—¿Por qué no te vas de esta escuela ya?
atte:VI —Apolo leía en un susurro la nota que estaba en su casillero con una cara triste. No era la primera vez que leía una de estas notas.
—Por qué me odia?—pensaba el Hidalgo buscando la razón de aquel repentino odio hacia él.
Apolo no podía negar que se sentía un poco mal por estas cartas, parecía como si hubiese hecho algo muy malo, pero él no podía recordar haber hecho alguna cosa fuera de su lugar.
Olivia era la persona que había estando mandando esas notas azules con palabras odiosas, odiaba a el Hidalgo por sólo una razón, había lastimado a su hermana y esa no era la cosa más agradable que ella podría sentir
Lo despreciaba por haber traicionado a su hermana de esa manera. ¿Engañarla con Raquel Mendoza?
¿No podía haber hecho otra cosa?
Las clases de Apolo comenzaban, tenían un trabajo y no lo había hecho. Apolo era bastante inteligente, sólo que se la habían
desordenado las cosas, se habían revuelto espantosamente, todos sus problemas se juntaban y no podía correr de ellos, por más que él quiera huir de ellos no podía.
Perfecto, pensó Olivia sarcásticamente al salir del salón, la habían puesto de tutora con Apolo Hidalgo, la persona que más odiaba en la escuela, para ella él era una piedrita en el zapato. Se quería deshacer de él pero simplemente no podía, necesitaba destruirlo, Olivia realmente amaba a su hermana Molly por lo que haría cualquier cosa por ella.
Necesitaba hacerlo sentir mal como lo hizo con su hermana. Necesitaba que lo echarán de la escuela pero ese era un deseo que no podía cumplir.
—Entonces harás un documental sobre la naturaleza, un vídeo o una cartulina.— Explicó amablemente, no podía tratarlo mal, se daría cuenta, nadie lo trataba mal, finalmente era Apolo Hidalgo, ¿quién podría odiarlo?
Era tan dulce, amigable, simpático y feliz. Olivia se preguntaba si enserio su hermana hablaba de Apolo.—Las apariencias engañan, yo no caeré—. Pensaba
El siguiente día, Apolo na había llegado todavía, Olivia supuso que él no vendría, escribió una nota.
"Odio admitir que no eres tan cretino como creí. Odio no poder odiarte después de conocerte un poco. Odio que seas tan dulce como para poder besarte. Odio no saber si estoy equivocada al odiarte." Eso decía la nota, un pequeño recorte de una hoja blanca llena de la palabra "odio"
Habían pasado semanas largas, Olivia estaba grabando una exposición que debía entregar el viernes, era lunes. No podía esperar a hacer esa exposición, era una "experiencia" que no podía dejar pasar. Amaba las exposiciones, todo tipo de exposición.
Mientras tanto Apolo dormía.
—¡Olivia, baja a comer!—gritaba la hermana mayor de Olivia, sirviendo dos platos de spaghetti con carne.
—Ya voy!—rápidamente cortó la grabación y salió corriendo a lavarse las manos. Si existía otra cosa que Olivia amaba aparte de las exposiciones, era la comida. Literalmente no podía vivir sin ella.
—¿Acabaste?—preguntó su hermana con curiosidad refiriéndose a la exposición.
—Sí. ¿Ya puedo comer?—desesperada, vió la comida servida.
—¿Lavaste tus manos?
—Sí.
—Entonces empieza—. Dicho esto Olivia empezó a comer.
—¿Sabes dónde está Rose?—preguntó su hermana, no había visto a su otra hermana en todo el día. Supuso que se había ido a algún lugar con sus amigas sin permiso de nadie.
—No, salió en la mañana—tomó el tenedor y juntó tiras de aquella comida.
—Okey, ¿irás a la casa de tu amiguito?
—Que no es mi amigo. Stacy.—enojada dejó su tenedor
—¿Sabes lo que le hizo a Rose?—indignada, volvió a tomar el tenedor.
—No, ¿qué le hizo?
—Engañó a Rose, no puedo ser su amiga.
—Rose me contó, pero no de él—Confundida, vió su plato vacío.
—Entonces de quién?
—De Ares, ¿su hermano?—aun más confundida, abrió la llave del agua para empezar a lavar su plato.
—¿su hermano?
—Sí.
—Bueno, voy a dormir un rato.— Se levantó tomando su plato. Se lo dió a su hermana y subió las escaleras.
Ya era el siguiente día, el sol salía. Olivia no había podido dormir pensando lo que había hecho, fue infantil.
Se paró de su cama y comenzó a escribir una nueva nota. —Apolo, lamento haber escrito esas notas, no sabía lo que hacía—escribía Olivia pensando en que escribir.
—Apolo, soy Olivia. Sí, la chica de la clase. Yo escribí todas esas notas, admito que fue infantil e inmaduro de mi parte. Tuve una confusión, estas notas no eran para ti, eran para tu hermano. Lamento haber dicho esas cosas sin saber lo que decía ni a quien se la decía. Espero me perdones. La cretina fuí yo. Atte: Olivia
—Esto tendré que poner.— Empezó a alistarse para ir a la escuela. Se puso unas mallas negras con una falda de mezclilla con flores blancas, unas botas negras y una pequeño saco que se acomodaba a su figura.
Hizo un sándwich de jamón y un vaso de jugo. Sin ganas salió de la casa en bicicleta y comenzó a pedalear para poder llegar a la escuela.
Cuando estaba ahí no había nadie en los pasillos pero sí en las mesas, abrió el casillero de Apolo y metió la nota de la que no estaba muy segura de dejar.
—Hecho...—susurró acomodando su mochila.
Habían acabado las clases. El Hidalgo ya había leído la nota, sin duda alguna estaba molesto.
—Oye, Apolo—Apolo reconocía la voz, era la voz de Olivia. Ignoró y caminó más rápido.
—Oye— trataba de alcanzarlo la chica.
—No pudiste hablar conmigo en vez de mandar esas notas?— Apolo se volteó, sus ojos cayeron un poco bajo viendola.
—Sí, pero que te iba a decir. Soy idiota, Apolo. Fue una estupidez infantil, no debí hacerlo.—
Arrepentida bajó la mirada.
—Bien.—comenzó a caminar.
—Perdón. Me preguntaba si algún día podríamos arreglar esto y salir a algún lugar. Donde quieras.
—Acepto tus disculpas pero espero de verdad estés arrepentida de tus actos. Y sí, fueron inmaduros. Y sí eres un poco idiota. — Sonriendo un poco, volvió a dejar de caminar. A veces era fácil de convencer, a veces no. Olivia había tenido suerte.
Hola a todos, creo que este es el más largo que he escrito. Muchas gracias a tod@s l@s que han votado, enserio gracias.
FernandaYamilethSant Perdona mi tardanza
También perdonen mis faltas ortográficas
¡Gracias por leer!