―Dime que soy la única―Le exigía Camila a su hija menor que estaba sentada en sus piernas mirándola― Dime que no hay otra en tu vida―Lauren giraba los ojos ante la exageración de su esposa, llevaba horas tratando de despegar a madre e hija. Tenían que irse a la clase de Lexi.
―Eres la única mami―Jules la agarraba de sus orejas― Y nunca, nunca te voy a cambiar por nadie ―le aseguró la niña.
― ¿Ni siquiera por esos niños que vienen a pedir que te cases con ellos? ―preguntó la morena.
―Por más que me case con algunos―nótese que la niña ya sabía que ella no iba a ser mujer de un solo hombre― tu siempre vas a ser mi primer amor―le dijo dulcemente la pequeña haciendo derretir a sus madres.
―Camila... cariño... tenemos que ir a la clase de Lexi―Lauren agarro la mano de su mujer tratando de despegarla de su hija― Julie... ¿puedes ayudarme por favor? ―pedido de ojiverde mayor a ojiverde menor.
La niña se bajó de su madre y muy dramáticamente le dijo― Adiós mami... ve con tus otras hijas que seguramente te estarán esperando... yo me quedo aquí.... Solita... Extrañándote mucho, mucho―la niña falsificó un par de lágrimas y Lauren no pudo evitar pensar que era una actuación digna de un Oscar. Jules caminó un poco alejándose de sus madres para unirse a sus compañeritos, varios de los cuales la estaban esperando.
Lauren arrastró a Camila hacia la puerta― ¡MAMI! ¡MAMÁ! ―la lobito las llamó haciendo que ambas mujeres se dieran vuelta a mirarla.
― ¡MUACK! ―les tiró dos besos con su mano y murmuró un suave "las amo"
La fotógrafa tuvo que agarrar a su mujer más fuerte, para evitar que fuera corriendo a abrazar a su hija, y más fuerte tuvo que apretar aun cuando vio que la lobito se estaba rodeando de compañeritos.
...
― ¿Y dónde están mis madres? ―Apple le preguntó a sus tías. Vero y Lucy habían llegado rápidamente al colegio de las más grandes luego de la vergüenza que pasaron con la plastilina.
Vero giró los ojos―Déjame adivinar―Emma era la que hablaba― Mami no puede despegarse de Julie―dio en la tecla.
―Le hubieran visto la cara al bomboncito cuando el sexto niño apareció a pedirle la mano de Jules―reía la polineisa― Casi le hizo tragar el anillo de plastilina que había hecho para mi sobrina―el niño se había puesto de rodillas y todo.
―Menos mal que Laur estaba allí para tranquilizarla―Lucy había sido testigo de la ira Cabello.
―El que no debe estar nada contento debe ser mi hermano― saltó Gabi― Está loco por la lobito ―contó mientras Andy asentía a su lado.
― ¿Dónde está Lexi? ―Preguntó Lucy, era raro ver a Andy sin Lexi a su lado.
― ¿Sabe que viene el bomboncito cierto? ―Vero divisaba una tormenta―No vaya a ser que esté por algún rincón comiéndole la boca a Timmy ―Las niñas agitaron la cabeza en negativa.
―Créeme que lo sabe―aseguró Apple― Además no hemos visto ni a Timmy ni a Pete, desde que se enteraron de que mami venía al colegio―le dijo el pececito.
― ¿Entonces dónde está el terremoto? ―Vero se refería a Lexi obviamente.
― ¡LA CONVENCÍ! ―como si su nombre hubiera estado hechizado, Lexi aparecía en el grupo.
― ¿En serio? ―todas las jóvenes quedaron sorprendidas mientras las Vercy se miraban unas a otras.
―Por supuesto―la niña se Huntba las uñas en su remera― Nadie me puede decir que no―les aseguró engreídamente― Aunque tengo que quedarme horas extras en el colegio limpiando las pizarras por entrar a la dirección si esperar ―la joven lo tomaba como algo normal y sus hermanas también, Lexi se creía con derecho de hacer lo quisiera en el colegio―Pero eso no quita el hecho de que lo logre y ustedes me deben un... ―Puso su mano en la oreja para escuchar lo que sus primas y hermanas tenían que decirle.
Todas giraron los ojos pero dijeron a la vez― ¡TENÍAS RAZÓN LEXI, LO IBAS A LOGRAR! ―más de una lo dijo media indignada. Andy no dijo nada en realidad, ella siempre apoyaba a su mejor amiga.
