Me separo de Franco y seco mis lágrimas antes de hablar.
Elizabeth : adiós,que seas muy feliz Franco - sonrió con nostalgia, por como todo lo vivido juntos se termina en estas cortas palabras.
Franco : que seas feliz bruja - se despide y me quedo hay de pié, hasta que su aroma desaparece en el aire.
Recuerda que para empezar una nueva etapa tienes que cerrar otra, no hay que tener miedo ha decir adiós, es parte de la vida.
Tocan mi espalda y me giro sintiendo a Hernán.
Hernán : ¿Que ocurre? - me pregunta acariciando mi mejilla.
Elizabeth : simplemente cambie de hoja para empezar una nueva y más bonita - sonrió y no digo nada más.
El me ayuda a subir al auto al igual que se asegura de poner mi cinturón como siempre, el es lo que necesito.
Un mes después
Elizabeth : no te creo - digo en medio de la risa, no puedo dejar de soltar carcajadas por su anécdota.
Hernán : te lo juro - ríe y suspiro tratando de calmarme - en mi mente todo encajaba, si flotaba en el agua con los flotadores en los hombros, si me los ponía en los pies podría estar de pie en el agua - río imaginando lo en mi mente - cinco minutos después el socorrista se tiraba por mi ya que lo único que flotaban en eran mis pies mientras estaba boca abajo en la piscina - río.
Suena el teléfono y aún con una sonrisa en mi rostro me acerco a contestar, sola, ya que en este mes logré aprenderme el departamento entero.
Llamada telefónica
Elizabeth : ¿Si? - contesto pero suelto una carcajada cuando escucho a Hernán decirme que volverá a intentar lo de los flotadores.
Norma : Elizabeth - dice y su voz suena como amortiguada, como si estuviera llorando.
Elizabeth : norma, ¿Ocurre algo? - pregunto preocupada.
Norma : me falló - dice y vuelve a romper en llanto.
Elizabeth : ¿Quién? no te entiendo - pregunto confusa y ansiosa de saber que pasa.
Norma : juan estuvo con Dinora mientras intentaba reconciliarse conmigo - me confiesa y algo me dice que eso no será cierto.
Elizabeth : ¿estás segura norma? No que os ibais a casar - le pregunto.
Y es que en este mes ella me a contado que ha estado viendo a Juan varias veces a la semana, incluso volvieron y pusieron fecha a la boda, estaba feliz por ella ya que se lo mucho que ama a Juan, joder tuvieron hasta un hijo juntos.
Elizabeth : no creo que juan haya hecho eso, ese hombre suspira por ti norma - le digo y un suspiro lastimero se escucha de su parte - ¿No será una trampa de ella? - pregunto encajando piezas en mi cabeza - según sé ha ella le gustaba Juan y puede hacer lo sea porque os separeis.
Norma : no creo que sea capaz de inventar tanto - opina.
Elizabeth : yo creo que si, no hay que confiar tanto en la gente norma, mi propia madre me encerró en un sótano y mato a mi caballo por salir con uno de los reyes- cuento y se queda en silencio pensando.
Norma : no se - habla al fin - no se ya que pensar, todo es un caos en mi cabeza.
Elizabeth : ¿Que fue exactamente lo que dijo Dinora? - pregunto queriendo saber más.
Norma : dijo que ya estuvo con el, inclusive que ya se entregó a el y el otro día dice que él llegó a su rancho a decirle que tenían que ocultar su amor por mi pero que al rechazar eso juan la violento - suspiro escuchando la bola que se lío.
Elizabeth : porque no vas y lo hablas con Juan cara a cara y sin pelos en la legua - aconsejo.
Norma : no, no me siento capaz de enfrentarlo - su voz suena angustiada y aunque se que después me arrepentire lo digo.
Elizabeth : si quieres yo puedo ir hablar con el - suelto antes de siquiera pensarlo.
Norma : ¿Harías eso por mi? - pregunta y respondo un simple por supuesto - me harías un gran favor y me ayudarías a aclararme.
Suspiro
Elizabeth : bueno iré hablar con él y te contaré lo que averigüe, te quiero - me despido y ella igual.
Llamada finalizada.
Palpó el soporte de teléfono antes de colocarlo, doy tres pasos a la derecha y cuatro a la izquierda hacia la cocina, que fue en donde deje a Hernán.
Este mes he estado feliz, sorprendentemente no a pasado nada y he estado muy feliz junto a Hernán, el me hace la vida más fácil y alegre, he llegado a sentir un sentimiento extraño por el.
Osea yo tengo claro que amo a Franco, pero hay una parte de mi que me está dando señales de que no tardaré en querer de más a Hernán.
