LEAH
TOQUÉ LA PUERTA REPETIDAS VECES. Paul estaba a unos metros atrás, dentro de la camioneta junto a Jared esperando a que yo terminé de arreglar mis asuntos. Había hablado con ambos sobre dos decisiones importantes que definirían mi relación con Paul, Izzie y Charlie.
Mi papá abrió la puerta con un gesto sorprendido.
- Debemos hablar - Aclare de antemano pasando a su lado, entre a la casa sintiéndome extraña, era como si ya no perteneciera ahí
- Oh, Leo. Me tenías preocupado, creí que ya no volverías - Admitió acercándose, retrocedí un poco. Mi autocontrol había mejorado notablemente una vez pasó las primeras semanas de transformación pero no me iba a arriesgar a enojarme
- Necesito hablar, que me escuches y no me interrumpas - me cruze de brazos tratando de ignorar su mirada - ¿Puede ser? - Asintió
Desde el cumpleaños de Izzie todo había sido horrible. No me arrepiento de venir a Forks pues descubrí cosas que me abrieron los ojos de cierta manera, tampoco frenaría mi camino para pensar en el "que hubiera pasado si no hubiésemos festejado su cumpleaños" porque no se sabe a certeza lo que pudo pasar. Pero por primera vez desde el accidente estaba segura de lo que iba a hacer.
Y nada, ni nadie, podría cambiar mi opinión. Podrían llamarme egoísta, mal agradecida, o cualquier adjetivo que podría llegar a ofenderte, pero yo no me iba a fijar en ellos, me iba a fijar en mi. Porque quiero vivir una vida sin mentiras.
Me había separado de mamá para venir a este pueblo, con la idea de que después de un año o dos volvería con ella, tal vez vivir en Jacksonville, que equivocada estaba.
Cuando conocí a los Cullen, llevamos nuestra relación más profundo, llegué a pensar en ignorar la morada crítica de todo el pueblo, esperar a que me juzgaran por estar con más de una persona, solamente porque creía que estaría con ellos para siempre y eso me era suficiente. Nuevamente me había equivocado.
Con mi transformación descubrí mucho más de mi. Una persona no puede conocerme al cien por ciento, pero yo tampoco podría hacerlo, aveces ni siquiera sé que es lo que me gusta, pero con el ADN lobuno supe más de mi, de mi pasado, de mi sangre.
Es por eso mismo que no quería dejar ir la oportunidad de seguir conociendo mi persona, Paul, Jared, la manada y las hermanas McGarrett están dispuestos a ayudar a encontrarme. Ya era mayor de edad, así que llegó el momento de avanzar un poco en mi vida, retrocediendo en mi historia. Un poco confuso, como todo lo que sucedió.
- ¿Eso es lo qué quieres? - Charlie colocó una mano en su boca, sus ojos estaban aguados pero no soltaba lágrimas
- Quiero vivir con Paul, trabajar en la reserva y tener su apellido - Aclaré dándome valentía para tomar las manos del hombre que me crío - Perdón por haberme enojado y desaparecer, se que estuvo mal pero necesitaba pensar. Y quiero que sepas, que eres mi padre, tú eres mi papá, eso nadie lo va a cambiar
Las lágrimas en sus ojos comenzaron a bajar junto a las mías y me abrazó con fuerza, gesto que devolví pero con menos de la debida, no quería lastimarlo.
- Estás hirviendo - Murmuró algo preocupado
- Solo disfruta el abrazo, abuelo mostacho - Susurré sintiendo su cuerpo vibrar un poco
- tú rata te extrañó - se separó para limpiar sus mejillas con las mangas de su camiseta - pero fue buena compañía
Sonreí un poco. Había extrañado con locura a Draco, solamente que no pude llevármelo. Fuimos caminando hasta la entrada con lentitud, aún sin romper del todo el abrazo.
- No le he dicho a tú madre aún - avisó abriendo la puerta, mire a los chicos que estaban en la camioneta con una pequeña sonrisa
- No estoy lista para hablar con ella - negué queriendo evitarla un poco más de tiempo, al menos hasta mejorar completamente con mi transformación
- Bueno, sabes que puedes hablar conmigo - Asentí alejándome un poco - ¿Te ayudo a empacar?
