Mi Pareja Perfecta IV

By Brity22

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Ángela Grant, es una joven recién egresada que empieza a trabajar en el hospital Edwards, tal como su abuela... More

Ángela Grant
Supervisión
La salida al Spa. I
La salida al Spa. II
La vida de Martina Edwards I
La vida de Martina Edwards parte II
Buscando a la chica perfecta.
Incógnita
Catalina Grant
La chica del Tinder I
La chica del Tinder II
Fiesta en New York I
Fiesta en New York Parte II
En la boca de la loba I
En la boca de la loba II
En la boca de la loba III
Mala, del verbo ''mala''.
''No pegan, ni juntan''
Salida a casa de Tía Fer.
Lecciones de motocicleta
''Por la boca muere el Edwards''.
Única en su clase.
Aniversario de Matrimonio I
Aniversario de Matrimonio II
Sesión de Fotos.
Fin de semana de Jefazas.
''Si Quieren Guerra...''
Buscando al culpable
Juntas de amigos
Hogar, dulce hogar.
Inauguración
Una historia romántica y no de acción
Citas a ciegas y aniversario
''Dos grandes que se unen''
La cena familiar.
Buenas jugadas.
Salida en familia I
Salida en familia II
''La terquedad hecha pareja''
La despedida.
Especial: ''El dilema de las Gabis''

Las Intensas.

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By Brity22

Ángela y Tina juguetean y se sonríen en el prado del jardín, se recuestan y hablan secretamente. Ángela le aparta el cabello de su rostro y sonríe.

Un hombre mira por la ventana, se devuelve al centro de la habitación y se sienta frente al hombre que viene de visita.

−Ahí están, tan acarameladas como si no hubiese sido un caos llegar a esto. −Se exaspera.

− ¡Ah! ¡Es la valentía del verdadero amor! −Dice su amigo despreocupado sirviéndose algo de beber. −No salió como queríamos, pero veo muchas oportunidades. −Apunta con los índices hacia arriba.

−No las veas como una mina de oro −Gruñe el pelirrojo. − ¿Qué tal tu hijo?

−No sé en qué está pensando −Una mueca de preocupación y algo de tristeza aparece brevemente por su rostro. −Tal vez el tiempo aclare su mente.

−Tu familia es un asco −Sonríe cruel.

−Estamos emparentados...

−Si, por eso lo digo. −Se sienta. −Solo quiero que Martina sea feliz, así que no he interferido. −Le da una mirada penetrante− ¿Tu no tuviste que ver con que se conozcan con Tina no es así?

− ¿Yo? ¡Claro que no! Amo a mi nieta ¡No se la regalaría a una extraña!

−Pero vaya que espectacular extraña −Él sonríe creído.

Recibe una acida mirada que se transforma en una de reconocimiento. Asienten derrotados.

−Que desgracia −Replica el Sr. Grant agotado de la edad, de la vida, de los Edwards. Al menos su nieta se ve feliz... piensa.

Catalina G.:

Bajo del auto a buscar al abuelo, traje a Coloso como protección. Veo frente a mí el gran complejo de estos seres del infierno que ahora veré más seguido. A lo lejos se ve un jardinero podando un gran arbusto, observa mi caminar con un gesto de hostilidad, me pregunto si vendrá corriendo con esas tijeras o algo así. Camino insegura hasta que mi perro comienza a ladrar hacia otro extremo. Unos arbustos, se escucha un ruido ronco...

Sabía que no debí venir... trago saliva y sin apartar la vista escucho un chillido.

Aparece un enorme puerco.

Ángela G.:

Escucho un grito, miro hacia donde proviene ese sonido familiar y veo a mi hermana corriendo hacia mi incómoda con un gran vestido largo. Se lanza a mis brazos y con la cara un poco rojiza logra exclamar.

− ¡Un puerco!

Martina eleva una ceja y la mira indignada. Luego queda mirando a Sandy aparecer con el enorme perro de mi hermana.

−Vaya ... −Dice.

Ambos juguetean y corren en el pasto de la mansión, Sandy persigue a coloso y se pierden de nuestra vista.

−Se llevan bien −Sonrío. −Tal vez ustedes también puedan...

Esa sugerencia queda en el olvido al ver la cara de desquiciada de mi hermana.

− ¡Hasta esta mansión es... terrorífica! −Abre sus grandes ojos azules.

