Alpha War [Taekook] - #SBATAE...

By MelanieGerpeLen

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Había cosas que estaban destinadas a no mezclarse nunca, como el aceite y el agua. Jungkook y Taehyung se apr... More

The Howling Saga
PRÓLOGO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Epílogo

Capítulo 26

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By MelanieGerpeLen

“Tú eres el que me lastimó primero. Ahora que vamos demasiado lejos, sé que podría deshacer, decir cosas, atrapar el momento… Tan cerca. ¿Puedes sentirlo? ¿Verdad? Y sí, tal vez lo perdimos, lo rompimos, lo empujamos demasiado fuerte. Tal vez lo dejaremos aquí esta noche pero pienso que te extrañaré en la mañana y mis manos estarán buscándote, odiándome por no pensar en superarlo. Pienso que podría… Así que no vayas desechando todos nuestros sentimientos, dime que sabes que no tenemos que dejarlo. Ahora estamos tan cerca como para permitirnos ir sin pensar.”
-Feelings
(SHY MARTIN)







A medida que los dos avanzaban a través de los bosques del norte, Jungkook comenzó a preguntarse qué era lo que lo estaba haciendo seguir al hijo de los Kim con tanta seguridad. Por supuesto que se trataba de su obvia necesidad por obtener otro supresor con el que eliminar ese picor que nuevamente comenzaba a esparcirse por su interior, pero en el fondo él empezaba a ser consciente de que había algo más que aquello.

Lo cierto era que disfrutaba de la presencia de ese alfa, le gustaba estar con él y descubrir todas esas partes ocultas del norte con las que todavía no se encontraba familiarizado.

-Hay una pequeña tienda de medicinas a unos cinco minutos de aquí, podremos obtener supresores con un efecto lo suficientemente fuerte como para que nuestros lobos se mantengan tranquilos por el resto de la tarde. Debería ser más que suficiente. - Taehyung extendió una de sus manos para ayudarle a estabilizarse sobre una de las rocas cubiertas por verdín seco. - Pero si lo sientes necesario puedo conseguirte dos o tres, no parece que nuestros celos esten del todo estables.

-Teniendo en cuenta todo lo que ha pasado, no creo que sea descabellado guardarme algunos supresores en el bolsillo en caso de que surja una urgencia. - el sureño soltó la mano de Taehyung tras tocar con sus pies el suelo tras dar un pequeño salto.

-Sí… Definitivamente hay algo extraño envolviendo la situación. No solo es sobre el adelanto de la llegada de la luna llena, sino también acerca la intensidad con la que han respondido nuestros lobos a ello.

-Mmm. - Jungkook asintió rápidamente. - Han pasado bastantes años desde la última vez que experimenté un celo incontrolable. Parece que los dos hemos regresado a la adolescencia en un segundo, incluso sin supresores somos lobos adultos. Deberíamos poder aguantar el celo perfectamente bien, sin importar las dificultades que este ocasiona cuando no hay alguna pareja cerca con la que aliviar los síntomas.

Taehyung estaba de acuerdo con eso. A los lobos que llevaban poco tiempo experimentando celos les costaba controlar sus ciclos, pero ellos ya habían dejado atrás esa etapa de inexperiencia. Incluso si era duro pasar un celo sin supresores cuando sus lobos no tenían la opción de calmarse con su pareja, todavía tendrían que haber sido capaces de mantener a raya a sus alfas. Pero en lugar de eso terminaron dejándose llevar de formas inexplicables.

-Al menos no fuimos más allá de lo recomendable. Hubieses tenido un par de ataques si nuestros favores hubiesen ido más allá de algunos tocamientos, roces y besos.

-Callate. - Jungkook suspiró, el solo hecho de recordar lo que había sucedido era suficiente como para que su lobo se manifestara de nuevo.

-Okay. En realidad tampoco es bueno para mí pensar en ello.

