ShinKami- OS +18

By Migicali97Sonai

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OS dedicados con principal tema: Sexo. Algunos OS podrán tener incorporados temas sensibles como lo son las d... More

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Enigma

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🖤  ~ * ~   🕯️  ~ * ~  💛

⚠️ADVERTENCIA: GENDER BENDER⚠️

KAMINARI X SHINSOU FEM
















—¡Felicidades una vez más, Denki!

—Muchas gracias chicos. En verdad fue un gran detalle —sonrió ampliamente el mencionado.

—¿Saldrás hoy con Shinsou? —preguntó un chico de cabello bicolor.

—Sí, me comentó que mi suegra ha preparado algo especial y no quiero quedar mal con ninguna.

—Vaya, eso es tenerte paciencia— de pronto se hizo presente una rubia— No entiendo cómo te soporta ella, ni su mamá. Aún si estas en la universidad, eres un tonto.

—Cariño, deja de molestarlo —decía el chico de cabello bicolor mientras daba un ligero tirón de mano a la rubia —Es su cumpleaños, se amable hoy y siempre, ¿sí?

Ofendida la rubia ceniza solo giró la cabeza de lado contrario a su novio para luego hacer una mueca de indignación, al tiempo, el contrario dejó salir una risa por lo bajo e intentó calmarla con un suave toque por encima de los nudillos.

—Disfruta la cena con la señora Shinsou. Nos veremos mañana.

Despidiéndose de la pareja, el rubio permaneció en su lugar un par de segundos cuando el ruido de unos pasos acercándose le hicieron girar.

—¿Listo para ir a casa?

Kaminari sonrió al verla llegar: Shinsou Hitoshi, su novia. Un poco más alta que él, cabello largo; sedoso; brillante; formadora de ondas hipnóticas a su belleza natural teniendo por color un resplandeciente violeta que, hacia juego con esos afilados ojos, piel blanca, mejillas rosadas, labios color cereza, pecho mayor que el promedio, cintura trazada y caderas anchas.... ¿ha quedado claro?

Era una diosa que portaba un enigma muy peculiar. Su belleza era increíblemente radiante, pero su personalidad introvertida hacia cuestionarse a gran parte del alumnado, ¿por qué será así?

A nuestro Denki no le importó mucho aquello, pues el carisma que lo caracterizaba le hizo hablar como si llevara años de conocerla apenas iniciaron las clases. A pesar de que decían sería ignorado, descubrieron mucho más de ella, siendo alguien gentil y un poco nerviosa quien disfrutaba de su soledad, pero con Kaminari presente, parecía disolverse.

Con exactitud, no sabían explicar lo bien que se veían juntos y lo maravilloso que se llegaban a superar como personas y como pareja.

—Siempre estoy listo para irme contigo— le dijo coqueto guiñando el ojo derecho.

Ella sonrió con dulzura, tomó su mano y dieron un recorrido a pie de solo unos minutos, hasta estar frente al portón del hogar Shinsou.
















🖤 ~ * ~ 🕯️ ~ * ~ 💛
















Dejaron sus zapatillas en la entrada y colocaron sus pertenencias en una mesa especial cerca del recibido, luego caminaron hasta llegar a otra habitación.

—Toma asiento, iré por un par de bebidas.

—Te acompaño.

—No. Siéntate —dijo más que un ofrecimiento amable, una orden.

—De-de acuerdo.

Tan pronto respondió a esa amable orden, tomó asiento en el sofá más grande de la estancia. Por su parte, Shinsou giró ciento ochenta grados y se encaminó en dirección a la cocina.

Kaminari no sabía por qué había pasado todo eso, normalmente entiende cuando lo hace su novia, pero no encontraba una explicación efectiva. Le restó importancia, no le daría tantas vueltas y se dispuso a relajarse. Curioseó su vista alrededor hasta que una nota amarilla encima de la mesita de llaves captó su atención, se levantó enseguida y la leyó.