−Si, nosotros... −Martina la observa con desagrado. − ¿Qué haces aquí Grant?

−Vengo por mi abuelo −Se cruza de brazos sin mirarla. − ¿Sabes dónde puedo encontrarlo?

−Estoy segura de que está dentro de la casa −responde en un tono dulce en donde sus ojos no participan.

−No lo había imaginado −Sonríe también.

Se miran radiantes.

− ¿Todo bien? ¿No estarán peleando verdad? −Dice una vocecita animada.

−No Chloe, como se te ... −Dice Tina apenas mirándola. Regresa la mirada rápidamente. -... ocurre. −termina débilmente − ¿Y tú? ¿Qué haces aquí?

− ¡Con Maxi decidimos venir a verte! −Deja bajar a un perrito agitado en sus brazos. Catalina exclama un gritito de emoción al verlo.

− ¡Es tan pequeñito! − Al menos se le olvido el encuentro con Sandy...

El cachorro disfruta la atención, corre hacia ella y recibe caricias.

−Ah, es muy sociable, desde que puede salir no hace más que hacer amigos −Dice Chloe.

−Quizá de donde lo sacó −bromea Martina. − ¿Y Sam?

−Viene en camino−Chloe se ruboriza −le dije que ''a la misma hora en el mismo lugar bebé''.

Me río.

Chloe exclama con admiración al ver el enorme perro que aparece con Sandy.

− ¡Y ese enorme animal! −Se espanta.

−Es un bello Dogo del Tíbet −Dice Catalina con orgullo hablando de los premios y la ascendencia que tiene su mascota.

− ¡Oooh! −lo mira en todo su esplendor. Maxi le ladra animado. −Mi perro le gana a tu perro −Dice desafiante.

− ¿Es broma verdad?

Sonrío, desde mi punto de vista esto es masacre.

−Es un gladiador −Sonríe Chloe confiada.

En lo que los vemos jugar se aproximan Sam junto a la madre de Tina, nos observa de reojo mientras habla con su esposa. Detecto su mirada, un frío recorre mi espalda.

Christine E.:

''Hay muchos malditos Grant en este lugar'' pienso viendo a las hermanas del terror. Esa mocosa menor es peligrosa, al menos Ángela se ve más confiable.

Frunzo el ceño ¡aunque eso no significa que me agrade!

− ¿Qué piensas? −Pregunta Noelle.

− ¿Y tú como lo sabes? − ¿Acaso nuestra conexión es tan fuerte que puede adivinar lo que pienso?

−No, es que pones esa expresión... como desquiciada. −Observa mi rostro.

Frunzo el ceño con tragedia otra vez.

−Si esa... justamente− Asiente.

−Noelle... −Digo apenas.

¡Es mi esposa carajo!

−Tu deberías decirme solo cosas lindas. −mascullo.

Noelle se enternece.

Martina E.:

Miro a mis madres abrazarse a lo lejos.

−Que poco decoro de señoritas de alta sociedad −Dice Catalina indignada.

−Mi madre no es de la alta sociedad −gruño. −Y ella hace lo que quiere.

−Seguro que sí −ironiza −siendo pareja de Christine Edwards.

Ángela sonríe.

−Si hace lo que quiere. −Confirma.

Catalina la mira de reojo.

−Oh vamos, es Christine Edwards, debe vivir esclavizada.

Nos reímos de buena gana.

−Si... si esclavizada. −Dice Chloe. −Pobre Tía Noelle.

−No les creo −Dice Catalina recelosa.

−Bueno, ahora que Martina es tu hermana política o algo así, las verás más seguido. −Dice ella.

− ¡Ella no es!... −Explota Catalina.

−Pero podría serlo −Advierte Ángela.

− ¿Ah sí? −nos espantamos ella y yo a la vez.

¡Eso fue muy rápido!

−O tal vez no. −Se corrige rápidamente.

− ¿Cómo qué no? −pregunto.

−Bueno, nunca se sabe. −Empieza Catalina ilusionada. −A veces las cosas no funcionan...

− ¡Claro que funcionan! −Gruño. ¡Vete al demonio García!

−No quería sonar intensa −Sonríe complicada. −No sé qué diablos decir... −se sincera.

−Las Edwards son intensas −dice Sam.

−Ayúdame Sam. −Me indigno.

−Intensa −Dice Ange.

Llegan mis madres.

−Tu abuelo te está esperando − mamá Noelle le informa a Catalina.

