Capítulo seis
Ashton
18 de Enero, 2012.
—No, no puedo estar ahí en esa fecha—digo devolviéndole el documento a Glorie—es el cumpleaños de Sophie, no voy a faltar.
—Pero es tu trabajo Ashton.
—Y es mi familia. La familia va primero que el trabajo, no voy a faltar a cumpleaños de Sophie.
Ella aprieta sus labios, puede hacerme ceder en muchas cosas, pero en esta no va a lograrlo, nunca podría fallarle a Sophie, aún más cuando planeo llevar a cierta chica que no sale de mi mente, con la cual quedé en encontrarme en dos horas.
—¿Entonces vas a rechazar este show?
—Sí, Sophie va primero.
—De acuerdo—deja el documento a un lado—ahora pasemos a temas más interesantes, Miranda Cox.
—Eso n o me parece precisamente un tema interesante.
—Ashton no vamos a empezar de nuevo con esto. No me hagas repetir las razones por la que es bueno que finjas.
—Di un comunicado en Diciembre diciendo que no estábamos saliendo, lo cual es verdad. No voy a contradecir mis palabras, no voy a decepcionar a las personas que creen en mí.
—Ashton, usa la lógica.
—La estoy usando—digo—mira, me interesa alguien y hacer ese truco de la publicidad me afecta con ese alguien.
—¿Quién? Dime, quizás podemos hacer una movida estratégica que te permita…
—No, no vas a involucrarte en esto, es mi vida privada. En esto no voy a dejarte entrar.
—¿Estas desafiándome Ashton?
—No. Te agradezco mucho lo que has hecho por mí, solo estoy diciéndote que por favor me dejes hacer esto a mi manera. Cuando sea el momento indicado te hablaré de ella.
>>Por ahora no voy a salir con Miranda de manera falsa.
Ella respira con frustración, pero no voy a retroceder en esto, Doug tiene razón. No puedo dejar que me envuelva en todo ese asunto de la publicidad, no si quiero mantener una relación con Katherine.
Y demonios, desde luego quiero tener una relación con esa hermosa chica que no hace más que cautivarme.
Una vez he terminado mi reunión con Glorie, subo al auto en donde pincky y cerebro me esperan. Por alguna razón no se me ha permitido conducir mi auto hoy. A veces realmente me estresa que Glorie intente tener tanto control hacia mí.
Es agobiante, es como si se empeñara en quitarme mi actitud.
—¿A dónde vamos Ashton bonito?—pregunta Cerebro con diversión.
—No es divertido esa broma que tienen todos con su “Ashton bonito” y respondiendo a tu pregunta, vamos a la universidad a donde me escoltaron hace unos días.
—No te metas en problemas Ashton—murmura Pincky conduciendo.
—No seas hostil—pido—y será mejor que nos demos prisa. No quiero llegar tarde.
Cuando llegamos hasta la universidad, tenemos que esperar. Le envío un mensaje y su respuesta es que ya va saliendo.
—Ya viene, hazle señas, por favor.
—Claro Asthon bonito—dice cerebro bajando del auto.
—Mi nombre no va acompañado de la palabra bonito, no es gracioso.
Me mantengo viendo por la ventana hasta que la veo caminar con Hilary y un chico rubio. Parecen entretenidos conversando los tres. Hilary señala hasta la camioneta y ella sonríe, asiente con la cabeza y parece que le dice algo a Hilary.
Cuando da unos pocos pasos el rubio la toma del brazo parece que le dice algo y luego besa su mejilla, ella asiente de nuevo con la cabeza, murmura algo y camina hacia la camioneta. Creo que Cerebro le dice algo que hace que ella abra su boca antes de subir a la camioneta.
—Hola KatheStuart.
—Hola Ashton.
Me inclino hacia adelante, ella no se mueve solo me observa con sus ojos muy abiertos, luciendo nerviosa. Sonrío y presiono mi boca sobre la de ella brevemente. Retiro mi boca y ella solo me observa, tomo un mechón de su cabello castaño rojizo, se siente suave.
—Quiero presentarte a alguien.
—De acuerdo—murmura acomodando su mochila a sus pies. Noto que sus dedos están llenos de pintura.
—¿Un día productivo?
