Christine E.:
−Así que te fuiste de vacaciones. −Pregunta papá mirándome de reojo. − ¿Qué tal?
Estamos en su oficina.
−Nada mal−concedo.
− ¿Y qué tal Ángela?
−Estaba ahí −Respondo.
− ¿Y?
−Bien... supongo.
− ¿Supones? −Libera una risita. −Afloja un poco Christine.
−Claro que aflojo, solo creo que Tina está... fascinada. −Digo no muy segura de si es la palabra correcta. Pero como sea, no es costumbre verla ser así con alguien que haya conocido recientemente.
¡Y por supuesto que nunca con alguien de esa familia!
Papá solo me mira fijamente. Supongo que sabe lo que quiero decir, pero lo digo de todas formas.
−Me preocupa.
−Vamos vamos−Me tranquiliza−Tina es muy segura de si misma, justo como tú.
Aparto la vista de él.
−Por eso me preocupa.
¿Qué seguridad hay en el amor?... Sé que Noelle me ama, ¿pero que tal si algún día conoce a alguien que haga que aparte sus ojos de mí y se vaya?
Tan sólo sería una mujer divorciada muy rica y muy sexy.
−Estará bien −Sonríe. −No es tan obsesiva como la madre −Bromea.
Evito tirarle algo al anciano.
¿Obsesiva yo?
[...]
Ángela G.:
Trago saliva, carraspeo, pongo mi mejor cara, mi mejor perfil, mi mejor mirada...
−Ti... ti... tina −Tiemblo. −Te... te gustaría ser...
−Ti-ti-ti −Dice Omar burlón. − Te mandará al carajo.
− ¡Así no se puede! −Gruño. − ¡Eres la peor Tina de la faz de las Tinas!
−Oye, ¿qué crees que te diría si tiemblas como una adolescente introvertida a punto de su primer beso?
Imaginación de Ángela.
−Ti... Ti...Tina.... ¿Te gustaría ser...
−JAJAJA pero ¿por qué tartamudeas? Vamos Grant pídemelo como la gente. −Tina imaginaria se cruza de brazos sonriente y muy ufana.
− ¿Me vas a decir que no?
−Claro, pero deja disfrutarlo.
De vuelta a la realidad...
− ¡No! −Me toco el cráneo con mis manos. −Me tomará, destruirá en pedacitos y los plantará en el jardín de su mamá.
−Y luego Jo te fumará... pero ¿y qué? −Dice Omar. −Pareciese que nunca has pedido a una chica ser tu novia... hasta yo lo he hecho.
Lo miro con pánico.
− ¿No lo has hecho?
−Hmm −Me avergüenzo un poco. −Tal vez, pero no les gusto a las señoritas −Digo a mi pesar.
−Eso es lo que tú crees ¡deberías tenerte más confianza! −Su expresión es dura. −Eso ya lo he dicho... ¡No me hagas tener que decirlo!
−Está bien...
−Me parece dulce que te atrevas a pedirle que sea tu novia. −Asiente.
− ¡Tina me entiende! −Digo. −Además no le importa mi padre. Eso es un punto enorme a favor. −Razono.
−Pero no el único ¿a que no? −Mueve las cejas.
−Bueno, me parece una chica de armas tomar... inteligente, leal, tenaz, astuta y tiene un cuerpecito que me encanta −Baboseo con cara de pervertida. −y su trasero...
−Me das ''cringe'' −Bromea Omar. −Aunque yo creo que te dirá que sí.
− ¿Enserio? −Me extraño.
−Me extraña que te extrañe. −Dice. −Ha sido un año movido, si no le importaras te ignoraría como lo hace con medio mundo. ¿Enserio has visto sus redes sociales? Yo la sigo en Instagram −Sonríe. −Sólo sabe sacarle fotos a su motocicleta nueva. El público extraña las fotos en la piscina... −Empieza.
−Cierra el pico. −Digo. El mío solo tiene imágenes de videojuegos... un par con la familia y ya. Cualquiera pensaría que por ser Grant tengo lleno de seguidores... pero no, no es lo mío, en definitiva... y me pone nerviosa llamar la atención de la gente.
−Vamos, todos sabemos que los gamers son un éxito en las relaciones de pareja. −Me alienta.
−... No me animes tanto.
−Sólo hazlo−Gruñe.
[...]
