Jayden Quest
Cuelgo al no recibir respuesta de Malía. Me acerco a Bryson pero él tampoco sabe dónde se ha metido.
-Tessa seguro que lo sabe. -dice él. Vamos con las chicas y Chase pero al no ver ahí a Malía me empiezo a preocupar. -Habéis visto a Malía?
-No estaba con vosotros? -pregunta Iris.
-Pensaba que estaba con vosotras. -hablo preocupado y con un mal presentimiento.
-No la huelo. -dice Maddie mirándome preocupada.
Mi corazón da un vuelco y me empiezo a agobiar. Miro a todos lados intentando buscarla. Camino entre la gente gritando su nombre pero no responde. Acabo en la pequeña terraza de la bóveda, con vistas a un bosque nevado y oscuro. -Mierda.
-Crees que se ha ido al bosque?
-Sé que está ahí, pero ese lugar es inmenso. -hablo sin mirar a Tessa.
-Jayden, pasa algo? -la voz de Vienna me tensa más de lo que ya estaba.
-Malía, no está.
-La vi salir hace un rato de la bóveda.
-Iba sola? Hace cuánto tiempo? Estaba bien? -pregunto agarrando sus brazos con fuerza.
-Hace unos quince minutos, iba sola pero estaba como ida.
-Sé dónde está. -dice Tessa. -En el vivero. -la otra noche se dirigía hacia allí. A estas alturas ya habrá llegado.
-Jayden! Tienes que ver esto. -la voz de Axel y el batir de sus alas me desvían la mirada de Vienna hacia el cielo.
Las nubes oscuras empiezan a cubrir la noche despejada, nubes negras que forman un remolino sobre el lugar dónde debe estar el vivero.
El viento comienza a soplar muy fuerte. -Estamos en peligro.
-Jayden! No la encontramos, tú... Qué está pasando? -pregunta Maddie acompañada de los demás viendo las nubes de tormenta empezando a tronar con fuerza a lo lejos.
-Chicas, tenéis que quedaros aquí, Chase, cuida las. Tessa, dile a la directora que active la seguridad del castillo. Quedaros aquí. Bryson, Axel, venid conmigo.
-Ella estará bien mientras lleve el collar, verdad?
Instintivamente llevo mi mano al bolsillo notando un pequeño bulto.
-No lo lleva puesto.
-Cómo que no lo lleva puesto?
-Lo tuvo que poner antes en mi bolsillo.
Malía Landford
Me despierto tirada sobre un suelo de piedra frío y rodeada de plantas. Por qué estoy en el vivero? Cuándo he llegado aquí?
Me pongo en pie confundida.
-Hola? -pregunto esperando no recibir respuesta, pero al escuchar una voz entro en pánico.
-Malía. -es la misma voz que he escuchado durante estos días.
Miro en todas direcciones intentando buscar la procedencia de ese ruido.
-Estamos solos? -pregunto.
-De momento, por ahora... Tal vez para siempre. -ahora suena otra vez completamente distinta.
-Quieres saber un secreto? -una voz más infantil suena detrás de mí, pero no hay nadie. -La directora cree que te tiene bajo control.
-Con todas sus clases y lecciones duras.
-"Domina tu poder Malía. "
-"Puedes hacer más que eso Malía. "
-Pero ella no te controla, tú misma puedes hacerlo sola.
-Quiénes sois?! -pregunto asustada y agarrando la tela azul de mi vestido con fuerza.
-Somos como tú Malía. -me giro viendo en la otra punta del vivero a una chica de pelo oscuro largo apoyada en la barandilla, pero no es la única, hay otras ocho personas observándome. -Somos las otras nueve Hidras.
-Los sobrenaturales creen que les tenemos miedo, pero se equivocan. Les demostraremos que no es así. -un chico de piel oscura aparece delante de mí extendiendo su mano. -Eres más poderosa de lo que crees.
-No quiero destruir a los que quiero. -murmuro alejándome de él.
-No tienes que hacerlo. -habla la primera chica.
Enseguida recuerdo algunas cosas que me dijo el profesor de filosofía.
"-Saben tus miedos, y los harán sus deseos propios, si tú no quieres comerte una manzana, su deseo será comerla. Si no quieres matar a una persona, ellos querrán hacerlo. "
Es parte de su juego engañoso. No puedo caer. Tengo que alejarme de aquí.
-No... Vosotros los mataréis. No pienso unirme a vosotros.
-Tienes que hacerlo, es la única opción. -mientras se acerca a mí concentro energía en una de mis manos, cuando tengo la suficiente agarro su brazo y una gruesa capa de hielo lo cubre por completo.
Empiezo a correr y atravieso la puerta del vivero, pero antes de que pueda ir más lejos una de las estatuas me agarra la muñeca con fuerza. Intento soltarme pero no puedo.
El resto de estatuas se mueven hasta rodearme. Dell vivero salen las nueve hidras y rodean las estatuas formando un círculo a mi alrededor.
-Tú lo has querido, Malía. -dice la chica de pelo oscuro.
Los vi entrar esta tarde en el internado, sabía que no eran de fiar, pero no es momento de centrarme en eso.
-Soltadme! -grito. Pero me ignoran y empiezan a murmuran palabras en distintos idiomas romances.
Algo dentro de mí comienza a quemar cada vez más y más hasta que el dolor se extiende por mis extremidades y caigo al suelo de rodillas adolorida y gritando.
-Suéltalos. -ordena la chica mirando a una de sus compañeras, una rubia con un moño hace un movimiento con sus manos y del suelo nacen monstruos negros como la noche terroríficos para cualquiera. Estos corren hacia el RoseMary.
El dolor aumenta impidiéndome pensar con coherencia.
Unas cadenas salen del suelo y encadenan mis muñecas. No puedo moverme.
Las Hidras entran al vivero dejándome ahí sola, estas cosas me están quitando la energía a pasos agigantados.
Será esto lo que sintió aquella señora antes de morir? Sentía cómo le quitaban su juventud con tanta rapidez?
Jayden Quest
Camino por los pasillos para intentar dirigirme a la entrada, pero algo me detiene.
-Jayden, a dónde vas? -pregunta Malía delante de mí, acariciando mi mejilla.
-Iba a... No me acuerdo.
-Vamos a llegar tarde al baile. -tira de mis manos con sonriendo.
-Pero tenía que hacer algo. -intento recordar, pero tengo una laguna en la cabeza.
-Jayden, olvídalo. -se detiene en seco, miro su mano y me doy cuenta de que no siento su tacto. Y la marca de su brazo no aparece. -Jayden. -me separo de esa cosa que se está haciendo pasar por Malía. -Jayden! -grita acercándose a mí, sus ojos se vuelven negros por completo y de su boca surgen dientes. -Vamos a llegar tarde al... -una lanza atraviesa su estómago haciendo desaparecer a esa cosa.
-No vas a poder salir de aquí, te quieren lejos de ella. -dice Axel.
-Nosotros iremos a por ella, tú debes quedarte aquí. -dice Vienna seguida de un gran grupo de estudiantes. -Debéis proteger el instituto, esas cosas están llegando.
-Qué son?
-Sentimonstruos, te hacen ver lo que más quieres para distraerte. -responde un chico. -La traeremos de vuelta. -sonríe.
-Lleva a los estudiantes al comedor, allí estarán seguros. -dice Axel guiando a los demás.
Tengo un mal presentimiento.