- Si, por favor
Comencé a bajar las cajas con mis cosas, dejándolas en la entrada de la casa Lahote, ahora mi casa. Me daba alegría ver la sonrisa radiante e imborrable en el rostro de Paul que iba dando saltos por toda la reserva como un niño contando que me mudaría con él.
Cerré la puerta para girarme, viendo a los hermanos Clearwater que pasaban con unas bolsas de compras. Ambos frenaron viendo todas las cajas con sorpresa, Seth me sonrió un poco pero Leah solo desvió su mirada.
Mire a los lados esperando que no estuviera nadie de la manada.
- Clearwater's - salude acercándome algo incómoda, Seth ensanchó su sonrisita tímida
- Morocha - saludó dejando las bolsas para darme un corto abrazo - ¿Te mudas con...?
- Paul - termine viendo la sorpresa en su rostro aumentar - una larga historia - me rasque la nuca con una corta risa nerviosa - ¿Vienen del mercado?
- Si, papá nos pidió hacer un estofado hoy - me respondió Seth, ambos vimos a Leah que estaba totalmente callada evitando mirar en mi dirección - ¿Por qué no me adelantó y hablan? ¿Si? Bien - le robó las bolsas a Leah para salir corriendo
- ¡Seth! - le gritó molesta, yo me rei bajito sin poder evitarlo, por esas mismas razones amaba al menos de los Clearwater - ¿De qué te ríes? - me cuestionó brusca cruzándose de brazos, alcé mis manos en zon de paz
- tranquila, fiera - bromeé pero seguía con su rostro frío - Bien, sé que me odias pero todo lo hice por nosotras, yo comencé a descubrir cosas que eran importantes y podían hacerte daño - Metí mis manos en mi chaqueta algo incómoda su penetrante y molesta mirada
- ¿Cómo qué? ¿Qué Paul ahora es tú mejor amigo o novio? - señaló las cajas y sentí un asco horrible al pensar en Paul de esa manera ¡Por Odin! - Porque si es así...
- ¡Es mi hermano!
Leah se calló abruptamente por mi queja, mis manos estaban alzadas como si de una manera tratará de frenar esas palabras. Ella abrió los ojos en grande tratando de decir algo pero nada salió.
- Paul es mi hermano - Murmuré bajando la voz - Es una larga historia y...
Mire otra vez a los lados, los chicos estaban de guardia mientras Jared y Paul se habían ido a comprar más ropa para mi así esconderla en el bosque.
- ¿Quieres pasar y te cuento? - Murmuré tratando de no decirlo muy alto, salió más como un leve susurro
Leah pareció enojarse más e hice una mueca.
- ¡Eres tan...! - quiso decir algo pero solo comenzó a hacer expresiones y mover sus manos - ¡Ahg! - se quejó tapando su rostro - no te entiendo
- No, yo tampoco - negué suspirando sonoramente - No puedo hablar contigo pero te extraño ¿De acuerdo? Solo acepta y te cuento, pero promete que no le vas a decir a nadie que estuvimos juntas, los chicos pueden enojarse - Admiti tímidamente, no me gustaba decir que estaba pendiente a la opinión de los chicos, pero era más para evitar a Sam y Paul enojados
- Solo... Ahg, bien - Paso a mi lado comenzando a entrar y sonreí yendo detrás
¿Cómo podría explicarle lo que sucedió evitando el lado lobuno? De alguna manera pude poner una tonta excusa como los parecidos físicos y de personalidad, las dudas de las historias, los recuerdos borrosos. No tenía idea de cuánto había extrañado hablar con Leah.
A pesar de que me la pasaba coqueteando con ella, probablemente fue una de las amigas más cercanas que tuve en cuanto llegué y entre ellas solo estaban las hermanas McGarrett y Jessica Stanley. Pero la relación con cada una era diferente, no podría compararlas jamás.
- Las señales siempre estuvieron ahí, solo era cuestión de notarlas - abrí la jaula de Draco mientras él salía comenzando a explorar la casa - Los ataques de ira, la personalidad, el cariño por Allison - Murmuré lo último divertida - Muchos más gustos, era bastante claro, lamentablemente salimos a nuestro padre biológico en eso - No tenía ánimos de conocer a ese señor para formar una relación, solo para saber quién era
- No lo soporto y eres su versión femenina, simplemente no lo puedo creer - Leah se sentó en el sofá tapando su rostro, me senté a su lado habiendo terminado de arreglar todo
Quedamos en silencio mientras jugaba con mis manos.