—Algo de eso. Ha sido divertido.
Asiento con la cabeza tomando su mano y entrelazando sus dedos con los míos. Estoy tratando de dar tantos pasos como puedo, la veo sonreír.
—Yo te digo cuando pasen por nosotros. Pueden ir a comer o hacer lo que quieran—les indico a mis guardaespaldas. Creo que Pincky gruñe, él es demasiado hostil pero me cuida y me agrada.
Bajo junto a Katherine y veo la camioneta perderse. Me giro hacia ella con una sonrisa.
—¿Lista para conocer a John?—cuestiono, comenzando a caminar con su mano en la mía.
—¿Cuál John?—pregunta mordisqueando su labio de manera distraída.
—John como mi guitarrista—digo, ella se detiene.
—¿Estas trayéndome al apartamento de John Gill?—pregunta incrédula.
—Sí, quiero que lo conozca y nos invitó a su apartamento.
—Oh Dios mío—dice llevando una mano a su pecho. Riendo nos adentró al ascensor, marcando el piso cuatro.
Salimos del ascensor al llegar al piso, cuando estoy a instantes de tocar el timbre ella toma mi mano. Bajo mi vista para observarla.
—¿Qué?
—¿Estoy presentable? ¿tengo el rostro lleno de pintura?
—A ver—digo empujándola suavemente hasta dejar su espalda contra la pared—me parece que te ves hermosa como siempre.
—Ahora estas muy cerca—murmura en voz baja.
—Así es, ahora estoy muy, pero muy cerca. Me gusta estar cerca.
Ella respira hondo, me gusta afectarla. Bajo mi rostro y la beso una vez más. Pero esta vez me encargo de atrapar su fino la superior entre los míos y succionar. La beso con dulzura porque Katherine es el tipo de chica que merece cosas dulces, suaves y memorables.
Es el tipo de chica que merece que le den todo sin pedir nada a cambio.
Y yo quiero darle todo. Por muy loco, precipitado o aterrador que eso suene.
Me abro paso con mi lengua y siento la necesidad cuando me deja entrar y roza la suya con la mía. Mantengo mis manos sobre la pared a la atura de su cabeza, pero sonrío al darme cuenta que de una manera muy tímida sus manos están a mis costado tomando mi camisa con suavidad.
Ladeo mi cabeza a un lado para ir por más. La beso durante largos instantes en la que la saboreo y disfruto del contacto boca a boca.
Cuando me es necesario respirar alejo mi boca de la suya y me parece que ella suspira. Eso es absolutamente lindo, hacerla suspirar.
Glorie tiene razón, desde que entré en este mundo de la fama hace cuatro años, nunca he salido con una chica fuera del espectáculo, con alguien dulce o incluso con unos años menor que yo.
Me alegra no haberlo hecho, porque entonces Katherine es mucho más especial.
—Me has besado…
—Y voy a hacerlo de nuevo—advierto besándola una vez más, solo que esta vez paso uno de mis brazos alrededor de su cintura.
Ella jadea porque este no es un beso tan suave como el anterior. Este es un poco más intenso, pero ella me sigue el ritmo. Creo que Katherine debería saber que es una buena besadora.
Mis dedos se cuelan solo un poco por la pretina de su pantalón y ella da un pequeño respingo llevando sus brazos alrededor de mi cuello. Se siente como que ni siquiera estoy teniendo control.
Mi cuerpo está muy, demasiado pegado al suyo y vergonzosamente noto el sordo dolor en mi entrepierna. Jadeando me alejo mi boca de la suya. Ella me observa con los ojos muy abiertos.
—¿Estas intentando manosearme?—pregunta en un murmuro bajo intentando recuperar su respiración. Siento mis mejillas calentarse un poco mientras doy pasos hacia atrás.
—¡No! Quiero decir… quizás me deje llevar, pero…
—Solo estoy bromeando—dice sonrojada.
—Te respeto.
—Lo é.
—Y me dejé llevar…
—Eso también lo sé—ríe pasando su lengua brevemente por su labio inferior, una tortura—los labios me palpitan.
No puedo evitar reír mientras ella se sonroja aún más. Solo espero y no note el pequeño cambio que hay en mi pantalón, el cual comienza a calmarse. No pretendo alarmarla.
