Es un martes cuando las otras chicas se enteran.
— ¿Quieres decirles? — pregunta Chaeyoung suavemente, juntando sus rodillas y Mina muerde su labio, pensando. Ella no cree que pueda.
Finalmente, Mina sacude la cabeza porque no confía en su voz. Tzuyu, Dahyun, Jihyo, Nayeon, Jeongyeon, Sana y Momo la miran con preocupación desde el sofá. El sofá es demasiado pequeño para que las siete estén sentadas en él, pero no les importa. Sabe que harían que ella y Chaeyoung se sentaran ahí también si ella no hubiera insistido en sentarse con Chaeyoung en el sofá de enfrente. Mina piensa que si se acerca más a ellas se va a romper.
— De acuerdo, ¿entonces yo? — aclara Chaeyoung, levantando la barbilla de Mina para poder mirarla a los ojos. Mina sólo asiente, casi positiva que se siente enferma de nuevo y presiona su cabeza en el hombro de Chaeyoung.
Toma un largo y profundo suspiro, tomando la mano de Mina entre la suya antes de decir simplemente — Mina está enferma
Y luego todas están hablando al mismo tiempo. ¿Enferma de qué? ¿Ella estará bien? ¿Ya visitó a un doctor? ¿Necesita ir al hospital? ¿No va a poder ir a América para las promociones? ¿Es en serio? Mina casi pone los ojos en blanco, quiere decir: por supuesto que es en serio, idiotas. Pero no lo dice, porque no necesitan de eso ahora.
— Estoy muriendo — se queja patéticamente, de inmediato alcanzando a Chaeyoung y poniendo su cara en su regazo, pensando que si sólo se queda ahí hasta que se vayan puede evitar lo peor de la conversación, sus feas y asustadas expresiones, la lástima en sus ojos. No quiere lástima. Es vergonzoso.
Y puede oír a todas hablando al mismo tiempo pero su cerebro se niega a convertir sus palabras en algo más que barullo, y de repente sus manos están en ella, sus dedos acariciando su cara y recorriendo su cabello, tirando de ella para que las mire, y Jihyo y Nayeon son las primeras, abrazando a Mina fuertemente y ella correspondiendo el abrazo, sintiéndose a salvo y de repente muy, muy triste mientras que Sana y Momo interrumpen los brazos de Jihyo y Nayeon para abrazar a Mina con los suyos, Tzuyu, Dahyun y Jeongyeon esperan pacientemente a que las demás terminen de abrazarla, no queriendo abrumarla y mierda, Mina las ama.
Se siente cálida, feliz y amada, tan, tan amada mientras Dahyun y Tzuyu la jalan para darle un abrazo, seguida de Jeongyeon que frota su espalda y susurra cosas sin sentido en su oído. Está bastante segura de que Nayeon está tomando su mano. Mierda, no está lista para dejar a sus chicas.
No ahora, ni nunca.
•••
Twice entra en hiatus después del lanzamiento de su nuevo álbum. Es un video, sólo un minuto de largo, y ellas están sonriendo al punto que es doloroso, brindando pulgares arriba y prometiendo "Estaremos pronto de regreso". El estado de su tour del próximo año aún desconocido.
— Deberían ir, saben — Mina les dice despacio, su cabeza descansando en el regazo de Chaeyoung. Todas sentadas con las piernas cruzadas en la alfombra al frente de Chaeyoung y Mina. — Hagan el tour, y música, más música
Todas toman la decisión unánime de que no, ellas no harán nada de eso. — No sin ti — dice Chaeyoung con la voz áspera, muy baja. — Nunca sin ti
Mina quiere llorar, porque ellas no pueden terminar Twice sólo así por ella. Se supone que deber terminar con un estallido, no con un quejido. No pueden sólo cancelar el tour, porque muchas personas lo esperan con ansias y oh Dios, la gente estará muy enojada y no puede soportar el pensamiento de decepcionar a tantos.
— El grupo no tiene que morir cuando yo lo haga — Mina susurra, sorbiendo y sobando su nariz contra su manga, y así Sana salta para envolver sus brazos alrededor de ella, presionando su rostro en la espalda de Mina.