-Lo sé, puedo ver tus ojos brillar en este instante. - Jungkook dejó que su mirada se quedase quieta sobre ese color lila que llenaba los iris del norteño. El alfa de Taehyung estaba lleno de fuerza y su lobo era consciente de eso, pero por mucho que lo supiera en lugar de mostrarse territorial o a la defensiva todo lo que parecía querer su parte animal, era romper la distancia que los dos habían puesto entre ellos durante la caminata. - Solo un poco más. Has mencionado que en cinco minutos llegaremos a esa tienda, así que tan solo necesitamos controlarlos a nosotros mismos un pequeño tiempo. Tú no eres un adolescente y yo no soy un alfa que no sepa imponerse a los deseos de mi lobo. Los dos podemos controlar todo esto.

Jungkook empezaba a comprender de alguna manera el modo en el que funcionaba el norte mientras caminaba con Tae por el medio de los bosques que conformaban esa parte de la montaña todavía desconocida para él. Los aromas, la naturaleza, vegetación y animales, todo aquello era completamente diferente de lo que él había visto durante toda su vida. Al contrario de lo que sucedía en el sur, en esa zona los poblados estaban dispersos y delimitados siempre por enormes bosques repletos de frutales y altos abedules teñidos del color del verano. Los cortafuegos de tierra se extendían en líneas rectas de un extremo a otro cada cierta cantidad de kilómetros, marcando un punto seguro cerca de cada población en caso de que durante las épocas de calor se diese algún incendio inesperado.

-¿Por qué vuestros poblados están tan separados los unos de los otros? - su curiosidad era completamente real mientras esquivaba las rocas del terreno que rodeaban la salida hacia un nuevo cortafuegos. Habían estado caminando por al menos quince minutos, su miedo a perder el control de sus lobos si decidían convertirse los obligó a recorrer la distancia con sus propios pies.

-No lo sé, supongo que cada familia puede elegir dónde desea vivir y cada persona tiene preferencias acerca de las zonas del norte que le gustan más o menos. - el hijo de los Kim se encogió de hombros.- Siempre me ha gustado la parte que comprende la residencia de los guardianes, el lago y el río están cerca y eso hace que el verano sea mucho más fresco. En el interior los días de calor son difíciles de sobrellevar pero los lobos que viven en estas zonas lo hacen porque desean vivir en mayor contacto con la naturaleza.

Jungkook asintió, llevando las manos hacia los bolsillos de sus pantalones vaqueros  mientras caminaba con Taehyung a través del camino de tierra que llevaba hacia la salida del bosque. Allí donde terminaba la frondosidad, los prados repletos de cereales se extendían marcando el comienzo de un minúsculo poblado en el que tan solo algunas casas se encontraban dispersas las unas de las otras. Esa imagen ante sus ojos se parecía mucho más al estilo de vida que él había imaginado que llevaban los lobos Yook, aquello era plenamente rural y se encontraba repleto de una silenciosa tranquilidad que solo era rota por los cantares de los pájaros. Sus pasos ya habían dejado muy atrás el lugar en el que la excursión había pausado, pues la zona de la antigua residencia de Yook Sungjae se encontraba repleta de tiendecitas y casas pegadas las unas a las otras.

-En el sur hay algunos lobos que deciden vivir en medio de los bosques, pero es poco frecuente y después de los incendios del pasado verano la mayoría de los lobos que habían aislado han tenido que buscarse un hogar entre los poblados grandes. Las casas que fueron construidas en los terrenos con bosques más frondosos fueron las primeras en arder. - Jungkook no pudo evitar bajar la mirada al cortafuegos por el que ahora andaba. Él había vivido en primera persona aquellos incendios y había visto a las personas de su manada perderlo absolutamente todo por el fuego. Todavía no perdonaba que los Yook se hubiesen negado a permitirles cruzar el río incluso cuando todos ellos estaban desesperados por escapar de las llamas ardientes. - Es mucho más sencillo obtener una casa en donde está toda la vida ahora que nuestros bosques son árboles de ceniza. Tener que bajar la montaña a diario para comprar comida o materiales debe ser un enorme dolor en el culo pero lo es más estar rodeado de tierras infértiles.