Y eso en cierta parte me aterra, no quiero sufrir más por amor, un que se que Hernán es la mejor persona que puedo tener en mi vida.
Estás semanas a sido mi única compañía permanente aparte de Zeus, cuando no estaba con el, me aprendía a moverme por la casa, aunque no voy a negar que mis golpes me lleve, pero en eso consiste la vida golpearte, caer y levantarte.
Lo mejor de todo es que aprendí a leer en braille y eso hace que mis días sean más amenos.
Hernán : ¿Todo bien ángel? - lo escucho preguntar y ya estoy a su lado.
Elizabeth : ¿Crees que podrías llevarme a un lugar? - pregunto dudosa, pues el se levantó temprano y acaba de llegar del hospital.
Hernán : ¿Justo ahora? - pregunto y respondo con un pequeño si - ¿cenamos primero? - pregunta pero yo niego.
Elizabeth : necesito ir a la hacienda reyes para ver a Juan - digo y moriría por ver su expresión, sin embargo me tengo que conformar con el oscuro silencio.
Hernán : está bien - cede y frunzo en ceño por lo fácil que fue.
Elizabeth : ¿no preguntarás porque tengo que ir o que me lleva a esa hacienda ? - pregunto confundida.
Hernán : la verdad no, son tus asuntos, tu privacidad - me contesta mientras me guía a la salida y dios como puede ser tan bueno - espérame aquí voy por las llaves del coche - asiento mientras dejo de sentir su agarré en mi.
Una pata peluda choca contra mi pierna y río para agacharme.
Elizabeth : hola bebé - lo apapacho dandole besos mientras el menea la cola alegre.
Suspiro mentalizando me donde voy, todo sea por mi hermana.
(...)
Al ser la hora de la cena los cuatro hermanos reyes se encontraban cenando tranquilamente, raro, pero los ánimos no estaban ni para charlar ya que cada uno tenía un problema amoroso, excepto Ricardo, este se encontraba muy feliz por su gran amor con Sarita.
El ambiente silencioso se rompe cuando Eva anuncia una inesperada visita.
Eva : juan lo buscan - llama la atención del mayor.
Juan : ¿Quién Eva? - pregunta esperanzado de que norma haya ido a buscarlo.
Eva : la señorita Elizabeth Elizondo - es como si lo dijera con eco por el silencio pero este se ve interrumpido por los cubiertos sonando fuertemente en el plato del menor de los hermanos.
Este se levanta tan rápido que tira su silla al suelo, pero es detenido por Ricardo.
Ricardo : eh, tranquilo flaco - lo frena pero este niega - ¿A que vino Eva? - pregunta agarrando a Franco.
Eva : vino hablar con Juan sobre norma pero dice que si se acerca Franco ella se va - dice ocasionando que el corazón del rubio se estruge.
Juan : dígale que enseguida voy - Eva acepta retirándose.
Mientras el hermano mayor se acerca al menor - haz el favor de no ir donde ella está, por favor Franco es mi oportunidad de poder arreglar las cosas con norma - se miran a los ojos durante unos segundos hasta que el ojiazul acepta.
Aunque su corazón se muera por verla, el sabe que su hermano no está bien y eso también le duele.
Se suelta de su hermano para volverse a sentar en la mesa, teniendo la tentación de verla. Por otra parte el mayor de los reyes se dirige a la sala donde se encuentra la menor de las Elizondo.
Espero tranquilamente sentada en un sillón de la sala de los reyes, mientras Hernán permanece de pie a mi lado, es cuando captó otro perfume en el ambiente y me doy cuenta que ya llegó.
Juan : señorita Elizabeth - saluda ignorándo a Hernán pero este hace lo mismo.
Elizabeth : juan - correspondo mirando hacia donde proviene su voz.
Hernán : bueno yo me retiro y los dejo charlar a solas - acaricia mi cabello antes de darme un beso en la frente - estaré en la puerta, solo grita cualquier cosa - asiento regalándole una sonrisa, su perfume se disuelve en ambiente y eso quiere decir que se fue.
Elizabeth : se preguntara que hago aquí - rompo el silencio, esperando que conteste para saber a dónde mirar.
Juan : me causa bastante curiosidad - admite y sonrió.
Elizabeth : ¿Sabe? El poco tiempo que viví con usted me di cuenta de dos cosas - comienzo acomodándome en el sillón, levantando mi quijada - una, que es una persona honesta y la segunda que ama a mi hermana norma hasta la locura - sigo pero al no escuchar nada de su parte continuó - por eso viene hablar con usted antes de creer las barbaridades que los rosales dicen de usted - finalizó y callo esperando su repuesta.
