Después de que Jimin ignorara el último mensaje de Jeon, este comenzó a sentirse algo dolido y confundido por la repentina actitud de su novio.
Jeon estaba tratando de ser cariñoso con él, pero Jimin al parecer ya no quería nada de eso.
¿Y para que lo quería justo ahora? Sí su cuento de amor estaba por llegar a concluir.
Jimin se encargaría de finalizar aquel noviazgo que era una simple farsa, ya era hora de que lo dejaran de ver como un idiota.
Día lunes había transcurrido rápidamente o así lo había sentido Jeon, ya que se sentía algo impaciente debido al asunto que su novio quería platicar dentro de unos minutos.
Jeon llegó puntual a la "cita", así esperando a Jimin sentado en una mesa de aquella cafetería.
Pasaron alrededor de diez minutos y Park no llegaba, así que decidió enviarle un mensaje algo coqueto... o eso quiso intentar.
Yo:
-Hoy a las 14:11pm-
¡Te estás demorando Mimi! Ahora me debes un trozo de pastel. ❤🤭
Al querer presionar el "enviar" sintió como Jimin se encontraba a unos pasos frente a el.
— Te estaba por enviar un mensaje. — Rió.
— Hola. — Se sentó enfrente de Jeon.
¿Por qué Jimin se veía tan diferente a otros días? Esta vez se encontraba vestido con prendas anchas, gorra de lana y con la voz como si estuviera resfriado.
Todo eso, más una mascarilla y lentes de sol.
— ¿De dónde vienes? ¿Acaso asaltaste un banco y por eso vienes todo cubierto de ropa?— Bromeó para matar la tensión del ambiente.
— ¿Podemos hablar seriamente, por favor? — Se quito la mascarilla así mostrando aquellos labios totalmente secos.
— Sí, perdón. — Se avergonzó. — ¿Sobre que quieres hablar amor? —
— ¿Tú me amas Jeon? Sé sincero, te lo ruego.— Lo miro aún con los lentes puestos.
— Sí... Mimi— Sonrió nervioso. —
— Por favor no mientas. — Aguantó las ganas de llorar. —Vi los mensajes que le enviaste a Taehyung, ¿Aún lo amas?—
— Jimin yo... — Se quedó callado.
— Si aún lo amas no debiste empezar algo conmigo Jeon, porque yo no soy su reemplazo o un juegue con el que puedas distraerte.— Comenzó a soltar aquella lágrimas que quiso ocultar.
— No Jimin, no es así, yo te quiero, pero a Taehyung.— Suspiro.
— Lo amas. — Se paro de la silla. —Esta todo claro Jungkook, si en verdad amas a Taehyung solucionen sus problemas y sean felices.— Se limpio las lágrimas.
— Perdóname por dañarte.— Bajo la cabeza.
— Se feliz Jeon, te lo mereces. — Dijo yéndose. —Aunque tu felicidad sea mi destrucción.— Susurro.
"Se feliz, te lo mereces".
¿Cómo puede reaccionar tan dulcemente? ¿Cómo puede pedir que vuelva con su ex y luche por el? ¿Acaso no le duele?
Sí, duele mucho.
Sentir como tu corazón se rompe en dos... Y fingir que estás bien o que estarás bien.
¿Pero que se puede esperar de un ángel como Jimin? Un chico tan lindo, tan tierno, tan inocente.
No se merecía esto, el merecía mucho más. Pero lamentablemente no se lo pudo dar... Al menos no por el momento.
Al salir de la cafetería, se dirigió a la casa de su ex-novio, Taehyung.
Debía hacerle saber que lo amaba, que nunca dejo hacerlo y quizás lo haría hasta desaparecer de este mundo.
Al tocar el timbre de aquella casa y ver a un Taehyung sorprendido al abrir la puerta, no espero más y lo besó.
Extrañaba tanto esos besos... Jamás había probado aquellos exquisitos labios en otra persona, jamás se había enamorado tanto de alguien como de Tae.
Pero... ¿Era amor?
¿Obsesión?
O ¿Costumbre?
Existen veces en donde el ser humano confunde los sentimientos y este era un claro ejemplo.
Ejemplo que en un futuro le jodería la vida a Jeon, un simple sentimiento algo confuso le causaría dolor al magnífico Jungkook.