El rubio estaba llorando, levantó sus manos para tocar el rostro de la pelirosa mientras seguían besandose, quería sentirla.
No quería pensar que eso era uno de tantos sueños que tuvo alguna vez, el quería mantenerla ahí hasta que fuera otro día.
El rubio se separó del beso y la abrazo de la cintura, sorprendiendo a la pelirosa, ella igual que él de mayor estatura decidió abrazarlo.
-Sakura-chan... Esto no es un sueño, verdad?-susurró
-¿Quieres que sea un sueño?
-No...
La pelirosa dejó escapar una risita-Yo tampoco quiero que sea un sueño-susurró al igual que el rubio
El Uzumaki se movió al sofá donde estaba sentada la pelirosa para poder recostar su cabeza en las piernas de ella, siempre quiso hacer eso.
-Sakura-chan...-llamó el rubio
-¿Si?
-Tú... ¿Hablaras con Sasuke?
La pelirosa suelta una risa burlona-¿Que? ¿Te da miedo?
-Pfff, claro que no. A mi nada me da miedo-dice mientras voltea a ver la pelirosa, ahora quedando boca arriba
-No te preocupes. Yo hablaré con él.-dice mientras le dedica una sonrisa al rubio
-...Te eh dicho que eres muy linda, Sakura-chan
-Si, muchas veces, pero sin duda me gusta más está forma en la que me lo dices
El rubio sonríe y sin pensar mucho, le da un corto beso a la Haruno. Se levanta y le apunta mientras dice con mucha determinación-ahora podre hacer que tengas el símbolo Uzumaki en tu espalda-dice, mientras recuerda todas las veces que veía la espalda de la pelirosa con el símbolo Uchiha. Odiaba eso.
La Haruno sonríe con ternura-Me parece perfecto, pero nos tendriamos que casar-dice con una ceja levantada
-Bien, casemonos-dice sin recordar que él y la haruno aún no se han divorciado
-Primero hay que divorciarnos, no crees?
-Ah, es cierto. Había olvidado eso-dice mientras se rasca la nuca
-Más en la tarde iré con Kakashi-sensei, creo que el sabe sobre el paradero de Sasuke. Le diré lo del divorcio por medio de una carta.
-Yo iba a ir con alguien mañana para ver lo de los papeles del divorcio, pero mejor voy hoy y así mañana voy por mis cosas
Los dos se miraron por un corto lapso de tiempo, se veían decididos y no había nada que los fuera a hacer cambiar de opinión.
Naruto ya habia sentido lo que era vivir con alguien a quien no ama y él no quería pasar por eso de nuevo, sabía que no era bueno para él ni para Hinata.
Y Sakura ya había vivido mucho tiempo en soledad. Tanto que empezó a notar que estar casada con el Uchiha, era algo que ella no quería.
El rubio y la pelirosa se amaban, tanto que el poco tiempo que estuvieron juntos les sirvió para abrirse los ojos y no cometer el error de quedarse con la persona equivocada. Los dos se sentían uno y eso era lo único que necesitaban para saber que ellos estaban con la persona correcta.
Eso significaba que se mantendrían juntos hasta el día de su muerte.