» 𝚏𝚘𝚞𝚛𝚝𝚎𝚎𝚗 «
𝚋𝚘𝚢𝚏𝚛𝚒𝚎𝚗𝚍 ?
» • 𝙷𝚞𝚗𝚝𝚎𝚛 ;
Horas después me despierto entumecido. Cada parte de mi cuerpo parece haberse dormido conmigo, porque a penas puedo sentir mis extremidades. Logro averiguar que es día alto gracias a los rayos de sol que se cuelan por la ventana y golpean mi cara. Suelto un gruñido por lo bajo mientras trato de incorporarme, pero enseguida noto unos brazos enredados alrededor de mi torso. Me giro para encontrarme con el rostro angelical de Edric, durmiendo pacificamente a mi lado. Solo entonces reparo en que estoy en su habitación. En su cama. Durmiendo con él.
Entierro la cara en la almohada, como si eso pudiera ocultar mi vergüenza. No pienses mal. Nada de eso paso la noche anterior. Simplemente fuimos a su casa, nos quedamos un rato abrazándonos, siendo cursis y esas cosas y nos quedamos dormidos así. A pesar de esto no puedo evitar querer morirme del corte. Todo esto en conjunto con lo que paso ayer... Es un cúmulo de sentimientos tan abrumador que ni yo mismo puedo describirlo. Y Dios, si me va a seguir besando así juro que no voy a poder aguantarlo.
Vuelvo a mirar a Edric, que todavía descansa a mi lado. Observo su rostro sereno a la vez que le aparto un par de mechones rebeldes que le caen sobre la frente. Debe ser al notar mi tacto frío cuando abre los ojos lentamente. Parpadea un par de veces, somnoliento y entonces sonríe. Este chico es imposible. Es imposible que hasta de mañana se vea lindo.
- Buenos días, lindo. - murmura con voz suave. Presiona un beso en mi frente para luego volver a acomodarse, escondiendo su cabeza en el hueco de mi hombro.
- Buenos días- Hundo mis dedos entre su cabello y le beso la coronilla.
- ¿Cómo dormiste? - noto sus manos recorrer mi espalda para luego aferrarse a esta. Un escalofrío me recorre la columna. Solo un abrazo suyo puede hacer que me estremezca. Por Dios, soy tan patético. Nunca he tenido una relación o tan siquiera he amado a alguien de forma romántica. Y ahora que estoy enamorado me doy cuenta de que no tengo ni idea de que hacer ni de como funciona esto. ¡Ni siquiera sabría decir si estamos en una relación! Sí, nos besamos y eso. Nos gustamos...Creo. Pero joder, sigo sin saber como funciona esto. ¿Por qué todo en el amor tiene que ser tan confuso?
- Heyyy... Tierra llamando a Hunter. - la voz de Edric hace que me olvide de mi bola de sentimientos confusos. - ¿En que piensas tanto ?
- Uhm... Oh, en nada... - Pero él me mira, arqueando una ceja. Se que puede leerme como un libro abierto. -No es nada, de verdad.
No logro advertir el momento en el que se abalanza sobre mí para hacerme cosquillas, pero antes de que pueda darme cuenta me retiene entre sus brazos.
- Empieza a cantar, Wittebane. No quieres que haga esto por las malas. - se burla
- ¡Ed-! ¡S-suelta! - trato de seguir serio, pero no puedo evitar reírme.
Minutos después, Edric también cede y se deja caer sobre mi, recostando su cabeza en mi pecho aún entre risas. Yo le acaricio la cabeza y nos quedamos así durante un tiempo, en completo silencio.
- Edric... - su nombre se escapa de mis labios, y antes de que pueda reprimirlas, las inseguridades salen a la luz en forma de pregunta. - ¿Tú...me quieres? Ya sabes...no como...- Me callo en cuanto noto que se ha quedado rígido. Con movimientos casi erráticos lo veo incorporarse. Oh, genial. He vuelto a decir algo estúpido. - Dios...lo siento. Es solo que, después de lo de ayer...
Intentar arreglarlo lo hace incluso peor. Oculto la cara entre mis manos, sintiendo pena de mi mismo, de lo ridículo que soy. Una parte de mi espera que Edric se de la vuelta y se valla en ese momento, pero en lugar de eso se acuesta a mi lado. Con suavidad me agarra de las muñecas, retirándolas de mi rostro.
- Claro que te quiero. Pensé que ya te lo había dejado claro - Él me sonríe con cariño y paciencia. Yo suelto un suspiro.
- Sí, pero... Sabes que soy un desastre con los sentimientos, Ed. No se si sabría mantener una relación con alguien. Y con todo lo que está pasando tengo miedo de...