A veces sentía que el modo de vida de los lobos norteños era tremendamente impráctico, sobre todo teniendo en cuenta el importante detalle de que todavía no había visto ni un solo vehículo en el norte durante sus visitas. Jungkook ni siquiera tenía claro el modo en el que esos lobos obtenían medicinas u objetos electrónicos. Pero al menos ahora sabía que los tenían casi en la misma o superior proporción que los Jeon.

-Hay personas que se encargan de suministrarnos todo lo que necesitamos.

A veces era como si Taehyung pudiera leer su mente.

-La mayoría de poblados tienen buena comunicación y aunque no nos gusta la contaminación que suponen los coches, muchas familias hacen uso de los suyos para llenar sus tiendas de cualquier producto que puedas llegar a imaginarte. Te lo he dicho un par de veces, no somos cavernícolas. Simplemente no nos agrada la idea de tener que bajar a las ciudades de los humanos más de lo necesario. - indicó el hijo de los Kim. - Ahora que el sur está libre de peligros será más sencillo para los que quieran acceder, pero antes era un enorme dolor de cabeza. Vuestro territorio es dueño de la gran parte de salidas que pueden llevar sin dificultad al contacto con humanos.

-Y aún así nosotros también dependemos en muchas ocasiones de transportistas que nos ceden la mercancía que necesitamos. El sur es el sur, pero todavía no nos gusta el excesivo contacto con personas que pueden llegar a dañarnos solo porque no pretenden entender lo que somos…

Los sucesos de esa mañana llegaron hasta su cabeza. Jungkook se había sentido completamente aterrado hacia la presencia de los humanos e incluso si estos no lo habían dañado, temía que pudieran hacerle daño a otros si por casualidad se despistaban mientras pasaban una tarde en el arenal.

No era extraño ver a lobos jóvenes e inexpertos pasando el verano en las aguas saladas o jugueteando entre las arenas finas de las playas que marcaban el comienzo de sus territorios. Con la zona de seguridad cubierta de guardias nunca había pasado nada más allá de un susto sin importancia, pero ahora que esas labores de vigilancia se habían reducido de forma exagerada… Cualquier cosa podría suceder.

-Ha ocurrido algo esta mañana.

Esas palabras parecieron obtener el foco de atención del norteño. El tono de Jungkook hizo que su lobo interior se removiese un poco.

-¿Algo malo?

-Mmm. - Jungkook asintió con la cabeza sin frenar sus pasos. - Fui a darme un baño en el arenal para eliminar por completo tu olor de mi lobo, la cosa es que estaba lo suficientemente distraído como para alejarme de la zona segura y no me tope con un solo guardián que me advirtiera de mi desvío.

Taehyung cerró su boca, a pesar de que le hubiera gustado preguntar y empujar el relato de Jungkook hacia aquello que le había sucedido. Lo cierto era que no sabía cómo tener paciencia con ciertos temas y su lobo empezaba a mostrarse ansioso por la forma de hablar con alarma del chico a su lado.

-Me gusta zambullirme en el agua y nadar durante horas, pero no he podido hacerlo esta mañana y no precisamente por la prisa. Antes de que tan siquiera llegase a sacar la cabeza del agua me encontré encerrado en una red de pesca, por suerte tengo un buen control de mi lobo tras años de entrenamiento y eso me permitió transformarme con rapidez. - Jungkook miró a Taehyung, encontrando los ojos de este completamente atentos sobre los suyos. - Para resumirlo, termine sobre el barco de algunos pescadores que me liberaron de las redes y probablemente se pensaron que solo era un adolescente estúpido en busca de situaciones de peligro.

-¿Te alejaste tanto de la zona segura? - cuando Jungkook negó, Taehyung frunció el ceño.- ¿Suelen acercarse tanto los pescadores?

