándose con NamJoon y JungKook entrando, el mayor mirándole con una ceja enarcada mientras JungKook arrugaba el ceño en señal de confusión. Le hizo un gesto a TaeHyung, que contestó con señas, para después agarrar su mochila y pasar a su lado, empujándolo con su hombro. YoonGi tuvo que contener las ganas de detenerlo, enfurecido.

NamJoon se acercó, pero antes de voltearse a él, se detuvo frente a Jimin que parecía metido en su propio mundo, observando el dinosaurio de juguete.

― La próxima vez que te hagan llorar, Jimin ― le dijo NamJoon llamando su atención, sin tocarlo, manteniendo su distancia, pero con una expresión dulce en su rostro― , ven conmigo y te ayudaré a solucionarlo.

Jimin parpadeó, mirando a NamJoon unos segundos para terminar desviando sus ojos a JungKook, sin saber exactamente qué decir.

― ¿Aunque llore cuando me pegue en el dedo pequeño del pie? ― preguntó extrañado, bajando la vista.

NamJoon sonrió, complacido.

― Aunque llores por eso ― NamJoon parecía querer hacer algo más por el movimiento de su mano, pero a último momento pareció pensarlo mejor, y sólo retrocedió― . Nos vemos, chicos.

― Adiós, NamJoon y YoonGi hyung ― dijo JungKook en tono bajo.

YoonGi salió sin decir nada, ignorando la furibunda mirada de TaeHyung.

Caminó al lado de NamJoon, arrugando el ceño y frunciendo los labios, y su mejor amigo le dirigió una mirada de reojo.

― ¿Por qué luces como si quisieras golpear a alguien? ― preguntó NamJoon con tono perezoso.

YoonGi se crispó.

― No me agrada TaeHyung ― confesó en voz baja, observando como los pasillos se llenaban de a poco con los estudiantes.

Los ojos de NamJoon se iluminaron por la diversión.

― ¿No? A mí me parece interesante ― YoonGi lo observó― . Pareciera sacarte de quicio, Yoonie, ¿no? Y me gusta cuando ya no eres Min Perfecto YoonGi.

YoonGi soltó un chasquido bajo.

― No sé de qué estás hablando ― le dijo, tratando de lucir indiferente.

Su mejor amigo le miró directamente, diciéndole de esa forma que a él no iba a poder engañarlo.

No, nunca pudo engañar a NamJoon.

― Me gusta que quieras hacer que tus padres estén orgullosos de ti, YoonGi ― dijo NamJoon con tono suave―, pero también me gustaba mi amigo cuando quería dedicarse a ser músico y compositor, cuando querías hacer lo que te hace feliz.

YoonGi apretó sus labios en una mueca infeliz, tratando de no desviar la vista porque sabía que, si lo hacía, le estaría dando la razón a NamJoon.

― Soy feliz ― dijo YoonGi.

NamJoon sonrió.

― Puedes engañar a tu familia, a tu novia y a todo el mundo, Yoon ― replicó NamJoon― , pero no a tu mejor amigo. Y, al parecer, tampoco a Tae.

YoonGi no supo cómo contestar aquello.

Continue Reading

You'll Also Like

184K 15.4K 43
[HISTORIA COMPLETA] ¿En el amor y en la enfermedad? o ¿podría la enfermedad darte el amor? Un vuelco en la tranquila vida de Lena Luthor la ha llevad...
1.3K 114 18
Ya les era de costumbre a los chicos del casino que dice saliera a pasear,pero que desde las 0:05 de la tarde no volviera ya era algo serio,los chico...
51.1K 2.9K 8
No importaba que sea el novio de su mejor amigo, el quería follarse a Jeon Jungkook. - Parece que nadie te dió por atrás.-.. Susurró Tae cerca al oí...
939 76 19
Alguna vez os habéis enamorado de alguien al que no conocéis, alguien al que jamás habéis visto en persona? Pues este es el caso de kim Taehyung , u...