Hoy es día de ver a Tina ¡me habló sobre su motocicleta! ¡probablemente dejó a sus madres de los nervios! camino feliz a su apartamento, subo el ascensor y toco el timbre. Mi sonrisa se borra, digamos que la señora de enfrente no es la que dijo Tina que abriría.
−Hola −Digo.
−Hola −Gruñe −Buscas a Tina.
−Si − ¡Ay, mamá! ¡qué nervios esta mujer! Es esa maldita mirada que choca con mis ojos. Me quedo ahí sin saber que decir. Tampoco me ha invitado a entrar así que ¿qué más voy a hacer?
Bosteza agotada.
−Está bien, pasa.
−Gracias −Murmuro.
Toma un teléfono, me quedo ahí, esperando con cara de... ''soy una silla, ignóreme''.
−Martina, tu novia. −Dice simplemente y lo deja en su lugar.
¡Oiga!
Me mira de reojo.
− ¿Lo son cierto?
−Ehm... no, no. −Digo.
−Ah −Dice animándose.
Una punzada de molestia hace que abra la boca.
−Aunque me gustaría−Reconozco. ¡No se va a deshacer de mi tan fácil!
Guardamos silencio, su expresión es más dura aún si eso es posible...
− ¡Eh! ¡Ange! −Dice Tina apareciendo. − ¡Oh vamos! Por qué esas caras tan largas... −bromea. − ¿Todo bien?
−Todo bien −Confirmo.
−Si... −Dice su madre. −Necesito un trago. −Desaparece.
− ¿Y a esa que le pasa?
−Uh, no dijimos gran cosa−Digo −Debe ser difícil para ella recibirme. −No le niego el esfuerzo, fue más amable de lo que esperaba.
− ¿Y bueno que tenías en mente? −Pregunta. Sonrío mostrando mi casco. Levanta una ceja sonriente. − ¿Carreras?
− ¿Ya quieres preocupar a tus madres no? −Digo responsablemente. −Vamos a nuestro lugar secreto −Muevo las cejas.
(...)
Cuando subimos a nuestras hermosas naves, me pongo el casco y grito.
−¡¡La que pierde le besa el culo a la otra!! −Y me largo de allí.
Como era de esperarse, yo gané la carrera. Tina se quita el casco y su cabello la hace ver como si estuviera desquiciada.
− ¡Eso fue trampa! ¡Si hubieses avisado antes yo hubiese ganado!
−Perdiste, así es la vida. −Asiento creída. −Pinta tus labios primor.
− ¡Vete al carajo! −En eso mira el atardecer del paisaje. − ¿Y por qué querías venir?
Tina arruina momentos.
−Lo es −Digo. −Es para que comamos algo −Me ruborizo.
−Oh ¿enserio? Bueno −Dice animada.
Nos sentamos y preparo las cosas, no soy mucho de picnics, pero con Tina veníamos para practicar y comíamos chatarra sentadas en el pasto. Como hoy es un día especial, me molesté en traer una manta y hacerlo más cursi.
Tina observa maravillada la comida.
Nos sentamos y conversando un rato se nos pasa la hora comiendo ¡Carajos aún no se lo he pedido!
−Está bastante más fresco −Dice Tina sobándose los brazos bajo su chaqueta de cuero, reparo en la remera que lleva debajo. ¡¿Vino solo con eso?!
− ¿Y si te acercas para darte calor? −Digo con tono profundo.
−Está bien −Acerca parte de su espalda y la abrazo sentada algo más atrás. Sonrío algo nerviosa.
'' ¡No te pongas nerviosa por esta estupidez Ángela!'' '' ¡Ángela!'' '' ¡Nos está mirando!'' '' ¡Ah! ''
Ella ajena a mi pelea mental toca mi mejilla y me besa. Cierro los ojos, un poco rápido por los nervios y sigo sus movimientos, su tibieza hace que mi pecho se vuelva loco y mi estómago se envalentone y me diga ''TU PUEDES''.
Nos separamos, sonríe y sus ojos oscuros miran mi rostro, siento el calor de su cuerpo, la sonrisa que comparten sus ojos, una especie de extraña tristeza me abraza y me autosaboteo pensando en que sería muy cruel que esta sensación pudiese acabar. Si le pregunto, me arriesgo a que me diga que no y todo se ponga extraño... y se arruine.
'' ¿Y si te dice que sí?'' Me digo. No puedo rechazar esa magna felicidad solo porque está la posibilidad de que me diga que no y todo se vuelva raro... ¿o sí?