¿De lastimarte?
¿De lastimarme a mi mismo?
¿De que me odies?
De no ser lo suficientemente bueno para ti.
- Hey... Está bien, no hay por qué correr... - susurra con dulzura mientras acuna mi rostro en sus manos. - Agobiarnos por lo que va a pasar no va a solucionar nada. Así que mejor tomémonos esto con calma ¿Ok?
Asiento lentamente. Había olvidado la forma en la que Edric me hace sentir seguro. Se que todo va a ir bien mientras él esté aquí. De pronto, noto como me agarra de las mejillas y y deposita un beso justo en la punta de mi nariz.
- Y pues claro que te quiero, tontito. Te lo repetiré todas las veces que haga falta.
Yo sonrío
- Gracias, no se que haría sin ti.
- Lo sé, soy maravilloso
Ambos nos echamos a reír. Pero sí lo es.
Edric es maravilloso.
Después de eso, no me vuelvo a preocupar durante el resto del día. Él y su presencia cautivadora se encargan de mantenerme ocupado.
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Para cuando se termina el segundo trimestre, estoy completamente agotado. Quizás por toda la suma de emociones a la que me estoy enfrentando o por que es el primer curso en el que estoy poniéndole un poco de ganas al instituto, haciendo más de lo mínimo para aprobar, pero este año está siendo más agitado de lo normal. No estoy acostumbrado a tantas alteraciones.
Por suerte para mi, las vacaciones de semana santa me suponen un pequeño descanso. Son cortas, pero al menos tendré diez días para estar tranquilo. Aunque no puedo esperar demasiada tranquilidad teniendo a Edric a mi alrededor, quien seguramente se la pasará arrastrándome de un lado para otro, como de costumbre.
Y no me equivocaba. Es el primer día de vacaciones, a las diez de la mañana. Obviamente, sigo en la cama (que para algo estoy de vacaciones), envuelto entre las sabanas desperdigadas por el colchón mientras hojeo el libro de Edric. Casi como si lo hubiese invocado, recivo una llamada de este.
- Vístete, en quince minutos paso a buscarte a tu casa. - es lo único que me espeta antes de colgar.
No puedo evitar sonreír mientras me levanto, pensando que demonios estará tramando ahora. Me las apaño para ponerme lo primero que encuentro en el armario, y en cuanto termino, Ed ya está esperándome en la puerta. Nada más verme se lanza a mi cuello, para besarme en la mejilla sin reparo alguno. Yo soy algo más vergonzoso, pero a él no le da ninguna vergüenza mostrar afecto en público.
- Buen día, lindo - lindo. Sonrío como un idiota al oírlo. Incluso cuando solía llamarme así antes de que empezáramos a salir, no puedo evitar emocionarme como el primer día.
- Buenos días ¿Vas a decirme ya que tienes planeado?
- Aún no, tenemos mucho que hacer hoy. Pero puedes intentar adivinarlo. - su mano busca a tientas la mía mientras empezamos a caminar y la agarra con delicadeza, entrelazando nuestros dedos.
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No nos toma mucho tiempo llegar al parque. Veo a Edric recorrer el lugar con la mirada, como si estuviese buscando a alguien. Cuando repara en un grupo de adolescentes, levanta la mano para saludarles.
-Son tus amigos ¿no? - pregunto con timidez. Él asiente con la cabeza
- Tenían muchas ganas de conocerte, así que pensé que sería buena idea salir todos juntos - añade risueño. Osea, que ya saben que estamos saliendo. O bueno, eso supongo ¿Por que querrían conocerme si no?
Reconozco sus caras de verlos con Edric y Emira, de cruzarnos en los pasillos o de intercambiar tres o cuatro palabras en clase. Del resto, dudo que ellos me conozcan a mí, o tan si quiera sepan como me llamo. Es cierto, vamos en el mismo curso y tal. Pero en ese mismo curso hay muchas personas, y hacerte invisible entre ellas no es difícil, sobre todo cuando eres yo, pasando siempre inadvertido. Seguramente solo me vean como el rarito con el que comparten una o dos clases, que se queda siempre al fondo, que no habla con nadie...
Eso me pone aún más nervioso. ¿Y si no les agrado? ¿ Si nunca me han dirigido la palabra, por qué lo iban a hacer ahora? No me puedo imaginar lo decepcionante que va a ser para ellos descubrir que el misterioso novio de Edric es...bueno, yo. El bicho raro que no conocen de nada.
