En esa noche tan oscura y tan fría. Sam mostró lo que jamás querían que vieran en él, su vida ya iba demasiado mal como para hacer algo así. Pero... ¿por qué? Entonces.
¿Por qué hizo tal acción? Mirando a las 2 víctimas que sobraban y al señor al que le salvó la vida.
Sam:
-Si antes tenían cara de que vieron a un muerto, deberían ver ahora sus rostros.
Uno de los sujetos se abalanzó hacía Sam con su puño derecho. Sam puso su rostro para recibir el golpe en su cara con una sonrisa burlesca y a segundos de que el puño del sujeto tocara su pómulo desapareció rápidamente. El hombre consternado se preguntó:
-¿Donde aj..
Una patada en su costilla izquierda llegó de repente.
-¿Donde estaba? ¿Eso te preguntabas?
El hombre tocando su costilla izquierda y arrodillandose de dolor solo observaba que lo que estaba al frente de él no era algo humano.
-Mientras te hacías el valiente abalanzandote hacia mi, tuve tiempo de ser más rápido. Quizás querías ser el próximo en morir. Pero me llamó más la atención tu amigo del fondo.
Cuando el sujeto volteó a ver hacia atrás vió al otro tipo tirado en el suelo ya muerto.
-¿En que... en que momento hiciste eso?
Preguntó el sujeto.
Sam lo miró con cara de desprecio y le respondió:
-Es lo que hacen estos fenómenos ¿no? Eso somos para ustedes los "normales" somos monstruos, demonios, enfermos, "cosas".
¿Eso te parece que somos? Simples cosas... créeme también nos odio...me quitaron lo que más amaba e incluso me quitó mi vida anterior.
El hombre se levantó y se mostró en posición de pelea y le preguntó:
-¿Por qué haces esto? Si crees que nosotros lo que somos normales odiamos a los Blodsers ¿Por qué defiendes a un viejo insignificante como este? Puede ser que también odie a los que son como tú.
Sam miró hacia donde está el anciano y lo observó donde él estaba aún de pie viendo todo lo que estaba pasando.
-Tienes razón.. puede odiarme y sin darme cuenta. Pero no me iba a quedar de brazos cruzados con su acción. No es excusa para no matarte por lo que estás haciendo. Está mal y no voy a dejar que cosas así sucedan. Además...si el me odiara, ya habría buscado a un policía o a alguien para que llamara y el ALM vendría enseguida.. Solo está esperando a que acabe con esto. Además, solo estoy divirtiendome, mientras pueda.
El sujeto se llenó de ira al saber que Sam tenía razón e intentó darle un golpe con su mano izquierda, Sam se agachó y golpeó el estómago del tipo. El hombre dio un paso hacia atrás tras el golpe en su estómago y un poco cansado lanzó un derechazo. Sam se hizo hacia atrás para esquivarlo, mientras observaba como el tipo lazaba golpes a lo inútil y él los esquivaba, en su mente estaba haciéndose preguntas.
-¿Por qué se quedó ahí? ¿Por qué no fué inmediatamente a llamar al ALM? ¿No tiene miedo?... no... si que tiene, está angustiado...¿Pero por qué no solo sale corriendo y ya?...no entiendo que planea.
De la nada un grito del sujeto hizo volver a la realidad a Sam espabilandolo y en la perspectiva de la vista del sujeto, al frente estaba Sam a punto de recibir un golpe directo a su rostro. Pero de pronto la perspectiva de vista del sujeto empezó a dar giros en vertical. Era su cabeza dando vueltas, ya que había sido desmenbrada de su cuerpo por Sam.
Mientras tenía su brazo izquierdo alzado y en él saliendo de su posterior una cuchilla grande llena de sangre, al abrir su puño, la hoja se oculto dentro de su brazo como algo retráctil. Sam tenía sus ojos cerrados y en su rostro se veía como una reacción de molestia, como si un ataque de migraña le hubiese dado.