—Cariño —elevó el volumen de voz para que escuchara— hay una nota de tu mamá diciendo que-

De pronto, su frase fue cortada tras ser girado bruscamente y ser capturado por unos suaves labios sobre los propios demandando un beso. Algo sorprendido correspondió tal acto a la par que suaves empujones eran dados desde sus hombros hasta su pecho. Shinsou lo estaba dirigiendo para lograr estar nuevamente sentado, pero ahora con ella a horcajadas.

Aquel beso se estaba volviendo más demandante y sensual de lo que habían experimentado en sus citas. Kaminari había deseado con todo su corazón ese momento, pero no sabía cómo continuar delicadamente el asunto con una chica tan especial como su novia. No era un chico sin experiencia, pero en ese instante estaba siendo acorralado como un pequeño cachorro.

Su mente y cuerpo parecía estar dividida, ya que, mientras pensaba en si era buena opción continuar, sus manos se colocaban suavemente en la cintura contraria, deslizándolas por encima del uniforme, delineando la cadera para formar un trayecto hasta el borde de la falda donde finalmente pudo colarse por debajo de aquella pieza y sentir la suave piel del muslo. Quería más que eso, creando un nuevo camino para sentir la curvatura del trasero ajeno, pero algo detuvo sus sentidos. Una especie de cintilla rodeando a un objeto de plástico cerca de la zona inguinal puso en alerta a ambos.

Casi de inmediato se separaron, con el placer transportándose en su interior, contemplándose a los ojos, enorgullecidos de ver aquel deseo naciente por unirse en cuerpo y alma.

—Quiero hacerlo contigo Denki —se acercó frotando sus pechos al tórax ajeno— De verdad deseo hacerlo —continuaba diciendo mientras realizaba un movimiento intencional con su trasero sobre las piernas del rubio.

Su ego estaba por lo alto. La chica más sensual y perfecta era su novia, era el amor de su vida y no solo eso ¡quería hacerlo con él! Afortunado seguramente tenía tatuado en todo su cuerpo con tinta invisible.

—Tus deseos son órdenes.

La peli violeta esbozó una media sonrisa y poco a poco se levantó, haciendo que él le siguiera cuando le tomó por su mano. Sí, lo estaba dirigiendo a su habitación.

Lo sentó en la cama a base de besos. Luego de unos segundos se alejó unos cuantos metros de él, dejándolo aturdido mientras apenas equilibrándose en la orilla.

—Quiero que me veas —lo miró fijamente—. No omitas nada.

Algo confundido por la especificación del mensaje, no apartó la vista ni un segundo.

Primero con la mano izquierda deslizó todo su cabello hacia atrás de manera seductora, siguió con los botones de la chaqueta escolar, desprendiéndolos uno a uno para dejarla deslizar suavemente por sus brazos hasta dejarla caer. Fijó la orilla de la falda con solo sus pulgares y poco a poco fue arrastrándola entre sus muslos y piernas exponiéndolas a la mirada color ámbar.

Tragó grueso, pues su mirada capturó cada movimiento y prendía que retiraba hasta que una parte de lo que parecía ser un negligé negro le hizo detener la respiración unos segundos. Shinsou se dio cuenta y aprovechó toda esa concentración cuando poco a poco apartaba la camisa, haciéndole tener la boca abierta.

Kaminari no pudo evitar pensar en que ella había estado portando eso debajo todo el día. Entrada, salón de clases, almuerzo incluso en la caminata hasta la casa.

Con una caminata de pasarela, se acercó nuevamente al chico perdido entre su belleza, haciendo que con tan solo un toque del dedo índice y medio se recostara de espaldas en la cama. Gateó sensualmente por encima hasta rozar los labios.

—Me encantas tanto —ronroneó lenta y sensualmente.

No había duda, estaba frente a un ser divino.

Podía haber estado tragando saliva el tiempo que llevaban en la habitación, pero en cuanto los últimos segundos pasaron, toda su cavidad oral y garganta estaban completamente secas.

Shinsou desprendía un brillo particular que no había visto muchas veces, además, una sonrisa de satisfacción le adornaba el rostro complementando su aura actual.

En un ligero movimiento, desató unas cintillas que rodeaban el muslo derecho, dejando caer una navaja, la cual, se apoderó de ella llevándola justo en medio de sus miradas. Con tan solo la punta del objeto punzo-cortante, comenzó a trazar una línea sobre los labios, cuello, pecho, abdomen, terminando por rozar aquel bulto que lucía entre los pantalones del rubio.