-A veces se acercan pero es poco frecuente. Como te expliqué cuando os lleve a Jimin y a ti al arenal, hay una zona segura marcada en la que los guardianes se encargan de advertir a los lobos que se acercan a la playa. Si hay barcos realizando sus labores de pesca demasiado cerca de nuestro territorio también se supone que debe haber guardias atentos para dar aviso a quienes quieran darse un baño. El problema es que parte de esa zona segura ha sido eliminada porque los miembros del consejo territorial pretenden equilibrar la economía de nuestra manada a través de acuerdos con los pescadores. Supongo que se han presentado ante ellos como los terratenientes de la montaña y les han mencionado que existen zonas repletas de pescado. Quieren sustituir la venta de madera de alguna forma.

-Eso es…

-Arriesgado. Y probablemente un mal movimiento motivado por la necesidad de mantener nuestra economía en lo alto. - asintió Jungkook. - He tratado de hablar con mi padre pero no parece dispuesto a debatir sobre el tema, los incendios han provocado que la gran parte de familias de la manada Jeon se queden sin casas, huertos o negocios con los que sobrevivir. Mi prima ha dispuesto ayudas para todos los afectados pero sin el negocio de la madera funcionando es imposible mantener a todo el mundo. - suspiró. - Supongo que los miembros del consejo han decidido que es mucho mejor arriesgarse en lugar de perder todo el dinero que se ha ido juntando durante años.

Taehyung asintió, observando a Jungkook mientras los dos comenzaban a caminar sobre una carretera antigua tras dejar atrás el camino formado por el cortafuegos de tierra.

-Odio decir esto pero si realmente vuestra economía está en una mala situación y las familias necesitan las ayudas que tu prima ha dispuesto… Tal vez es razonable que los encargados de esos asuntos hayan decidido tomar decisiones arriesgadas. De todos modos, ¿no se decidió crear una unión entre los dos territorios de la montaña con el objetivo de ayudar en esos aspectos? Sé que el principal motivo ha sido acabar con la guerra y darle la libertad de movimiento a nuestras gentes, pero definitivamente ayudar a los sureños es algo que entra en el acuerdo que tu prima y el líder Yook firmaron. Mis padres hablan de eso constantemente y de cómo los lobos Jeon no están siendo abiertos a la idea de hacer cambios para mejorar las cosas.

Jungkook solo asintió.

-Lo es, Taehyung. Y por eso no entiendo el motivo de una decisión como esa, ahora que la unión comienza a estabilizarse no tendría que ser necesario arriesgar nuestro territorio y a nuestra gente para conseguir dinero.

-Pero los miembros del consejo territorial siguen sin querer aceptar la unión. - afirmó el norteño. - Así que es obvio que buscarán la manera de demostrar que la economía del sur puede sobrevivir sin la ayuda del norte. ¿Es eso?

-Bueno, supongo que lo es. No se me ocurre ningún otro motivo a parte de ese.

La tienda a la que lo llevó el hijo de los Kim era definitivamente pequeña pero estaba repleta de objetos que lograban captar la atención del lobo Jeon. Los dulces que se exponían en el escaparate de cristal tenían un aspecto tan apetecible que su hocico no había podido evitar olisquear en el instante en el que cruzaron la puerta de entrada. De las ventanas abiertas colgaban piezas de metal pintado y estilizado destinadas a producir sonidos armónicos cuando el viento soplaba y las estanterías estaban repletas de remedios caseros o mercancía hecha a mano.

Tras el mostrador, un lobo beta parecía estar completamente centrado en su libro, con los ojos adormilados y el cordón de su mandil blanco varias veces envuelto en su cintura creando con este el aspecto de un cinturón ancho.

-¿No es raro que una pastelería venda supresores?