Juan : asi que a eso vino - murmura y asiento sin saber si me mira o no - nada es cierto, simplemente Dinora empezó a decir una sarta de estupideces arrimando se a mi y tuve que darle un pequeño empujón, nunca le puse un dedo encima y tampoco estuve con ellas en ningún sentido - confiesa y se que dice la verdad, su tono lo delataria si no.
Elizabeth : ¿Que fue lo que dijo Dinora? - pregunto mas que nada por mera curiosidad.
Juan : contó que norma está arrepentida de separarse de Fernando y piensa volver a casarse con el - frunzo el ceño confirmándo mis sospechas.
Elizabeth : todo esto es una trampa para separaros a ti y a norma, todo esta planeado y seguro mi madre está metida en esto - cuento mi pensamiento - lo mejor que pueden hacer es sentarse hablar y aclarar todas las cosas pendientes - opino y sus pasos suenan, se está acercando.
Juan : ¿Que cree? Que no lo he intentado ¿ya? - lo escucho suspirar - norma huye de mi - dice en lamento.
El corazón se me encoje y aveces odio ser tan sentimental.
Elizabeth : ¿Me dejaría algo donde apuntar unas cosas? - pido y no responde simplemente suenan sus pasos y varios cajones.
Juan : aquí tiene - deja en mis manos una hoja y un lápiz, recorro la hoja con mis dedos para saber lo grande que es, me apoyo en mi regazo empezando a escribir.
Anoto rápido una dirección y una hora.
Elizabeth : mañana citaré a norma en esta cafetería, a las seis de la tarde - le entrego el papel en sus manos levantándome - es lo único que puedo hacer.
Juan : gracias - sonrió - cualquier cosa que necesite ya lo sabe estaré agradecido de ayudarla - su voz suena ahora con esperanza, se que hablando arreglaran sus problemas.
Elizabeth : simplemente no dejes que los separen como a Franco y mi - sonrió con nostalgia - sería una lástima otro amor corrompido por mi madre - digo a modo de despedida y me retiro arrastrándo mi bastó para evitar chocar me con algo.
Espero que por lo menos un amor Elizondo - Rey se salve de las garras de Gabriela y Fernando.
Salgo de la sala para esperar a mi ángel en la entrada de la casa, estoy atento por cualquier cosa, pero es un rubio acercándose es lo que se lleva mi atención. Estoy por ignorar su presencia pero el habla desechando ese pensamiento.
Franco : vaya si es el doctor - dice son sarcasmo y yo sonrió, no me importa su actitud.
Hernán : encantado - le sigo el juego.
Franco : aunque ella esté ahora contigo, no podrás borrar nuestra intensa historia - vaya no tardó en soltar hablar, sonríe cínicamente - ni de su mente ni de su corazón - asiento dándole la razón.
Hernán : yo no tengo pensado hacer que olvide nada, simplemente el dolor y si llega a olvidar te sería porque fuiste más dolor que amor - hablo pasivamente.
Y el suelta una carcajada, puto loco.
Franco : íbamos a tener un bebé ¿Creés que eso se olvida? - me recuerda y tenso la mandíbula al recordar el dolor que pasó mi bello ángel.
Hernán : si lo se, yo estuve con Elizabeth cuando aborto, yo fui quién la llevo al hospital, yo la atendí y al igual que fui yo quien sacó el embrión muerto - digo con pesadez - pero evitó decirlo por el dolor que pasó Elizabeth - refutó para girarme.
Franco : no podrás igualarme, por lo menos no en el corazón de Elizabeth - habla a mis espaldas, estoy por ignorarlo pero el contestarle me puede.
Hernán : la diferencia entre tú y yo, es que si para que ella esté feliz tengo que verla estar enamorada de otra persona, lo hago, me aguanto, me trago mis sentimientos y estoy a su lado, si para que ella sea feliz tengo que dar mi vida lo haré al igual que si ella estuviera mejor sin mí me iría de su lado así doliera como el infierno - me acerco compartiendo miradas mortales - en cambio tu seguías aferrado a ella aún sabiendo que le hacías daño, sin importante un comino su estabilidad y su felicidad - finalizó duramente.
Elizabeth : ¿Hernán? - su dulce voz resuena detrás de mi.
Hola.
Por fin actualice, hace unos días recupere mi cuenta y aún no lo creo, espero les guste y les quería comentar que las vistas aumentan sin embargo las estrellas no, así que me harías un favor si le das a la estrellita, es un segundo y a mi me haría mucho bien.
Besos 💋