— Tú eres el grupo — insiste Jihyo, sonriendo un poco. — Somos familia. Un equipo, y no vamos a seguir sin ti
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Los dolores de cabeza empeoran.
Mina sonríe a pesar de eso, pretende no notarlo. Después de su entrevista, colapsa en los brazos de Chaeyoung en el backstage, el dolor prácticamente inmovilizándola. Se queda dormida en el regazo de Chaeyoung en su regreso al hotel.
Llora esa noche cuando sus manos tiemblan tan mal que ni siquiera puede presionar el botón del elevador. Está tan acostumbrada a ser capaz de arreglar las cosas, remendarlas y dejarlas como nuevas y mierda, no puede arreglar esto.
Mina gasta todo su tiempo en América apreciando los paisajes de cualquier lugar al que va, memorizando rostros y lugares porque sabe que probablemente nunca volverá.
A pesar de todo, lo va a extrañar.
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Es un domingo por la tarde, llovizna cayendo constantemente afuera de las ventanas, y ellas siguen en cama. Mina sentada con las piernas cruzadas en el colchón, jugando con el cabello de Chaeyoung, sus dedos deslizándose por sus cabellos rubios. Mientras Logan, Neneri y Ray descansan tranquilamente en diferentes puntos de la cama. Chaeyoung está escuchando un terrible álbum de algunas de esas bandas indies en el altavoz del vestidor. Es algo agradable.
Dejando ir el cabello de Chaeyoung por un momento, Mina presiona su rostro en la nuca de la menor, enrojecida por el calor a pesar del frío clima de diciembre.
— ¿Cómo te suena tener hijos? — pregunta después de un largo rato. La postura de Chaeyoung se endurece un poco, y Mina sonríe sombría. No es como si esperaba menos.
— Minari — susurra, medianamente girando y Mina ya puede ver que tiene los ojos llorosos — No
Y normalmente Mina detendría la conversación ahí, susurrando un lo siento una y otra vez en la piel de Chaeyoung, succionando un chupón de disculpas en su cuello antes de volver a jugar con su cabello, pero en vez de eso sólo se sienta en sus manos temblorosas, muerde su labio e intenta de nuevo.
— Pero... ya sabes, si fuéramos a tener hijos, quiero decir. Nombres. Sé que ya hemos discutido eso, pero necesito saber. Y, como, cuál de ellos estaría loco por ti y cuál de ellos corrompería y lo llevaría a tomar helado después de cenar. Por favor Chaeyoung, Yo... es estúpido, pero — Mina se detiene, jugueteando con las mangas de su sudadera, en realidad de Chaeyoung, que tiene puesta, intentando suavizar la expresión de la menor. — Sólo siento que es algo que quiero saber, antes de... tú sabes — Su voz no es más alta que un susurro al final de su oración, pero se siente orgullosa.
Chaeyoung se sienta callada por un largo tiempo, casi misteriosamente quieta mientras mira fuera de la ventana a la tormenta que se aproxima, nubes de tormentas grises y casi crueles. Finalmente, ella dice tan bajo que el cerebro adormilado de Mina casi no la escucha, — Te las arreglarías para corromperlos, ¿no? — Las esquinas de sus labios se levantan ligeramente. Mina asiente, casi demasiado entusiasta. — Por supuesto que lo haría. Y tu serías la madre que mezcla las espinacas y las pone en brownies, y todos te felicitarían por lo buenos que están porque te amamos demasiado como para aplastar tus sueños de esa manera
Esto hace sonreír a Chaeyoung, para deleite de Mina. — Pero luego los llevaría a tomar un helado con crema batida extra y caramelo y volverían a casa con helado en la cara, pero nunca te dirían la verdad, porque yo soy la madre genial — Ella sonríe diabólicamente, envolviendo sus brazos alrededor de Chaeyoung y tirando de ella hacia atrás, hacia atrás, hacia atrás hasta que están acostadas una al lado de la otra, hombro con hombro y cadera con cadera.