Taehyung sonrió en respuesta, era obvio que Jungkook estaba confundido acerca del lugar. Si bien los supresores naturales que vendían en esa pequeña tienda no eran tan fuertes como los de las farmacias de sus territorios, todavía permitirían que sus lobos encontrasen un nivel de control adecuado para resistir varias horas sin que el libido pinchase con fuerza sus estómagos. Últimamente se habían convertido en una opción bastante popular para aquellos que preferían los remedios naturales sobre los químicos.

-Bueno, puedes ver esto como un sitio de paso para los lobos que trabajan en diferentes zonas de la montaña y tienen que moverse de un lado hacia otro varias veces al día, aquí no viven muchas personas durante el año completo pero la mayoría que lo hace mantiene sus costumbres bastante ligadas a la naturaleza. Ya has visto los prados llenos de cereal y plantas que rodean el pequeño poblado. - Taehyung sonrió, moviéndose hacia una zona donde se encontraban situadas algunas cestas de mimbre para el uso de los clientes. - Los cultivos que rodean este poblado están destinados para multitud de remedios o para la creación de jabones, pinturas e incluso cremas. Los supresores que voy a conseguirnos también están creados a partir de elementos naturales que ayudan con el control y estabilidad de nuestros lobos. Será un poco más lento, pero preciso de todos modos. - sonrió. - Puedes verlo como una tienda en la que se venden remedios típicos de una abuela en lugar de como una pastelería, aunque los bollos de chocolate son algo que tengo que recomendarte encarecidamente. Debido a que solo hay un par de negocios en toda esta zona, es normal que venda supresores junto con otros artículos.

Jungkook sonrió en respuesta, comenzando a seguir a Taehyung alrededor de la pequeña tienda repleta de “remedios de la abuela”. Probablemente a su madre le hubiese encantado descubrir un lugar así, ella siempre estaba intentando mantener las tradiciones en su casa a pesar de que pocas veces lograba obtener éxito. Todavía usaba las recetas de cocina que se encontraban recogidas en un cuaderno que ya había pasado por manos de mujeres Jeon durante al menos unas cuatro o cinco generaciones. Porque incluso si su clan no era fan de mantenerse en el pasado, su madre no parecía poder evitarlo.

-¿Y este lugar tiene nombre o vuestros poblados no están identificados?

Taehyung sonrió.

-Por supuesto que tiene nombre. ¿Cuál es el nombre de esa constelación tan conocida que se aprecia bien en el norte?

Jungkook no pudo responder a esa pregunta. Aunque de vez en cuando miraba hacia el cielo estrellado, no conocía nada acerca de las constelaciones o las estrellas. Simple y sencillamente nunca se había interesado por cosas así, al menos no más allá de ir al arenal durante las noches de lluvias de estrellas de verano con su grupo de amigos de la infancia.

-Sorpréndeme. - respondió tras un par de segundos en los que sus ojos no abandonaron los brillantes iris del hijo de los Kim.

Jungkook nunca había escuchado eso de “mira pero no toques” o “si lo rompes lo pagas” cuando era un niño, probablemente porque la gente de su manada no se atrevía a decirle tal cosa a un alfa del clan Jeon. Es quizás por eso que no pudo evitar tomar entre sus manos un pequeño recipiente de madera que contenía incienso en el proceso de ser casi totalmente quemado. Tras olisquear un poco decidió que la esencia no era de su agrado y tras fruncir el ceño la depositó nuevamente sobre la estantería en la que la había encontrado.

-Podría haber varias respuestas pero en este caso se trata de Casiopea. Este sitio se llama Casiopea y la mayoría de alimentos que los norteños tenemos en nuestras casas se cultivan aquí. Es una zona completamente rural pero siempre he pensado que está llena de encanto, si tuviese el lago más cerca probablemente me habría decidido por mudarme aquí en algún momento. Los prados están llenos de flores en primavera y en muchas casas se plantan girasoles para después extraer y cocinar sus pipas cuando están secas.