—Mmm-ah —gimió eróticamente sin soltar la navaja—. Oh dios, ya me estoy humedeciendo— jaló la mano de su novio e hizo que la tocara —. Hazte responsable de esto.

De pronto el objeto de metal desapareció debajo de la cama, dejándolos a ellos en el momento.

No se iba a quedar como un niño cohibido, parecía pensar el chico, por lo que empezó a frotar su mano por encima de la ropa con encaje, haciéndola sonrojar, tener respiración cortada y provocando un movimiento de cadera sutil. Sonrió complacido, desplazando de a poco la braga que separaba el toque de pieles, notando que apenas al acercar la punta de sus dedos, el calor y lo humedecido de los labios mayores le dan la bienvenida, comprobando un bonito rosa en las mejillas de Shinsou, acompañados de un mechón de cabello frente de su rostro.

Ambos se miran y en un acto rápido, la coloca por debajo continuando con un suave toque sobre su rostro y retirando los mechones de cabello que se cuelan ante tremenda obra de arte; deposita un suave roce de labios en la frente, nariz, en cada párpado y empieza un romántico beso.

La fusión apenas comenzaba. Acomodó las piernas en cada lado haciéndolas flexionar, le rodea la fina cintura por debajo provocando una profundidad mejor entre sus labios. Un suspiro rebelde se escapa entre los acaramelados labios de la peli-violeta, dándole una mordida en el labio inferior y una risita en disculpa solo para seguir un recorrido del cuello hasta las clavículas.

—Este conjunto es impresionante —comentaba con voz aterciopelada mientras le escaneaba por completo—. Lástima que cubre mi propiedad.

Un poco impaciente, la parte superior del negligé quedó por debajo de los pechos en un solo movimiento, siendo ahora un pedazo de tela arrugado.

—Los dioses me sonríen —recitó sin dejar de ver el pecho abultado.

Continuó con su recorrido donde lo había dejado, siendo su objetivo aquellos pezones rosados. No, quería que todos sus sentidos gozaran el privilegio. Ya lo había visto, ahora tenía que olerlo; impregnarse de su aroma, tocarlos y probarlos. Sí, sería un festín.

En cada pequeño acercamiento, toque o suave roce, provocaba fuego en el interior, obligándose a contorsionarse por el placer que le originaba, como en ese momento. Le estaba succionando el pecho con tanta lentitud, haciéndole desear más y acto seguido tomando aquellas hebras rubias, acercándolo para intensificar el contacto.

Cuando aparentó ser suficiente atención arriba, se aproximó hasta los labios para plantarle un fugaz beso, dando punto de partida a lengüetazos que llegarían a las bragas. Redujo la distancia como en el resto del cuerpo dejando un par de besos de por medio.

—Mhmh-ah —dejó salir casi como un lamento—Denki...

Su voz salía casi como un suspiro con un sollozo controlado que no dejaba liberar, pero que era obvio lo que estaba exigiendo.

El mencionado sonrió de lado— Apenas es el comienzo, nena —comentó con arrogancia.

Volviendo a su nueva parte favorita, con solo la punta de la lengua desplazó aquel pedazo de tela para comenzar a separar los labios mayores, dejando una frondosa marca de saliva que se mezclaba con los fluidos vaginales a la perfección y dando paso por el introito.

Las sábanas estaban siendo hechas un desastre al igual que la chica que lo provocaba. Gemidos cortos y de volumen bajo eran emitidos mientras el rubio se sujetaba a los muslos ajenos como si su vida dependiera de ello, profundizando cada vez más la zona.

—Nmh-ny-nya.

Shinsou abrió los ojos sorprendida cuando al parecer los dientes del rubio le frotaban por encima del capuchón del clítoris, rozándolo con los dientes peligrosamente mientras la lengua daba pequeños giros y marcaba el recorrido interior. Esto originó un corto circuito, haciéndole tirar con fuerza la mata rubia y echara la cabeza hacia atrás, separando las piernas lo más posible.

