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AMOR EN LA MAFIA
ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟛
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Hora: 24:49 ...
Narra Setsuna :
—Anda Setsuna, baila algo, no has dicho mucho en toda la noche —Dijo Kharis algo borracha pero aún consiente de lo que hacia.
—No quiero, ya tengo sueño, mejor vámonos —Mencioné adormitada.
—No nos iremos a ningún lado —Finalizó mi amiga y regresó a la pista con las demás.
Yo suspiré profundamente y me abracé a mi misma por el frío que hacía. Ahora me estaba arrepentido de traer un vestido tan descubierto.
Pedí otro cóctel, ya me sentía lo suficiente borracha, pero no tanto como para caerme en medio de la calle.
Repentinamente volteé para ver donde estaban mis amigas, y me llevé con la grata sorpresa que estaban con los hombres que entraron en aquella ocasión, los amigos de ese tal Hisui. Yo solté una risita por lo bajo y seguí con lo mío.
De pronto recordé algunas imágenes que absolutamente nadie había podido borrar de mi memoria, y es que eran tan dolorosas para mí ...
Fui abandonada en un orfanato cuando tenía solamente un mes de nacida, o al menos eso dice mi expediente. Me adoptaron cuando tenía catorce años, esa familia me maltrató durante siete años, y apesar de que me brindaron la mejor educación, llegar a casa era un infierno.
Después de esos siete años, cumplí los veintiuno, sólo entonces pude conseguir que los papeles de adopción desaparecieran de las manos de los que eran mis padres adoptivos. Dos años más tarde conocí a la persona que me adoptaría, y es que tenía que tener por lo menos un tutor, y esa es la Señora Kaede quien fue la persona que mejor me cuido cuando estuve en el orfanato, cuando le pedí el favor, ella accedió, y así terminó siendo mi madre adoptiva.
Luego tuve que trabajar muy duro para poder cumplir los sueños, que hoy en día, ya son una realidad.
"La Dama de las notas en el violín"
"La Reina del ballet"
"Mejor actriz del año"
"Una de las mujeres más incluyentes del mundo"
Detrás de todos esos únicos títulos que he recibido en estos últimos dos años, habían lágrimas y caídas dolorosas, aún así no me arrepiento de nada, hoy en día soy lo que soy, por mi esfuerzo.
Sin embargo, de todo lo que me pasó en la vida, hay un suceso que más me marcó, fue realmente espantoso ...
El día que mi padre adoptivo me violó ... Hace exactamente nueve años, cuando tenía dieciséis años.
—Maldito idiota —Lo maldije por lo bajo. Las lágrimas no tardaron en salir, y aunque no quisiera llorar, realmente lo necesitaba.
—Disculpa ¿Podrías hacerme una bebida sin alcohol? —El barman asintió y yo enterré mi rostro en mis manos.
—No te notas muy divertida que digamos —Nuevamente era él.
Yo alcé la mirada para prestarle atención.
—La idea de salir hoy, no fue mía, pero quería acompañar a mis amigas —Murmuré tratando de no seguir llorando.
—Pues ya somos dos, cariño —Ese apodo sonrojó levemente mis mejillas.
—Supongo que sí —Sonreí ligeramente.
Narradora :
El hombre volvió a tomar asiento a lado de la dama.
—Esos idiotas se han puesto lo suficientes borrachos como para terminar en la cama con tus amigas —Mencionó Hisui algo frustrado.
—No te preocupes, ellas no son así ... —Dijo Setsuna dirigiendo su mirada a sus acompañantes —... Espera ... ¿Dónde demonios se metió Julia?
—Se fue con Kohaku —El castaño observó como la mujer suspiró profundamente y se levantó de su asiento. —¿A dónde vas?
—A buscarla.
—No te recomiendo ir, será mejor que te quedes aquí si no quieres que algún idiota se pase de la línea contigo —Advirtió Hisui.
—¿Por qué lo dices? —La femenina no comprendió las palabras del hombre.
Él la miró de pies a cabeza y luego respondió —¿Qué acaso no te has dado cuenta?
—No entiendo a qué te refieres.
—Eres una mujer demasiado atractiva, y la forma en la que estás vestida es demasiado sexy como para que otros imbéciles quieran sobrepasarse contigo, más estando borrachos, solamente voltea a tu lado derecho, en la mesa 4.
Tal como lo dijo, Setsuna volteó, y pudo percatarse de las miradas de los hombres en aquella mesa.
—Gracias por la información. Viene siendo hora de irme —Habló la ojivioleta tomando su bolso y caminando hacia sus amigas.
Antes que pudiera dar un paso más, un hombre alto, y robusto se puso en medio de su camino.