Jungkook asintió, prestando atención al modo en el que Taehyung parecía hablar con orgullo de ese pequeño poblado que formaba parte del territorio de su manada. No había muchas cosas así en el sur, la mayoría de personas que cultivaban para vender bajo alguna marca lo habían acabado perdiendo todo ahora que sus suelos ya no producían absolutamente nada y aquellos que no se encargaban de trabajar de la tierra ponían la atención sobre la madera, la política, construcción o en mayor medida las guardias.

Claramente existían diferencias entre sus territorios y entre la forma en la que Tae y él pensaban. Cada segundo que transcurría Jungkook estaba más seguro de que la unión que Jeon Joy y Yook Sungjae ansiaban sería tremendamente difícil de obtener tan solo a través de un simple compromiso entre líderes. Sus gentes eran diferentes, así como lo eran sus montañas.

-Sin más reacción que un asentimiento. ¿Eh? - el norteño pellizcó uno de los brazos de Jungkook, causando que este finalmente obtuviese una reacción menos controlada y medida que esas que le había estado mostrando durante la última hora. - Iré a por los supresores, definitivamente cuanto antes lo tomemos más rápido será su efecto.

-Okay, ve. Los dos tenemos que mantener bajo control a nuestros alfas, no sería bueno que vuelva a suceder un error como el que…

-Aja. Lo sé, lo sé. Eres un alfa al que le gustan los omegas y todo eso. Tranquilo, no pasará nada que no desees. - Taehyung forzó una sonrisa. - No soy un guerrero del sur pero todavía sé cómo controlar a mi lobo incluso si este parece desesperado. De una manera u otra, si tu lobo se mantiene lejos del mío no existirá riesgo de que cometamos más errores de esos que te causan dolor de cabeza.

-No es eso… - lo era. Jungkook estaba cansado de darle vueltas a lo ocurrido con Taehyung. - Todos tenemos que ponernos unos límites, cuando se sobrepasan las consecuencias caen sobre quien lo hace por su propio peso.

-Está bien Jungkook, no necesitas explicar nada. No quieres sobrepasar esos límites que dices que todos debemos ponernos, puedo respetar perfectamente bien eso.

-Me alegra que lo entiendas.

-No lo hago. - la voz de Taehyung estaba llena de verdad. - Simplemente lo respeto, incluso cuando no puedo entender el motivo por el cual esos ciertos límites acaban con la libertad de un lobo para seguir sus instintos cuando estos no dañan a nadie.

-No voy a discutir de nuevo sobre algo así.

-Y yo tampoco.

Mientras Taehyung se acercaba al mostrador tras su tensa charla, Jungkook decidió seguir curioseando alrededor de la pequeña tienda. Como el alfa norteño había mencionado, los bollos de chocolate realmente parecían estar creados para saber increíblemente bien. Su  hocico y ojos no podían dejar de posarse sobre esos pasteles cada vez que se acercaba al expositor de cristal cercano al escaparate.

-La luna está más cambiante este mes de lo que lo ha estado en los últimos veinte años. - el beta tras el mostrador de cristal mencionó después de escuchar a Taehyung pidiéndole dos cajas de supresores para un “caso de alfa orgulloso de sus raíces en riesgo de entrar en pánico por su incontrolable celo hacia otro alfa.” - Mi padre ha mencionado que la última vez que sus ciclos se vieron tan afectados fue durante la última purga, claro que papá siempre pone la culpa de todo lo que nos pasa sobre las purgas y sobre el sur.

-No es el único que lo hace. - Taehyung apoyó sus manos sobre el alto mostrador de la tienda y sonrió levemente. - ¿Hay alguien en el norte que no le eche la culpa de cualquier suceso raro a los Jeon?

-¿Supongo que no? - el beta sonrió. Conocía a Taehyung porque ambos habían estudiado juntos pero a diferencia de este, él no deseaba permanecer por el resto de sus días encerrado en una misma fracción de montaña. - Se ha vuelto una práctica común.

-Dañina y común. - asintió el hijo de los Kim.

