Ellos nunca usan la palabra cáncer. O tal vez lo hacen, pero eso no es hasta que ya hayan usado la palabra glioblastoma, grado cuatro que de alguna manera es mil veces peor cuando miran fijamente a la caja de luz en la pared, mostrando los resultados de la resonancia magnética de Mina y ella ciertamente no es experta, pero la masa blanca que invade su lóbulo frontal no se supone que esté ahí y todo su cuerpo está temblando, su mente corriendo porque todo tiene sentido. Joder, joder, joder.
Mina ni siquiera tiene tiempo para reaccionar antes de que Chaeyoung suelte un tembloroso, — ¿Cuáles son las opciones? — Su mano apretando instintivamente alrededor de la de Mina.
No muchas, resulta, porque Mina tiene cáncer y es de la variedad incurable, come-cerebros y joder, ¿Cuándo se puso tan frío aquí? Ella no puede dejar de temblar y todo el mundo está girando. El Dr. Kang sigue hablando, con una sonrisa tensa y sombría en su rostro y Mina quiere golpearlo porque está usando palabras como malo, pero no sin esperanza, excepto que es inútil porque, bueno ella puede hacer que hurguen en su cabeza y le den drogas a través de tubos de plástico, pero la esencia de toda esta conversación es que va a morir.
— Se suponía que debían ser sólo dolores de cabeza — lloriquea sin poder hacer nada, queriendo desaparecer cuando Chaeyoung deja escapar un pequeño sollozo ahogado junto a ella, su mano se enrosca en el brazo de Mina y tira de ella, pero Chaeyoung tira hacia atrás. Ella no quiere que nadie la toque. Le pica la piel, como si necesitara arrojarlo todo y comenzar de nuevo. Ella quiere hundirse en el suelo y desaparecer en el mismo núcleo de la tierra, para convertirse en parte del suelo y la roca y la hierba, para existir en todas partes y en ninguna parte simultáneamente.
En cambio, se levanta lentamente y dice, en voz muy baja: — Creo que necesito vomitar — antes de salir de la habitación y tropezar por el pasillo blanco y limpio del hospital hacia los baños, encerrándose en una caseta y agarrando el inodoro de porcelana con manos temblorosas. Sin embargo, no vomita, sólo se sienta allí, con el cuerpo agitado pero nunca lo suficiente como para hacer que vacíe el contenido de su estómago y Dios, desearía poder hacerlo porque el temor se enrosca en su estómago como una cuerda y ella aprieta la frente en el asiento del inodoro.
Es asqueroso, pero a ella no le importa. Siente de repente como si toda la vida se le hubiera agotado y se sienta allí, sin fuerzas y sin emociones durante un largo, largo tiempo hasta que Chaeyoung golpea la puerta, rogándole que la deje entrar. Su voz es ruidosa y rota y Mina puede decir que ha estado llorando. Se siente como si todo el mundo se estuviera desmoronando a su alrededor y cuando finalmente abre la puerta, temblando como una hoja, se desploma en los brazos de Chaeyoung.
— Va a estar bien — susurra Chaeyoung en su sien, untando lágrimas en su cabello. Mina no está convencida, pero sigue a Chaeyoung de todos modos a la oficina del Dr. Kang porque, ¿qué diablos se supone que debe hacer?
Una vez que están acomodadas en las incómodas sillas de plástico y Chaeyoung ha acercado la silla de Mina tan cerca que está casi en su regazo, el médico sonríe profesionalmente. Mina se pregunta a cuántas personas ha tenido que decir que estaban muriendo. Probablemente haya tenido mucha práctica, por la expresión de su rostro, pero la mirada culpable en sus ojos lo delata. El estómago de Mina se agita violentamente.
— Entonces, tratamiento — comienza de nuevo el Dr. Kang, cruzando las manos sobre la pila de papeles en su escritorio. — La ruta más común es la cirugía, podemos verlo mejor y eliminar una buena parte del tumor de esa manera, aunque es difícil determinar cuánto podemos eliminar en este momento
Mina no quiere escucharlo. Sin embargo, Chaeyoung está escuchando embelesada, y Mina casi espera que saque una pluma y comience a tomar notas. El pensamiento la hace querer llorar. Entra y sale de la conversación, muy consciente de las protuberancias de su columna vertebral presionando contra el frío respaldo de la silla y de que su calcetín izquierdo se le ha caído del talón, dejando su pie frío e incómodo.
Volviendo al presente, trata desesperadamente de volver a sintonizar lo que dice el médico: —... la quimioterapia siempre es una opción — dice el Dr. Kang, con los labios fruncidos y el corazón de Mina está en su garganta. — Desafortunadamente, ha demostrado en el pasado tener muy poco efecto en la esperanza de vida o incluso en la comodidad de los pacientes con tumores cerebrales
Entonces, hay un gemido gutural y bajo, y Mina tarda un momento en darse cuenta de que es ella quien lo está haciendo.