− ¿Tía Noelle quién es la intensa de la relación? −Pregunta Chloe con una voz de inocencia que ni ella se cree.

Mi madre libera una risita.

−Christine... creo.

−Las niñas no necesitan saber eso −Gruñe la aludida.

− ¡Pero fue tan romántico! −sus ojos son soñadores.

Mamá frunce el ceño, pero se mantiene digna.

Nos llama la atención la aparición de personas, Catalina se pone de pie y se despide con una mueca. Coloso la sigue, cuando se va con su abuelo, Ángela ordena sus cosas.

−Yo también me iré.

− ¿Enserio? −Pregunto de inmediato.

−Si −Me mira burlona, sus iris me dicen ''intensa...intensa...intensa''

Sonrío creída, jamás.

Ángela G.:

Antes de irme Christine me ataja.

−Haremos una cena para terminar el trimestre −Me dice.

−Eso es... bueno −Respondo no muy segura.

Entrecierra los ojos.

−Estás invitada... −Se hace un silencio −Pero que nadie sepa que estás aquí Grant.

−No creo que pretender que no exista tenga sentido, a fin de cuentas. −Dice Tina.

Chloe inhala emocionada.

−Como quieras, pero es tu responsabilidad −Resopla.

−Me haré cargo. −Responde a su vez.

Genial, ahora pónganme el collar antipulgas y el chip. Frunzo el ceño.

Me quedo ahí plantada, Noelle me sonríe amablemente y se va con ella.

− ¡Lo hiciste! −concede Sam. −No lo arruines −bromea.

−Sam intensa. −Murmura Chloe.

Me despido de todas, beso a Tina y me voy a la cita que tenía pendiente.

(...)

De vuelta a casa.

− ¡Así que volviste a ser pelicastaña! −exclama Omar viendo mi cabello.

−No jodas, cuidar el cabello es demasiado para mí. −Esto es más supervivencia que estética.

−La Grant vaga −Dice con los hombros caídos. −Peor es nada.

−Oye - En eso mi semblante cambia − ¡Debes saber las nuevas noticias!

Le cuento que Christine me invito personalmente.

− ¡La suegrita te aprobó! −Omar levanta el puño −No lo arruines. −Me mira de reojo.

¡¿Acaso todos piensan que lo arruinaré?!

−Hemos comido unas veces en la misma mesa, somos intimas −Sonrío.

−Si, claro... ¿y Catalina?

−Digiriéndolo, pero se ha portado bien. −Más te vale hermanita...

−Está loca, pero te quiere −Sonríe.

Me sonrojo, de alguna forma estos esfuerzos por parte de personas que se detestan, pero ahora toleran estar bajo el mismo techo, me hacen sentir querida.

Al día siguiente decido sorprender a Tina.

Entro al hospital y sin darme cuenta dos hombres enormes me cierran el paso al bajar del ascensor.

−Catalina Grant, tiene usted prohibido el ingreso.

− ¡¿Qué?! −Los miro anonadada − ¡Yo no soy Catalina! −reparo en el asunto principal − ¡Y como es que mi hermana tiene negada la entrada! −Me espanto. ¡Eso no es justo!

−Acompáñenos. Usted ya ha hecho mucho escándalo.

−No −Gruño indignada. − ¡¿Qué significa esto?! −me escandalizo. ¡¿Quién puso esa regla?!

Pero ellos no escuchan replicas, se mantienen impasibles, a estos tipos nunca los había visto ¡cuantos guardias tiene esta familia!

Me pregunto si corro hasta donde Tina ella pueda salvarme, un tipo sigue mi mirada de reojo.

−Yo no haría eso.

Antes de que me lleven a rastras, o me golpeen de nuevo, o armen un escándalo y me haga viral en la internet, me dejo llevar hasta la oficina de Christine.

''Debí haberlo supuesto'' pienso, pero al verme frunce el ceño extrañada, pareciese que tampoco fue ella.

− ¿Qué ocurre? ¿No estarás escondiendo bombas en el hospital Grant? −Pregunta.

−No sé que hago aquí. −Digo. −Sólo quería darle una sorpresa a Tina. ¡Soy Ángela! −Digo por enésima vez.

−La Dra. Edwards dio órdenes específicas de no dejar entrar a Catalina Grant al hospital, nos dijo lo de su color de cabello. −Responde él serio. −Cumple con las características físicas.

