HABÍAN INVITADO A JULIE A UNA
Fiesta de navidad en el club de encino, sabía que Amanda y Daniel estarían ahí.
Se había puesto un vestido rojo de tirantes pegado al cuerpo, tacones de aguja plateados y una shoulder bag color blanca.
Amanda había decidido regresar a su mesa, desde que llegó sólo se encontró personas que no le agradaban.
—Hola Mandy. —saludó Julie.
—Jul, no pensé que estuvieras aquí. —se sentó junto a ella.
—Yo tampoco, no quería venir pero necesitaba salir. —se encogió de hombros.
—Me alegra ver a una persona que no odio aquí. —dijo Amanda divertida.
—Digo lo mismo. —ambas rieron.
(...)
Amanda había decidido buscar a Daniel, ya había tardado.
Dejó a Julie en la mesa y fue a buscar a su esposo.
Julie comenzó a aburrirse y empezó a buscarlos.
Cuando los vio se acercó a ellos.
—Amanda, uno de los elegantes hombres de aquí chocó con un mesero y derramó su bebida en su traje. —llegó ella riendo.
—Julie? —dijo Johnny confundido.
—Oh, Johnny y... —volte a ver a la rubia a lado de el. —Ali?
—Julie, que gusto verte. —Ali se acercó a Julie y la abrazó.
Julie no podía evitar sentirse insegura al tener a Ali ahí.
Había venido con Johnny.
Su Johnny.
—Que linda estás. —dijo Ali.
—Gracias. —respondió Julie con una sonrisa fingida.
—Por que no, nos sentamos todos juntos. —dijo Daniel.
Todos estuvieron de acuerdo.
Estuvieron hablando de anécdotas de cuando eran jóvenes, Julie solo sonreí fingida.
Sentía una presión en su pecho, sentía celos, sentía tristeza.
Hablaban de cómo Daniel había sido un mal novio después de la preparatoria, Amanda parecía llevarse bien con Ali.
Julie solo tomaba tragos apartada de la conversación, nunca le cayó mas Ali pero sabía que Johnny y ella tenían un pasado.
Ella ya estaba divorciada, tenía inseguridad.
—Julie todo en orden? —preguntó Amanda al ver la mirada perdida.
—Si excelente, solo recordé que tengo que ir a casa. —dijo mientras se levantaba de su asiento. —Dutch llega hoy en la noche para su arresto domiciliario. —explique.
—Quieres que te acompañe? —preguntó Johnny.
—No, tu quédate con ellos. —le dijo cortante.
No lo dejo seguir hablando y salió de ahí.
Lágrimas salían sin control, se sentía abrumada, nunca se imagino llorando por ese tipo de situaciones.
Dirán que es ridículo ya que Johnny nunca hizo nada que hiciera dudar a Julie, pero ella no podía evitar sentirse así.
Manejo hasta su casa, no era mentira, hoy en la noche llegaba Dutch.
Había hablado con Noah y a él pareció agradarle la idea, pues le había agarrado cariño a los antiguos cobra.
Llegó a su casa, era temprano, Noah aún no dormía, podía ver la luz de su ventana prendida.
Subió a su cuarto y abrió la puerta, lo vio practicando karate.
—Hola karateka. —dijo ella.
—Mamá, qué tal la fiesta? —preguntó el niño.
—Aburrida. —dijo y sentó en la cama de el. —Estas listo para ir por tío Dutch? —preguntó.
—Si! —dijo emocionado mientras corrían a cambiarse.
—Te veo abajo. —dijo mientras salía del cuarto.
Le dolía la cabeza, aún tenía esa presión en su pecho.
Sabía que tenía que hablar con Johnny.
—Ya estoy vamos! —Noah bajo corriendo las escaleras y abrió la puerta.
Julie salió de la casa y vio al niño ya arriba del auto.
Estaba cerrando la puerta y escucho el claxon.
—Corre mamá! —gritó Noah desde el carro.
Termino de cerrar la puerta, fue al auto y arranco.
El camino a la cárcel fue silencioso, solo se oían los pies de Noah brincar.
(...)
—Ahí viene! —señaló emocionado el niño.
Cuando Dutch estuvo más cerca, Noah corrió a sus brazos.
—Tío Dutch! —dijo emocionado.
