"Ok, segundo intento." – pensaba el peliazul en luego de que para tuviera que volver a ese lugar el día siguiente.
El mayor había asistido el día anterior a la junta de fans pero no tuvo ningún tipo de suerte ya que este sólo salió a saludar y a posar para las fotos, y también era acompañado por otro grupo de chicas, lo que provocó más junta de personas.
Cambiando de tema, en la vista de Mark solo aparecía un pequeño niño de quince años, no muy distinta a lo que conoció anteriormente simplemente qué los cambios en algún aspectos físicos del menor hacían notarse como por ejemplo; su altura era mucho más alta de lo que conocía, si él se acercará a Hyuck podría decir qué tendrían la misma altura, pasando por otra parte, la vista del mayor fue a parar al cabello de Lee, este tenía el cabello muchas más largo y también unos pequeños risos que hacían darle un aspecto muchas más tierno y al igual que sus rasgos estaban mucho más marcados, dándole un aspecto mucho más mayor.
El peliazul se sentía muy gay al observar tan fijamente al menor, o quizás era por pensar que tan diferente se sentiría ser abrazado por el – unos centímetros – más bajo.
— Donghyuck oppa! – escuchó una voz aguda proveniente de una chica mucho más bajita que ambos.
Pudo ver como el chico saludaba a las fanáticas y se acercaba a cada vez más, dejando al peliazul pocas ideas de cómo llamar su atención.
— ¡Channie! – gritó el apodo que más recordaba del menor, automáticamente llamando la atención de este.
El más bajo se acercó a saludar a los fanáticos y a Mark, a una distancia considerablemente cercana, pero no esperaba que la siguiente acción de Mark fuera tan brusca.
El peliazul cuando pudo llegar a tocar la mano del menor lo jaló bruscamente, haciendo que este terminará chocando con la valla de seguridad que separaba a los artistas de los fanáticos, dejando a ambos chico a escasos centímetros. Quizás para el coreano sólo fueron unos pocos segundos en los cuales estaba siendo observando fijamente por un extraño pero para el alto eso segundos fueron como horas en las cuales el brillo en los ojos del menor lo mantenían atrapado.
Para mala suerte de el de cabellos azulados uno de los guardias de seguridad separó bruscamente a el pequeño hyuck haciendo que el alto tuviera que soltar su mano, pero eso no evitó que pudiera ver a detalle las mejillas sonrojadas del coreano y también unos cargados de miedo pero a la vez curiosidad. El mayor seguiría intentando entablar una conversación por el menor pero los guarda espaldas tuvieron la mejor idea de volver a entrar a la agencia con el niño.
— No quiero asustarte pero... – escuchó una voz femenina, la chica que anteriormente pegó un grito para que el coreano se acercara – Te recomiendo que comiences a correr.
— ¿Que...? – el mayor no tuvo mucho tiempo de hablar ya que fue jalado por una chica de cabello negro, de una estatura mucho más pequeña, o al menos eso se veía así desde la perspectiva de Mark.
El peliazul estaba algo confundido, estaba corriendo siguiendo a un chica que nisiquiera conocía. Pero no tardó en comprender la situación cuando regresó su mirada hacia atrás y se encontraba siendo perseguido por algunos camarógrafos que buscaban tomarle una foto y un pequeño grupo de fans que parecían muy molestas.
La extraña hizo un movimiento brusco, metiéndose en un callejón el cual daba hacía la otra parte de la calle, salvando no solo a Lee, si no también salvándose a ella misma luego de ayudar a un posible acosador de su artista favorito. Luego de tomar un respiro la pelinegro pensó en lo anteriormente dicho, dándose una cachetada mental por tener buenas intenciones.
— Gracias... lo digo en serio – el más alto agradeció, tomando un respiro luego de una carrera de maratón completa – según él –
— No es nada, pero fue muy imbécil de tu parte hacer eso – reprochó la más baja mientras tomaba aire de donde sea que pudiera.