Al Kaminari le resultó conveniente ese movimiento, ya que podía darse una postura mejor y cómoda, tomando ambos muslos y haciendo que se arrastrara hasta donde su lugar, todo sin dejar de maniobrar con su boca.

Luego de unos minutos se detuvo paulatinamente, irguiéndose al finalizar. Se quitó todo lo que llevaba por encima de la cintura y debajo de ella solo retiró el cinturón, abriendo la bragueta facilitando la visualización de un bóxer azul marino y el bulto creciente detrás.

Está serio, viendo fijamente el negligé que restaba en su abdomen: arrugado y abultado.

—Quítatelo —ordenó.

—¿Eh? — apenas pudo emitir.

—Hazlo.

Se impresionó, nunca había escuchado esa ronca su voz, provocando un nuevo placer oculto que le incitaba a replicar en más ocasiones.

Como pudo, obedeció lentamente dejando solo las medias puestas.

La tomó de la barbilla hasta dejarla sentada— eres perfecta de mil y un maneras— se acercó hasta sus labios y susurró —gira y quédate en la misma posición.

Hipnotizada por aquella voz, se hace a la merced de aquel rubio; se posa por de la manera en la que se solicitó mientras recibe besos en la curvatura del cuello, hombros y brazos. Toma sus muñecas y las desplaza hacia atrás.

—Eres una Diosa que surgió de las sombras —comenzó a recitar en la oreja derecha—. Me permitiste ser parte de tu aura misteriosa y ahora quiero que tu conozcas una parte de la mía.

La chica no entendía muy bien a que se refería, de los dos podría decirse que ella siempre se mantenía reservada con muchas cosas, incluyendo lo que le fascinaba ponerse por debajo del uniforme escolar, pero tenía la seguridad de que conocía a la perfección a su novio. Aunque... estaba comenzando a dudar cuando de pronto él tomo la prenda recién quitada entre sus manos.

—No te preocupes. Lo vas a disfrutar.

Arrastrando esas palabras con esa voz cargada de dulzura, seducción y misticismo, fue recostándola encima de la almohada, plantando un beso justo al centro de la nuca, todo, sin dejar las manos libres aun siendo retenidas por la espalda de la chica con tan solo la mano derecha. Hizo un doblez por en medio de la prenda con la mano libre, armando una especie de esposas policiacas que colocó gentilmente en cada muñeca blanquecina.

Realizado con su trabajo, se colocó a un lado de la cama, bajándose el bóxer descubriendo aquel erecto pene que llevaba ya un tiempo suplicando por salir y ser atendido. Dio ligeros pasos hasta posar el trozo de carne bajo la mirada violeta. Palabras de por medio no existían, solo una caricia tierna en la cabellera de Shinsou hizo que abriera la boca, dando su aprobación y dejándose hacer por completo.

La erección estuvo rozando los labios de forma juguetona mientras que un vapor se emitía de la cavidad oral, permitiendo transmitirle sensaciones eléctricas hasta la medula espinal del rubio. No tardó mucho cuando decidió adentrarse casi por completo, pues primero quería sentir como cada musculo de la lengua se amoldaba a su alrededor.

—Así, Shin —dijo en forma de suspiro—. No te detengas.

A un rimo lento y sin fuerza de más, fue introduciéndose sin dejar rastro de piel externa del pene. Solo se escuchaba la saliva acumulada que chasqueaba de forma obscena a cada movimiento, como un mantra de la lujuria que nacía entre ellos dos.

Esa sensación que le producía el toque ligero de los dientes sumado a las mejillas ahuecadas y sonrojadas, estaban a punto de enloquecerlo de placer. Podría dejarse llevar y continuar todo el rato con solo ser succionado, pero deseaba continuar y estar detrás de ella.

—Cariño —sacando abruptamente su erección—, ¿dónde está el condón?

Algo desorientada tardó en responder —E-en el cajón.

La mirada ámbar desvió su mirada al único estante a su lado, tomando suavemente la rejilla e inspeccionando el sitio, encontrando un condón femenino a un lado de los preservativos masculinos. Sin pensarlo dos veces se adueñó del empaque más grande, revisó la fecha de caducidad y el estado en el que se encontraba; prácticamente nuevo.

