Lluvia de Besos

بواسطة Karensushi

791 375 4

Abigail de veintidós años lleva diez meses desde que se graduó en una universidad de Colombia y tras su gradu... المزيد

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítula 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 55

7 6 0
بواسطة Karensushi

Han pasado cinco días desde que ocurrió todo el desmadre en la mansión de Richard, no he sabido nada de él y no ha aparecido cerca de mí. Contarle a la policía todo lo sucedido no fue nada fácil, cada palabra fue como un cuchillo de doble filo, no solo me hacía daño por dentro, también me costaba hasta decirlo no fui maltratada, pero el daño psicológico es bastante fuerte. Estuve tres días desaparecida, fue un buen susto y gracias a Alexa mi familia no sospechó nada, considero que es lo mejor porque a mil kilómetros de distancia no podrías hacer absolutamente nada.

Ahora mismo solo me preocupan dos cosas, la primera es que ese ser despreciable continúa desaparecido, libre y seguro está muy furioso por mi huida, lo conozco y debe estar desde las sombras vigilando cada paso que doy, esperando el momento correcto para atacar una vez más. Lo segundo que me tiene sin dormir es la seguridad de Tania, cada noche le pido a dios que la proteja dónde sea que se encuentre, no quisiera que por mi culpa le ocurra algo. Mientras no me queda de otra que tratar de mantenerme fuerte, por el momento la policía me custodia las veinticuatro horas porque no hay duda en que en cualquier momento Richard me buscará, estoy segura de que no se quedará de brazos cruzados, porque si algo sé de él es que cuando quiere algo lo toma sin pedir permiso y en este caso me quiere a mí.

Desde la madrugada en que intercambie mensajes con Kenneth no he vuelto a saber de él, le pregunte a Martin y a Alexa si se habían comunicado con él pero tampoco hay noticias. Este silencio, me quema por dentro, quisiera poder verlo y aclara toda esta situación con él, la incertidumbre de esta situación es bien amarga.

—¿Todo listo? —me pregunta Alexa, que lleva en su mano una maleta con las cosas que hemos usado los últimos días

—Vamos —digo levantándome lentamente porque aún necesito descansar de toda esta situación, mi cuerpo ha respondido bastante bien al tratamiento pero aún me encuentro adolorida.

Caminamos juntas hasta la salida y en el estacionamiento nos espera Clark, su hermano quien nos llevará a casa. Miro atrás y veo como a lo lejos dos guardias nos siguen, la presencia de ellos no me hace sentir ni un poco segura, siento que hasta mi sombra es capaz de traicionarme en estos momentos. Cuando los monstruos como Richard tienen un obstáculo en su camino no piensan dos veces antes de quitarlos y esos dos policías son justo eso, unas piedras para eliminar y llegar a mí.

—Enana, me alegro que estés bien, nos diste un buen susto —se acerca y me da un suave y delicado abrazo, yo sonrío

—No sería capaz de dejarte solo son esta loca, me necesitas para controlarla

—Esos tres días sin ti, fueron una tortura, estaba insoportable, en el futuro no puedes ni mudarte —le muestro una sonrisa

—Qué exagerado eres —dice Alexa y ambos la miramos sonriendo

—Adelante señorita —me dice Clark mientras abre la puerta trasera de su auto

—Necesito un teléfono nuevo —digo una vez estamos en el auto

—Perfecto pasamos ahora por la compañía

—Yo puedo ir luego a buscarte uno, tú necesitas descansar

—Oye yo no estoy invalida, necesito comunicarme con mi familia, no puedo seguir usando el tuyo, además tú necesitas descansar y volver a trabajar

—Por ahora estoy bien contigo —sonrió porque soy extremadamente afortunada de tenerla, sin duda ella es "mi persona".

El viaje es corto hasta la tienda, por suerte no hay mucha gente y en cuestión de unos minutos, tengo un número y un teléfono nuevo con todos sus accesorios. Una parte de mi se encuentra loca por estrenarlo porque si algo disfruto es de la tecnología.

Al llegar a la casa, me reciben la abuela y la mamá de mis amigos con abrazos, besos y lágrimas de la emoción. Nunca había sido tan bien recibida en mi propio hogar, todo esto me emociona bastante.

—Mi niña al fin estás bien, estás toda flacucha pero tranquila que te tengo una lista una cena sabrosa —sonrió porque sin dudas son las palabras de una abuela

—Mamá deja a Abi respirar, aún tiene que reposar, vamos te acompaño a tu habitación —asiento y junto a Clara camino hasta mi habitación, ella me ayuda acomodar las almohadas —. Claus está en la escuela vendrá a verte más tarde

—Está bien

—¿Necesitas algo?