— Adoptaríamos otro perro, tal vez. O un gato. Nombrémoslo Chaeng junior — dice Chaeyoung, cerrando los ojos y sonriendo con malicia. — Dios, los niños te amarían. Quiero decir, ellos también me amarían, pero te adorarían, Minari
Mina no puede contener su sonrisa, colocando su rostro en el hombro de Chaeyoung. Le toma un poco de tiempo calmar el vértigo que tiene creciendo en su vientre, el corazón revoloteando. — Aun así, ellos te amarían — ella dice finalmente. — Cada vez que estén tristes o asustados, te visitarán primero. Serías la primera en levantarse en el segundo que alguno de ellos comenzara a llorar en medio de la noche, lista para mecerlos y cantarles hasta que se duerman con tu terrible música indie — las palabras no salen como ella pretendía, es cada vez más difícil encontrar las palabras que está buscando, pero no puede dejar que Chaeyoung lo sepa.
La rubia se mueve y termina acostada de lado, apoyándose en su codo y mirando a Mina, sonriendo como loca. — Supongo que lo haría, Dios — ríe, inclinando la cara hacia el ventilador del techo — Sería un caos. Todo el tiempo. Necesitaríamos una casa más grande. Como... mucho más grande
— Por supuesto — Mina está de acuerdo. — ¿De qué otra manera podríamos encajar en todo ese caos? — Ella frunce los labios, pensando. — Y las navidades. Las navidades serían las mejores. Toda la casa estaría cubierta de oropel y luces y los niños harían esos renos de mal gusto con ojos saltones y sujeta papeles y compraríamos sombreros de Santa para todos los animales de la casa.
— Y tendríamos un árbol, uno grande. Incluso más grande que el que tenemos ahora — dice Chaeyoung, con los ojos un poco vidriosos como si estuviera en otro lugar. — Y aun así sería una lucha para encajar a todos aquí
Mina asiente felizmente. — Sí, por supuesto. Y, por supuesto que tendríamos que invitar a las chicas. Y a tu madre, a tu padre, a mi hermana, a toda mi familia también. A todos nuestros amigos — Sonríe, pero siente lágrimas en los ojos al imaginar a todos amontonados alrededor de un árbol, Chaeyoung con un brazo alrededor de ella y una mata de cabello lacio, niños riendo prácticamente colgando de ellas con las chicas mirando con cariño.
Chaeyoung se da cuenta de inmediato, e intenta desviar la conversación de ese tema en particular. — Y en Halloween serías tu quien iría por todo o nada. Todos esos malditos animatrónicos caros para asustar a todos los niños
Mina siente que su corazón va a estallar, y también se siente realmente cansada de repente, con los párpados pesados y lucha por mantenerlos abiertos. — Mhm — tararea, sintiéndose somnolienta y feliz mientras se acurruca más profundamente bajo los edredones, arrastrando los pies para acercarse a Chaeyoung hasta que sus pechos se aprieten. Chaeyoung acaricia cariñosamente el cabello de Mina y a ella suspira feliz, dejando que sus ojos se cierren, murmurando: — Sigue hablando
Chaeyoung se da vuelta para poder meter la cabeza de Mina bajo su barbilla, sus manos envueltas protectoramente alrededor de su cintura, y sigue hablando. — Y, por supuesto, los criarías también, para que no resulten ridículos como yo. Probablemente les enseñarías a todos a cantar, ¿no es así, bebé? — Mina sólo hace un pequeño ruido de asentimiento, la cara enterrada en el pecho de Chaeyoung. — Serías tan buena madre. Joder, Minari. Tan jodidamente buena — Chaeyoung solloza un poco antes de continuar, su voz sale cruda y hace que Mina también quiera llorar.
Chaeyoung todavía está hablando, pero Mina se está desvaneciendo, visiones de niños pequeños de cabello oscuro, ojos felinos y hoyuelos persisten en su mente y si las divagaciones de Chaeyoung se cortan con un sollozo ahogado y suave, Mina aprieta los ojos más fuerte y finge no darse cuenta