Advertencia:
- Línea temporal: un par de años más adelante de lo ya visto en todo el libro "DEVOCIÓN ".
-Mención de desnudez, lenguaje vulgar, etc.
-Parte 1, Parte 2 publicada en próximos días.
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-Y el botas me dijo que era su pato, y no mío.
Pronunció haciendo un puchero el niño de unos 6 años de edad, con grandes ojos negros y piel pálida como la misma nieve, mientras dibujaba con un pincel en el rostro de cierto pelirosa.
El pequeño vestía una pijama de cruces invertidas que había comprado su linda madre, mientras el hombre frente a él estaba con un simple pantalón ancho color negro, dejando a la vista sus tatuajes y torso.
-La próxima vez le dices "Escúchame mocoso hijo de puta, vuelves a quitarme mi jodido pato y te juro que te arrancaré uno por uno tus dedos y te los meteré por el cu-
-¡Sukuna!.
Lo interrumpió la bonita ___ antes de que siguiera enseñándole palabrotas a su hijo.
-¿Qué?, ese mocoso debe aprender a no meterse con mi bendición.
Respondió Ryomen, desde su posición: sentado sobre la negra alfombra, en posición de indio con su hijo en frente; dejando que el menor utilizara su rostro como lienzo para sus acuarelas compradas esa misma mañana.
Padre e hijo siguieron jugando, y diciendo groserías, haciendo sentir al mayor orgulloso de tener una mini copia suya, hasta que ___ se cruzó de brazos y puso su semblante sumamente serio.
-Vuelves a enseñarle otra mala palabra y te juro que te dejo sin comer.
El tatuado quedó estático, para girar lentamente su cabeza, mirando directamente a ___ a los ojos y enterneciendome de manera efímera por lo igual que era a su hijo.
Físicamente el pequeño Itadori era igual a su madre, pero en personalidad era un Sukuna en potencia. Su cabeza dejó de pensar en cursilería y se enfocó en lo importante..."Te dejo sin comer".
Sukuna arqueó una de sus cejas.
-¿De qué clase de comida estamos hablando?.
___ sonrió de manera altanera, y ahí su esposo comprendió.
-Joder.- susurró para si mismo- Ganaste, me rindo.
Dijo al instante en voz alta observando a ___ y levantándose de su sitio y estirando su mano para que su hijo la tomase.
-Vamos Sukuna Junior, antes de que mamá me haga la persona más jodidamente infeliz del mundo.
Sukuna caminó de la mano con itadori(nombre que pusieron en honor al primo de Sukuna), hasta llegar a su bonita mujer y tomarla por las mejillas de forma suave, atrayéndola a su rostro y brindarle un beso corto.
-Vamos a lavarme la cara y a dejar a tu mocoso a la escuela.
-Nuestro.
Corrigió ___ mientras Sukuna alzaba al pequeño y lo sostenía solo con su brazo derecho.
-Es más mío que tuyo, tal y como me perteneces más de lo que te perteneces a tí.
Soltó el tatuado padre, provocando que ___ rodara sus ojos y él soltase una ronca risa.
-Ven.
Pronunció Ryomen atrayendola por la cintura y besandola de manera suave, terminando por morder con nula fuerza el labio inferior de su esposa.
-¡Diug!.- dijo itadori cubriendo sus negros ojos con ambas manos.
Los progenitores rieron, hasta que Sukuna soltó otro de sus inoportunos comentarios.
-Si supieras todo lo qu-
Cortó su oración cuando ___ golpeó su brazo levemente, evitando que su hijo escuchase la falta de tacto que tenía su padre para entablar conversaciones.
-Ya, ya lo siento.
Sonrió ladinamente el mayor, para hacerle una señal de cabeza a su esposa, indicando le que suba a su espalda.
___ de inmediato lo hizo, quedando con sus brazos alrededor del cuello de sukuna, sus pechos contra su espalda, y sus piernas envueltas en su cintura.
El tatuado caminó hasta la cocina con su hijo en el brazo y su mujer en su espalda como si no pesaran nada.
Entre bobas conversaciones, risas y más de una insinuación de Sukuna hacia su esposa, se pusieron a cocinar. Más bien solo cocinaba ___ ya que, el pelirosa se dedicaba a comer todo lo que iba preparando su mujer ganándose regaños por parte de esta.
El pequeño itadori se fue al baño para poder orinar, y en cuanto regresó llamó a su padre.
-¡Sukuna!.
El nombrado frunció su ceño ante su nombre siendo soltado por su hijo.
Se dio media vuelta -mientras ___ seguía revolviendo la salsa- y se inclinó hacia su hijo, colocándose de cuclillas y levantando al pequeño por las axilas.
-¿Cómo me has llamado mocoso?.