― ¿Y se puede saber que lograste? ―Vero estaba cansada de no entender de lo que hablaban.
―Vas a tener que esperar a la reunión de padres de porristas tía Vero―Lexi la puso más nerviosa aún, a Verónica Iglesias no le gustaba esperar.
―Disculpen Señoras―Una mujer mayor llamaba a las adultas― ¿Serían tan amable de ir pasando al salón? ―les pidió a las mayores, Vero y Lucy miraron se despidieron de las jóvenes y caminaron siguiendo a la mujer.
―Epa, epa, epa... ―un grupo de porristas, las mismas con las que las chicas habían peleado ese día en el entrenamiento, se acercaban a ellas nuevamente― ¿A que no saben a quién acabamos de ver entrando al colegio? ―Preguntó una de ellas― ¿No saben? ―Ninguna quería seguirle la corriente a la porrista engreída― A ver si adivinan―dijo― Es morena...
―Viste una remera blanca bien apretadita al cuerpo―dijo otra mordiéndose el labio en señal de ¡guau!
―Un Jean que le marca la cola.... ¡Y QUE COLA MADRE MÍA! ―dijo otra y encima le agregó una señal con las manos como haciendo que apretaba algo suculento.
―O se frenan ya mismo o las freno yo―se enojó Apple. Ya estaba cansada de las estúpidas porristas.
―Miren, parece que adivinó de quien estábamos hablando―dijo la líder del grupo contrario.
―Si no quieres correr vueltas extras en el entrenamiento más vale que te calles Marisa―Gabi defendía a su prima.
―Por ese trasero... ―la chica señaló a Camila que se acercaba a las aulas de la mano de Lauren― Corro todas las vueltas que quieras―provocó.
―QUE TE CALLES―Emma se estaba poniendo nerviosa.
―Tranquila Em―Lexi la calmó― Ya vamos a ver si con la nueva entrenadora es capaz de ser tan viva como ella cree que es―dijo el lechucín insertando la pizca de curiosidad necesaria en las demás.
― ¿Qué dijiste? ―Le preguntó Marisa― ¿Ya hay nueva entrenadora? ―Esta vez miró a Gabi, la capitana― ¿Quién es? ―insistió.
Las primas sonrieron en forma malvada justo cuando tocaba el timbre que indicaba la entrada a las clases― Nos vemos luego―saludo Lexi guiñándole el ojo a las demás― ¿Vamos Andy? ―su prima la siguió, era hora de madres e hijas.
―BUENOS DÍAS A TODOS―saludaba una de las profesoras― PRIMERO QUEREMOS DARLE LAS GRACIAS A TODOS LOS PADRES Y MADRES POR VENIR...
― ¡ARRIBA ESAS NALGAS... DIGO PALMAS! ―Lexi hacia que sus compañeros aplaudieran a los invitados. Lauren, Camila, Vero y Lucy giraron los ojos.
―Gracias señorita Cabello Jauregui―le dijo la maestra a la joven.
―Señora Arquette me ve todos los días, creo que a esta altura ya me puede decir Lexi―corrigió la joven a la profesora haciendo que todos los maestros que estaban reunidos giraran los ojos. La niña era una máquina de provocar giro de ojos.
―Gracias Lex... como decía...
―Dije que me podía decir Lexi y me dice Lex, creo que ya se está pasando un poco Señora Arquette―dijo― Yo a usted no le digo Señora Gertrudis, aunque con ese nombre mejor decirle Señora Arquette de por vida―la joven volvía a interrumpir― ¿Cierto Andy? ―Andy no respondía ni hacia gesto alguno, solo se limitó a darle codazos a su prima― ¿Cierto Andy? ¿Porque me pegas? ¿Estás bien? ¿Por qué yo siempre digo cierto Andy y tú contes... ―por fin la joven miraba a sus profesores que casualmente tenía una mirada parecida a la de su madre― ¡OIGA! Señora Gertrudis usted tiene la misma mirada asesina que... ¡AUCH! ¡ANDY! ¡DEJA DE PEGAR... ―la niña miró a su ojiverde madre― ¡ESA ES LA MIRADA DE LA QUE ESTABA HABLANDO! ¿VIO SEÑORA GERTRUDIS? ES IGUALITA A LA QUE USTED ESTA HACIENDO AHORA―Lexi miraba a una y a otra.