—Será mejor que toque ese timbre—digo presionando el botón. Ciertamente sus labios están un poco inflamados y sus mejillas sonrojadas. Luce como una chica besada, una chica muy bien besada.
La puerta es abierta, y en ella esta Becca que me da una gran sonrisa.
—¡Ashton bonito!—exclama antes de abrazarme, río devolviéndole el abrazo.
—Ustedes todos deben dejar de decirme Ashton bonito.
—Pero si eres todo un niño bonito—murmura apretando mis mejillas—¿me extrañaste?
—No más que John—aseguro.
Becca y yo salimos solo una vez para darnos cuenta que la idea de su representante y la mía para juntarnos era ridícula, pedí a John que me salvara y lo último que supe esa noche es que John interrumpió nuestra cena y fue él quien terminó llevándola a casa.
Eso fue hace dos años y medio, desde entonces es la novia de John, quien sabe cómo lidiar con una novia modelo que tiene contratos por doquier y se mantiene viajan do en ocasiones.
Becca Palmer es el ejemplo de que las modelos dulces y agradables si existen, y que por ser rubia no es ni un poco tonta.
De hecho se molesta cuando las personas al verla rubia y siendo una modelo reconocida la catalogan como tonta. Es una chica muy lista que si no hubiese escogido el mundo del modelaje, estaría estudiando ingeniería mecánica.
Becca libera mis mejillas y observa a Katherine con curiosidad, quien luce ligeramente incomoda.
—Ella es Katherine, y Katherine esta es Becca la novia de John.
Supongo que eso Katherine lo sabe, pero no vamos a volver esto incómodo. Ellas estrechan sus manos y luego entramos al apartamento en donde John solo está sentado en el sofá viendo televisión. Alza la vista cuando se cierra la puerta.
—Ashton bonito—murmura—y hola chica bonita.
—Ella es Katherine—digo.
—Un placer conocerte Katherine, debes sentarte a mi lado y decirme como es que Ashton tiene la suficiente suerte para besar a una chica hermosa como tú.
Ella se sonroja y ríe mientras Becca rueda los ojos divertida acostumbrada a John.
—Iré por unas bebidas ¿quieren?
—Solo una coca-cola por favor—pido.
—Lo mismo, por favor.
—Vale, ya vuelvo—dice Becca desapareciendo por la cocina.
—¿Cuándo volvió?—cuestiono tomando la mano de Katherine para sentarnos en el sofá.
Creo que se siente lo suficiente intimidada para sentar muy junto a mí, sonrío aprovechando la oportunidad para mantener nuestras manos entrelazadas sobre mi pierna. John no se pierde el gesto.
—Volvió ayer, aún no sabe cuándo deba viajar de nuevo. Así que pienso disfrutar tanto como pueda de mi novia. Entonces ¿eres la hermosa chica de la que Ashton bonito no deja de hablar?
—Depende de que cosas ha estado diciendo—dice ella con una pequeña sonrisa, jugando con mis dedos. Dulce.
—Maravillas, hasta llegué a pensar que solo eras un personaje que su imaginación creó. Pero veo que eres real y hermosa.
—Gracias.
—No creas que Ashton es muy genial, de hecho es un poco nerd y bastante empalagoso. Pero ya lo descubrirás tu sola.
—No le espantes la cita a Ashton, John—advierte Becca llegando hasta nosotros con las bebidas—mira que no quiero estar solo rodeada de ustedes. Deja que Ashton la conquiste para yo tener a alguien con quien soportarlos.
Katherine ríe y esa es la señal para saber que puede encajar conmigo y no detestar a mis amigos por muy imprudentes o raros que puedan resultar a veces.
***
27 de enero, 2012.
—Repíteme de nuevo la razón por la que estás diciéndome que debo rasurar mi barbilla—pido.
Normalmente no dejo que la barba crezca porque no es algo a lo que sea aficionado, pero he estado ocupado componiendo canciones con John, dando entrevista y buscando tiempo para hablar con Katherine por Skype ahora que estoy justo en este momento en Irlanda.
—Porque te ves mayor, parece que tienes…
—¿Veintiún años? Porque Glorie, tengo veintiún años.