¡Cómo es posible! Mi hermana es algo difícil ¡pero esto es pasarse! ¿¡Qué pasa con Martina!?

−Bueno si la Dra. Edwards dejó una norma −Dice Christine con una sonrisita de felicidad− No sería correcto desacreditar su autoridad. −Los guardias asienten.

Entreabro la boca ¡Sabía que no era confiable! Me mira entretenida.

−Guardias, Ya saben que hacer −Dice volviendo a sus hojas.

− ¡No es justo! −Digo mientras me arrastran de los brazos − ¡No es justooo! −Grito. − ¡Usted sabe quién soy!

[...]

Martina E.:

Bajo a almorzar con Jo, Trini y Emma. Reviso mi celular, que raro, Ángela avisó que vendría, no es común en ella atrasarse tanto.

Veo a mis madres en la mesa con las amigas del piso de mamá Noelle, incluyendo tía Gabi. Me acerco.

−Madre por casualidad no has visto a Ángela. −La interrumpo mientras recibe una guinda en la boca de parte de mi madre.

− ¿Ángela?−responde extrañada − ¿Venía hoy?

−Si... −Digo.

−Tal vez se arrepintió y se fue. −Bromea.

Hay un silencio.

−Que hiciste. −Pregunta mamá Noelle.

− ¿Qué? Nada. −Se extraña. −Sabes muy bien que, a pesar de todo, yo siempre he respetado las normas de este hospital ¡sería incapaz de ir contra ellas! −Recita satisfecha de si misma.

Tía Gabriela frunce el ceño.

Ángela G.:

Me empujan dentro de un calabozo, mientras se alejan mis manos se encierran en los barrones de mi celda.

− ¡Avísenle a Martina! −Gimoteo. −Por favor. −Miro mis pies.

− ¡Pero claro que se enterará Grant! −Dice el más joven. − ¡Entonces ya verás lo que te hará!

No cambio mi expresión de angustia, tal vez eso sirva para que le avisen más rápido.

¡Al menos no me quitaron mi celular!

¡Acá no hay señal!

¡Odio a mi suegra!

¡Estoy furiosa con Martina!

Martina E.:

Me quedo con las chicas, algo me inquieta de todo esto. La duda de tía Gabi, la reacción de mi madre y por, sobre todo, la sonrisa resplandeciente de la anciana.

−No confío en ella −Murmuro.

Jo me mira de reojo.

−Tal vez algo esconde

− ¿Crees que me mentiría? −Le pregunto.

−Eh... −Me mira masticando, traga rápidamente. −Quiero decirte que sí, pero pienso que eso sería muy duro.

Conociendo a esa mujer, ya ni me sorprendo.

Miro mi móvil, veo a un hombre de seguridad acercarse. Por su expresión, debe ser algo importante.

Ángela G.:

− ¡Jodida vieja gobernada! −grito con las tripas rugiendo ¡necesito desahogarme! − ¡Ojalá me escuche alguien!

La pesada puerta se abre con dificultad. Tina camina hacia mi rápidamente, frunce el ceño burlona.

− ¡Te dije que dejes de joder en mi hospital Grant! −Grita.

Hacemos contacto visual.

− ¡¿Ángela?! −Abre sus grandes ojos castaños mirándome de arriba abajo y devolviéndose al cabello.

− ¡Sácame de aquí! −Gimoteo.

Asiente a un tipo que abre la reja y se hace a un lado. Camino hacia ella furiosa.

− ¿Qué significa esto?! ¡¿Así ibas a tratar a mi hermana?! −Me indigno. ¡Mi pequeña hermana! ¡Aquí! ¡Encerrada! ¡Sola! ¡Con estos tipos!

− Solo tenía prohibición de entrar ... −Empieza.

− ¡Es un hospital! ¡Cómo te atreves a negarle la entrada! ¡¿Y si hubiese estado herida?!

−Ángela... −Intenta explicarse. - Esa norma fue porque ella venía a molestar reiteradamente a mi oficina. La quitaré ¿de acuerdo?

−Tengo que ir a comer −Gruño adelantándome y dejándola allí. ¡Muero de hambre! ¡No me llevo bien con el hambre!

−Pero... ¡Ángela! ¡Ángela! −Grita, sin embargo, cierro la puerta sin detenerme.

−Adiós. −Grito dando grandes zancadas.

[...]

Más tarde.