- No sé porque siento que lo que me sucede tiene las mismas vibras que cuando Steve defiende a Bucky y le miente a Tony - Murmuré con tristeza escuchando la risa seca de Leah
- Tony eres tú, Charlie es Steve y Bucky es René - Asintió dándome la razón
Otro silencio.
- No quiero perderte, Leah. No a ti, pero ya ves porque te dije que no quería involucrarte - Tomó mi mano jugando con ella
- Sé que hay mas detrás - Me tensé un poco por sus palabras sinceras - Pero voy a esperar a que estés lista para decírmelo y si tenemos que vernos a escondidas por vaya a saber que promesa hiciste con el culto de Sam, entonces lo haremos
Me rei por el "culto de Sam" pero le lance a abrazarla, cayendo ambas al suelo por la fuerza mientras escuchaba la risa de Leah. Quedamos en el suelo conmigo sobre ella, mi rostro estaba escondido en el cuello de Clearwater que me devolvió el abrazo con fuerza.
Sentí mi teléfono vibrar y lo saqué para ver un mensaje de Sam, solicitando min prescencia y el de la manada en la casa de Emily. Suspiré con ligera molestia.
- Soy muy sexy
Entre a la casa de Emily escuchando la voz de Embry cantar, abrí los ojos sorprendida al ver bailar mientras con Jared se hacían tostadas en la cocina. Paul frenó con un brazo sobre mis hombros.
- Muy sexy para cortar pan - Siguió cantando Jared mientras hacían pasos ridículos
- Muy sexy para el delantal - Continuo Embry mientras meneaba sus caderas, me cruce de brazos divertida esperando a que alguno de los dos note mi prescencia
- Muy sexy para cocinar - Jared metió la tostada en su boca después y se giró dando una vuelta pero frenó al vernos
- Muy sex...Auch - Embry iba a seguir cantando pero Jared lo golpeó y se giró a nosotros - Ohu
Sonreí divertida apoyándome en el marco de la puerta. Paul quitó su brazo para poner sus dos manos en sus caderas mientras los observaba con cejas alzadas.
- Nosotros... Estábamos esperando a Emily pero... - Jared hablo torpemente
- Teníamos hambre y no podíamos cocinar porque estabamos... - siguió Embry rascándose la nuca
- ¿Muy sexys? - me burle al ver que no encontraban la palabra, solté carcajadas con mi hermano mientras Embry me tiraba un pan molesto - ¡Oye!
- ¡Emily, morocha me está molestando! - Se quejó Embry mientras La nombrada entraba a nuestro lado pero ella venía con rostro serio - ¿Sucede algo? - preguntó ahora preocupado
- Jacob se transformó, Sam viene con él
Me puse recta al segundo, los chicos se tensaron y rápidamente comenzamos a acomodar el lugar, Paul busco ropa para Black mientras yo me dispuse a ayudar a Emily para terminar la comida, estaba segura de que Jacob estaría hambriento.
- ¿Eso significa qué va a ser alfa? - preguntó Embry confuso - Es decir, ese es el puesto que le pertenece
- A duras penas sigo órdenes de Sam y ni eso ¿En serio crees que seguiré las órdenes del Black menor? - me burle poniendo los platos - Solo es un niño de dieciséis y yo... ¡Por Dios voy a cumplir veinte! - me gire a Embry horrorizada mientras esté se reía
- El año pasado ni siquiera hubo fiesta, nadie se enteró que era su cumpleaños. ¡Este mes vamos a ir a una fiesta enorme! - Dijo mi mejor amigo terminando de acomodar las cosas
- ¿Eres de aries? - me preguntó Emily sorprendida
- Así es
Nos callamos cuando escuchamos la camioneta de Sam estacionar. Salimos quedando en una línea recta en la entrada del hogar, justo cuando Jacob Black bajaba. Yo si me sentiría intimidada si veo a tres chicos sin camisa con músculos, una chica en simples y cortos shorts y un top deportivo como única prenda de arriba viendolo con expresión seria.
¿Jacob sería alfa?