Hoseok despertó sobresaltado al darse cuenta que el sol brillaba con intensidad en lo alto del cielo, ni siquiera tuvo oportunidad de revisar la hora en el reloj digital al costado de su cama o su teléfono.
Estuvo en dos largos pasos dentro de la ducha y casi gritó debido al agua fría empapándolo de los pies a la cabeza, era su castigo por haberse quedado dormido. Fue probablemente la ducha más larga que había tomado alguna vez.
No tenía el hábito de despertar tarde, de llegar a su empleo tarde o nada de ese estilo, pero en los últimos días la factura de sobrepasar las horas extras y tomar todo el trabajo pesado se había acumulado y estaba exhausto.
Había contemplado la posibilidad de tomar un par de días libres, pero había sido un simple pensamiento. No creía que tuviera mucho que hacer si tomaba unos días de vacaciones, no tenía amigos más allá de Namjoon, hacía mucho tiempo que no hablaba con sus padres.
Hoseok apretó los labios y salió de la ducha al darse cuenta que se había congelado mientras tenía pensamientos absurdos, culpaba a Namjoon por todos los pensamientos nostálgicos que lo habían estado atacando en los últimos días.
Se las había arreglado para vivir una vida cómoda, decente y plena en los últimos años, rodeado de colegas más no de amigos, acostumbrado a volver a una casa vacía cada tarde o noche, salir a beber con Namjoon y volver hasta tarde sin nadie a quien preocupar; esa era la clase de vida a la que estaba acostumbrado.
-Ah- él suspiró mirando su reflejo en el espejo del baño, arreglando la toalla alrededor de su cintura.
Hoseok salió de la ducha que recién había notado jamás había cerrado la puerta y tomó el teléfono sobre su almohada, sus dedos lo llevaron al nombre de Namjoon en sus notificaciones, a pesar de que los mensajes constantemente se acumulaban ya que no acostumbraba a revisar sus mensajes Namjoon jamás había dejado de enviarlos.
"Alguien durmió a través de su alarma hoy" leyó, casi pudo imaginar el tono juguetón del moreno en el texto y no pudo evitar sonreír.
"¿Finalmente vas a despedirme?" contestó él cortamente, limpiando una gota de agua que había mojado la pantalla desde su cabello.
El mensaje fue contestado casi de inmediato "Estás de suerte, no dejes acumular tus correos, es malo para el ambiente. Hubo una plaga y desalojaron el edificio por la mañana, tal vez tomé un par de días desinfectar todo, puedes trabajar desde casa mientras tanto".
Hoseok leyó un par de veces más el mensaje.
"No estás mintiendo, ¿no? Intentando hacerme descansar contra mi voluntad o algo".
"Bueno, soy algo blando contigo" Contestó él primero.
"Pero jamás excusaría tu incumplimiento laboral, soy un buen amigo, no un buen jefe".
"Entrega tu trabajo a tiempo y no me tendrás en la puerta de tu casa molestando".
Hoseok aceptó con un corto texto de inmediato, porque él realmente apreciaba a Namjoon, pero prefería gastar su precioso tiempo a solas que con los constantes interrogatorios de su amigo.
Un escalofrío le recorrió el cuerpo y finalmente pareció recordar que aún no buscaba ropa que ponerse; fue hasta su armario y tomó un par de pantalones deportivos ahora que sabía no debía asistir a la empresa, le gustaba estar cómodo en casa, desde sus zapatas hasta su ropa.
No tardó en colocarse el pantalón y una camiseta blanca y pronto estuvo en la planta baja aún con una toalla en su mano mientras secaba su cabello, desactivó la alarma de seguridad de su hogar ya que se encontraría en casa probablemente todo el día.
Hoseok corrió las cortinas de las ventanas e intentó caminar hasta la cocina para buscar algo de desayunar, siendo interrumpido en el proceso por el timbre, su ceño se frunció en confusión. Namjoon probablemente había estado jugando cuando envió ese último mensaje y era una advertencia de que exactamente iría a molestarlo a casa.