Martina E.:

− ¡Esto es un desastre! −Gimoteo a mamá en mi dormitorio con una botella de algo que encontré en el bar. − ¡Todo por esa maldita...! −Doy un sorbo −... ¡Hermana!

−Por dios... eres igual que tu madre −Mi madre me mira con una decepción palpable en su rostro.

− ¡No me mires así! −Exclamo.

−Me divorcio de ustedes dos. −Sentencia.

− ¡Ahora mis madres se van a divorciar! −me lamento como si las penas del infierno cayeran sobre mí.

−Por dios que intensa, era un broma −se ríe.

− ¡Ella me decía intensa! −Digo agarrando el cuello de la botella.

− ¿Si tanto te importa por qué no vas y arreglas las cosas? −Dice simplemente. −De seguro ya se calmó... no es que haya estado mucho tiempo encerrada ¡Y por Dios! ¡Calabozos en un hospital! ¡Esa mujer está loca! −Mira el techo. − ¡Ya basta de sorpresas!

No lo había considerado. ¡Eso es lo que debí haber hecho! ¡Debo hablar con ella y aclarar las cosas! ¡Y ella que ha aguantado tanto de parte de esta familia!

− ¡Tienes razón! −Digo − ¡Iré de inmediato!

− ¿Con esas pintas? ¿Estás ebria?

−Claro que no −Respondo dejando la botella sobre un mueble −Era para darle emoción.

−Drama queen −dice esta entretenida. −Ve con chofer ¿sí?

− ¡Tú no eres la más indicada para decir eso! −la miro indignada.

Pero no hay tiempo para sacar desmayos en cara ¡Me voy a recuperar a mi chica!

[...]

Ángela G.:

− ¡Y eso fue lo que pasó! −Me desahogo con mi hermanita luego de comerme dos cajas de pizza.

−No me extraña que me haya restringido el acceso. Maldita Edwards −gruñe.

− ¡Eso no es ético! −Me indigno −Pensé que al menos ella tenía corazón.

−No tiene, yo te lo dije −Se mira las uñas.

Tocan mi puerta como si quisieran desprenderla de las bisagras.

Libero un chillido.

− ¡¿Y ese loco?! −Me asusto. ¿Debo llamar a la policía?

−Yo diría que ''esa'' −Catalina hace una mueca.

Voy a la puerta titubeando, me acerco a la puerta y veo a Tina en el umbral, la abro.

− ¡Ángela! −Dice. − ¡Perdóname! Nos llevaremos bien con tu hermana, es solo que no la soporto −Me abraza apegando mis brazos al torso - pero no importa ¡Te quiero! ¡Me gustas mucho! ¡no me dejes! ¡ya quité esa estúpida norma! −Exclama.

Un leve olor a licor llega bajo mi nariz.

−Martina... −murmuro extrañada con el poco aire que me queda − ¿Estás ebria? −Miro hacia abajo con dificultad.

− ¡Claro que no! Solo era algo para digerir la situación −escucho. − ¡Vuelve conmigo! ¡Puedo cambiar!

Río apretada.

−Yo no he terminado contigo.

Me suelta.

− ¿Ah no? −Me mira extrañada con una inocencia que me enternece. − ¡Pero me dijiste adiós!

−Si, pero porque no te quería ver... en ese momento −Digo.

−Oh −Dice cayendo en la cuenta.

Martina E.:

Ange quita delicadamente un mechón desquiciado de mi rostro y lo acomoda detrás de mi oreja, escucho una risita ahogada detrás. Levanto una ceja y me inclino para ver a Catalina tapándose la boca. Siento la sangre abandonar mi cuerpo y subir a mi rostro.

−Es lindo saber que te importa mi hermana −Dice esta con propiedad. Cuando nadie la ve, me mira pesada y puedo reconocer por el movimiento mudo de sus labios la palabra ''patética''.

Enderezo mi espalda con dignidad.

− ¡Esto no hubiera pasado si tú no hubieses jodido en el hospital como si fuese tu mansión! −Espeto.

La odio, no quitaré ninguna maldita norma. Solo debo especificar cuál hermana es cuál y ya. Miro a mi aún novia...

− ¿Y qué pasa con tu cabello? − ¡Vaya coincidencia!

−Quise dejarlo de un solo color −Dice. −A eso iba a verte, era una sorpresa −Se apena.

−Te ves bella −Y es verdad.

−Se que te gustaba el negro...

−Me gustan ambos... te conocí con ese −Digo.