—¿Qué sucede contigo? Déjame pasar —La dama intento pasar a un lado del sujeto, pero este la tomó del brazo —¡Oye! ¡Suéltame!
—Tengo órdenes de llevarte con el Señor Taisho —Reveló el masculino.
—¿Quién demonios es el señor Taisho? —Preguntó la castaña.
—Él no está aquí, pero tienes algo que él quiere, así que tendrás que acompañarme —Fue lo único que dijo antes de comenzar a halarla hasta la salida del bar.
—¡¿Qué parte de soltarme no entiendes?! —Se quejó la mujer tratando de soltarse.
—¡Amor! ¡Te dije que no te separaras de mí! —Hisui intervino abruptamente, provocando que el sujeto soltara el brazo de Setsuna y se perdiera rápidamente entre la gente.
—Gracias ... —La dama trató de regularizar su respiración, pero el susto que se llevó la dejó temblando.
—Tranquila, estarás bien, será mejor que tú y tus amigas se vayan de aquí ... A estas horas, mafiosos y demás personas de puestos grandes, empiezan a llegar, puede ser peligroso para unas damas como ustedes —Hisui se quitó su saco y se lo colocó en los hombros a la mujer.
—No hace falta, necesito ir por mi amigas.
—Te acompaño.
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Al día siguiente ...
Empresa Taisho.
Sala de juntas directivas.
Hora: 08:30.
Narradora :
—Se puede saber ... ¿¡EN QUÉ DEMONIOS ESTABAS PENSANDO CUANDO INTERRUMPISTE ESE SECUESTRO?! —Terminó gritando el Señor de cabellera plateada.
—En primer lugar, no me grite que no soy un sirviente de usted, ocupo un rango más alto que usted, tengo más poder que usted, y en cualquier momento puedo tirarle su ridículo imperio de mafia —Le recordó Hisui.
—¿Pero cómo se te ocurre amenazarme de esa forma? ... No tenías porque interponerte de esa manera, entre mi escolta y Setsuna Harrison ... ¡La necesito a ella para conseguir lo que necesito! —Exclamó Sesshomaru golpeando la mesa con sus manos.
—¿Y yo que iba a saber que eran órdenes de usted? —Se defendió el castaño —No iba a permitir que se llevaran a una dama enfrente de mis narices.
—¿Por qué la llamaste tan cariñosamente? ¿Acaso es algo tuyo y por eso la defendiste?
—No diga estupideces Taisho, la señorita Harrison no es nada mío, solamente dije eso para evitar que se la llevarán. —Contestó Hisui.
—Como sea ... Lárgate de mi oficina, tu trabajo y el de tus amigos ya está terminado aquí, nuestra asociación termino, así que agarren el dinero que les corresponde y pierdanse. —Pronunció el peliplata.
—¿Qué tiene esa mujer para que tú la estés queriendo secuestrar? ... Es una simple actriz —Recalcó el de ojos índigo cruzándose de brazos.
—Esa simple actriz, tiene algo que nadie de nosotros tiene ... ¡Y si tanto te interesa saber que es lo que ella tiene, ENCUENTRALA Y TRÁELA ANTE NOSOTROS! —Sesshomaru salió de la sala déjando solo a su socio.
—Mmmm ... Suena interesante ... Así que tomaré tu palabra Taisho —Musitó Hisui déjando aparecer una sonrisa ladina en sus labios. —Después de todo, no tengo algo bueno que hacer en estos próximos cinco meses.
Luego de unos minutos, salió de la sala y emprendió camino hacia la salida de la empresa para empezar una "pequeña" investigación sobre la dama de la noche anterior.
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Mientras tanto en ...
Madrid, España.
—¿Y ahora qué? —Zero Suzuki, cuarenta años, espía profesional de la mafia en Corea.
—Abrir esta bóveda y sacar las evidencias —Naraku Yamada, cuarenta y cinco años, militar retirado del ejercicio coreano, ahora empresario y socio de Kirinmaru del Alba.
—¿Y cómo la abriremos?, Son tres capas de acero blindado lo que tiene como puerta —Izayoi Inaka, espía del FBI, infiltrada en la mafia coreana para arrestar a los de alto mando.
—Sólo tenemos de dos ... O la abrimos, o la abrimos —Musitó Zero amarrando su cabellera en una coleta alta. —Y solamente tenemos una hora así que piensen en algo.
—¡Lo tengo! —Kagura Weigel, veintinueve años, abogada de la mafia japonesa, empresaria y socia de Naraku Yamada. — Busquemos en qué parte está ubicada alguna pared de la bóveda, y la tiramos, para eso, Zero has lo tuyo.
—En seguida —La ojiverde desactivó las alarmas con un sistema de hackeo.