Asunseth

By Vidavirix

2.8K 344 167

"Este es un llamado al joven Elier, para invitarlo a que se reúna con nuestros científicos y puedan charlar s... More

Sinopsis
Capítulo 1: Iniciativa de castración
Capítulo 2: PlanetFem
Capítulo 3: La coordinadora Selineth
Capítulo 5: Enamorarse es cuestión de conveniencia
Capítulo 6: La corrupción del ADN
Capítulo 7: ContraADN
Capítulo 8: Determinación
Capítulo 9: Besar a Leviatán
Capítulo 10: Besos, besos y más besos
Capítulo 11: La semana del protocolo
Capítulo 12: Alianzas y condiciones
Capítulo XIII - Capítulo especial «Astro»
Capítulo 14: Siento mucho tu pérdida
Capítulo 15: Revolución "ataque y contraataque"
Capítulo 16: Grandes sacrificios
Capítulo XVII - Capítulo especial «Astro»
Capítulo 18: De mal en peor
Capítulo 19: Grita más fuerte
Capítulo 20: El ADN es el universo
Capítulo 21: La libertad requiere de sacrificios
Epílogo
Nota de autora
Extinción Femenina

Capítulo 4: Cásate conmigo aunque duela

150 20 12
By Vidavirix

No sé qué es más ridículo, usar vestido o peluca. Esta última dicen que debo utilizarla hasta que me crezca el pelo, es para la transición. Parece estúpido, en vez de avanzar retrocedimos con los años. Si antes las mujeres reales tenían cabello corto o mejor dicho el corte que quisieran.

—¡Odio esto, me pica! —grito recostado en la cama y al final termino por lanzar mi cabellera falsa al suelo.

Y a todo esto ¿Dónde está Astro? ¿Se perdió por el inodoro?

Me levanto del colchón y camino descalzo en dirección al baño. Hace un poco de frío con este camisón, prefiero el pijama. Me estresa todo este protocolo tan falto de integridad y estereotipos sin sentido. Golpeo dos veces en la puerta, entonces me sobresalto cuando la abre de manera abrupta.

—¿Qué pasa? —le consulto viendo su accionar.

—Yo... —Hace una pausa que parece eterna—. Creo que dormiré en el sillón —aclara de repente.

Me río.

—No digas bobadas, esa cama es enorme.

Baja su vista hacia mis piernas.

—¿Quieres... ¿Quieres uno de mis pantalones? —pregunta viendo mi piel de gallina.

—Estoy bien, es el protocolo, además me puedo cubrir con la manta o cambiar la temperatura ambiente con el aparato.

—Sí... —Se dirige hacia el living—. Iré a dormir al sillón.

—Ven a la cama, nos van a reprender. —Señalo las cámaras.

Se detiene y se mantiene de espaldas hacia mí.

—No puedo... no puedo hacerlo —susurra para sí mismo y presiona el puño—. Pero tienes razón. —Se gira de manera abrupta, así que me sobresalto.

Camina hasta mí con potencia y me agarra del brazo, rápido me hace caminar al cuarto, entonces nos tira sobre la cama, acto seguido termino chocándome con su torso.

—¡Con esa intensidad me vas a matar de un susto! —chillo y lo veo muy serio mirando al techo, así que no continúo quejándome—. Estás raro ¿Te encuentras bien? —Puedo sentir su respiración agitada y su corazón moviéndose de una manera veloz—. Astro...

—Estoy bien —solo se limita a decir.

—¿Seguro?

—¿Crees que haya cámaras aquí? —cambia de tema.

Observo el cuarto, pero no visualizo nada.

—Si hay deben ser diminutas —opino, luego vuelvo al asunto anterior—. No tienes que estar nervioso, ya hablamos de esto, hemos dormido juntos antes. No es lo mismo que una cama... —Me río—. Pero la silla de un bar tiene sus contras, al menos no te dolerá la espalda aquí.

—No estoy nervioso —dice sin expresión en el rostro y mantiene la mirada fija en el techo, intentando no observarme.

