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Las clases fueron normales, aunque a veces Metawin perdía la concentración. Filosofía no era precisamente su clase predilecta, pero había cosas interesantes por escuchar, las grandes ideas y pensamientos acerca de los hombres, el derecho a la educación y se detuvo ahí, levantó más su cabeza y miró fijamente a su profesor. Escuchó con más atención que hace un momento, y se preguntaba demasiadas cosas. Para su mala suerte, fue llamado a dar su opinión y como él ya sabía, éste no era muy popular que digamos.
- Señor Opas, díganos ¿Usted cree que la educación es un derecho o un privilegio? – el profesor hizo resonar su voz en todo el salón de clases.
Como era costumbre, Metawin se puso de pie para exponer su punto de vista, este tema dentro de la filosofía era su favorito, se aclaró la garganta antes de contestar.
- Yo creo que es un derecho – dijo fuerte y claro.
- ¿En qué basa su argumento señor Opas? – replicó el docente.
- Ya lo dijo Sócrates en su momento, a la hora de enseñar, él nunca lo hizo en un aula rodeado de lujos, él enseñaba donde fuese, una plaza, la calle, enseñaba a sus discípulos en cualquier lugar. La educación es un derecho, todos los hombres debiesen poder educarse. Por algo utilizó la "Mayéutica", y para serle franco, creo que estaba en lo correcto. Saber es hacer el bien, es lo que es correcto y cuando cometemos un error es debido a nuestra ignorancia, entonces ¿no es si no un ignorante una persona errada? ¿No debiesen ser buenas las personas con sabiduría y transmitirla a todo aquel que merezca y deba ser educado? – el salón en completo silencio.
- Tiene usted un buen punto señor Opas, pero lamento decirle que eso es una utopía, no puede ser aplicable, hermosas palabras de Sócrates debo admitir, pero con eso las personas no llevan comida al hogar – dijo casi con sarcasmo, lo que enfureció a Metawin.
- ¿No es entonces verdad que, si educamos a las personas, ellos tendrían mejores conocimientos y herramientas para conseguir mejores puestos de trabajo y así llevar un mayor sustento a su casa?, eso se logra sólo si los educamos, la sociedad crecería más en sabiduría y conocimiento y todos ganaríamos – defendía y argumentaba apasionadamente su discurso.
- ¿Cree usted en las ideas de la Ilustración joven Opas? – increpó.
- Así es, aunque considero que todas las clases sociales deberían favorecerse de ella, no sólo algunos – recalcó.
Muchos comenzaron a murmurar en el salón, el rostro del profesor no se veía satisfecho con su respuesta, en ese momento Metawin recordó que quedaban semanas para su salida "sólo unos meses más", pensó para sí.
- Creo que debo tener una charla con Mr. Smith al respecto. Tome asiento – y el salón calló.
El resto del día fue tranquilo, al salir Metawin debía ir a las industrias Chiva-aree.
- ¿Cómo estuvieron esas clases joven? – preguntó ingenuamente Bright, mientras tomaban asiento en el sofá de su oficina y Grace les servía el té.
- Prefiero no hablar de eso, por favor – bajó sus hombros, como derrotado, eso partió el corazón de Bright.
Lo observó unos instantes hasta que Grace se hubiese retirado, al cerrarse la puerta, él se acercó hasta quedar casi pegado a la cadera del joven.
- Sabe que puede hablar conmigo lo que sea, si eso alivia su apesadumbrado corazón, permítame ser oyente de sus preocupaciones, no me niegue tal privilegio – sonó tan bien eso para Metawin, que suspiró y se recargó en el sofá mirando a Bright.
- Verá usted, hoy en la clase de filosofía hablábamos de la educación y el maestro me hizo una pregunta. La verdad es que no soy muy famoso por mis ideas y pensamientos, quisiera no mortificar tanto a Mr. Smith, pero... - sus hombros cayeron, ni siquiera se dio cuenta de que una mano de Bright había tomado una suya sobre su muslo.
- Estoy seguro que Mr. Smith entiende la energía de sus palabras y a su inquieto corazón – esas palabras hicieron que Metawin sintiera su corazón acelerarse.