-¡Sukuna!.
Volvió a repetir el infante, indignado momentáneamente a su padre.
-¡___!, dile algo a tu crío, me esta llamando Sukuna.- soltó el mayor mirando a ___ desde su posición.
-Ese era tu nombre, ¿no?.
Cuestionó burlona la muchacha, ganándose un gruñido de fastidio por parte de su marido.
-No me llames así mocoso.- advirtió al pequeño, aún sosteniéndolo por las axilas.
-¡Pero mamá te llama así!.
___ soltó una risa ante la queja del pequeño, para luego responder.
-Es diferente, amor, tu debes llamarlo papá, yo si puedo llamarlo por su nombre.
Sukuna asintió ante lo dicho por su esposa, pero la respuesta del niño los sorprendió.
-¿Y por qué lo llamas papi también?.- cuestionó el infante ladeando su cabeza.
___ se puso roja cual tomate mientras su esposo solo soltó una carcajada.
-Porque me gusta que me llame así.- respondió con simpleza Sukuna.
-¿Por qué te gusta?.
Sukuna iba a responder algo de lo más fuera de lugar debido a su falta de pudor, pero sintió una pesada mirada en su nuca, y prefirió cerrar la boca antes de que su mujer se enfade.
-Mejor vamos a poner la maldita mesa.
Dicho eso dejó a su hijo con delicadeza en el suelo y le brindó un beso en la sien a su esposa en cuanto se puso de pie.
-Te recompensaré por haber cocinado hoy.- pronunció Sukuna en el oído de ___ para luego morder suavemente el lóbulo de su oreja, provocándole un brutal sonrojo a la muchacha.
Al alejarse ___ se dió media vuelta, para observar atentamente como padre e hijo intentaban poner los cubiertos mientras seguían jugando entre ellos.
Sukuna cruzó su mirada con ___ y una sonrisa incluso más grande surcó su boca, pronunciandole un "te amo" con sus labios sin soltar sonido alguno, y seguir jugando con el pequeño que hacía que sus ojos brillaran tanto como sólo le sucedía con su esposa.
×××
El pequeño Itadori ya se encontraba en su escuela.
___ y Sukuna estaban en su cama, piel con piel, sin que nada más allá de ellos dos importara.
___ acurrucada en posición fetal, con Sukuna pegado a su espalda, acariciando cada parte de su cuerpo con suma delicadeza.
Los labios del tatuado brindaban cortos besos en el cuello y hombro de la pálida muchacha.
Besando aquella lechosa piel, sintiéndose el ser más afortunado del mundo al tenerla a su lado a pesar de su forma de ser.
-Eres todo lo que necesitaba en mi vida, todo aquello que no merecía.
Pronunció casi en un susurro, admitiendo lo que sentía, enterrando su orgullo, disfrutando de la simple presencia de la fémina.
Ambos habían estado para el otro, en las buenas y en las malas. Ambos habían cedido su vida entera al otro, sin arrepentimiento o duda alguna.
___ se dió media vuelta, quedando con su rostro a centímetros del de su esposo.
Entrelazaron sus manos, dejando a aquellos anillos de matrimonio conectarse físicamente una vez más.
Sus dilatadas pupilas devoraron las ajenas.
-Gracias por otorgarme genuina felicidad, Sukuna.
Susurró ___ rozando sus narices, apreciando el momento, guardando lo en su memoria hasta el día de su muerte.
Sukuna juntó sus labios de forma lenta y suave, mientras que con su brazo libre la tomó por la cintura, posicionando a la fémina encima de su cuerpo, sin romper aquel beso lleno de puro y devoto amor.
Separaron sus labios lentamente, para abrir sus ojos poco a poco y soltar una boba sonrisa al ver aquello que los hacía felices.
Ryomen acarició la tatuada espalda de su mujer, disfrutando centímetro a centímetro de aquel cuerpo que envolvía aquella alma que lo enamoró al punto de poder entregarle su propia vida si ella lo pidiese.
-Te pertenezco en cuerpo y alma.
Pronuncio más que seguro de sus palabras el tatuado, acariciando la mejilla de ___.
-Hoy y siempre.
Concluyó cerrando momentáneamente sus ojos, dejando que su sentido del tacto se encargara de guardar aquel momento en lo más profundo de su pecho.
Eran lo que se denominaba almas gemelas, tal y como Sukuna se lo decía cada que tenía oportunidad: "Eres el amor de mi jodida vida, lo primero que anhelo ver al despertar y lo último que espero ver antes de dormir."
-Aunque suene jodidamente egoísta, te quiero por el resto de nuestros días junto a mí.
___ acarició aquellas hebras rosadas entre sus finos dedos, mientras sentía los delicados besos en su cuello y clavícula.