Me acerco a su cara, entonces se estremece.

—¿Temes que te ataque en la noche? —me burlo—. Pareces tú el disfrazado y obligado.

Su corazón se siente como si fuera más rápido, entonces abre su boca despacio.

—¿Y qué pasa si soy yo el que te ataca? —No suena a chiste, lo expresa bastante serio.

Me quedo un rato procesando lo que dijo, luego reacciono y me río.

—¿Tomaste algo, verdad? Mejor me voy a dormir. —Me aparto de su torso, entonces me pongo de espaldas hacia él. Me sobresalto cuando Astro me cubre con la manta, acto seguido vuelvo en mí—. Gracias —susurro.

—De nada —expresa en un tono leve que me da un escalofrío—. ¿Seguro que no quieres uno de mis pantalones?

—Estoy bien.

Mi piel roza con la suya aunque me aparté. Se encuentra tan cerca ¿Realmente nos observarán? Supongo que si es así, su proximidad se encuentra de acuerdo con el protocolo, por lo tanto es aceptable.

~~~

Despierto, parpadeo varias veces, ese acercamiento con Astro acortó los centímetros mientras dormíamos ¡¿A esto se le llama dormir en cucharita?! Le doy un codazo y se sobresalta.

—¡Te estás apoyando! —lo reprendo—. ¡Y tengo una falda! —le recuerdo—. ¡No te pases!

—Perdón. —Se levanta de manera veloz—. No me di cuenta, me encontraba dormido —expresa nervioso.

Bufo.

—Bueno, no importa, hay que prepararse, va a venir la insoportable de la coordinadora y seguimos en paños menores.

—Oí que te agradaba. —Sonríe.

—No es agrado, en realidad es compasión. —Enarco una ceja.

—¿Compasión? Si se la ve feliz.

—Que aparente estar bien, no significa que lo esté.

—¿Te das cuenta de eso y no de...

—¿De? —consulto cuando se detiene.

Mueve el rostro hacia un costado, para que no le vea el gesto.

—Nada.

Cada vez más raro está mi amigo.

Nos preparamos, llega la coordinadora, entonces cuando vamos al registro civil, luego a la iglesia, por suerte como aclaró con anterioridad, la boda es una ceremonia rápida y pequeña. Aunque las cámaras me siguen dando escalofríos y la peluca me pica. Debe ser psicológico lo de mi pelo postizo, no me puede molestar tanto.

—Entonces los declaro, marido y mujer, puede besar a la novia —aclara el cura, por lo tanto acabo de recordar esta parte del casorio.

Curioso, en el registro civil solo fueron unas firmas. Creo que es lo que más estaba esperando PlanetFem, pero lo del beso es más para los televidentes que el control que tienen sobre los usuarios. Aunque quizás cada paso se complementa de alguna forma.

¿Cómo pude olvidarlo? Supongo porque no he prestado atención a muchas bodas. Aun así me parece muy raro tener que besar a mi amigo, sin contar que nunca he besado a nadie. Sé que Astro sí, pues ha tenido una o dos parejas hombres, muy carismáticos debo decir. A mi amigo le gustan los chicos animados, sin embargo nunca concretó nada con ninguno, jamás formalizaron. Su padre siempre se ha quejado de que ha estado con hombres, aunque no tiene mucho sentido, viviendo en la era en la que nos encontramos, donde salir con una mujer es un privilegio de pocos. Incluso hasta para un rico. Desearía poder besar a Asunseth, sería un sueño hecho realidad, pero supongo que solo se quedará en mis fantasías, un anhelo de muchos como yo.

—¿Se van a besar o no? —pregunta el cura porque Astro tampoco se mueve, aunque eso sí, me mira muy fijo.

Trago saliva.

—Hay que besarse —le recuerdo.