— De nuevo, Mina — dice el Dr. Kang, y Mina se estremece porque hasta ahora sólo la había llamado Sra. Myoui. — Todo depende de usted
— ¿Puedo...? — Mina comienza, sintiendo que el dolor en su estómago crece y sube por su garganta, como si fuera a salir y pegar su boca cerrada antes de que pueda terminar, pero ella sigue adelante, desesperada por pronunciar las palabras. — ¿Puedo tener unos días para pensarlo?
El doctor asiente. — Absolutamente. Sin embargo, —como ocurre con todas las formas de cáncer cerebral— el tiempo es esencial — Mina sabe que ha visto y escuchado esto cientos de veces antes. ¿Cuántas personas muertas conoce este tipo? Mina se pregunta. ¿Cuántas sentencias de muerte ha dado?
— ¿Quieres hablar acerca de ello? — Chaeyoung pregunta en el camino de regreso a casa, con los ojos enrojecidos, mordiéndose el labio con preocupación, y extiende la mano para apoyarla sobre la de Mina. Ella se aleja, casi instintivamente, pero la mirada de dolor en el rostro de Chaeyoung es suficiente para hacerla repensar.
— En realidad no — murmura, presionando su nariz contra el vidrio y deslizando su mano de regreso a la de Mina. Un momento de silencio, entonces, — ¿Qué pasa con el grupo?
— A la mierda el grupo — dice Chaeyoung, y Mina casi se ríe de lo poco que se parece Chaeyoung a sí misma en este momento. — Lo siento — agrega rápidamente, con ojos de disculpa y un poco avergonzada. — Es sólo, ya sabes. Eres más importante
— Eso ni siquiera tiene sentido — Mina bufa, poniendo los ojos en blanco. — A él no le va a gustar eso — Ella no necesita especificar quién es. Chaeyoung sabe.
Apretando la mano de Mina, Chaeyoung dice: — Lo resolveremos
•••
Mina investiga mucho, revisando artículos en su teléfono o en la computadora desde el momento en que se despierta hasta las primeras horas de la mañana, la luz de la pantalla lastimando sus ojos y ciertamente no haciendo nada para aliviar el dolor en su cabeza.
No es como si nada realmente fuera a ayudar en este punto.
Y el doctor tenía razón, no hay mucho que puedan hacer. Existen medicamentos que puede tomar para ayudar con la hinchazón del tumor y pueden extirpar parte de él, pero incluso si se extirpa la mayor parte, seguirá muriendo; quitarlo sólo le va a comprar un año más o algo así, si tiene suerte.
Un año de radiación y quimioterapia y constantes visitas al hospital, ella no lo quiere, no quiere nada de esto. Ella quiere ver a su hermana crecer, quiere comprar una casa con Chaeyoung, quiere que se le permita tomar su mano en la calle. Ella quiere ir de gira el próximo año, quiere viajar más, quiere mucho y simplemente no hay tiempo para todo, incluso con tratamiento.
La duración promedio de supervivencia para pacientes con glioblastoma sin tratamiento es de cuatro meses. Quizás cinco.
Le asusta a Mina cuando su cansado cerebro susurra, eso es más que suficiente.
Ella está tan cansada, esa es la cosa.
•••
Han pasado dos días, seis horas, veintidós minutos y doce segundos cuando Mina toma su decisión.
La golpea justo en el pecho como un rayo y se sienta derecho en la cama. Chaeyoung se despierta inmediatamente, buscándola a ella.
— ¿Qué pasa, Minari?—, Pregunta, la voz ronca por el sueño y crujiendo con preocupación. A Mina le entristece saber que va a tener que acostumbrarse.
Pero mirando los ojos cansados de Chaeyoung, ahora sabe que no es el mejor momento para decírselo. Tal vez sea mejor decirle por la mañana, cuando la luz esté calentando su rostro y su cerebro no esté tan confundido con pensamientos y dolor, tanto dolor. Entonces, en lugar de eso, se recuesta, se acurruca en el pecho de Chaeyoung y murmura: — Nada, amor. Sólo un mal sueño, es todo. Vuelve a dormir ahora
Si Chaeyoung se da cuenta de lo mal que está temblando, no dice nada.
•••
— Entonces — comienza en voz baja, tan silenciosamente que ni siquiera está segura de que Chaeyoung la haya escuchado, pero la cabeza de Chaeyoung se inclina hacia ella casi de inmediato. — Yo, um. Creo que he decidido
La postura de Chaeyoung se endurece visiblemente y apaga la televisión, girando para poder mirar a Mina de frente. — Está bien — dice, asintiendo con la cabeza y, mierda, esto va a ser más difícil de lo que esperaba.