Ed debe notarme cuando me pongo tenso, porque siento su mano apretando ligeramente la mía, en señal de confianza. Nos miramos a los ojos, y él sonríe con cariño.
- No te preocupes, no hay manera de que no les caigas bien. - susurra para después guiñarme un ojo. Es como si pudiera leerme la mente.
- ¡Hey! Pensábamos que no llegaríais nunca - Saluda una chica de pelo castaño, recogido en una espesa coleta. La conozco, se llama Viney y es la mejor de la clase de química. Creo que también es delegada. A pesar de que hemos hablado en contadas ocasiones siempre ha sido amable conmigo. Cuando me ve, me sonríe con dulzura, gesto que le devuelvo con algo de timidez. A su lado hay otros dos chicos totalmente desparejos. Uno alto como una torre y el otro más bajito, con unos lentes de pasta enormes.
- ¿ Quien es tu amigo, Edric? - pregunta el primero. Yo me quedo más rígido que una estatua, mirando al aludido de reojo.
Este está a punto de abrir la boca para decir algo, pero es interrumpido por Emira, quien acaba de llegar cargada de bolsas.
- ¡ Es el novio ! - vocifera. Que Dios me valga si no se le ha escuchado en todo el parque.
- ¡ Em! - le reclama Edric haciendo un puchero, quien también se ha puesto rojo como un tomate. Yo estoy tan avergonzado que no se donde meterme.
El resto también parece haberse quedado de piedra. Y no les culpo. Hasta a mi me es difícil de creer que Ed quiera salir conmigo.
Viney se lleva las manos a la boca para reprimir un jadeo.
- ¿¡En serio?! ¡ Me alegro tanto por vosotros ! - exclama entusiasmada.
- Wow, ¿Es en serio? ¿Él? - murmura incrédulo uno de los chicos.
- ¡Jerbo, no seas malo! - le reprocha Viney dándole un codazo.
- N-no lo decía con mala intención. Es solo que...wow. Sois tan distintos. Nunca lo habría pensado.
- Esta bien, yo tampoco me creo que Edric quiera salir conmigo - digo eso en voz alta sin darme cuenta, lo que hace que el mencionado se ofenda.
- Shhhhh No digas tonterías - me regaña a modo de broma mientras se abalanza sobre mi, revolviéndome el pelo como un niño pequeño, lo cual logra sacarme una sonrisa.
- Oh, créeme cuando te digo que Edric discrepa mucho de tu opinión. - habla el chico de lentes
- Y que lo digas, Barcus. Cada vez que le preguntábamos por ti no dejaba de hablarnos de lo maravilloso y tierno que eres. -reitera Jerbo, rodando los ojos entre risas.
- Oh, peus vosotros ni de lejos os habéis llevado la peor parte. - dice Emira, poniéndose una mano en la frente de forma dramática. - "Oh, Em. Si lo vieras cuando sonríe. Es demasiado lindo para este mundo" - imita a su hermano poniendo voz acaramelada. - Y yo como: sí Edric, dices eso cada vez que respira.
No puedo evitar soltar una carcajada. A pesar de que estoy horriblemente avergonzado vuelvo a sentir ese cosquilleo nerviosos en el estómago. ¿De verdad piensa todo eso de mí ? Seguro yo habría sido muchísimo peor de haber tenido a alguien a quien hablarle de él.
- ¿Podemos dejar este rollo de dejarme en evidencia para cuando Hunter no este delante? Gracias - se queja Edric con voz lastimera, apoyando la frente en mi hombro.
Para desgracia suya, las burlas de Emira se prolongan durante el resto de la mañana, acompañadas por supuesto de su respectiva representación dramática de los hechos. A pesar de esto, entre broma y broma veía como ella me dedicaba una sonrisa tierna. Una sonrisa que me decía " gracias por hacerlo feliz"
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A/N : BUEEEENOS DÍAS,,, VENGO A COMUNICARLES QUE HE DESCUBIERTO UNA CANCIÓN QUE ME RECUERDA MUCHISIMO A EDRIC Y HUNTER Y NO HE DEJADO DE EDCUCHARLA MUENTRAS ESCRIBO.
Se llama "Lucky" de Jason Mraz, por si la quieren escuchar :')
Perdonen por tardar tanto en actualizar, en compensación les regalo este dibujito de como se verían Hunter y Edric en este AU. En adelantado me disculpo por mis horribles habilidades de dibujo.
Miau.
Also me he dado cuenta de que muchas personas han estado empezando a leer mi historia desde la última vez que actualicé, a lo cual estoy SUUUUUPER agradecido :DDDD Muchísimas gracias espero que les esté gustando la historia :")
Bai <3