— Lo sé, no lo pensé demasiado a decir verdad – admitió Lee – soy.. Min... – el alto extendió su mano a la chica dudando si decir su nombre completo"
— Yuna, shin Yuna – la chica le dio su mano, estrechando la con seguridad, dando un aura de confianza para nada correspondiente para la situación – Ahora voy a golpearte.
— De que habl-... – antes de que el alto pudiera terminar de hablar yuna le dio un golpe en el vientre, haciéndolo sacar un gemido de dolor a pesar de que no fue tan fuerte.
— Eso por quitarme la oportunidad de darle mi obsequio a Hae oppa – se cruzo de brazos haciendo un puchero con una carta en la mano y una pequeña cajita en la misma.
— Lo siento, de verdad... yo sólo no lo pensé y necesitaba hablarle urgente – intento recuperar su postura sintiendo algo de miedo ante cualquier movimiento de la chica.
— ¿Eres tonto o te pagan por serlo? ¿Que te hacía pensar que podrías mantener una conversación con él si esto solo es un evento de saluda y despídete? Con suerte el acepta algunos de los regalos de fanáticos – la pelinegro se sentó al estilo coreano observando ambos objetos en su mano.
— Yo sólo pensaba que podría hacerlo – dijo algo avergonzado – Si quieres vuelvo a intentarlo y le puedo dar los regalos – ofreció tratando de animar a la chica.
— Es su último día en corea luego de esto hará promociónes en estados unidos y no volverá en un tiempo – la chica escondió su cabeza en sus brazos, hablando algo decepcionada.
El alto sólo observaba mientras llegaba a la conclusión de que no saldría de ese mundo paralelo jamás.
Así es, luego de conectar neuronas – las pocas que seguían presentes – llegó a la conclusión de que se encontraba en un mundo alterno, como aquellas películas de ficción que Jaehyun le obligaba a ver con el, pero claramente nadie se esperaría que eso se volviera una realidad.
— ¿Como que en estados unidos? – preguntó algo desesperado.
— Se supone que si asistes a un evento al menos deberías saber de quién se trata, tarado – la menor regreso su mirada a la nada, pensando – lo siento, tal vez no debí tratarte así, pero estoy molesta.
— Te comprendo... – el alto se sentó al lado de la pelinegro, suspirando – Si te dijera que no soy de este mundo ¿Que responderías? – pregunto sin ninguna intención de ocultar su mayor problema en aquel momento.
— Que necesitas ir urgente a un psicólogo, doy citas a precio económico – la chica dejó escapar un risa pero al notar los ojos triste del alto solo se quedó callada – sólo era broma, lo siento. – saco su celular para ver la hora, pero terminó por observar las tendencias en Twitter – no diferente a la hora de estudiar para sus exámenes –
La chica acercó sus ojos al celular, abriendolos un poco más si era posible.
— Parece que eres famoso – dijo mientras observaba disgustada su celular.
— ¿De que hablas? – inclinó su cabeza para ver el celular de la más baja.
Ante sus ojos apareció imágenes que lograron tomar antes de la carrera, cuando el mayor estaba en un intento juegos de miradas con Donghyuck.
— Los medios están buscándote y es más, están queriendo explicaciones de Donghyuck – siguió balbuceando mientras leía un artículo de "Dispatch" – los internautas están comenzando a creer que Donghyuck es gay y hasta están haciendo tendencias con eso – apagó su celular algo molesta – Definitivamente eres un imbécil.
No lo negó, fue imprudente de su parte hacer eso, y más sabiendo que podría arruinar su carrera en otro mundo.
— Creo que ya es momento de irme – la chica se levantó limpiándose la ropa – hasta algún día Min.
La chica se levantó, volviéndose a poner su cubre bocas para irse caminando, dejando solo al de cabellera azulada pensando en las pocas posibilidades de regresar a su mundo.
Lee Minhyung, el nombre coreano de Mark
Lo usé porque en la parte donde se presentan no le da su nombre completo y en la historia original aparece como "bin" y no podía ponerle "mar" o "ak", espero que se entienda.