Capitulo 1
Este año cumpliré mis 15 años y la verdad no me emociona mucho, todos dicen que ese día marca tu vida, ya que dejas de ser niña y pasas a ser una mujer, la verdad no creía mucho en ello, yo solía pensar que solo es un cumpleaños más como cualquier otro, pero eso estaba a punto de cambiar.
—Ester despierta, llegaras tarde al colegio— escucho a mamá gritar.
En ese instante hago mi mayor esfuerzo para levantarme, nunca me ha gustado madrugar, no podía entender como había personas que se levantaban a las 6 am y ser tan productivos, bueno estaba claro que yo no podía ser así.
Me estaba poniendo el uniforme sin muchas ganas, bajé a la cocina y vi a mi madre esperándome para desayunar juntas. —Apresúrate que llegaras tarde— me lo dijo un poco enfadada. A mamá nunca le ha gustado que llegue tarde, siempre me ha dicho que la puntualidad es un valor muy importante.
—Ya voy mami—eso fue lo que dije. Me senté en la mesa y estaba desayunando tranquilamente cuando de pronto suena mi celular y me di cuenta que era Diana.
Diana es mi única amiga que he tenido todos estos años, la verdad es que no soy muy sociable que digamos. Ella es muy sociable y al contrario de mí, ella puede hacer amigos muy rápido. El día que la conocí fue porque ella y yo llegamos tarde el primer día de clases y nos dejaron afuera toda la hora, así que nos sentamos a conversas y me di cuenta que era muy simpática, así fue como una maravillosa amistad nació. Ella tiene el cabello corto, castaño muy brillante, ojos grandes color negro, alta, cuerpo definido, muy bonita.
Diana
—Guárdame puesto, llegare un poco tarde.
Ester
—Listo, pero no te demores.
Después de mandarle aquel mensaje me dirijo al baño para cepillar mis dientes y cepillarme el cabello. —Hija ya son las 6:15 llegaras tarde si no sales ahora mismo—
—¡Voy mamá!
Sali del baño, agarré mi mochila y me despedí de mi madre. —Cuídate cariño—dijo mamá con su sonrisa hermosa.
—Claro mamá adiós, te quiero. —También yo— escuche a lo lejos.
Llegue al instituto como a las 7:10, mi instituto quedaba a 1 hora de mi casa, así que era un viaje un poco largo, me senté y espere a que llegara la maestra de Literatura.
Después de 10 minutos llego mi amiga Diana, el uniforme le queda tan bien, falda mas arriba de las rodillas color azul marino, saco con cierre del mismo color que la falda con detalles blancos, medias blancas y zapatos negros, no sé cómo hacia para parecer una reina a esas horas de la mañana, a ella le gustaba estar siempre arreglada.
—Mi querida Ester llegue para alegrar tu día— dijo abrazándome.
—¿Por qué has llegado tarde?— pregunte.
— Al menos dame los buenos días — se cruzo de bazos.
—Disculpa, ven aquí —le di un abrazo de oso.
—Podrías ser más cariñosa conmigo, sabes que yo no te hare daño— dijo mirándome fijamente con sus ojos negros preciosos.
Se a lo que se refería, en el pasado anduve con un chico que se llamaba Anthony. Fue un total desastre esa relación, él era mi primer novio y yo era nueva experimentando lo del "amor" si así se puede llamar. Fue una relación muy toxica, que quedé totalmente traumada con los hombres y por ello me volví fría y me cerré a conocer a más personas.
—Losé mi bella Diana— le sonreí melancólicamente.
—Llegue tarde por que a mi padre se le daño el coche— respondiendo mi pregunta se sentó en el asiento de adelante.
Después de unos momentos entro la maestra y detrás de ella entro Anthony. Si mi ex novio o "el toxico" como le decía Diana. Que para mi suerte estaba en el mismo salón que yo. Al principio se me hizo super incomodo, pero con el tiempo ya lo sabía sobrellevar, aunque el a veces parecía que no. Siempre me molestaba con sus compañeros y eso para mí era muy molesto. Para el siempre fui una chiquilla ingenua, que cuando rompimos les dijo todos del salón que él era mucho para mí.
Es por eso que ya no creemos en los hombres, ni en el amor.