Es como al principio.

Ella sonríe, me pierdo en el gris de sus ojos.

Noelle.

− ¿Y tú por qué diablos mentiste? −Pregunto a Christine, nos encontramos en el sofá de nuestro apartamento recostadas.

−Yo no mentí −Dice. −Si Tina se mete en problemas debe salir sola de ellos como la mujer adulta que es.

Pellizco su mejilla.

−Si claro, seguro que te preocupaba enormemente solucionar la situación.

Eleva los hombros burlona, maldita cabrona.

−No hagas eso −Dice. La suelto. −A esta edad no me conviene −Sonríe.

Miro su rostro, esos ojos que he visto cada mañana... esos ojos verdes que me vuelven loca de los nervios pero que al mismo tiempo me dan paz. ¿A quién le importan un par de jodidas arrugas?

Claro a Christine.

−Te amaré hasta el fin de mis días −Declaro.

Ella sonríe suavemente.

−Eso ya lo sé.

−O tal vez no. −Entrecierro los ojos.

Se inclina hasta quedar frente a mí. Me besa.

−No digas mentiras Noelle. −Me besa de nuevo inclinándome hacia el respaldo con su cuerpo.

Martina E.:

−He llegado madres. −Digo entrando feliz a la casa. ¡Al menos todo salió bien! Prendo la luz y veo tras el sofá dos cabelleras, castaña y rojiza despeinadas.

− ¡Por Dios! −Me espanto. − ¡Desvergonzadas! −Grito apagando la luz.

Esto me recuerda un suceso anterior de mi adolescencia.

Se escuchan movimientos rápidos.

−No sentimos tus pasos −Dice una.

−Me trauman −Bromeo mientras se visten.

−Tu madre y sus declaraciones de amor −Escucho.

−Si claro Christine, tu no empezaste... −Respondo.

− ¡No soy Christine! ¡Soy mamá! −Me reprende.

− ¿Y cómo te fue con Ángela cielo? −Pregunta mi otra pervertida madre.

−No hablaré de mi novia con dos mujeres desnudas −gruño. −Pero excelente ya que lo preguntas.

¡Nada puede opacar mi alegría!

− ¿Y Catalina sabe la que le espera? −Pregunta la anciana divertida.

−Bah, hoy tenían día de hermanas −Como tuvo el encanto de recordarme... −Supongo que tengo que aceptar que existe.

No será fácil.

−Es lo mejor hija −opina mi madre, Noelle −Será importante para tu pareja que consideres a alguien tan importante para ella como lo es su hermana. −Termina con suavidad y se pone de pie.

Prendo la luz y las miro ahí, como siempre, pero con el cabello esponjoso y con la ropa arrugada.

−Aunque siempre pueden ocurrir accidentes −Dice mi otra madre con un tono misterioso.

− ¡Christine! −Se espanta esta. − ¡Como puedes sugerir algo así!

−Soy realista Noelle.

−Es necesaria una dosis de realidad de vez en cuando −Apoyo la idea.

−Como sea, no cuenten conmigo. −Nos deja solas dando fuertes zancadas hacia el segundo piso.

Miro a mamá, bajo la voz.

−Debiste decirme que Ángela había venido.

−Lo siento, es que la confundí con su hermana.

−Y estaría bueno que le bajes a la mentira. −Hago una mueca.

Me mira sorprendida. ¡Que descaro!

[...]

El día de la cena.

Ángela G.:

Me visto, perfumo y maquillo de una manera que sea aceptable hasta para el más estricto de los Edwards. Aunque no me pongo el típico vestido que aprobaba mi padre, esta vez seré yo. Usaré un traje de dos piezas muy moderno y elegante, acompañado de zapatos altos y un lindo sombrerito.

−Vestiré fenomenal −Murmuro viendo el conjunto.

(...)

Llego a la puerta. Mis zapatos resplandecen.

− ¿No podías venir sin llamar la atención? −Escucho.

Christine me mira frunciendo el ceño, arruina mi estilo diva.

−Quería llegar a la altura −gruño quitándome el sombrero.

−Tenías que venir sin ser notada −Dice mirándome de reojo. −No son los malditos Grammy.

No sé qué decir.

−Era broma, te ves bien. −Se ríe de su propia broma. Entrecierro los ojos. −Entra antes de que se enteren los vecinos. −Me advierte.

¡Como si esta mansión tuviese vecinos!