Él reacciona y me estremezco cuando acerca su rostro al mío. Observa mi boca, sus mejillas se ruborizan y su frente termina sobre la mía. Me sobresalto cuando toma mis brazos, se muerde el labio, entonces a pocos centímetros ya de los míos, siento su respiración. Mi corazón comienza a golpear por los nervios, se siente raro, pero debo soportarlo y no salir corriendo. Su tacto en mi boca es suave, es un leve beso, uno pequeño. Despacio se aleja a muy poca distancia, su roce persiste en mí un largo rato.

Volvemos a la casa, me siento con vestido y todo, en el sillón del living mientras toco mi labio inferior, pensativo. No me he sacado de la cabeza el beso en todo el viaje hacia acá. Por suerte la coordinadora no se queda mucho más tiempo vigilando nuestras acciones y se retira. Momentos después Astro se sienta a mi lado.

—Bueno... —Hago una pausa—. Tenemos unos días libres de los planes de PlanetFem.

—Sí —susurra mi ahora actual esposo.

—¿Y ahora qué?

—Hay que cambiarse, la corbata me está asfixiando —bromea, así que me río.

Me quedo mirando su boca cuando al fin lo miro.

—Yo... debería fingir que te besé porque estaba borracho —acoto.

—Como quieras —dice serio.

—¿En qué piensas? —consulto.

—Si te dijera que siempre he estado enamorado de ti, ¿me odiarías?

Como si una ráfaga de viento llegara hasta mí y me quitara todo el aire, siento que me asfixio ¿Por qué de repente acaba de decir eso? Me voy a desmayar.

—¿Qué? —Reacciono, segundos después me levanto del sillón, pero me sigue—. ¡Ay! —chillo cuando me acorrala en la pared, sus manos están a ambos costados de mi cabeza.

—Respóndeme —expresa serio, entonces noto el rubor en sus mejillas.

—Es broma, ¿verdad?

Traga saliva.

—Yo solo... —Baja la vista—. No quiero que me odies.

—Lo dijiste luego de casarnos —le aclaro.

—Yo no... yo no lo planeé así, mi padre lo descubrió y... vio que estabas en la lista, él quería que estuviera con una mujer.

—Soy un hombre, soy tu amigo.

—¡Lo sé! —Su rostro se vuelve más rojo e inclina más la cabeza.

—Termina esta broma, Astro, no me gusta.

—No es una broma. —Se muerde el labio—. No quería que fuera así, pero no puedo más, tenía que decírtelo. Estando en esta situación es demasiado estresante, no es fácil fingir que no pasa nada. —Veo gotas caer al suelo, entonces descubro que está llorando—. Perdóname.

—Déjame pasar —pido despacio.

—Elier...

—Está bien —lo interrumpo—. Pero necesito pensar, ¿me dejas salir?

Se aparta.

—Lo siento. —Se refriega los ojos.

—Voy a... —Señalo la puerta—. Caminar un poco.

Asiente.

—Ten cuidado, la noche es peligrosa en HimnoVida.

Sonrío.

—Estaré bien. —Levanto mi vestido y salgo corriendo.

El ruido fuerte de la puerta se escucha cuando la cierro, pero no es tan potente como la sensación de querer salir huyendo y dejar que mis emociones se desborden. Esto me supera y no es que piense que Astro me haya traicionado, pero la situación se vuelve más confusa todavía. Tal vez, no se puede ser optimista siempre. 

Continue Reading

You'll Also Like

533 164 36
(Continuación de "Mi Demonio Guardián") Hanabi, hija de Deuz el salvador de la tierra tendrá que entrar al torneo hecho por el rey demonio y Dios par...
287K 16.3K 21
-Esto... doloroso...-dijo una voz femenina -Padre e hijo, se fueron juntos. Dos hermanos que no pudieron encontrarse por culpa de un gobierno corrupt...
2.1K 409 95
Sen es una chica inteligente y alegre, cuya vida da un vuelco de 360 grados cuando ingresa a preparatoria, y conoce a Akashi Daigo, un chico frívolo...
64.2K 3.8K 27
Emma rose tiene 16 años, lleva una vida normal como todo adolescente del siglo XXI, pero a la mitad de su juventud tiene algunos problemas que sobrel...