― ¡LEXI! ―Andy se había cansado― ¡CALLATE! ―Todo el curso, los profesores, las Iglesias y las Cabello se quedaron sorprendidos ante la reacción de la mini versión de Lucy. La más sorprendida de todos era la misma Lexi, que miraba a su prima como si hubiera dicho una barbaridad tipo "Scarlett Johanson no es la mujer más linda del mundo"
―COMO DECÍA―La Señora Arquette retomaba la clase―ALGUNOS DE USTEDES SE ESTARAN PREGUNTANDO QUE HACEN SENTADOS EN LOS PUPITRES DE LOS ALUMNOS―Y era verdad, la mayoría de las veces, como pasó en el salón de Jules, en este día, se corren los pupitres para poner mesas grandes, circulares, para que la familia pueda hacer alguna actividad en conjunto― PUES, NUESTROS ALUMNOS―señaló a los chicos― TUVIERON UNA BRILLANTE IDEA―dijo emocionada― IDEA QUE LA PRESIDENTA DE LA CLASE Y LA VICEPRESIDENTA LES VAN A PRESENTAR Y EXPLICAR―señaló a Lexi y a Andy. El lechucín seguía mirando a su prima como si quisiera comérsela cruda. Y Andrea esquivaba esa mirada cual Esquiador esquiva los banderines por los cuales tiene que pasar mientras va cayendo en picada. Todos miraban a las primas, pero ellas no se daban por aludidas.
―Creo que Lexi está a punto de colapsar ―le susurró Camila a Lauren, la ojiverde le dio la razón.
―Lexi, Andrea pasen al frente por favor ―pidió la profesora sin obtener reacción de las alumnas.
―SEÑORITA CABELLO Y SEÑORITA IGLESIAS―la mujer había perdido la paciencia hace rato― PASEN AL FRENTE POR FAVOR ―insistió.
Esta vez, sin demora y sin decir nada, las niñas tomaron el frente del salón. Lexi, aún impresionada, se aclaró la garganta y habló― La idea que hemos propuesto es... es... ―miró a su prima que aún no la miraba― la idea es... es... ¿POR QUÉ ME GRITASTE? ―Le preguntó de repente a su prima―TÚ NUNCA ME GRITAS―le importó muy poco que estuvieran en medio de un salón lleno de padres y compañeros― TÚ SIEMPRE ME APOYAS, O TE RIES DE LO QUE DIGO, PERO NUNCA ME GRITAS Y MUCHO MENOS ME HACES CALLAR―le dijo totalmente acongojada y aguantando las lágrimas.
―Lexi yo... ―Andy quería explicarse.
―Y ME GRITAS AHORA EN FRENTE DE NUESTROS PADRES...
―Señorita... ―La profesora trataba de calmarla.
―Un cemento Señora Gertru―le pidió levantando su mano―ME CALLAS ENFRENTE DE NUESTROS COMPAÑEROS... DE TU NOVIO―Señaló a un chico que estaba apoyada contra la pared.
― ¿QUÉÉÉ? ―Vero se levantó de su pupitre como pudo― ¿CÓMO QUÉ DE TU NOVIO? ―Andy se agarraba la cabeza―ANDREA IGLESIAS VIVES ME EXPLICAS YA MISMO―ordenó.
Lexi miró a su mejor amiga apenada― Perdóname Andy no quis....
― ¡VES! ¡VES! ―el patito estaba irreconocible― DE ESTAS COSAS HABLO―enfrentó a su prima―TE CALLE PORQUE TU NO TE SABES CALLAR. TE CALLE PORQUE TU NO LO HACES NUNCA ―en la otra punta del salón una Vero fulminaba con la mirada al novio de su hija―TE CALLAS PORQUE ME TIENES CANSADA CON TU ¿CIERTO ANDY? ¿CIERTO ANDY? ¿CIERTO ANDY? ―le dijo― ¿PUES SABES QUE? ¡NO ES CIERTO LEXI! NO ES CIERTO NADA DE LO QUE ME VIENES DICIENDO HACE CATORCE AÑOS ―aseguró― NO ES CIERTO QUE TE QUEDARIA BIEN EL PELO CORTO, NO ES CIERTO QUE NECESITAS UNA CHAQUETA NUEVA, COMO TAMPOCO ES CIERTO QUE YA ES HORA DE QUE TENGAS SEXO CON TIMMY...