Y de repente, Mina no puede hacerlo.
No está acostumbrada a llorar tanto, pero ahora parece que hay un suministro interminable de lágrimas esperando a llover por sus mejillas porque no puede hacer esto. Ella no quiere morir, pero va a morir de todos modos, y no quiere que hurguen en su cabeza, pero si no lo hacen, probablemente morirá antes, pero no quiere vivir más tiempo si significa que estará postrada en cama durante meses, durmiendo durante sus días y despertando sin saber dónde está, pero si le dice a Chaeyoung la verdad, la matará, porque sabe que Chaeyoung quiere que lo intente.
Chaeyoung quiere agotar cada posibilidad, y si lo hiciera a su manera, las dejaría hurgar en el cerebro de Mina y bombearla llena de veneno si eso significaba mantenerla con vida, y Mina sabe que tiene buenas intenciones, pero... Chaeyoung no es la que tiene cáncer.
— Hey, hey, vamos — calma Son, frotando círculos en la espalda de Mina con su mano.
— Chaeyoungie — jadea, mirando a través de sus pestañas pesadas y chorreantes de lágrimas, — Chaeng, no quiero que hurguen en mi cabeza
— Minari — murmura Chaeyoung con simpatía, acariciándole el pelo con los dedos, aferrándose a ella como si temiera que Mina se vaya a desvanecer. — Bebé, sé que tienes miedo, p-...
— No, Chaeyoung — llora, agarrando los hombros de la rubia y levantándose para poder mirarla a los ojos. — No
Chaeyoung está temblando, los ojos vidriosos mientras mira a Mina sin poder hacer nada. — ¿A qué te refieres, Minari?
— Quiero decir que no quiero que hurguen en mi cabeza, o que me den de comer drogas a través de un tubo o algo así, no lo haré porque va a salir mal sin importar qué Chaeyoung, y no estoy segura de querer estar cerca cuando eso suceda — Mina exhala temblorosa.
— Mina — susurra Chaeyoung, parpadeando con incredulidad. — ¿Estás... quieres morir?
Mina niega con la cabeza rápidamente. — Por supuesto que no, pero lo haré de todos modos, Chaeyoung, ¿no lo entiendes? Y estoy tan asustada, pero no me gusta... no quiero sufrir... más de lo necesario. Mierda. No sé si eso tiene sentido, pero yo sólo. No lo sé, Chae, no lo sé y lo siento — Sus palabras son sólo pequeños jadeos en este punto antes de que Chaeyoung agarre su barbilla y la bese, fuerte, como si se estuvieran quedando sin tiempo. Y bueno. Lo están.
— Lo siento — Mina gime cuando Chaeyoung se aleja, sus mejillas bonitamente sonrosadas. — Te amo mucho, y lo siento, y entiendo si no quieres quedarte
Chaeyoung frunce el ceño en confusión. — ¿Qué quieres decir, si no quiero quedarme? — Su rostro se desmorona cuando se da cuenta. — Oh, cariño — suspira, sosteniendo a Mina en sus brazos. — Sabes que nunca me iría. Nunca te dejaría, maldita sea, nunca
Mina está al borde de un ataque de pánico, tratando desesperadamente de transmitir su punto a Chaeyoung. — Te das cuenta de que se volverá peor, ¿no? Se pondrá peor, Son. Me voy a poner muy, muy mal y vas a tener que..., cuidarme y va a ser horrible — Su voz es apenas un susurro.
— ¿De verdad crees que de todos los tiempos me iría ahora? — Chaeyoung parece herida. — No te preocupes, Minari. Te voy a cuidar. Me voy a quedar contigo. Para siempre, ¿de acuerdo? Te prometí un para siempre y lo dije en serio
— Lo dices ahora, pero te vas a arrepentir — protesta Mina con voz temblorosa.
Chaeyoung sólo acerca a Mina, besando su cabello. — Eres tan valiente, bebé. Te amo mucho. Eres tan valiente, Minari
Mina parpadea, confundida. — ¿No estás enojada?
Chaeyoung niega con la cabeza, tomando ambas muñecas de Mina con una mano y sosteniéndolas hacia abajo. — No estoy enojada. Aterrada, sí. Pero no enojada — Ella cierra los ojos, presionando sus frentes juntas. Ella todavía está temblando un poco. — Realmente asustada
— Yo también — dice Chaeyoung en voz baja, las pestañas revoloteando contra la mejilla de Mina.
Permanecen así por un tiempo, con las frentes juntas en el silencio, respirando el aire de la otra