Gracias conciencia por recordármelo.
Él era una persona muy egocéntrica, siempre tuvo su ego muy en lo alto, está claro ya que es el capitán de futbol del instituto, es popular y todas las chicas quieren estar con él. Es alto con una sonrisa deslumbrante, cabello castaño, ojos color marrón claro, eso hacía que su mirada sea muy coqueta y es muy simpático. Pero cuando el me pidió ser su novia, me quede sorprendida, porque no podía creer que un chico como él se podía fijar en mí. Y no me refiero al aspecto físico, sino a que yo era muy tímida y el muy popular. Teníamos mundos diferentes.
Al inicio todo fue bonito como toda relación, pero después se volvió toxico, el no dejaba que tenga amigos, pero él tenía siempre chicas a su lado y nunca me dio el lugar que merecía, es por eso que quería terminar esa relación, pero después de un tiempo me entere de algo que nunca lo creí. Escuche una conversación con su amigo Cristian. —Ya gané la apuesta me debes los 50 dólares, he estado los 7 meses con la ingenua de Ester, así que págame—
Me dolió escuchar eso, me di cuenta que si era muy ingenua y caí en su juego. Después de eso le termine, pero el mintió a todo el curso diciendo que él lo había hecho, su ego era muy grande que no podía soportar que alguien le terminara a él.
Me tarde en sanar, pero lo estaba haciendo, Diana fue una gran ayuda.
Ella tenia un don para sacarme una sonrisa y en los meses que me costo sanar y superar todo el dolor que había causado Anthony, ella siempre estuve ahí con su amistad, ambas nos entendíamos perfectamente, aunque a veces éramos muy diferentes, pero eso hace mas divertida la amistad, eso siempre decíamos ella y yo cuando no estábamos de acuerdo con algo.
Sali a la hora de receso para ir a comprar algo de comida, Diana y yo íbamos juntas a todo lado, incluso al baño.
Pero eso creo que lo hace toda mujer.
—Quiero un helado de fresa—Diana pidió amablemente al señor del bar.
—Yo quiero uno de chocolate—. El señor del bar se apresuro y nos dio lo que pedimos. Ambas solíamos caminar por los patios del instituto para pasar el tiempo y conversar de lo que salía al aire.
—¿Piensas ser fría todo el tiempo?— me pregunto viendo su helado. No se por que saco ese tema, pero no me gustaba hablar de ello.
—Si, por ahora si—le respondí agachando un poco mi cabeza.
—Y si llega un chico que es muy amable contigo, ¿vas hacer fría con el pobre chico?
—No existe ese probé chico.
—Pero si existiera Ester.
—Pues sí, no quiero que alguien me vuelva hacer daño.
—Pero amiga, no puedes cerrarte por siempre, debes conocer más personas, si no con quien te vas a casar.
—No sé, pero por el momento no pienso en casarme—Le conteste sin muchas ganas de seguir conversando.
—Se que después te vas arrepentir, y te voy a decir en tu cara TE LO DIJE— hizo énfasis en las últimas palabras.
—Bueno cuando te venga diciendo que alguien me está cambiando la idea de ser fría, ese día abre perdido la cabeza—le dije divertida.
—Entonces prepárate por qué vas a perder—sonrió negando la cabeza.
Entramos al curso a pasar las últimas horas de clases estaba muy aburrida y tenía ganas de irme a casa. Cuando llegué a casa calenté mi comida y me puse a ver la televisión. Mis padres trabajaban todo el día así que tenia la casa sola para mi hasta las 2 de la tarde ya que me tocaba ir a ver a mi hermana en la guardería.
Era una adolescente común y corriente, pero después de unos años....,alguien me cambio esa idea, y todos los adolescentes tenemos esa persona que en algún momento que nos hace pensar diferentes. Y solo nosotros tomamos la decisión de aceptar a esa persona o negarla.
Y yo decidí.......
Hola bellísima comunidad de Wattpad, espero les guste esta historia que estoy escribiendo.
Recuerden que es de un romance cristiano, aviso de antemano porque hay algunos capítulos con ciertos versículo 😊
Buenos queridos, no los interrumpo más y sigan leyendo.
Espero os guste esta historia ❤
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