La hija de Goku| Son Gia. Seg...

By IreneEscobar2

35.3K 2.4K 444

Después de haber salvado el mundo de un futuro terrible, Gia regresa junto a Trunks solo para guiar a sus dos... More

[1]
[2]
[3]
[4]
[5]
[6]
[7]
[8]
[9]
[10]
[11]
[12]
[13]
[14]
A V I S O
[16]
[17]

[15]

848 75 4
By IreneEscobar2

15| El helado.

Domingo, 12 de febrero784. 13:37h.
Sakura's coffee, Capital del Oeste.

—Y eso, ¿qué se supone que significa? —cuestioné, apretando la mandíbula mientras tragaba saliva.

La sensación era muy diferente a mi encuentro en el pasillo con Hikaru, aquella vez que descubrió todo sin necesidad de haberme conocido antes. Pude evitar la demostración de mi nerviosismo al instante.

—Para mí, nada —achicó los ojos en mi dirección, de manera acusatoria—, pero para ti, ¿qué significa?

Mis ojos no pudieron ocultar la sorpresa ante su respuesta, ¿a dónde quería llegar?

Se estaba divirtiendo, lo sabía, podía notarlo en su sonrisa burlona que apareció fugazmente en su boca. Había pensado que no lo noté, pero oh vaya que sí lo hice.

—En realidad... —declaré, tomé entre mis manos aquella taza de café—, nada—. sonreí, llevándomela a los labios, para finalmente desviar la mirada al enorme ventanal.

[. . . ]

Domingo, 12 de febrero 784. 15:03 h.
Plaza Satán, Capital del Oeste.

Caminaba a través de un pequeño parque, cercano a la estación, junto a Takeru. Después de aquella conversación en la que descubrí que él no ocultaba nada o que, al menos, no se imaginaba algo extraordinario, decidí respirar en completa paz.

Ahora sabía que la única persona que conocía mi secreto era Hikaru y nadie más. O eso quería creer.

—¿Te gustaría un helado?

Giré en dirección a Takeru ante su pregunta. Las comisuras de mis labios fueron hacia arriba y asentí.

—Claro, me encantaría.

Observé el cómo se alejaba de mí en dirección al heladero. Volví mi vista a una pequeña banca de madera, apreté mis labios mientras me dirigía a ella.

Por más que repasaba la situación no encontraba algún indicio de rareza. Ciertamente Takeru era una persona intimidante, pero no peligrosa; lo que me llevaba a cuestionar cuál era su verdadero motivo. No tenía ni un mes de conocerlo; sí, era cierto que ya nos habíamos encontrado antes, pero no significaba nada para él.

Entonces, ¿por qué la salida?

¿Qué era lo que yo no veía?

—Aquí tienes, Gia.

La voz profunda y casi ronca de Takeru provocó que alzará la vista, no tuve la noción de haberme sentado. Estaba tan concentrada pensando que lo hice sin darme cuenta.

Negué con la cabeza para despejarme las ideas y sonreí, aceptando el helado que el chico de ojos rojizos me tendía con la mano derecha.

Observé el enorme helado: tres sabores hacia arriba. Un recuerdo golpeó mi mente de repente y me transporte al reciente torneo de artes marciales.

Las imágenes revelaron a un helado exactamente igual, la diferencia estaba en una ramita de menta ausente y el chico que me lo daba.

¿Qué era este sentimiento que se arremolinaba en mi estómago?

Parecía que mis entrañas querían salir por mi boca, pero no era tan malo como se escuchaba.

—Gracias, Takeru —hablé, tomando con ambas manos aquel cono.

El chico se sentó junto a mí. Saboreé mi helado y él hizo lo mismo.

¿Debía decir algo? ¿O debía esperar a que él dijera algo?

—Me alegra que hayas aceptado mi invitación, Gia.

Giré hacia él al instante, sorprendida.

—¿Por qué?

—No lo sé —se encogió de hombros, con simpleza—, solo es así. No hay razón.

No entendía nada de esto, pero también me agradó salir con él. Sobre todo, porque ahora podía respirar en paz.

—Es agradable, al menos, ya no estaré incomoda cuando estemos con los chicos —declaré, con un suspiro.

—¿Por qué siempre estabas nerviosa en mi presencia?

Su pregunta provocó un tic nervioso de mi parte. Aquello era cierto, Takeru me intimidaba, pero no como me intimidaba el señor Vegeta o como lo hacía la presencia de Trunks.

El hecho de que él supiera algo hacía que sintiera terror, me daba miedo. Sí, miedo.

Era extraño, pues debido a mis grandes habilidades como guerrera y conocimiento de todo lo desconocido para los humanos nunca había sentido miedo. ¡Vamos, el mejor amigo de mi hermano mayor era un dinosaurio púrpura gigante que jugaba conmigo! y nunca me había sentido tan aterrada, ni siquiera cuando combatimos a Majin Boo.

—Quizá porque tu presencia es intimidante —afirmé, colocando un mechón de mi cabello tras la oreja, accedí a mirarlo. Alzó una ceja.

—¿Intimidante, Gia? —una media sonrisa se situó en su rostro. Esa expresión era la que intimidaba.

—Claro —asentí al instante. Con cautela dije lo siguiente—, como si... ocultaras algo...

Por un momento, una descarga recorrió mi cuerpo causando que mis vellos se erizaran.