Consideró ignorar el timbre, fingir que no estaba en casa al momento o simplemente fingir que no lo había escuchado, pero volvió a sonar justo después de su última consideración así que se acercó al intercomunicador solo para encontrarse con el rostro ahora bien conocido de su vecino.
Hoseok lanzó la toalla en su mano al sofá a su lado y se acercó a la puerta, abriéndola lentamente. Yoongi estaba de pie frente a él con un rostro apacible, tomaba la mano de su hija que parecía más bien asombrada por la apariencia de la casa.
-Buenos días --saludó Yoongi con una suave reverencia.
Hoseok respondió un saludó de vuelta y luego miró con una sonrisa enternecida a la pequeña imitándolo --Buenos días, ¿qué los trae por aquí?
Yoongi aclaró la garganta y miró a su hija --Espero que no estemos interrumpiendo, Jung-ssi --habían pasado un par de días desde la noche en que Hoseok impidió que Haneul corriera directo a la carretera.
Desde entonces, cada vez que volvía del trabajo entrada la tarde saludaba a ambos padre e hija que constantemente se encontraban en el patio delantero de su hogar jugando juntos. Ya fuera un suave movimiento de cabezas y un saludó con la mano, nunca faltaba.
Yoongi casi siempre estaba sentado en las escaleras del portal de su casa, mirando a su hija mientras bebía de una taza, Haneul corría alrededor del patio con una enorme sonrisa. A Hoseok simplemente le parecía un pequeño cambio de rutina.
--No están interrumpiendo, por favor, pasen.
Yoongi pareció mirar el interior de su hogar con duda, pero sacudió su cabeza y dejó que la niña entrará primero, Hoseok cerró la puerta detrás de ellos, tomando la toalla que había aventado anteriormente del sofá --Disculpen el desorden, no esperaba visitas, pero por favor siéntanse cómodos.
--No queremos molestar más tiempo del necesario --respondió Yoongi --Haneul, ¿no tienes algo que darle al señor Jung?
La niña se acercó con entusiasmo a él, parecía la única en el lugar con ánimo de sobra para saltar, lejos de los dos cuerpos lentos y casi rígidos de los mayores --Jeongguk-hyung me ayudó a hornear estás para usted.
--Oppa, Jeongguk-oppa, cariño --corrigió Yoongi con paciencia.
--Oppa --repitió la niña, dándole una dulce sonrisa a su padre, entonces su atención volvió a Hoseok que la miraba atentamente, entregó la canasta con galletas en sus manos y corrió a esconderse avergonzada tras las piernas de su padre.
Yoongi rió y acarició su cabeza.
--Es un agradecimiento --mencionó --debido a lo de la otra noche.
--Oh --las mejillas de Hoseok se calentaron --no debieron tomarse la molestia, fue solo una casualidad que yo pasará en ese momento, realmente no hice nada.
--Insisto --Yoongi le sonrió, acomodando sus lentes sobre su nariz --por favor acéptelas, Jung-ssi. Si esa noche no hubiera estado ahí... no quiero imaginar lo que habría pasado, estoy sinceramente agradecido.
--Bien --Hoseok sonrió mirando la canasta con las pequeñas galletas, había un par de galletas con chispas de chocolate, otras más con jalea de fresa y piña y unas más con azúcar glaseada --estoy seguro de que serán deliciosas, Haneul-ah.
La niña apretó los labios mirando aún las galletas, Hoseok lo notó y no pudo evitar sonreír enternecido por la forma en que sus ojos se rehusaban a alejarse -- Haneul, creo que son demasiadas galletas para mi, ¿te gustaría comer unas cuántas?
Yoongi pareció algo ansioso al ver los ojos de la niña brillar con intensidad ante sus palabras, no había estado en sus planes pasar más de cinco minutos en el lugar en realidad.