Jungkook rodó los ojos sin pretender disimular. Por supuesto que los norteños le echaban las culpas de todo aquello que les ocurría a los sureños, de la misma manera en la que ellos lo hacían con estos. La guerra, era guerra al fin y al cabo. Incluso si ya no tenían porqué mantenerse alerta, sus enemistades seguían siendo obvias.

Si la luna cambiaba su ciclo de repente y sin motivo aparente, por supuesto que la respuesta tenía que estar ligada a algo que habían provocado los lobos de la zona contraria. Si llovía mucho o no lo hacía en absoluto, si el humor de las personas era mejor o peor, si los manzanos no producían frutos con el mismo brillo que antes o… Si un incendio enorme era ocasionado y sus gentes perdían todo aquello con lo que podrían vivir durante su existencia completa.

Había tanto que echarse mutuamente a la cara que Jungkook ni siquiera pretendía comenzar un debate con ese beta que conversaba con Taehyung, de lo contrario era muy probable que la noche y la luna los alcanzaran en Casiopea.

Era aburrido.

Era repetitivo.

Y era absolutamente algo que le ocasionaba dolor de cabeza porque no lograba pensar en nada más desde el instante en el que la unión se confirmó. Él tenía sus rencores, rencores imposibles de ignorar cuando el brillo de las llamas se colaba en sus pesadillas y los gritos de su gente explotaban en sus tímpanos como si no hubieran pasado meses sino segundos desde lo ocurrido el pasado verano.
Rencores que se ligaban y encontraban fuertemente atados al norte, así como a las gentes que lo habitaba. Y si bien Jungkook no era el tipo de alfa que decidiría amedrentar a todo lobo Yook que se cruzara en su camino, a veces entendía el motivo por el cual algunos miembros de su manada lo hacían.

Porque los Yook no habían visto sus casas arder hasta que las cenizas mientras el fuego devoraba cada zona que había sido construída con sus propias manos, los Yook no se encontraron solos en una montaña estéril y sin comida, los Yook no tuvieron que escuchar los gritos de sus lobos ardiendo entre las llamas durante más de dos semanas con sus días y noches… Ellos tampoco tuvieron que enfrentarse al olor a carne quemada que permaneció en el aire durante meses tras aquello. Ni a la psicosis llena de pánico que llegó en consecuencia.

No. Los Yook se limitaron a crear una inquebrantable frontera de guardianes repletos de fuerza al otro lado del río para impedir que los sureños pudiesen huir del fuego colándose en sus tierras argumentando que si lo que realmente querían era escapar del incendio entonces podrían dirigirse hacia sus arenales. Solo permitiendo que los niños cruzarán más allá del río, niños que sus padres temían dejar ir solos con personas que siempre habían comprendido como sus enemigos. Porque… ¿Y si el remedio era peor que la enfermedad? ¿Y si los mataban en cuanto estos llegaran hasta el otro lado?

¿Con qué maldita cara se supone que iban Joy o él a decirle a los supervivientes de las familias que habían perdido a sus seres queridos entre el fuego solo un año atrás que los mismos norteños que le impidieron escapar de las llamas no eran malos y la unión los convertía en aliados del sur? Un puñetazo o algunos insultos probablemente dolían menos que sentir el modo en el que el fuego quema cada una de las capas de tu piel hasta hacerte ceniza.

Así que sí, los sureños eran culpables de sus propias decisiones pero los norteños también lo eran en la misma medida. Y cada mala decisión tiene consecuencias, Jungkook sabía aquello desde que era solo un niño.

-¿Jungkook?

Antes de dirigirse hacia la salida de la pequeña tienda el alfa sureño pudo escuchar la confundida voz de Taehyung llamándolo. Su cabeza parecía a punto de explotar y no era recomendable juntar la ira de los recuerdos dolorosos con el celo que sin duda alguna seguía fuertemente sobre él, definitivamente quería largarse de ese sitio lo antes posible e ignorar al hijo de los Kim por al menos dos semanas seguidas. Pero antes de que pudiera avanzar demasiado la mano de este se posó sobre su brazo haciéndolo frenar, una mano y dedos que ardieron sobre su piel y lo hicieron girarse con un gruñido asomándose a su boca.