—Solo no es la imagen que has proyectado en estos años, te agradezco si te quitas ese pequeño rastro que está comenzando a crecer—pide.
Paso distraídamente una mano por mi barbilla, apenas si se siente un leve rastro, es una exagerada. No estaba pensando en dejarme la barba, solo no he tenido tiempo y llevo dos días sin rasurar mi rostro. No puede hacer un escándalo de eso.
—Las chicas en twitter dicen que Ashton se ve caliente—comenta John, John es mi mejor amigo, mi guitarrista y trato de invitarlo a todos los lugares a los que viajo, sino Glorie podría volverme loco.
—No la dejes crecer más Ashton. No sé qué te está pasando ni por qué quieres llevarme la contraria en todo—murmura exasperada—hago lo que es mejor para ti.
>>¿Tiene que ver esa chica misteriosa con que estés actuando como un tonto?
—Oye, déjalo enamorarse—protesta John encendiendo un cigarrillo, solo para hacerla enojar aún más.
—Fuera la barba Ashton—me advierte saliendo del lugar.
—Ella va a volverme loco—murmuro tomando mi laptop e iniciando sesión en Skype.
—Solo porque tú le das el poder de hacerlo.
Hago una mueca y John palmea mi hombro antes de ir a fumar. Voy a llamar a Katherine, pero aparece la llamada de Doug. Atiendo.
—Hola Doug—saludo, él hace una mueca.
—Necesito ayuda.
—¿Qué sucede? ¿van los conciertos mal por américa?—pregunta alarmado sabiendo que tiene una gira por ese continente.
—No, no, eso va estupendo—respira hondo—mi problema está en mi rayo.
—Uh… explícate.
—Llevo tiempo sin estar con nadie. Aproximadamente dos meses o más. Desde Milla en Estados Unidos.
—De acuerdo.
—Entonces ninguna mujer me ha llamado la atención o despertado. Hoy he ido a esta discoteca donde conseguí a una excéntrica pelirroja que llamó mi atención—pasa una mano por su rostro, me doy cuenta que está fumando cuando da una calada al cigarrillo y expulsa el humo—la invité a venir al hotel. Se desvistió y cuando estuvo desnuda todo estuvo mal.
>>No me excite, no quería tocar ¡Ni siquiera quise besarla! Y abajo todo estaba dormido, no sé despertó ni siquiera para echar un vistazo.
—¿Pero?
—Pero luego Dexter tuvo una video llamada con Hilary, te juro que solo vi ese rostro y me sentí toda la mierda de cálido y deseoso. Se me levantó cuando me dijo hola al verme junto a Dexter. Putamente se me levantó.
No puedo evitar reír demasiado divertido con su preocupación.
—¿No te da eso a entender que es el momento de que intentes algo con Hilary?
—No, ella es intocable. Sus hermanos me lo han advertido.
—Pensé que ellos ya te habían dado vía libre a que lo intentaras.
—Sí, eso fue antes de que me embriagará y pasara toda una noche entreteniéndome con una diseñadora y luego con Milla. La advertencia ha sido impuesta de nuevo.
—Es que eres idiota.
—Igual si no estuviera advertido, ella está teniendo citas con alguien. Ella es demasiado dulce, merece a alguien cercano a parecer un príncipe.
—Pero ¿si le gustas quien eres tú para decir con quien debe estar?
—Le gustaba, le gustaba cuando era adolescente. Ahora ha crecido y sabe lo que quiere. Evidentemente no soy yo.
—¿Te dijo eso ella?
—¡Joder! No voy a preguntarle para hacer luego las cosas incomodas—da una larga calada a su cigarrillo y lo apaga—solo necesito que me interesen otras mujeres, del modo en el que siempre lo han hecho.
—¿Por qué no te tomas un descanso? Divierte con Harry en esta gira, aléjate de las mujeres. Quizás ya luego vuelvas a ser esa especie de puto. Si no te está funcionando ahora, solo déjalo pasar. Tomate un descanso.
—¿Estás diciéndome que intenta la abstinencia?
—No lo dije precisamente así, pero si, básicamente es eso.
Ladea su cabeza de un lado a otro. Escucho una voz que parece indicarle algo, Doug rueda los ojos.