― ¿QUÉÉÉÉ? ―Ahora era Camila la que se paraba casi tirando su pupitre― ¿DONDE ESTA? ―la morena buscaba por toda la sala― ESE TIMOTHEO ME VA A ESCUCHAR... ¡ME VA A ESCUCHAR! ―golpeó su pupitre.
― ¿PUES SABES QUÉ? ―Si Lexi se hundía, se llevaba a Andy con ella― NO VA A HABER MÁS ¿CIERTO ANDY? PARA TI―le apuntó con el dedo―COMO TAMPOCO TE VOY A CUBRIR MÁS CON LA TÍA VERO PARA QUE TE ANDES BESUQUEANDO CON TU NOVIO POR LOS PASILLOS...
― ¿QUÉÉÉÉÉ? ¡AHORA SI! TÚ Y YO AFUERA AHORA MISMO―la latina señaló al chico que temblaba en la otra punta. Lucy la tuvo que agarrar para que no se moviera de su lado.
― ¿Y COMO SE SUPONE QUE ME CUBRIAS? ―le preguntó Andy―SI MIENTRAS YO ESTABA CON MI NOVIO TÚ ESTABAS BUSCANDO AL TUYO PARA PROPONERLE UNA SESION DE BESOS EN EL AUTO DE TUS HERMANAS...
― ¡MALDITO TIMOTHEO! ―Camila estaba de los pelos, Lauren ya no sabía cómo calmarla. Este día iba a ser la extinción de su mujer.
― ¡BASTAAAAAAA! ¡BASTAAAAA! ―La señora Gertrudis silenció el lugar― ¿PODEMOS CALMARNOS DE UNA VEZ POR FAVOR? ―pidió logrando el silencio que quería―Dios menos mal que solo nos queda una Cabello y un Iglesias por pasar―le susurró la mujer a los demás profesores que la acompañaban en el sentimiento.
―Señorita Cabello Jauregui... O Lexi ―se anticipó a la protesta de la niña― Por favor, le suplico que explique la idea de una vez por todas―imploró.
El lechucín le dedicó una última mirada de superioridad a Andy y se dirigió a los presentes sin muchas ganas― La idea que se propuso es que, como nosotros estamos constantemente sometidos a exámenes de todo tipo, hoy día ustedes―miró a los padres del salón―van a ser los examinados―explicó― Entre todos nosotros, hemos hecho una serie de preguntas para evaluar el conocimiento que tienen padres de hijos
―Mientras Lexi explicaba, Andy pasaba entre ellos entregándoles la evaluación―La señorita vicepresidenta les está entregando el examen, el cual tienen un cuarto de hora para completar ¿Alguna pregunta? ―Vio la mano de su madre levantada― Dime mami―la miró.
― ¿Es obligatorio? Porque si no, me gustaría ir a buscar a cierta persona llamada Timotheo para tener una pequeña charla con el―le dijo tratando de sonar lo más en clave posible.
― ¡Camila! ―Lauren ayudó a su hija interviniendo.
― ¿Alguna otra pregunta? ―ahora la que levantaba la mano era la latina que estaba sentada junto a Lucy en los pupitres de atrás de las Camren.
― ¿Cuál es tu pregunta Tía Vero? ―Lexi sabía que no era nada importante.
― ¿Cómo se supone que voy a contestar la pregunta que dice con quien se junta mi hija si ni siquiera me cuenta que está de novia? ―la latina miró a Andy fríamente.
―Vero... ―Lucy controló a su esposa.
―BUENO―una de las profesoras palmeaba― A PARTIR DE AHORA EMPIEZAN A CORRER LOS QUINCE MINUTOS―si por ellas fueran que durara toda la clase con tal de evitar más problemas.
― ¿Cuál es el mejor amigo de su hija/o? ―leyó Lauren para que Camila escuchara.. Camila giró los ojos―Espero que aún siga siendo Andy―Lauren asintió y escribió en el papel el nombre de su sobrina.
―Pssssss... psssss―alguien de atrás les chistaba― Passsjsjseenlaretrees―le susurraron.
― ¿Qué? ―respondió Camila con otro susurro.
―Que pasen la tres―esa vez el susurro de Vero era más fuerte.