—Por eso me encantas.

Se posicionó detrás de ella, abrió el empaque, tomó el anillo interior desde la parte externa del preservativo para introducirlo con delicadeza en la vagina, siguiendo con el dedo meñique dentro del preservativo para avanzarlo hasta alcanzar el fondo, obteniendo pequeños gemidos. Así el anillo externo y un pequeño segmento del condón quedaron para la protección externa de los genitales masculinos.

Aunque él contaba con la seguridad de estar limpio de enfermedades de trasmisión sexual y con la confianza que Shinsou estaba en las mismas condiciones. Más les vale acostumbrarse a protegerse, porque seguramente tendrían muchas más ocasiones para utilizar todo lo que tenían en ese cajón y en el departamento de Kaminari, también.

Posó ambas manos en la fina cadera y fue dándose paso en el trayecto de látex llegando al fondo. Esperó un par de segundos para disfrutar la sensación del momento, observando como la curvatura de esa espalda era más pronunciada.

Agarró la pieza que inmovilizaba las manos de frente a él, comenzando un movimiento lento para salir e introducirse de forma rápida. De principio fue con espacios intermitentes, sin embargo, ahora se encontraba desenfrenado y embestía con fuerza cada que podía.

—Ngh, Denki —arrastraba de forma alargada la última letra en forma de súplica.

—Sí, mi diosa, así continua.

Ambos tenían la mente nublada y todo alrededor les daba vueltas. El éxtasis yacía en la habitación y estaba deseando llegar aún más alto, por lo que se detiene abruptamente el rubio, desata solo de una mano y la voltea, dejándola tendida en la cama; se cuela entre las piernas, sube la mano atada con cierta fuerza y la une con la otra por encima de la cabeza.

De un solo movimiento se introduce nuevamente siguiendo el vaivén anterior y ella enlaza sus piernas a la cintura de Kaminari, enterrando sus uñas en lo que está a su alcance. Nunca le diría entre esos suspiros, arañazos y gemidos que quería más, pero su cuerpo sí lo buscaba.

Poco a poco fue liberando una mano, teniendo por acto seguido uñas aferrándose en la espalda como si no hubiese un mañana.

—Vamos cariño, encima de mí.

Con la mano que aun tenia atada, jaló aquél débil cuerpo invirtiendo posiciones.

Frente a frente coloco las piernas a cada lado, como su raciocinio le hizo entender guio el miembro erecto con su única mano libre hasta el producto de látex. Comenzó a subir y bajar con un poco de lentitud, sin embargo, el otro no tenía intenciones de eso después de los minutos anteriores, pues le obligó con la mano atada inclinarse hacia él.

—Más rápido dulzura.

Movió las caderas tan rápido como podía, ampliando el sonido de las pieles chocando y de las lubricaciones naturales que abundaban en ambos.

Esa mirada ámbar, lasciva y seductora le estremecían cada vez más, provocándole una nueva sensación en todos sus músculos, empezando por pequeños espasmos.

—Den-denki —tragó saliva— ya-ah, no puedo

—Sí puedes —sonrió burlón y aceleró los movimientos.

—Den...— su voz se cortó abruptamente y sus ojos brillaban por el cumulo de lágrimas que deseaban desbordarse.

—Vamos, cariño. Un poco más.

Seguido de aquellas palabras, la velocidad y fuerza con la que, hacia cada penetración, estaban siendo aumentadas exponencialmente, provocando en la peli-violeta una evolución en sus espasmos a tensión completa de sus músculos.

—¡Por favor! —comenzó a suplicar.

—Hazlo, nena. Puedes hacerlo.

—¡Den!

La mezcla de dolor y placer estaban colapsando en su forma total transformado en temblores incontrolables en todo su cuerpo. El rubio, satisfecho por la obra maestra que había dado, tomó fuertemente la muñeca aun sujeta de ese negligé y se hizo libre de arrojar el semen dentro del producto de látex.

Fijaronsus miradas, las cuales, trataban de comunicar lo satisfechos que estaban, sinembargo, ella no pudo más y terminó deslizándose hasta terminar cubriéndolo,dejando salir un suspiro que inundó toda la habitación.
