−Eh... −Digo.
− ¿Sí? −Pregunta despreocupada
−Tina... tú... − Ay no, ya me está llevando el diablo... −Quisieras...
Me mira con extrañeza, genial.
Todo se derrumbó, dentro de mi...
Carraspeo.
−Se que nos conocemos solo de este año, y que hemos tenido muchos problemas... pero... −Vamos, '' ¡solo dilo!''– me gustas mucho, y no me importan los obstáculos− Intento poner mi mano sobre la suya que está apoyada en el suelo, pero creo que está algo sudada, ojalá no le de asco... Sin embargo, no dice nada, me mira con atención, ya ni vale la pena disimular, Tina sabe lo que trato de decir. −Ya sabes... −Miro al suelo y luego a sus ojos nerviosa, ella asiente sutilmente entendiendo el mensaje −eres una chica increíble y no me importaría pasarme por el culo las opiniones de los demás si eres tú quien me acompaña. −se ríe.
−Qué declaración tan inusual.
−Lo siento −Ya se me fue la lengua −El asunto es que me encantaría que fuésemos.... Ya sabes −Me sonrojo. Agradezco que ya este atardeciendo. −...Que fueses mi novia −Digo en un hilo de voz.
¿Habrá sido una buena declaración?
Silencio...
−Mira tal vez mi oratoria es pésima, ¡pero lo mejoraré! −Digo rápidamente. − ¡Y tal vez juegue mucho pero no te ignoraré cuando me visites! ¡y mejoraré cocinando! −agrego − ¡y no diré tantas palabrotas! −Me mira concentrada − ¡Y no beberé tanto, ni usaré la misma toalla para todo el cuerpo y el cabello!
−Te diré que sí, si no sigues hablando.
Junto las cejas, me sale un ruido sordo que se escucha como un intento de decir '' ¿enserio?''
−Si −Dice. Abro los ojos más de lo normal. Sonrío, lo que me permite la boca tapada...
...
Aparta su mano y apenas puedo quitar mi sonrisa cuando nos besamos.
De repente el mundo es más hermoso y no me lo puedo creer ¡Lo logré! ¡Es un éxito!
−Ahora veo por qué tantos detalles −Dice cayendo en la cuenta.
− ¡Quería demostrarte que puedo ser romántica! −Digo tratando de no sonar tan satisfecha conmigo misma.
−Pero si lo eres −Dice.
Hemos tenido salidas románticas, tardes románticas, sexo romántico. ¡Pero nunca un picnic romántico con proposición de noviazgo!
−Era necesario −asiento.
− ¡Qué pena! ¡y yo que te debo un beso en el trasero! −Bromea.
−No es necesa... ¡Oye! −Se pone sobre mi y burlona va a mi pantalón− ¡No! ¡No! ¡Aquí no! −Chillo cuando me lo quiere desabrochar. − ¡¡Tina!! −Se ríe y este momento romántico termina en una lucha cuerpo a cuerpo conmigo luchando para que no me bese el trasero... aquí.
− ¡¡AAAAH!! −Grito en nuestro lugar secreto.
El problema que es tan secreto que nadie vendrá a ayudarme a esta hora.
(...)
Me quedo ahí, sobre las mantas.
−Ya no podré entrar a una iglesia−Digo teatralmente.
−Fue una bromita, está anocheciendo ¿Nos vamos?
− ¿No te vendrás conmigo? −Pregunto.
− ¿Aquí en medio del bosque? −Responde. −Tengo frío, pero... bueno. −Dice insegura.
−Me refería para mi hogar − ¡Que mente mi novia!
Jejeje...
−Mañana tengo trabajo −Susurra.
−Te acompaño.
− ¿Y por qué no vienes tú conmigo? −Tina frunce el ceño.
−Tú madre nos matará −Respondo.
− ¿No dijiste que no te importaba y te los pasabas por el culo a todos?
−...y agradecería que no se lo dijeras −Acoto. Aunque es verdad... tengo que ser consecuente con lo que digo. −Iré contigo.
−Excelente −Dice.
Llegamos a su casa, por suerte esta vez es su madre, Noelle. Quién nos recibe.
−Chicas, bienvenidas −Saluda tan feliz de la vida como siempre.
Es increíble que la pareja de Christine Edwards esté siempre con la sonrisa a flor de piel, me hace pensar en la clase de persona que es cuando nadie las ve.