-¿Qué te ocurre? Tu olor ahora mismo es mucho más agrio de lo que recuerdo haber olisqueado antes. No te atrevas a gruñirme de ese modo si no quieres obtener un escarmiento.

-No me ocurre nada, solo dame esos supresores y deja que me vaya. Si los sureños somos culpables de todos los males del norte, entonces quizás no deberíamos entablar nada parecido a una amistad. De todas formas es obvio que esta estúpida unión se caerá por su propio peso.

Taehyung frunció el ceño y lejos de soltar a Jungkook llevó una de sus manos hasta la frente bañada en sudor de este. Era obvio que había algo raro en el aroma natural del sureño, pero también era completamente visible que físicamente este no se encontraba en el mejor momento. Todos los lobos sabían que reprimir demasiado los celos no era recomendable, pero con el supresor que habían tomado esa mañana los efectos de no obtener un alivio físico a la necesidad que exigían sus alfas tendrían que ser bastante menores de lo que en ese instante parecían serlo en Jungkook.

-Ten, toma uno de los supresores que he comprado y siéntate a esperar. No es seguro que andes por el norte con tu lobo tan alterado, no quiero que muerdas a cualquiera que se cruce en tu camino. Iré a por agua y algo de comer para ti.

-Taehyung. - Jungkook volvió a gruñir, el toque del norteño que quemaba sobre su piel se había ido pero ahora el aroma de este envolvía a su lobo nuevamente y él mejor que nadie sabía que la rabia que se esparcía por su interior no era un elemento seguro. - Tengo que irme en este instante.

-Ajá. Te podrás ir cuando te calmes, sigues estando en un sitio importante para mí. - el alfa norteño empujó al sureño hacia el banco de piedra que se encontraba pegado a la pequeña tienda de Casiopea. - Piénsalo de este modo, tú tienes unas responsabilidades y yo otras. No puedo dejar que un Jeon nervioso camine por zonas del norte que prácticamente no conoce y del mismo modo tú como un guardián del sur no deberías arriesgarte a lastimar a personas inocentes.

-Inocentes… - Jungkook mordió sus palabras mientras se dejaba caer sobre el banco. - Los norteños no sois los lobos buenos e inmaculados de los que vuestro líder presume todo el tiempo.

Taehyung no respondió, era obvio que el celo estaba provocando que los instintos más peligrosos de Jungkook aflorasen con el desencanto de su lobo por no haber sido complacido del modo adecuado.

-Okay Jungkook, prometo que podremos debatir eso cuando tus ojos se apaguen. Ahora, eres más un alfa sumido en instintos básicos que un humano.

El hijo de los Kim desapareció en el interior de la tienda mucho antes de que Jungkook lograse encontrar las palabras adecuadas para responderle entre esa asquerosa nube de ira y necesidad que envolvía su interior. Cuando Taehyung regresó lo hizo con una bolsa de  bollos de chocolate en las manos y dos botellas de agua fría.

-Come y bebe. ¿Has tomado el supresor?

Jungkook asintió y Taehyung llevó una de las botellas de agua fresca hasta la nuca de este.

-Bien, entonces apaguemos a ese alfa tuyo que se muere por explotar.






----------

Hii!!

Nuevo capítulo que espero de verás que os guste y podáis disfrutar. ¿Ha sido aburrido? ¿O ha estado bien? Quería que fuese un poco más largo pero he tenido que ir por la mañana a hacer recados y al volver a casa estaba algo cansada.

Para la semana más y mejor. ¿Okay? Hoy esta autora está necesitada de saber todas vuestras opiniones.

Un beso,
os amo
Mel
💜

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