− ¡Ángela! −Veo a Tina acercándose con un precioso vestido negro ajustado al cuerpo. Sus piernas descubiertas capturan mi atención. − ¡Por fin llegas!

−Ho... ¡Hola! −Digo dando un respingo.

¡Controla tus hormonas lesbianas!

Nos abrazamos.

−Que guapa−contempla mi outfit de dos piezas grisáceo y botines altos. - Me gusta. −Me besa.

− ¿Enserio? −me pongo el pequeño sombrero oscuro que venía con el conjunto y le sonrío coqueta.

−Si, pareces una artista o algo así. Muy resplandeciente.

−No soy una artista, pero te canto −Digo con voz profunda. ¡Hasta en la ducha!

−Procura no hacer eso en la cena −Sonríe.

− ¿Me crees capaz? −La atraigo hacia mi delicadamente.

−Prefiero asegurarme.

¡Esta tipa no me agrada!

Le doy un beso.

−Si, si −Gruñe Christine. Nos separamos unos centímetros, sin embargo, mi agarre no cede en su cintura. ¡Es mi novia!

−Si no te gusta no mires y recibe a los invitados −Dice Tina.

Uuuh, quedo mirando a su madre... quisiera ser juzgada por separado.

Se va indignada.

−Así nos llevamos, no te preocupes. −Dice acariciando mi mejilla.

Esta familia es especial... pero la mía lo es más.

−Descuida −Digo. Sonreímos mirándonos ¡somos las chicas de familia complicada!

− ¡Cuanto romance! −Escucho al...

− ¡Abuelo! −Exclamo. − ¡Y no solo eso! − ¡Omar! −Christine los acompaña.

−Es bueno ver que se llevan bien −Dice este, señala a Omar −Creí que este hombre podría protegernos en el lugar más peligroso para un Grant.

Él sonríe bastante satisfecho de sí mismo bajo su elegante traje.

−No diga eso −Murmura Christine. Aunque por su mirada, al parecer esa oferta es solo para el abuelo.

Sonríe caminando con la madre de Tina, Omar me guiña el ojo.

−Nos vemos en la cena −canturrea.

[...]

− ¡No puedo creerlo! −Digo feliz a Omar a nuestro lado. Me siento más cómoda enfrentándome a esta situación con él al lado. −Estás aquí.

−Soy el mejor, ¿qué esperabas? −Dice. Mira a Tina a mi lado −Aunque no sé cómo terminamos aquí enserio. De la cárcel a la misma mesa, no puedo creer que te salieras con la tuya.

− ¿Ya tocaba alguna vez no? - cuchicheo.

−Es que esto es surreal. −Mira a su alrededor.

−Surreal es que sigas trabajando en la mansión −respondo.

−Tu abuelo intervino −Me cuenta que, cuando mi padre quiso despedirlo el abuelo solicitó sus servicios de guardaespaldas.

−No me extraña nada de esto. −Suspiro al escuchar la historia.

Martina E.:

Miro a Ange y Omar chismosear en la mesa, aprovechando que esto ya esta calmo me dirijo a mi abuelo.

− ¿Qué tal la cena? −Pregunta viendo a mis acompañantes.

−Son una buena compañía −Sonrío burlona.

− ¿Y ella? −Pregunta con un dejo de burla mirando a Ange.

−Excelente compañía también −Le doy una miradita− ¿Y tus acompañantes?

−Estos vejetes me aburren −Dice.

Me aguanto las ganas de decirle vejete a él.

−Vejete −Dice una voz seca.

Vemos a mamá inclinarse hacia nosotros, sonríe cruel.

−Eres una bruja −Responde él −Aunque seas mi hija.

−Uuuh anciana bruja −Digo con inocencia.

−Compórtense −La abuela se inclina. −Respeto los tres por favor. ¡Siempre lo mismo! −susurra.

El Sr. Grant nos mira con reprobación.

−No tienen clase Darlene...

Hasta que ve a Ange y Omar comiendo.

− ¡Lo siento! −Se toca la sien.

Mamá sonríe burlona.

−Ha demostrado ser bastante confiable −Digo casual.

−Por el momento... si −Concede. −Tiene agallas.

− ¡Lo dijiste!

− ¿Qué? −Me mira de reojo

−Recuerda lo que dijiste.

Hace memoria. Me inclino y le susurro al oído ''lo de la piscina con hielos''

−Era un decir −Dice rápidamente.