—Max está diciendo que baje a desayunar—aclara su garganta—bueno, si mi rayo no quiere entusiasmarse para una carrera, no voy a forzarlo. Supongo que en este caso y solo por un tiempo voy a tomarme un descanso sexual.
—Bueno, ahora vete a desayunar para que yo pueda llamar a Katherine.
—Ya veo, realmente te gusta—dice sonriendo, luego se pone serio—ella es una fiver muy especial, y la queremos mucho. Así que si le rompes el corazón o alguna mierda parecida vamos a patear tu culo Ashton.
—De acuerdo, con esa amenaza no tengo ninguna intención de lastimarla—aseguro—¿si ella me parte el corazón quien la hará pagar?
—Dudo que eso suceda y si sucede supongo que su conciencia será suficiente—analiza—como sea, voy a desayunar. Por cierto, América tiene un montón de chicas calientes y entusiastas en los conciertos.
—Glorie está negociando unos conciertos en Argentina, México y Chile. Espero y lo consiga.
—Sí, esperemos. Chao Ashton.
Doy por finalizada la llamada y llamo a Katherine. Es en el segundo intento que atiende, su rostro sonriente aparece en la pantalla.
—Hola Asthon bonito.
—Por favor, tu no. Todos menos tu—pido y ella ríe—¿estás en el baño?
—Es que estoy en la residencia y mi compañera de cuarto es muy chismosa, el baño parece un lugar seguro para hablar sin que ella sepa.
—Tiene sentido.
—¿Qué tal Irlanda?
—Colorida y alegre—respondo haciéndola reír.
—Te ves un poquito diferente.
—Es porque tengo un rastro de barba—digo riendo—igual me la quitaré en cuanto tenga tiempo.
—Oh, igual no te ves mal—dice retirando su cabello de su rostro—de las dos formas te ves bien.
—Me alegra escuchar eso—me acomodo mejor en el sofá—he estado sintiendo estos días una necesidad increíble de besarte, lo cual es bastante molesto teniendo en cuenta que estas lejos.
—Vaya…
—¿Sin palabras?
—Como siempre que dices cosas como esas.
Sonríe de manera tímida y yo río antes de aclarar mi garganta.
—Tengo un mensaje para ti de parte de la princesa Sophie—anuncio—la princesa Sophie invita a la chica de Ashton a la celebración de su cumpleaños número seis, como condición sus invitados deben vestir algo rosa y las niñas deben llevar una corona porque la princesa Sophie quiere que todas sean princesa. Porque la princesa Sophie es genial, creé que todos sus invitados irán porque ella es genial y no quiere llorar.
Cuando termino de hablar ella está riendo, no miento. Ese es el mensaje de Sophie, quizás agregué lo de la chica de Ashton, pero mi hermanita literalmente me ha dicho que es lo que debo decirle a Katherine, después de todo aún está encantada con haber hablado con ella por teléfono.
—¿Ella dijo todo eso?
—Literalmente, también te envió un beso.
—Bueno, entonces debes enviarme el beso.
Frunzo mis labios de manera exagerada y ella ríe más fuerte, no lo puedo evitar y también río.
—¿Cuándo es el cumpleaños de la princesa Sophie?
—El sábado 11 de Febrero, en Manchester. Claro que irías conmigo. En caso de que quieras y puedas ir.
—No puedo rechazar a la princesa Sophie, ella es genial y no quiero hacerla llorar—dice riendo—dile que cuente con mi presencia y que también le envío un beso.
—Debes enviar el beso—digo y ella frunce los labios en un beso—y uno para mí.
—¿Para ti?
—Espera, mejor es que me debas el beso y que me lo des cuando nos veamos.
—Astuto.
—Vuelvo en dos días. Tengo que dar un par de entrevistas y presentaciones en la radio, pero buscaré la manera para verte.
—No es necesario que…
—Sí que lo es, es necesario porque yo quiero verte—me acerco a la cámara—porque me gustas. Ella sonríe.
—También me gustas.
Y esa es precisamente la chica que no está saliendo de mi cabeza y me está volviendo loco de una buena manera.
Holaaa, aquí el capítulo.
No tengo especialmente mucho que decir hahaha.
Así que espero y les guste.
Pagina de facebook en el primer comentario y Biografía.
Un beso.