🖤 ~ * ~ 🕯️ ~ * ~ 💛
















Unos minutos más tarde, las manos juguetonas del rubio pasaron por toda la cabellera ondula de Shinsou mientras que por su parte esta última solo se limitaba a crear imágenes invisibles con la punta de su dedo.

—Feliz cumpleaños, Den.

—Gracias, hermosa.

Se instaló a un lado de la cama para poder verlo de frente. Ahí estaba Kaminari, con una sonrisa en su rostro y en ese estado radiante que todos conocían.

—Eres un maldito cofre con compartimiento secreto.

—Podría decir lo mismo de ti —comentó con voz endulzada.

—Yo soy la única persona en esta vida que puede saberlo —dijo con tono amenazador.

—¿Y to no tengo derecho a pedir que nadie jamás puede ver tu colección de negligé? — preguntó enarcando una ceja.

—Eres el único que tiene la dicha de verme así.

Shinsou se acercó hasta tenerlo de frente y dejó un tierno beso en los labios del rubio.

—¿Quieres darte una ducha?

—Me encantaría— fingió pensar unos segundos— Aunque, me gustaría primero comer un poco de pastel.

—¿Pastel? —dijo confundida.

Kaminari se echó a reír, haciendo que su novia no entendiera porque pasaba todo eso.

—Realmente estabas ocupada planeando este bellísimo y precioso encuentro —recitaba tomándole las manos—. ¿No leíste el mensaje de mi querida suegra?

—Eh... pues... —trató de pensar en una excusa mientras sentía su cara ponerse de color rojo.

—Ya no importa mucho, porque, de cualquier forma, recibir dos postres en un día es el sueño de muchos.

La peli-violeta viró los ojos y le impidió seguir diciendo tonterías al cubrirle la boca con su mano derecha, la cual el rubio pudo divisar aquellas marcar por la tela mal doblada. Con curiosidad vio como era retirada de los labios para ser lamida cada marca que resaltaba.

—No te preocupes, aún falta que descubrir.

Elrubio se jactó por dejarla anonadada en medio de la cama mientras él preparabala ducha. Se vio frente al espejo y con una sonrisa ladina colocó el dedo índicesobre sus labios para guiñarse a sí mismo. 
















🖤 ~ * ~ 🕯️ ~ * ~ 💛
















¡Hola mis queridos, bellos y preciosos ángeles! ¿Cómo han estado durante todos estos meses?

Lo sé, la última publicación en este libro es de 8 meses ¡y del año pasado!

Gracias por esperar tanto a esta nueva actualización. ;--;

¿Les ha gustado?

Aclaraciones:

· Siempre tuve en mente gender bender para shinkami, la cuestión era saber cuál publicar primero, a quien darle las temáticas que vieron en este OS y que verán en el siguiente (esperando no tardarme tanto)

· Aunque en la narrativa lo describe, sí, Bakugou también es una chica en este OS.

· Están en la universidad. Lo menciona en la narrativa y además me gustaría recordarles que todos los OS en este libro, son mayores de edad.

Muchas gracias por dejar sus comentarios en los libros, dejando sus estrellitas y guardándome en sus listas de lectura.

Perdón por los mensajes que me mandan y contesto hasta mil años después. Verán, no cuento con la app en mi celular porque debo de manejar muchas apps para mi trabajo y con los miles de documentos recibiendo se satura mi memoria ;--; sin embargo, por esta semana voy a dejar la aplicación a partir de hoy en mi celular para poder leerles si dejan comentarios y lo que me gusten enviar en buzón.

Trato de responder a los comentarios y preguntas que dejan y que puedo ver en su momento.

No se preocupen, todavía tenemos ideas para shinkami y por supuesto que terminaremos los otros fanfics, por lo pronto solo les pido que esperen un poco más.

Cuídense mucho, que tedioso puede ser seguir estando restringidos y con el uso de cubre bocas, pero por salud suya y los que los rodean, es importante continuar.

¡Feliz año nuevo! ¡Les deseo lo mejor en este 2022! ¡Excelente inicio de semana!

¡Sin más que decir, cambio y fuera!.

24/01/2022

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