− ¿Dónde estás mi algodoncito de azúcar? −Escucho una voz dulce y una coronilla pelirroja que se asoma en la cocina.
−Aquí con las chicas −Dice su mujer despreocupada. Ella nos mira con la cara desencajada y desaparece.
Tina rompe a reír y yo quedo con cara de ''poker''. ¡Si me rio me matará! Mi boca cede y me cubro con la palma.
− ¿Ange te quedarás? −Pregunta su madre.
−Si señora, si no es molestia −Digo.
Una frente roja se asoma por la cocina.
− ¿Cómo es eso?
−Me quedaré con mi novia −Dice Tina con voz firme−Espero no te moleste.
− ¿Novia? −Me mira de reojo, es fácil adivinar su expresión. Algo así como...'' ¿Así que lo lograste pendeja?''
−Respeto mucho a Tina −Digo de inmediato.
−Eso espero, lo bueno es que tenemos suficientes cuartos para visitas −Dice.
−Se quedará conmigo −Anuncia, se escuchan las pezuñas de Sandy contra la madera, nos recibe y Tina la acaricia. −Y Sandy ¿Verdad Sandy? −Empieza a hacerle mimos.
Ok, supongo que tendremos que compartir a Tina.
−Muy bien −Dice. −Pero respeten este hogar sagrado −Gruñe desapareciendo. La Sra. Noelle pone una expresión lastimera a modo de disculpa y me invita a ponerme cómoda.
Su madre nos pregunta desde cuando salimos y Christine hace muecas.
−Espero que entiendas y respetes lo que significa salir con mi hija −Dice simplemente −Quiero lo mejor para ella, y eso involucra a parejas.
−Está bien, lo entiendo.
−No preguntaré por tu estabilidad económica, pero tengo muchas preguntas en cuanto a tus costumbres y comportamientos. −Dice.
−Tendrás tiempo para preguntárselo −Su esposa me guiña el ojo.
Subimos a su dormitorio, veo que Sandy está en una cama más pequeña. Pensé que dormiríamos las tres de cucharita... ya me estaba mentalizando para esa situación.
−Está enorme para subir a la cama −Dice Tina como si leyera mis pensamientos. Nos recostamos y entre besuqueos y conversaciones tocan la puerta.
− ¿Sí? −Dice Tina.
−Soy yo −Escucho a su madre. Nos miramos cuando entra, nos estudia con la mirada.
−Buenas noches, espero descansen mañana hay trabajo... −Empieza.
− ¡Christine deja a las chicas en paz! −Aparece su esposa.
− ¡Les venía a desear buenas noches! −Espeta.
−Oh, en ese caso, buenas noches, chicas−Dice ella sonriente. −Vamos Chris. −La abraza de la cintura y se la lleva.
−Esa mujer...
−Única en su clase −Digo sorprendida. Jamás conocí a alguien así, sobre todo en nuestro mundo. No me imagino como Christine alguna vez estuvo allí, tomando el té con mi padre y abuelos sin arruinar todo al abrir la boca.
Martina E.:
Veo a Ange mirar extrañada hacia la puerta, me imagino que a medida que pase el tiempo mi extraña vida no lo será tanto para ella. A veces me pregunto si saldrá corriendo...
− ¿Aún no te espantas? −pregunto burlona.
−Ya me espanté hace mucho −Sonríe.
− ¿Y bien?
−Me quedo −Dice cubriéndose un poco con las sabanas, se recuesta de lado y me mira. Sus ojos grises viajan por mi rostro, entrecierra los ojos, me ruborizo
− ¿Qué ves?
−A ti, eres tan linda −Dice acurrucada.
− ¿Ah sí pelinegra? − Acaricio su cabello, es suave. −Ya estás ondulada.
−Si, no me lo alisaré tan seguido. −Muchos dirían que es por el cuidado del cabello, yo le llamo pereza.
−Bien pensado.
− ¿No crees que te lo pedí muy rápido verdad? −Sonríe −Después me van a joder con chistes de lesbianas...
−No, está bien. −Me sonrojo. Se asoma mi vena cabrona −Además uno siempre puede arrepentirse.
Ángela frunce el ceño.
− ¡Tú no te vas a arrepentir! −Se abalanza sobre mí y me empieza a besar, en un punto ya necesito respirar.