−Qué mentirosa. −Gruño. − ¡Siempre lo mismo! −Imito el tonito de la abuela.

−Bueno, recién la conozco, es muy temprano para hacer ese juicio.

− ¿Y cuándo será suficiente? −Me indigno.

−No lo sé, unos meses tal vez. Hasta que nos aseguremos de que no hace nada raro.

[...]

Unos meses después, verano.

− ¡No puede ser! −Grita indignada bajo una bata viendo un camión depositar hielos en la piscina. − ¡Espera a que se vayan todos! −Gruñe. −No sé porque accedo a esto.

−Porque eres una mujer de palabra −Digo. −No seas gallina.

Solo esperamos hasta los primeros días de sol para cobrarle esta. ¡Nos hizo muy difíciles los primeros meses con Ange! Aunque ella no puede venir, debido a la delicadeza de la apuesta.

Mamá que está sobre una reposera levanta su cóctel.

−Para esto pedí el día −Dice sorbiendo su bombilla, acomoda sus gafas y sonríe radiante.

Sandy apenas estira una pata en la reposadera de al lado.

−Las odio. −Dice mamá.

− ¡Me prometieron desnudez! −Silba esta haciendo saltar a mi mascota. − ¡Quítate la bata!

− ¡Pero que corriente Noelle! −Grita mamá. − ¡ordinaria!

− ¡La bata! −Grita esta.

¡Ya cállense señoras!

−Bueno pero que se largue Tina. −Arruga la frente.

− ¡Por supuesto que no! −Espeto. −Te la quitas, te tiras a la piscina y abras cumplido tu palabra.

− ¡Eres una maldita pulga infernal! −Se enoja.

−Gracias, ahora más acción.

Mamá se quita la bata, mi madre se tapa la boca viéndola caminar y balancearse lentamente. Antes de que se tire al agua, acomodo mi celular previamente preparado para la situación y le saco una foto veloz. Al lanzarse mamá explota en carcajadas.

− ¡Woooh! ¡Los huesos Christine! −Grita.

− ¡Me! ¡Me muero! −grita esta. −Sale de la piscina y se cubre rápidamente. −M-Muy estimulante− tirita.

La miro risueña cuando se acerca, pensando que quiere un abrazo. Hasta la parte en que me empuja al agua.

Grito por el frío que me escoce la piel, pero por suerte mi celular no tendrá problema.

Esa foto es valiosa.

[...]

Al día siguiente.

Doy los buenos días a algunos de los colegas del piso, escucho rock en el box contiguo, voy indignada a reprender a tal vez Jo cuando Ange me sonríe desde el escritorio.

− ¿Qué haces aquí? −Pregunto perpleja viéndola con su uniforme, siento una suave caricia en el estómago, me recuerda a cuando recién nos conocimos... a las tardes en la oficina.

− Aprovechando el inicio de año me dieron una ''última oportunidad'' −Arruga el ceño −o algo así dijo tu madre.

−No puedo créelo −Me sincero, no espero milagros tampoco, quizá el hielo la hizo recapacitar.

−Bueno... quise darte la sorpresa. −Sonríe radiante, puedo ver ''Ángela Grant'' en negritas.

Una de mis comisuras se alarga.

−Si bueno... toda una sorpresa tener que vigilar que llegues a la hora y bajes la música de nuevo.

Frunce el ceño.

−Ven y bésame descriteriada.

Sonrío y me dejo acoger por sus brazos, nos besamos lentamente.

Fin.

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<3 <3 <3...

Espero les haya gustado este libro.

Muchas gracias a todas las personas que me han leído a lo largo de esta historia, que para mi sorpresa llego a 639 páginas de word.

Gracias por sus lecturas, comentarios, votos y aportes.

Desde luego que este final no está exento de capítulos especiales, ya sé que muchos quisieran leer la boda de Tina y etc. ;D descuiden que queda ''Mi pareja perfecta'' si así el público lo quiere, tomando en cuenta que hay personajes muy queridos. ¿Cuál es el tuyo?

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Me voy, pero volveré, porque más sé por diabla que por vieja ;D, así que espero sorprenderlos con historias nuevas y con diferentes temáticas.

Se vienen historias cortas y una muy sensual que crearemos con @myrac93

Si gustan o quieren ver a la persona angelical tras estas historias, pueden agregarme a ig: Briity

¡Nos leemos pronto!

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