El anciano sólo esperaba que fuera el siguiente en morir, aún si salía corriendo, creía que lo alcanzaría para asesinarlo. Sam se acercó a él y él anciano se hizo hacía atrás tropezandose y cayendo sentado en el suelo viendo con sus ojos llorosos al tipo que sería su asesino.
-Por favor... no me mates, te daré el dinero, pero no hagas esto...no quiero que mi esposa se quede sola, soy lo único que le queda a ella y a mi es ella lo que me queda.. quédate con el dinero pero no me mates, te lo suplico.
Le decía el anciano llorando. Sam extendió su mano..
-Viejo...no quiero matarlo, ni mucho menos quitarle su dinero. Venga... levántese. Respondió Sam.
El anciano lo miró sorprendido y le dio su mano temblando... Sam lo levantó y lo observaba de pies a cabeza.
-¿No le pasó nada? ¿cierto? ¿No está herido? Llegué a tiempo ¿no?Decía seriamente...
Sam miró hacía arriba en un edificio y observó dos siluetas de dos personas que al parecer vieron todo lo que sucedió, también observó alrededor y pudo ver que habían varias cámaras en varios postes de luz.
-Mierda... esas cámaras filmaron todo.. tendré que deshacerme de esta ropa.. me encantaba esta camisa.
El anciano vió en la posición que se encontraba Sam y se percató que ahora por él sería buscado o perseguido.
-Joven, es mi culpa.. déjeme compensarle con algo de mi dinero..
-No, que no necesito de su dinero, oiga, vaya y llévelo a su esposa.
-Bien...entonces...déjeme invitarlo a cenar con nosotros... nos vendría bien...algo de compañía.. ¿si?
El anciano le sonrió a Sam.
-Usted está demente ¿Cómo se le ocurre invitar a un desconocido que acaba de asesinar a 3 sujetos que intentaron robar su dinero? Aparte ¿ya vió que clase de cosa soy?
-Bueno...ya dijiste que no me ibas a matar o quitarme mi dinero.. Si no es por mi dinero ¿Entonces por qué intervino y asesinó a esos sujetos?
-Porque se iban a aprovechar de que es un adulto mayor para quitarle su único medio de vida. No seria justo no hacer nada y nadie iba a hacer nada.
El anciano echó una risa y miró al joven y le dijo:
-¿Ves? Tienes algo bueno en el fondo... no eres del todo malo después de todo... así que vamos, acepta..
-Viejo creo que deberías considerar en quién confías o llevas a tu casa, no voy a aceptar..
Sam se volteó y empezó a caminar, El anciano miró hacia el suelo y soltó unas palabras.
-Es carne de cerdo..
-......
Sam se detuvo e inclinó su cabeza hacía abajo.
-¿Carne de cerdo?
Diez minutos después:
Sam y el anciano llegaron a su casa. Entrando el anciano llamó a su esposa diciéndole que trajo a un invitado muy especial.
-Oh querido, que bien que trajiste a un invitado. Nos hemos sentido muy solos desde que nuestro hijo se fué. ¿Cuál es tu nombre, hijo? Le dijo la anciana.
Sam entrando apenado preguntó:
-Mucho gusto señora, Mi nombre es Dra...Sam ¿Cuál es el suyo?
-Oh es muy lindo ese nombre, Me llamo Margaret y bueno ya conoces a mi esposo, es obvio Jaja. Le sonrió la señora.
Sam apenado y con un brazo en su cabeza, mientras sacudía su cabeza le respondió:
-Sii..jeje, de hecho no conozco el nombre de su marido, todo fué muy rápido y me invitó de inmediato y no sé su nombre.
El anciano interrumpió:
-Cierto,cierto jeje. Se me había olvidado...Me llamo Mario y bueno mientras mi esposa prepara la comida, ven a ayudarme a poner la mesa ¿si?
Inmediatamente, el señor se llevó a Sam rápidamente a otro sitio de la casa.
-¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Que dije? No dije nada malo. Dijo Sam.
-No,no. Por el momento no haz dicho nada malo, de eso quiero platicarte. No le digas a mi esposa como nos conocimos, miente, si te pregunta. A ella no le molesta los tipos como tú, quiero decir... la gente que tiene habilidades como tú. Dijo el señor.
