Enrique no se esperaba que las cosas fueran a suceder tan rápido pero cuando le dijo a los reyes que se casaria con Rebecca, ellos suspiraron aliviados.
-Estuvimos esperando tanto tu respuesta y tomaste una buena decisión. Rebecca será una buena esposa aparte que se nota que te quiere mucho. Esperamos que nos den muchos nietos.-dijo La Reina pero Enrique se tenso ante aquellas palabras.
-Yo también esperaba que escogieras a Rebecca ya que es la primogénita y lo mas conveniente era que ella fuera tu esposa.-dijo El Rey a lo cual Enrique se sorprendio ya que este casi nunca le había hablado si acaso para saludarlo.-Solo que no dije nada para no presionarte ya que era tu decisión no la nuestra.-termino de decir el rey.
Luego los reyes llamaron a todas las personas que vivian y trabajaban en el castillo y los reunieron en la sala principal.
-Queremos anunciarles a todos una noticia que nos llena de mucha alegría, y es el compromiso de matrimonio entre El Principe Enrique y mi hermosa hija La Princesa Rebecca.-dijo La Reina muy emocionada mientras sostenia una copa de vino en su mano lo que hizo que Enrique recordara el dia en que todo había cambiado repentinamente.
-¡Que vivan los enamorados!-grito el Rey y alzo su copa también y todos los presentes comenzaron a aplaudir. Rebecca estaba que no podía con tanta felicidad, Ginna miraba a su hermana Rebecca como si quisiera ahogarla, Aimee aplaudia pero miraba algo extrañada a Enrique por su repentina decisión, Anastacia aplaudia pero no disimulaba su aburramiento ante tan absurda noticia para ella ya que lo único que quería en estos momentos era estar en los brazos de Nicolas, y Nina trato de disimular lo mas posible lo que le hacia sentir tan terrible noticia mientras estaba sostenida del brazo de la criada Clarisse quien la miraba de vez en cuando para que no se cayera.
El dia anterior Nina se había desmayado y por eso los reyes tuvieron que ir a verla a su habitación y le prohibieron que hiciera oficios o ayudara a las criadas como siempre hacia. Por eso los reyes le pidieron a Clarisse que estuviera al cuidado de Nina ya que aparte del desmayo, también estaba palida y parecía un poco mas delgada.
Luego de que ya se hubiera oficializado el compromiso entre Enrique y Rebecca, se iban a comenzar a hacer los preparativos para la boda que probablemente seria dentro de 2 o 4 meses para que todo quedara bien.
En la noche estaba lloviendo fuertemente y Enrique estaba teniendo una de las pesadillas mas horribles que hubiera tenido en toda su vida. Se movia de un lado a otro dela cama y movia la cabeza mientras sudaba y una fiebre de las que tenia cuando era pequeño se acercaba. Mientras que a lo lejos se escucho un grito desgarrador que le puso los pelos de punta a las pocas personas que estaban despiertos.
Al dia siguiente cuando Enrique fue a la cocina las criadas estaban comentando algo en voz baja.
-Disculpen la interrupción pero ¿Se puede saber de que hablan, sino es molestia, claro?-dijo Enrique.
-Claro que si, joven Enrique.-dijo una anciana criada.-Estabamos hablando sobre el fantasma de El Rey Luis. ¿Es que acaso no escucho su grito anoche?-dijo la anciana pero Enrique los únicos gritos que recordaba eran los de su pesadilla y sus ojos se cristalizaron al recordar como en el sueño su tia, la persona a la había querido mas que a su propia madre, lo perseguia y quería asesinarlo y luego el corria por un camino sin fin hasta que de pronto caia en un acantilado y veía borrosamente a su tia agarrada de la mano de Ginna, ambas vestidas exactamente igual. Y luego aparecia en un lugar en donde todo parecía soledad hasta que se tropezó y vio el cadáver de Nina y, a lo lejos Rebecca lloraba mientras cargaba a un bebe en los brazos que…
-¿Enrique estas bien?-dijo Aimee mirándolo preocupada.
-Eh…yo…¿Cuánto tiempo he estado aquí?-dijo Enrique de pronto regresando a la realidad.
-Lo mismo me pregunto yo. Cuando llegue aquí estabas mirando fijamente la pared y no había nadie.-dijo Aimee.
-¿Y las criadas?-pregunto Enrique.
-Hace un rato salieron. ¿Porque?-dijo Aimee mirando cada vez mas preocupada a Enrique.
-Es que me estaban contando algo sobre un fantasma o algo asi que escucharon anoche, no se, ya no me acuerdo bien.-dijo Enrique.
-¿Tambien lo escuchaste?-dijo Aimee.-Yo estaba a punto de dormirme cuando lo escuche. Supuestamente fue el fantasma de mi tio Luis. Pero yo mas bien pienso que fue algún trabajador que se lastimo o algo asi.-dijo Aimee
Ahora Enrique no sabia si debía temerle a sus sueños o a la realidad.