Cuando se separaron, se acercaron a Julie.
—Mi Juju. —sonrió Dutch.
—Hola Dutchis. —lo abrazó.
Todos se subieron al auto.
—Estableceremos reglas. —le dijo a los chicos. —Nada de karate dentro de la casa, nada de hacer cosas peligrosas y no molestar a tía Pau. —señaló al pequeño.
—Si mamá. —dijo Noah.
—Si mamá. —dijo Dutch.
Golpeó su hombro.
(...)
Johnny y Ali salieron de la fiesta de encino.
—Y quien es la mujer sexy con las que estás saliendo? —preguntó Ali.
—Así que de eso hablaron Amanda y tú. —dijo Johnny.
—De eso y otras cosas. —sonrió. —Como es ella?
—Ella es, es increíble. —dijo Johnny mientras sonreía.
—Realmente te gusta. —dijo la rubia.
—Todavía intentó mejorar.
—Si es yam genial como para dejar sin palabras a Johnny Lawrence, será mejor que mejores rápido. —le dijo.
—Lo se, siempre arruino estas cosas. —bajo la mirada.
—Bueno, no lo arruinaste hoy, gracias por hacerme sentir como una adolescencia otra vez.
—Tuvimos nuestra máquina del tiempo.
Se abrazaron, necesitaban hablar y aclarar las cosas.
Sabían que sus destinos estaban separados y mejor como amigos.
Se despidieron, Johnny fue hacía su auto, estaba decidido a hablar con Julie.
Pero recibió una llamada de Carmen.
Miguel había tenido una pelea y Miguel estaba herido.
Johnny fue a enfrentar a Kresee, sabía lo que sus cobras habían echo.
Estaba furioso.
Cuando llegó se topó con la sorpresa de que Robby entrenaba ahí con ellos.
Trataron de convencerlo de volver, pero el jamás se dejó volver a manipular por el.
Eso hizo que la sangre de Johnny hirviera.
Se lanzó contra Kresee, lo golpeaba sin piedad.
Sacaba su enojo.
Robby lo agarro por la cintura y lo separó de Kreese, se dio cuenta de que era muy tarde, Kreese había lavado su cerebro.
Robby quería pelear con el, Johnny no quería.
En un descuido lo lanzó por los casilleros del dojo.
Culpable se acercó al muchacho.
John tenía la ventaja, se levantó y agarró las armas que había en la pared.
Golpeó su nuca con el mango de esta.
Aprovechando la vulnerabilidad de Lawrence empezó a ahorcarlo, pero Daniel llegó y le dio una patada.
Ahora ellos dos peleaban.
Kreese empujó a Daniel por el cristal del dojo.
En un descuido agarro un vidrio, iba a clavárselo pero puso en práctica lo que había aprendido en su último viaje a Okinawa.
—Cobra kai se acabó, para siempre. —dijo Daniel.
—No, resolvemos esto a la antigua. —dijo Kreese. —Si ganan el torneo me voy, si no ustedes se van.
Robby llegó.
—Todos váyanse, ahora. —Kreese entró al dojo junto a Robby.
Johnny había perdido a su hijo.
Y Daniel había perdido también a Robby.
(...)
Un mensaje interrumpió la comida en la casa Thorne.
"Puedo llamarte?" preguntaba Johnny en el mensaje.
—Ahora vuelvo. —le dijo a Dutch y Noah.
"Si" contesto.
La llamada no tardo.
"Juls, perdóname, te amo no quiero a nadie más que a ti, estuve con Ali para poder superar esa etapa" explico.
"También te amo Lawrence" dijo ella.
Sabía que el decía la verdad, la mortificación en su voz se notaba.
"Esta todo bien, te escucho preocupado"
Johnny titubeo.
"Necesitamos tu ayuda" dijo.
"Necesitamos?"
(...)
Daniel entró al patio del dojo "Miyagi-do"
Unos segundos después, Miguel y los "Eagle Fang" entraron al dojo junto con Johnny.
El rubio se puso junto a Daniel frente a la clase.
Se saludaron.
—Están listos? —preguntó Daniel.
—Empecemos! —dijo Johnny.
La puerta del dojo se abrió.
—Hola, llegamos tarde? —preguntó Julie entrando con Dutch.