― ¿La tres? Pero si apenas vamos por la uno―contestó Camila ya ni molestándose en decirlo bajito.
― ¿ALGUNA PREGUNTA SEÑORA CABELLO JAUREGUI? ―su hija se hacía la profesora.
―Ninguna, ninguna―la morena volvió a prestarle atención al examen― ¿Qué sigue amor? ―beso a su esposa en la mejilla.
Lauren se quedó disfrutando un poco de los labios de su esposa en su rostro― Pregunta dos―leyó― ¿Cuál fue el primer juego o juguete de su hija/o? ―Lauren rió suavemente y Camila no pudo evitar sonreír ante el hermoso sonido de la risa de su mujer.
― ¿De qué te ríes bonita? ―le preguntó su mujer volviendo a darle un beso.
― ¿Te imaginas cuando le pregunten esto a Rosie y tenga que contestar que su primer juguete fue un oso llamado Porni en el que su abuela escondía películas y revistas condicionadas? ―ahora la ojiverde se podía reír tranquila.
Camila se rió a la par de su mujer― El cangurin dice que para ir a la casa de los padres de Lucas tuvieron que cargar a Porni en el auto porque la ovejita no paraba de llorar por el―contó.
Lauren asintió, ya había escuchado la historia― ¿Te contó la cara de nuestra consuegra cuando le dijeron el nombre del peluche? ―Beth no había podido aguantar la risa y las había llamado desde el baño de la casa de sus suegros.
―Con razón no soy la persona favorita de ninguno de ellos ―concluyó Camila.
―Pero eres la favorita de Rosie―le dijo con mucha razón Lauren y esta vez la ojiverde beso a su mujer para luego escribir como respuesta a la pregunta "Hipopótamo de peluche llamado Uno" había pasado por manos de todas sus hijas.
―Psssss...Pssss―otra vez Vero― ¿Ya hicieron la tres? Lo harían más rápido si pararan de toquetearse debajo del pupitre―la basquetbolista subió la mano que estaba acariciando la pierna de su mujer.
―Pregunta tres―siguió Lauren para ver cuál era el revuelo de su amiga con esa pregunta― ¿Cuál fue la primera palabra de su hija/hijo? ―decía en el examen.
Lauren giró los ojos, la primera palabra de sus hijas siempre había sido la misma en las cuatro que tuvo, y estaba segura de que, si Beth hubiera nacido con Camila a su lado, también hubiera dicho lo mismo. La ojiverde sintió otro beso en su mejilla y una caricia en su pierna por parte de la deportista. Era todo señal de que Camila también sabía la respuesta.
―Amo esa palabra―le dijo con una sonrisa pícara.
Lauren trató de reprimir todo lo que su mujer le despertaba en estos momentos, sacudió su cabeza y escribió "mami" en el papel.
―Pssss... Pssss... PSSSSSS―cada vez era más irritante y como Lauren y Camila habían elegido no prestarle atención a su amiga, la latina se puso más pesada aún.
― ¡Auch! ―una goma le pegaba en la cabeza a la morena.
Lauren acarició la cabeza de su mujer y se dio vuelta a retar a la latina― ¿Y ahora qué? ―le susurró Lauren.
―La pregunta tres... ―y dale con esa pregunta.
― ¿No te acuerdas de la primera palabra de Andy? ―le preguntó la ojiverde.
― ¿Cómo se escribe prufffbluba? ―se confundió de palabra.
―Eso no es una palabra Vero―le dijo la morena.
―Después de lo de la plastilina no podemos poner la primera palabra que realmente dijo―se defendió Vero.
―SEÑORAS―Otra vez Lexi las agarró―DEJEN DE COPIARSE―les dijo―SI YA TERMINARON ENTREGUEN EL EXAMEN Y NO ME GIRE LOS OJOS SEÑORA IGLESIAS―retó a Vero― ¡AUCH! ―Un gomazo le pegó a Lexi en la nuca― ¡Qué demonios! ¡FUISTE TÚ! ―Andy no lo quiso esconder.
―POR SUPUESTO QUE FUI YO... NO LE GRITES A MI MAMÁ ―le advirtió. El patito estaba envalentonada.
―GRITO TODO LO QUE QUIERO PORQUE SOY LA PRESIDENTA DE ESTA CLASE―se defendió.
―Y YO SOY LA VICEPRESIDENTA ―sacó pecho.