- Cuénteme tranquilo, que yo le escucho – tomó la taza de té y se la acercó, y se acercó un poco más al joven, pero sólo un poco más.
- Hablábamos de la educación y yo cité a Sócrates, dije que todos deberíamos educarnos, sin distinción y el maestro se enojó, demasiado, a decir verdad, fue ahí cuando me preguntó si yo creía en las ideas de la Ilustración y cuando dije que sí, el salón murmuró cosas y él dijo que hablaría con Mr. Smith, ciertamente no para hablar bien de mi – tomó un sorbo de té con una mano, la otra la dejó en su muslo, inconscientemente esperando sentir una mano sobre la suya.
Bright lo miró atentamente, pensó mucho lo que iba a decirle, no le gustaba verlo así tan abatido, su ingenuo corazón esperaba más de esta egoísta sociedad y él haría de todo para poder ayudar en algo, pero decir esas palabras en la universidad, sabía que le traerían problemas al joven ¿por qué la sociedad era tan injusta? Pensó.
- Está bien que usted diga lo que su corazón alberga, ojalá nuestra sociedad viera al mundo con sus mismos ojos – Metawin levantó la mirada de la taza de té y se topó con la de Bright.
- A veces siento que nací en el tiempo equivocado, mi hogar y mis padres son los únicos en este mundo que me entienden, he sido severamente castigado un par de veces por dar mi opinión, creo que debería callar y no opinar más, sólo traigo problemas – sus ojos se humedecieron – y no quiero causar algún desastre a mi familia.
- No es cierto Metawin – era primera vez que decía su nombre y eso hizo al joven abrir sus ojos mientras Bright seguía parafraseando – usted no debe callar, si lo siente debe decirlo, su corazón es muy puro para hacer daño con semejantes pensamientos. Realmente creo que nuestra época quedó atrás y que sus nuevas ideas nos harán avanzar – una vez dicho esto, pensó en lo que había dicho – así que, ya no piense en ese mal momento ¿le parece si vemos algunas ideas que me gustaría proponerle para los niños de la industria?
Estuvieron largas horas conversando, intentando aportar en algo al desarrollo de la industria sin causar tanto alboroto con los inversionistas, pero intentando dar una condición de trabajo más digno tanto para los niños como para los adultos.
Quedaron en aumentar la ración de alimentos e incluir algo más que solo arroz, maíz y avena, también habría una fruta, más agua, sobre todo en el descanso, el cual era media hora al día hasta ese momento y no era suficiente tras la larga jornada de diez horas; así que habría otra pausa de quince minutos más. Con eso Metawin suponía un aumento de la productividad y con ese argumento buscaría Bright convencer a sus inversores, siendo los pioneros en esta innovación. Primero lo harían en esa industria de carbón y si resultaba empezarían a extenderlo al resto de las sucursales, si es que la junta directiva de inversores lo aprobaba, y su familia obviamente.
Varias miradas fueron intercambiadas en esa tarde, algunos roces disimulados donde Bright anhelaba poder sentir una vez más la cercanía del joven sin asustarlo, sin saber que ese sentimiento crecía en ambos corazones. Por su parte, Metawin buscaba una y otra vez esa mirada, esos ojos que lo mantenían cautivo y juró, por un momento sentirse como una polilla acercándose a la luz, quería hacerlo, acercarse hasta quemarse, arder de ser necesario, pero ¿Y si Bright no sentía lo mismo?
El tiempo pasó volando y Metawin se despidió, dejando en ambos corazones un insipiente vacío, que llenarían al día siguiente cuando una vez más se juntaran.
Las semanas avanzaban y la cercanía era cada vez mayor, Metawin contaba en casa lo que estaban haciendo y sus hermanas estaban maravilladas, mejorar la vida de las personas, eran valores inculcados en la familia Opas, sus padres trataban bien a todos sus empleados, quienes trabajaban a gusto. Sus hermanas, sobre todo Prim que estudiaba para ser maestra, educaban a los hijos de los trabajadores y eso le hizo ilusión a Metawin.