Se ríe mientras mantiene sus labios pegados a los míos por la fuerza, cuando se separa la miro indignada mientras doy fuertes bocanadas de aire.
− ¿Pensaste que podías pasarte de lista? − ¡Se sublevó el primer día!
Delinea su dedo juguetón por mi cintura, los introduce debajo de la tela y me mira sonriente.
− ¿Sabes que en un par de habitaciones más allá están mis madres verdad? −Digo.
No es que Ángela sea particularmente ruidosa pero nunca se sabe.
−Me extraña que tú seas tan tímida.
−No soy tímida −Atraigo su pelvis con mis piernas. Levanta una ceja. −Pero mañana debo trabajar, tú tienes que ir a una reunión. −Me hago.
−Unas horas no te van a matar...
−Treinta minutos, tómalo o déjalo. −Más tiempo es avaricia y ninfomanía.
Hace un ruido de incredulidad y me besa. Nos quedamos recostadas un rato, Sandy... por favor duerme. Acaricio la espalda de Ángela bajo su pijama, ella besa mi cuello. Nos giro y me siento sobre ella.
−Ya te pusiste mandona −Gruñe.
Me muevo sobre ella, simplemente por el placer de ver su rostro cuando la provoco.
− ¿Quieres salir corriendo? Te tenía más fe −Bromeo.
−Deberías−Mueve mi cintura hacia ella. Sonríe de medio lado muy recostada sobre la almohada.
Ángela G.:
−Estamos en tu casa, no quisiera echar a perder lo que hemos conseguido− No es que me esté quedando quieta tampoco, pero se entiende mi postura del asunto. Aunque ahora a medida que se mueve vaya cambiando de opinión.
Ok ya cambié de opinión, me giro con Tina arriba y me pongo sobre ella. Le sonrío
−Sin llamar a mami −La atraigo a mi del trasero, se lo acaricio. Beso su cuello, Tina guarda silencio, solo se oyen débiles suspiros.
[...]
− ¡AAAAAAH! −Gritamos con Chloe.
− ¿Y fue ella? −Pregunta cuando por fin nos callamos.
−Si. −Digo.
− ¡AAAAH! −Gritamos. Maxi da saltitos y pequeños ladridos.
− ¡CÁLLENSE! −Grita Sam furiosa, llega con un delantal. −Parecen adolescentes.
− ¡AAAH! −exclamamos nuevamente. Nos reímos cuando nos fulmina con la mirada.
− ¿Qué cocinas? −Pregunto.
−Es una receta nueva, he ido avanzando a pasos agigantados. −Dice muy satisfecha de si misma.
− ¿Arroz? −Pregunto.
Se sonroja.
− ¡Pero el mejor arroz! −Se va.
−Uy, está sacando frases tuyas−Gruño a Chloe.
− ¡Pero las mejores frases! −Se acomoda el cabello.
Aunque me parece tierno que se les pegue algo de la otra... que miedo.
[...]
Ángela G.:
− ¡No puedo creerlo! −Aida está pasmada. − ¿Enserio tendrás algo serio con ella?
−Si, ya es un hecho. −Digo.
− ¡Pero Ángela! ¡¿Qué te hicieron?! −Pregunta.
−Jejeje− Me sonrojo.
−Ya, pero independiente de eso −Se ríe. −Es una Edwards, esto tendrá repercusiones.
Una más, una menos...
−Si papá piensa que prohibiéndome algo hará que me detenga... no ha puesto atención. –''Hola, soy Ángela y soy la señorita terquedad''.
Su mirada es de cariño... o lástima.
−Tú sabes que yo te apoyo en todo. Aunque a mi pesar perderé una buena compañía. −Me mira de reojo.
Libero una risita.
− ¡Es cierto! −Caigo en la cuenta. ¿No quiero esto? Me río ¿Enserio?
−Esperaba que dijeras que no. −Hace un puchero coqueto.
−Tina es... −Digo pensando en ella, tomando letras en la sopa que es mi mente. ¡Son muchas! −especial.
−Bastante especial −eleva una ceja. −Es broma, algo debe mostrarte que nosotros los mortales no podemos ver.
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¡OAAAY! yo quiero.
¡Hello! ¿Qué tal el inicio de semana?
¡Christine! ¡Basta! >.> o me veré en la obligación de llamar a Gabriela.
---> Ig: Briity
(bandana y cara de buena persona, conservadora ];D)
¡Nos leemos pronto!
Besos.