― ¡AUCH! ―gritaron las dos a la vez.
―Señora Gertru ¿Acaso nos tiró un gomazo? ―le preguntó Lexi a la profesora.
―Si―confesó la mujer exhausta― Disculpen Señoras madres ―Miró a las Vercy y a las Camren― pero ya me tienen cansada―se excusó.
―Por nosotras no se haga problema Señora Gertru―contestó Camila teniendo el apoyo de las otras tres adultas.
― ¡OYE! ―otra vez el terremotito― Se supone que nos tienen que defender ¿cierto Andy? ―pregunta clave.
―Cierto―Ambas jóvenes se miraron. Una en cada punta del aula. Las miradas de Lexi Cabello Jauregui y de Andrea Iglesias Vives se encontraban, miradas que estaban llenas de lágrimas.
― ¡ANDY! ―Lexi corrió hacia su prima.
― ¡LEXI! ―Andrea corrían en busca de la otra.
Faltaba la cámara lenta y la música de reencuentro y estaba todo listo para filmar. Las jovencitas de catorce años se encontraron en el medio del aula y se fundieron en un abrazo.
― ¡TE EXTRAÑE MUCHO! TÚ TAMBIEN ME EXTRAÑASTE ¿CIERTO ANDY? ―Poco a poco los demás padres cansados del drama que no les incumbía fueron entregando el examen y abandonando el salón.
―CIERTO LEXI... CIERTO... TODOS LOS CIERTOS QUE QUIERAS―se habían arrepentido de sus palabras.
―Perdóname por haber dicho el secreto de tu novio―se le había escapado.
―Perdóname por haber dicho el secreto de tus ganas de tener relaciones con Timmy―se disculpó el patito.
―Perdóname por haber dicho que la tía Lucy si lo sabía...
― ¿QUÉÉÉÉ? ¿CÓMO QUÉ LUCY LO SABÍA? ―Vero recuperaba su nerviosismo.
―Lexi tienes que aprender a cerrar tu bocota―le dijo su mami Camz.
―No te preocupes tía Camz, después de la cita que tenga con Timmy este fin de semana, seguro vamos a tener otra cosa de que hablar―Estas niñas, una más bocona que la otra.
― ¡LISTO! ¡AHORA SI! ¡TIMOTHEO! ¡LAUREN! ¿EN QUE AULA ESTA ESE NIÑO? ―la
morena salió disparada del salón. Lauren salió detrás de ella. Vero y Lucy discutían en el pasillo y las dos jóvenes se abrazaban en el salón.
―Lo siento―La Señora Gertru se prendía un cigarrillo―Lo necesito―los demás profesores no dijeron nada, solo rogaron porque el siguiente año no hubiera ninguna Iglesias o Cabello en la lista de sus clases.
Más tarde - en la reunión de padres de porristas
― ¡Dios! ― Camila estaba cansada, luego de corretear a Timmy y de tener que aguantar dos horas más de actividades familiares en la clase de las mellizas, la morena estaba lista para ir a su casa. En realidad, estaba lista para tener sexo con Lauren en su casa. Los besos y caricias de la ojiverde durante todo el día ya la habían preparado.
―Tranquila cariño, esta es la última―la consoló Lauren.
―COMO TODOS SABEN―la directora del colegio hablaba, a su lado estaban Gaby y la actual entrenadora― LA COACH―señaló a la mujer― SE VA DEL COLEGIO POR RAZONES PERSONALES―anunció.
―Oye―Mientras la mujer hablaba Apple y Emma eran molestadas por Marisa― ¿Cómo hace tu madre para mantener a Camila a su lado? Ese trasero merece a alguien que lo mantenga a diario, y la ojiverde parece bastante dejada como para hacerlo―la jovencita se la estaba buscando.
―POR ESO―siguió la directora―Y GRACIAS A LA IDEA DE NUESTRAS PORRISTAS QUEREMOS OFRECERLE EL PUESTO DE ENTRENADORA A... LA SEÑORA LAUREN CABELLO JAUREGUI―todas localizaron a la fotógrafa.
Apple y Emma miraron a la estúpida de Marisa― Tal vez quieras hacerle esa pregunta a la nueva coach―las mellizas chocaron los cinco y rieron por lo bajo. Alguien iba a estar en el fondo de la pirámide y no iban a ser ellas precisamente.