- Creo que deberían invitar al señor Chiva-aree una de estas noches, Win – propuso mamá Ole.
- Me parece una gran idea – aseveró papá Wanchai. Sus hermanas miraban de reojo a Metawin.
- ¿Les parece? No sé si tendrá tiempo mamá – dijo casi resignándose, porque en el fondo sí quería, pero no estaba seguro de que él aceptase.
- Bueno, no lo sabremos si no lo intentas hermano – habló Prim, su hermana que le seguía.
- Lo haré, mañana que es jueves le haré la invitación ¿Está bien para este jueves madre?
- Claro que sí Win. Házmelo saber mañana mismo para disponer de todo – solicitó.
Las clases ya habían terminado sin contratiempos una vez más, Metawin trataba de no aportar demasiado a petición de Mr. Smith, él entendía su buen corazón, pero el resto no aprecia tus buenas ideas e intenciones le dijo éste al joven. Por lo que se dirigió a Chiva-aree inc.
Una vez allí, trabajaron varias horas y en el descanso, donde Grace había servido té para ambos y unas galletas que Bright había traído desde su casa, la nana de la cocina se las había enviado, aunque él sospechaba que detrás de eso estaba su mayordomo. Tomaron asiento en el sofá cerca de la chimenea y conversaron, ahí aprovechó Metawin la instancia de extenderle la invitación.
- ¿Puedo hacerle una pregunta? – consultó Metawin.
- Claro que puede, usted sabe eso.
- Mmmm verá usted, mi madre y familia quieren invitarlo a cenar mañana – en ese momento Bright tomaba el té y casi se ahoga, escupiendo un poco. Metawin asustado le sostiene la taza y ayuda alcanzándole un pañuelo.
- Me disculpo por eso – afirma Bright aclarándose la garganta.
- No se preocupe, yo entiendo que usted es un hombre ocupado y debe tener ya planes... yo entiendo, disculpe si fui impertinente en mi ofrecimiento.
Bright deja el pañuelo sobre su regazo, toma de manera consciente esta vez la mano del joven entre las suyas y suspiró.
- Pedí disculpas por derramar el té, me han tomado por sorpresa sus palabras, pero no me malentienda por favor, fue una sorpresa grata. Dígale a su madre y familia que acepto encantado y pierda cuidado, no tenía planes – intentó calmar al joven – la verdad es que sin mi familia en casa, yo suelo cenar solo en mi escritorio mientras trabajo, nada me gustaría más que compartir con usted y su familia joven.
Metawin lo miró atentamente, y asintió.
- Ella estará feliz cuando se lo diga – su corazón seguía acelerado desde que Bright le había tomado las manos.
- Bueno, continuemos que el té se enfría y Grace nos va a regañar otra vez – soltó sus manos y ambos sintieron la falta del otro, ese calor no se comparaba con nada.
Al llegar a casa Metawin se escabulle hasta la cocina para hablar con su madre.
- ¡Oh Win querido ya estás en casa! – saludó su madre de beso en la mejilla.
- Madre, el señor Chiva-aree ha aceptado vuestra invitación a cenar. Mañana saldremos antes de la industria para llegar a tiempo – dijo sacando una manzana de la canasta.
Me alegro Win, pero –se acercó y manoteó la mano del joven y la manzana cayó – lava tus manos antesy ve a sentarte que tu cena está lista, luego comes la manzana – y el jovenhizo a regañadientes lo que su madre le dijo.
~Miss Winita 🐰
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Hola a todxs!!!
Me apena que Win sea incomprendido en esa época 😔
¿Alguna vez se sientieron fuera de tiempo? Yo sí, siempre digo éste no es mi lugar 🥺
Sienten tantas cosas y ninguno dice nada... notaron algo con las hermanas? 😌
Sócrates tiene toda la razón, por eso los gobiernos nos quieren ignorantes, como le digo a mis estudiantes siempre: saber es poder.
Se viene la cena!!! 🙈🙈 ya me puse nerviosa!
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Lxs amodoro! Cuídense mucho 😘❤