Sam le sonrió y de una forma cómica le dijo:
-¿Monstruos? ¿Demonios?
-NOO,NO, Por Dios, no quiero decir que sean unos....
Sam le interrumpió:
-Jajaja, Tranquilo viejo, solo estoy jodiendo, no pensaba siquiera decirle como nos conocimos, no soy tonto, tranquilo ¿ok? bueno... aveces si lo soy. Pero ya estoy atento de eso.
El anciano cambió su actitud y bajó su mirada..
-No es eso,chico... mi hijo, nos dejó por lo mismo que tú tienes... dijo que era lo mejor para la familia, mientras buscaba una solución para deshacerse de lo que padecía. Al principio cuando todo esto comenzó, se tomaba esto como una epidemia, un virus... Nuestro hijo se fué a los 18 y ya han pasado 6 años y aún no regresa... no toco este tipo de temas por mi esposa... No odia a los tipos como tú,pero piensa que por culpa de esa cosa que tienen ustedes, alejó a nuestro hijo.. por eso te pido que no hables de eso en frente de ella.
Sam lo miró y trató de poner su mano en el hombro del anciano.
-Aaash... a ver... no soy bueno con estas cosas... también odio esto... yo no pedí convertirme en esto, me quitó una vida normal. Sin embargo e estudiado cada función de mi cuerpo y e tratado de evolucionar y adaptarme a esta nueva vida y aún así.
Sam volteó a ver el cielo nocturno y estrellado.
-Considero que no lo consigo.. solo...quiero...solo quiero...encontrar mi felicidad...tan solo eso..
Volvió a ver al anciano y le mostró una muy pequeña sonrisa.
-No le diré nada a su esposa, prometo que si me pregunta, le diré que lo conocí en el metro.
El anciano le agradeció y se acordó que ahora Sam sería buscado, no solo por una mafia, si no, también por el ALM.
-Cierto chico, acompáñame, te daré algo. Dijo el señor.
Lo llevó a otro cuarto de la casa y empezó a buscar en un armario. Sacó una chaqueta negra, unos tenis tipo bota blancos, un pantalón tipo Jogger con bolsas tipo militar en color café y una camiseta manga corta negra.
-Ten, quiero que te quedes con esto, por lo de que tendrás que cambiar de ropa, era de mi hijo. Pero no creo que se moleste por una ropa que quizás ya no le quede. Puede que la chaqueta si, porque es grande. Pero le darás un mayor uso, a que estén ahí guardada y empolvada.
Sam sorprendido de eso no supo que decir, quería rechazar su forma de agradecerle.
-No...em..no puedo aceptar esto señor.
El anciano le dió un zape en la cabeza.
-Deja de ser tan tímido y acéptalo, es un obsequio y un agradecimiento de mi parte. ¿No te han dicho que rechazar obsequios de buena voluntad es de mala educación?
Sam sobando su cabeza aceptó y el anciano le dijo:
-Si quieres, antes de irte te puedes cambiar, ahorita vamos a comer. Le dijo con una sonrisa.
Una hora antes:
En el momento que estaba recién ocurriendo la disputa de Sam contra los tres sujetos. En lo alto de un edificio habían dos sombras de dos personas observando lo que estaba pasando.
-Vaya, creo que esto va a ser interesante, verlo pelear contra tres sujetos es muy valiente. Dijo el primer sujeto.
-Si, muy valiente si eres uno de esos que tiene un Blim. ¡basta! Lo hemos estado observando por mucho tiempo, ya van 5 años viendo que hace. Puede estar solo, ya vimos que es muy capaz. Dijo el otro.
-¿Tú crees? Mira lo que va a pasar ahora, mostró su verdadera identidad y hay dos cámaras en ese poste, quizás no vaya a grabar bien su rostro, pero su postura, ropa y blim serán buscados, también ese lugar será vigilado y apuesto a que enviarán varias Llaves. Creo que ahora tendrá que poner a prueba su capacidad.