-No me alejaré si tú no lo haces.- pronunció justo en el oído de su cónyuge.
Sukuna sonrió de forma débil al saber que iba a revelar una vez más aquel lado más oculto de él, dejando sus sentimientos a flor de piel y su corazón a la deriva en aquel océano de perdición llamado ___.
-No podría alejarme de tí ni aunque lo quisiera ___, todo de mí te pertenece, todo lo que soy es tuyo...simplemente tuyo.
Pegaron sus pieles incluso más, gozando de lo afortunados que se sentían al tenerse el uno para el otro.
-Te adoro, con mi maldita vida, alma y espíritu.
×××
Sukuna volvía con Itadori en sus hombros, sonriendo de oreja a oreja por aquel tesoro(el escuincle) que creció dentro de su más grande amor.
-¿Te devolvió el jodido pato ese mocoso?.
Itadori asintió más que feliz, y justo antes de poner un pie fuera de las rejas de la escuela, la maestra llamó a Sukuna.
-Señor Ryomen, necesito hablar con usted.
El pelirosa se dió media vuelta, bajando a su hijo de sus hombros para darle la mano.
Se acercó a la maestra y le hizo un gesto para que continuase.
-A solas.- pronunció la mujer de delantal.
Sukuna soltó una ronca risa.
-Aquí estamos bien, diga lo que tenga que decir.
La maestra de itadori miró al pequeño, y luego a su alrededor.
-Mejor...organizaremos alguna reunión de padres señor Ryomen.
El pelirosa asintió desinteresado, sacando su teléfono debido a que vibro y soltó una boba sonrisa al ver el mensaje de su mujer.
"1 nuevo mensaje de: La dueña de mi sueldo y mi corazón.
-La maestra quiere hablar con nosotros, Itadori le dijo mocoso hijo de perra a otro niño."
La sonrisa de Sukuna se tornó en una incluso más divertida al leer el texto.
El tatuado iba a marcharse hasta que la maestra volvió a hablar.
-O podría pasarle mi número y organizamos alguna...pequeña reunión, señor Sukuna.
El tono que utilizó no le agradó para nada al nombrado.
-Si...no gracias, paso.
Pronunció de forma desinteresada, escribiéndole animadamente a su mujer un mensaje y marchándose de ahí con Itadori tomando su mano.
Una vibración más en su teléfono se hizo presente.
"1 nuevo mensaje:
-Por cierto, mi hermana se lleva a Itadori hoy al cine...¿Te apetece hacer el rol de padre conmigo?."
Sukuna mordió su labio inferior y al instante tecleo rápidamente respondiendo.
"-Es un fetiche jodidamente raro pero me calienta bastante que me llames de esa forma."
-Bueno Itadori, hoy vas con tu tía al cine, elige la película más larga y papá te comprará más acuarelas mañana.
-¡Si!.- festejó el pequeño con aspiración a pintor.
"1 nuevo mensaje:
-¿Cómo?¿Papi?...hablando de eso, te necesito follándome, ahora."
Sukuna echó su cabeza ligeramente hacia atrás sonriendo bobamente, para volver a posicionarse bien y responder.
"-No te haces una idea de cuánto te voy a joder, no vas a sentir las putas piernas ___."
Enviado el mensaje, apuró el paso.
-Apúrate mocoso, llegarás tarde a la película.
Dijo para observar a su hijo mientras este levantaba su cabeza para conectar sus miradas y levantaba sus brazos pidiendo que Sukuna lo alzara, acción que sin protestar realizó.
Volvió su vista al camino, sin dejar de pensar en su preciosa esposa, ya no en lo sexual, sino apreciando todo lo que le otorgó, hasta el tener un maldito niño con ella.
Le había regalado una familia.
Ellos eran una familia.
-Joder, como amo a esta mujer.- susurró Sukuna sonriendo cual idiota enamorado.
-¿A mamá?.- cuestionó Itadori.
-Por supuesto que a mamá mocoso, es la mujer de mi puta vida.
Dicho eso, besó la frente del pequeño que rió y se apoyó en su hombro.
-Tambien te amo a ti...sólo un poco, y sólo porque provienes de mamá.
-Esta bien.- levantó con simpleza sus hombros el pequeño acostumbrado a los comentarios de afecto de su padre.
Sukuna inclinó su teléfono hacia un costado para evitar que el pequeño leyera lo que iba a escribir.
"-Prepara el culo pequeña, te voy a follar hasta que ruegues para que me detenga."
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Parte 1 algo sosa pero necesitaba el pie para abordar el fetiche fav de ustedes, mis bonicas daddyissues.
Parte dos incluyendo su amado daddykink en unos días.
+66 votos.
¡Gracias por leer!.
Saludos, Axel.