—¿Qué ganaría con ocultar algo?

Una brisa completamente extraña se hizo presente, junto a un silencio, como si el mundo se hubiera detenido. Lo miré directamente a los ojos.

—Quizá vivir tranquilo —desvié la mirada, era mi turno de encoger los hombros.

Pero no estaba pensando en él precisamente, sino en cómo me sentía.

—Así que por eso lo haces, ¿para vivir tranquila?

Miré en su dirección, anonadada.

¡¿Qué?!

Otra media sonrisa apareció en el rostro del de ojos rojos.

Sentí algo frío en mi rodilla, bajé la mirada notando una bola del helado en mi vestido y piel.

—¡Oh, no! —exclamé, de forma dramática, esperando que así, olvidáramos el tema.

Rápidamente, Takeru sacó una servilleta de papel, la tomé y limpié mi rodilla y aquella parte de mi vestido manchado.

Un teléfono sonó, no era el mío. Takeru tomó un aparato de su bolsillo, me miró y yo asentí. Observé que se alejó un poco de mí, habló por unos segundos.

Lo que sea que le hayan dicho provocó una severa reacción de preocupación en su rostro, después, me dio la espalda.

No podía entenderlo, ¿qué pudieron haberle dicho?

Se dio la vuelta en mi dirección, parecía sumamente inquietado; sin embargo, cambió su expresión de repente regalándome una sonrisa cálida.

—Se ha presentado un inconveniente —caminó en mi dirección, tomó mi mano entre las suyas, no pude evitar sonrojarme—. Debo irme, lamento no poder acompañarte a tu casa.

Miré nuestras manos, después levanté la mirada para encararlo, parecía realmente abatido, no podía con ese tono carmesí sobre mis mejillas. No sabía qué decir. Extrañamente, balbuceé.

¡Vamos, Gia! Di algo, lo que sea.

—No te vayas —murmuré, casi en súplica.

¿Qué? 

¡¿QUÉ?!

¡¿Por qué dije eso?!

Su expresión lo dijo todo: estaba atónito, sorpresivo y con los labios ligeramente abiertos. Cerré los ojos fuertemente y agaché la cabeza, soltando nuestras manos.

Tragué saliva, no quise encararlo; sin embargo, debía hacerlo. Sus dedos se situaron por debajo de mi barbilla, obligándome a elevar la mirada, su rostro se había iluminado de una manera que no esperé.

Mantuvimos contacto visual, que decidí romper enormemente, poniéndome de pie.

—Quiero decir —sonreí, de una manera efusiva—, ¡aun no te terminas el helado! —apunté a su mano izquierda.

Debía mencionar que el mío había sido devorado en el momento en que él atendió su llamada. El suyo aún lo llevaba en la mano, totalmente derretido. Coloqué ambas manos en mi cintura, asintiendo.

—Ya veo, lo había olvidado —pronunció, una gota resbaló por su sien, aparentemente avergonzado.

Solté una risa nerviosa, colocando mi mano en la nuca. No sabía porqué papá, Gohan y Goten hacían esto cada vez que se encontraban en aprietos, ahora lo sabía.

—Anda, tu asunto te espera. No te preocupes por mí —añadí, haciendo una seña con la mano moviendo mis dedos hacia adelante para que se apresurara.

Me regaló una mirada un tanto extraña que no supe interpretar, creo que podría decir que una extraña combinación entre curiosa y profunda. Asintió, acercándose a mi rostro.

De repente, sentí una gran calidez sobre mi mejilla derecha. Lo observé alejarse, dejándome totalmente petrificada.

Mi mano viajó a mi mejilla mientras lo veía agacharse dejando el cono de helado derretido sobre el suelo frente a un pequeño can que no dudo ni un segundo en comérselo, desapareció de mi campo de visión al doblar una esquina.

¿Qué había sido eso?

¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'* •.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*.¸¸.•*'¨'*•

Hasta aquí otro capítulo, dejen su estrellita para más actualizaciones. Comenten si tienen alguna duda y/o corrección. Sin más por el momento, ¡hasta pronto!

♥ Gracias por leer ♥

¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'* •.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*.¸¸.•*'¨'*•

Bien, ahora lo saben. ¡He vuelto! ¿Me extrañaron?, yo sí.

Espero me acompañen a seguir esta historia, que siendo honesta, es mi favorita 💕 ahora no las dejaré por nada del mundo.

He vuelto inspirada y repleta de ideas para seguir esta historia.

¡Esperen ansiosas todas las sorpresas que vienen!

Continue Reading

You'll Also Like

619K 18.7K 75
Hiraeth - A homesickness for a home to which you cannot return, a home which maybe never was; the nostalgia, the yearning, the grief for the lost pla...
246K 8.8K 99
Ahsoka Velaryon. Unlike her brothers Jacaerys, Lucaerys, and Joffery. Ahsoka was born with stark white hair that was incredibly thick and coarse, eye...
282K 9.5K 107
She was a capitol elite. He was the youngest victor in history. Their friendship was frowned upon, but their love was forbidden. Extended Summary Ins...
1.1M 38.1K 63
𝐒𝐓𝐀𝐑𝐆𝐈𝐑𝐋 ──── ❝i just wanna see you shine, 'cause i know you are a stargirl!❞ 𝐈𝐍 𝐖𝐇𝐈𝐂𝐇 jude bellingham finally manages to shoot...