Mientras veían como Sam estaba peleando contra los tres tipos, uno de los sujetos misteriosos dijo:
-Bueno es verdad, pero creo que deberíamos ayudar. Dijo el segundo tipo.
-No, estoy seguro de que puede solo. Dijo el primer sujeto.
-¡NO, ÉL NO, IDIOTA.! Ellos, los está matando.
El primer sujeto lo vió y y empezó a ver hacía Sam y se puso a pensar.
-¡DI ALGO YAAA!. Dijo el segundo sujeto.
El primer sujeto siguió pensando.
-Mmmmmm nah, no vamos a intervenir... y tampoco quiero matarlo ahora. Mientras no sé entere de la verdad de todo y de lo que esconde la cicatriz en su pecho, creo que no será un problema en el futuro. Solo sigamos observando.
Cuando todo terminó y Sam empezó a hablar con el anciano, los dos sujetos aún seguían ahí, hasta que se percataron de que Sam los vió de lejos.
-Nos vió ¿Qué hacemos? ¿Lo matamos ya? Dijo el segundo sujeto.
El primer sujeto no quitó la mirada en Sam y le respondió al otro:
-No, solo déjalo así, vamonos.
Los 2 sujetos desaparecieron del lugar muy rápido.
Volviendo al presente:
Mario, Margaret y Sam habían disfrutado de su cena y se pusieron a hablar un rato más
-Y dime Sam ¿Vives cerca de aquí? Preguntó Margaret.
Sam:
-Podría decirse que si y no, agarro el tren del metro cuando no quiero caminar hacía mi casa, normalmente duro como 45 minutos en llegar a mi casa, me ahorro unos 20 minutos si me voy en Tren.
Margaret lo vió extrañada y le dijo:
-Entonces ¿Que haces por acá comúnmente?
Sam:
-Voy a terapia con mi psicóloga..
Margaret vió al Anciano y este le preguntó:
-¿Por qué vas a terapia? Claro, si tú quieres, te lo puedes reservar. Estás en el derecho de no decirnos.
Sam los miró a ambos y sintió que podía confiar en ellos.
-Verán...tengo varios traumas...mi madre murió y mi padre nos abandonó a mi y a mi hermana después de eso, ella recién nacida. Se llevó a mi hermano mayor y por lo que sé, él está con otra familia, no sé nada más de él.
Sam tenía su mirada hacía abajo.
-Y ¿Vives solo con tu hermana? Preguntó Margaret.
Sam levantó la mirada y los volvió a ver.
-Oh no, vivimos con mis abuelos, ellos nos han criado.
El anciano dijo:
-Por eso me ayudaste con ese montón de bolsas. ¿Cierto?
Sam se extrañó y se le quedó viendo,pero luego captó la indirecta y asintió con su cabeza
-Ss..si... en parte es por eso...Veo a un adulto mayor e inmediatamente veo reflejado a mis abuelos. No me gustaría que algo malo les pasara.
El anciano se levantó e intentó animar el ambiente
-Bueno...eso es un lindo gesto de tu parte hijo, quiero que sepas que eres bienvenido a este lugar las veces que quieras ¿entendido?
El anciano lo miró y le dio una gran sonrisa
-Ahora ¿Por qué no vas y te pruebas la ropa que te regalé? A Margaret le encantaría eso.
Sam se levantó y muy penoso dijo:
-Si.. está bien gracias de nuevo por eso..
Unos minutos después, Sam Bajó con la ropa que el Anciano le había regalado, se veía demasiado bien, tenía un aspecto de un chico malo con esa chaqueta tan peculiar. Y esas botas radiaban genialidad.
Ya en la puerta, listo para irse le agradeció a los señores y les dijo:
-Muchas gracias por la cena señora Margaret, le quedó muy bien esa carne de cerdo.
Volteó a ver a Mario y también le agradeció:
-También muchas gracias por la ropa Don Mario, me encanta.
El anciano sonrió y le dijo:
-Cuida de esa chaqueta, sé que lo harás, ni siquiera tengo que decírtelo, lo veo en tu mirada.