Jeongguk prácticamente lo había obligado a agradecer de esa forma a Hoseok tras lo de la otra noche, y Yoongi realmente estaba agradecido, pero no conocía la clase de persona que era Hoseok y tampoco le interesaba conocerlo a fondo.
--Ah, no es necesario --rascó su cabeza algo contrariado, mirando a su hija un tinte desesperado porque se negará pero la pequeña ya había tomado con confianza por el borde del pantalón al alfa.
--Insisto --murmuró Hoseok amigablemente --Haneul debería de probar su creación, ¿no es así?
La niña asintió con entusiasmo mirando a su padre casi con súplica y Yoongi no tuvo más remedio que suspirar en derrota.
--Bien, supongo que podemos tomarnos un momento y comer galletas con el señor Jung.
Haneuk aplaudió emocionada -- Acompañenme, ¿te gustaría un poco de té para acompañar tus galletas Haneul?
--Banana Milk --la niña dijo con emoción.
--Ah, leche regular está bien --Yoongi avanzó a pasos largos hasta estar al lado de su hija, tomándola por la mano --ella acostumbra a beber banana milk con mi hermano así que...
--Creo que tengo un envase aún, mi amigo las compra cuando viene de visita --Hoseok colocó la canasta con galletas sobre la isla de la cocina y caminó hacía el refrigerador -- por favor pongánse cómodos.
Yoongi ayudó a Haneul a sentarse en uno de los bancos altos frente a la isla y acomodó su cabello detrás de su oreja, la niña sonrió en su dirección y él suspiró, estaba atorado en ese lugar hasta que Haneul obtuviera lo que quería.
No estaba realmente molesto, habría preferido evitar dar molestias a su vecino, pero sabía que su hija era bastante amigable, estaba adoptando el carácter amigable de Jeongguk y aunque era un alivio porque le ayudaba a adaptarse rápidamente a su entorno también tenía miedo de que se convirtiera en un problema en el futuro.
--Banana Milk --llamó Hoseok deslizando la botella sellada junto a un popote --estuviste de suerte Haneul, aún quedaba una.
--¡Gracias! --la niña contestó con entusiasmo mientras enterraba el popote en el envase, Hoseok le sonrió y finalmente miró a Yoongi, que también sonreía a su hija con cariño.
--¿Te gustaría beber algo? ¿Té?¿Café?¿Jugo?
--Bueno, estaría bien un poco de té, gracias --el hombre finalmente tomó asiento al costado de Haneul --espero que no estemos siendo una molestia.
--Está bien --contestó Hoseok mientras colocaba el agua al fuego, volviendo a donde se encontraban sus invitados. Tomó una galleta de chispas de chocolate y le ofreció a la niña, que parecía haberse contenido de tomar una hasta que él no lo hiciera --en realidad recién iba a desayunar ya que no tengo que ir a mi trabajo hoy.
Sus ojos brillaron al sentir el sabor sutil del dulce de la galleta mezclarse con el de las chispas --Está deliciosa Haneul.
La niña sonrió con un deje de orgullo y asintió varias veces --Jeongguk-oppa es muy bueno cocinando y por eso me enseña.
--Ah, Jeongguk es mi hermano --explicó Yoongi --a ellos les gusta hornear todo tipo de cosas juntos.
--Ya veo, debe ser muy divertido. ¿Usted no hornea, Min-ssi?
--No soy muy amante de los postres --él murmuró mirando sus manos --solo cocinó la comida, nada de postres y todo eso, para eso están mis hermanos y Haneul.
--Entiendo, oh --Hoseok se alejó al escuchar la cafetera comenzar a sonar con el agua caliente. Tomó dos tazas de uno de los compartimientos de la cocina y vertió el agua, llevándolos con cuidado hasta donde Yoongi se encontraba sentado --Lamento la falta de variedad, no acostumbró tener visitas.
--Gracias --Yoongi asintió tomando un sobre de té y colocándolo en su agua tras endulzarla --fue muy amable de su parte invitarnos a comer galletas, no debía hacerlo.
--Ah, por favor, es lo menos que puedo hacer ya que tomaron el tiempo de hornearlas para mi.
Yoongi iba a contestar, entonces la realización de que estaba siendo un poco demasiado relajado porque el hombre era amble lo golpeó, apretó sus labios y asintió cortamente, llevando la taza de porcelana a sus labios en silencio.
Agradeció que Hoseok no buscará entablar una conversación de nuevo, parecía más bien ocupado hablando con Haneul sobre lo que la niña preguntaba sobre su hogar. Yoongi miró su celular y suspiró.
--Haneul, creo que deberíamos volver a casa --dijo tras tomar el último sorbo de su té y colocar la taza vacía sobre la isla, la niña también había terminado su leche y conservaba la mitad de una galleta en su mano, masticando lentamente --Papi aún tiene mucho trabajo por hacer ¿recuerdas?
-- ¡Oppa y yo vamos a pintar mi habitación hoy! --la niña pareció recordarlo de pronto, sus ojos se abrieron grandes e intentó bajar de un salto de la silla.
Yoongi la sostuvo en el aire y la colocó sobre sus pies --Es verdad, así que deberíamos volver para buscar ropa vieja y no arruines tu vestido --él le sonrió. Alzó su mirada a Hoseok que los miraba a ambos con una sonrisa --agradece al señor Jung por las galletas cariño.
La niña esperó a que Hoseok rodeará la isla hasta que estuvo al lado de ellos e hizo una exagerada reverencia, él no pudo evitar soltar una risita ante el adorable gesto, incluso el mismo Yoongi había sonreído con ternura --Muchas gracias por las galletas, señor Jung, su casa es bonita y grande, ¿no le dan miedo los fantasmas?
--¡Haneul! --Yoongi llamó con bochorno, Hoseok largó una carcajada.
--No, Haneul --Hoseok dijo finalmente cuando pudo detener su risa, aún tocando su estómago --puedo pelear con los fantasmas de este lugar así que estoy a salvo.
--¡Eso es genial! --la niña dijo y giró a mirar a su papa --Papi, ¿crees que pueda pelear con los fantasmas de nuestra casa?
--Eh --Yoongi aún sentía su rostro arder por las ocurrencias de su hija, esperaba que Hoseok no creyera que le daba una educación extraña preguntando esa clase de cosas --bueno, probablemente pueda.
Tras un mutuo acuerdo entre la niña y el adulto de que en algún momento iría a su casa a pelear con los fantasmas Yoongi finalmente logró que avanzará siendo seguidos de cerca por Hoseok hasta la entrada del hogar.
--De nuevo, agradezco su hospitalidad, señor Jung --volvió a agradecer Yoongi antes de salir del hogar.
--Gracias por las galletas, y la compañía --Hoseok respondió sonriendo amablemente; al mirar a Yoongi no podía evitar pensar en las palabras de Namjoon, era atractivo, ciertamente, pero podía ver en su mirada que no parecía especialmente interesado en ser amigos, ni siquiera un conocido --hicieron que mi desayuno no fuera tan solitario.
Yoongi asintió cortamente y Haneul volvió a despedirse con una gran sonrisa de Hoseok mientras agitaba su mano --Umm --Hoseok titubeó cuando Yoongi bajaba la escalinata --deberíamos llevarnos bien, ya que somos vecinos.
--Lo tendré en cuenta, vecino --Yoongi volvió a darle un asentimiento gentil y respetuoso y él espero hasta que padre e hija estuvieron entrando a su hogar para suspirar y entrar de vuelta a su hogar.
Se quedó de pie junto a la puerta y luego se maldijo a sí mismo golpeando sus mejillas con fuerza, dejándolas rojas y adoloridas.
--¿Por qué dijiste eso? --se dijo a sí mismo mientras subía las escaleras de vuelta a su habitación --"deberíamos llevarnos bien" --arremedó con voz burlona y volvió a cerrar los ojos, mortificado -- Idiota.