La anciana también le sonrió y le dijo:
-Tienes unos ojos muy lindos, en ellos veo muchas emociones, también reflejan la humildad que tienes hijo. Ve con cuidado.
Sam:
-Gracias, cuídense ustedes también, gracias de nuevo por la cena y por la ropa.
El anciano le tocó el hombro y dijo:
-Visitanos cuando puedas, quiero que sepas que eres bienvenido aquí, puedes venir las veces que quieras.
Sam los vió y les dió una sonrisa muy pequeña pero calida.
Ya camino hacía su casa, la noche todavía no era pesada. Así que podía agarrar a tiempo el metro. Subiendo las escaleras para llegar al metro escuchó una voz extraña.
-¿Y como estuvo?
Inmediatamente Sam volteó a ver hacía todos lados pero no pensaba que la voz fuera de varias personas que estaban en el mismo lugar, ya que la escuchó muy cerca y no es que las pocas personas que estaban allí estuviera a la par de él.
Sam:
-No... otra vez tú, no de nuevo...
No hubo respuesta de donde provino. A los minutos llegó el metro y se subió. A los 10 minutos, llegó a la parada cerca de su casa y se bajó, yendo por la calle a unas cuadras de su casa, la voz regresó.
-Encantadores esos señores ¿Cierto?
Sam otra vez se asustó y empezó a voltear a todos lados y esta vez no había nadie alrededor.
-Detente por favor... Déjame en paz.
Decía Sam angustiado.
-¿Crees.. Que hubieras defendido tú solo a ese viejo? ¿Eh?
Decía la voz misteriosa.
-Sal de mi cabeza te lo pido, ya no aguanto escucharte siempre, tuve que ver como acababas con esos tres tipos y fingir que fuí yo, ni siquiera supe cuando tomaste el control.
Decía Sam mientras se agachaba y ponía su manos en sus oídos. La voz misteriosa insistió:
-¿Por qué sigues esperando tanto de la gente? No nos dan nada bueno, podríamos aprovechar y hacer lo que queramos con este poder, solo dame el control y así... podríamos vengar.... a Jin..
-¡Ya déjameeee! Decía Sam aún con sus manos en los oídos y agachado.
La voz misteriosa siguió:
-No eres más que un inútil, Un desperdicio más para la humanidad, creí que eras distinto. Pensé que podías hacer un gran cambio. Pero solo llevas el peso de la muerte de tu madre. Por tu culpa, también tu padre se fué y te dejó como un perro, con tu pequeña hermana, también por tu culpa. ¿Qué te hace pensar que ella no te vaya a abandonar al igual que tu padre y tu hermano? ¿Como se llamaba?
La voz misteriosa inmediatamente se sintió en un oído de Sam y susurró.
-¿Connor?
Sam se impactó y se desesperó.
-¡Ya detente!
-Y ¿Cómo se llamaba él? Aaaaj tu padre...
A Sam se le salían las lágrimas y pasaba sus manos por toda su cara de la desesperación.
-¡BASTA! Te lo suplico, no sigas.
La voz misteriosa susurró en el otro oído de Sam.
-¿Heybram?
Sam empezó a llorar y suplicaba que se detuviera, Pero la voz seguía y esta vez le dijo gritando:
-NO PUEDES CORRER DEL PASADO Y NEGAR TU CULPA, FUE TU CULPA ¿NO? ¿EH? ¿NO ES ASÍ?
Sam puso su mano izquierda en su ojo izquierdo y su mano derecha en su oreja derecha y estaba agachado, llorando desesperadamente.
-DÉJAME EN PAZ, DÉJAME EN PAZ, DÉJAME EN PAZ, DÉJAME EN PAAAAAAAZ.
Y La voz terminó interrumpiendo:
-¿NO ES ASÍ? DRAY DALFOY.
Sam gritó desesperadamente, en su rostro se veía la desesperación, la angustia. Mientras se tiraba al suelo, perdiendo el control al punto de perder la consciencia y desmayarse.