—No, gracias, ya los he molestado bastante

—No seas boba, para nosotros eres parte de la familia, te conocemos desde niña

—Ustedes también son parte de mi familia —le digo sonriendo

—Ahora descansa, ya sabes como es mi madre, horita vendrá a llenarte de comida

—Bueno mientras hayan galletas no me quejo

—Se lo diré —me dice y luego me deja sola

Tomo a un lado la caja con el teléfono nuevo, por suerte tenía guardada gran parte de mi información en la nube por lo que dedico un buen tiempo a configurar mis redes sociales, revisar correos y el tiempo pasa tan rápido que ni cuenta me doy en el momento en que se hace de noche.

U toque en la puerta, me sobresalta y sin duda no me encuentro preparada para lo que me espera, ahí como todo un bizcocho, con una simple polera de mangas largas, pantalones rasgados y zapatillas blancas se encuentran esos impactantes ojos verdes con una bandeja en las manos y una sonrisa que sin duda he extrañado como loca.

No sé en qué punto está nuestra relación o si al menos existe una posibilidad de volver, lo que sí tengo claro es que justo en este momento siento unas asombrosas ganas de saltar sobre él, amárralo y no dejarlo ir nunca más.

—¿Qué haces aquí? —Es lo primero que logro decir y en automático me arrepiento, porque hace parecer que no deseo verlo —Quiero decir, eh hola

—Hola —entra y me da la bandeja, en ella hay un caldo que huele delicioso, jugo de frutas y galletas de las que me gustan —Vine a verte, le pedí a todos que se marcharán, espero que no te moleste

—No para nada —Imaginé tanto este momento que justo ahora no encuentro palabras para describir lo que siento, lo tengo delante y las palabras se quedan atascadas en mi garganta, supongo que lo nota porque se ríe —¿De qué te ríes?

—No es nada, vamos come —Hago caso porque realmente tengo hambre, pero me interesa mucho saber que tiene para decirme —¿Cómo te sientes?

—Bien, mucho mejor

—Me alegro, me siento más tranquilo ahora que te veo —lo miro anonada, porque este hombre que tengo en frente es justo el mismo del que me enamoré y no el que me trató mal y me pidió que lo dejara porque ya no me amaba

—Te ves hermosa —dice y me coge por sorpresa

—No mientas, estoy hecha un desastre

—Por eso es que estás bella, te ves natural. Justo así me gusta recordarte —me es imposible no pensar: diosito mándame fuerzas porque si sigue así salto sobre él.

—Desapareciste, no escribiste más

—Lo sé, tengo mucho que explicarte, pero mañana esta noche solo quiero pasarla a tu lado, si así lo quieres —lo observo callada y noto su triste mirada, es evidente que algo sucede, no solo su ropa cambió también él. Algo en su interior sufre y no sé si será por mí, quizás por otra cosa pero justo ahora quiero ser esa ancla que lo ayude a superar cualquier barrera. De algún modo ya no estamos en el mismo sitio de antes, pero mi amor hacia el sigue siendo el mismo, y aunque no lo diga se que el se siente igual, lo veo en sus tristes ojos, y en todo el sacrificio que debe haber hecho para poder salvarme.

Como negarme a alguien así, que es capaz de romperse en mil pedazos por mí, sin duda este hombre es imposible de superar. Dejo la bandeja a un lado, me inclino con cuidado y lo abrazo, porque de la forma en que me mira sé que es justo lo que necesita, no decimos nada, solo nos abrazamos durante varios minutos en los que el único ruido de la habitación es nuestra respiración.

—Puedes quedarte el tiempo que quieras —digo sin levantar la cabeza de su hombro

—Gracias —cuando considero que es suficiente, me alejo de él y vuelvo acomodarme en donde estaba

—Termina de comer, vamos —dice y coloca la bandeja entre mis piernas una vez más

—¿Tú ya lo hiciste?

—Sí, estuve con mis hermanas toda la mañana y cené con ellas antes de venir

—¿Cómo se encuentran?

—Bien, Zennet está emocionada con sus clases y al parecer lo que ocurrió hizo a Zoe escarmentar porque ya no lleva esa vida de fiestas

—Me alegra, son buenas chicas

Mientras termino mi comida, el me hace historias de las mellizas bastante divertidas, disfruto del momento sin pensar en un mañana ni en todas esas cosas debemos decir. Cuando acabo, vamos a la sala y acurrucados en el gran sofá vemos juntos la película Amor de Medianoche, el cual me tiene llorando como loca tras el triste final.

Pero luego de eso, recibo una sesión de besos inesperada que me hace olvidar todo y me lleva hasta las mismas estrellas. Disfruto de mi bizcocho cada segundo, porque sin duda fue lo que más extrañé en todo este tiempo.

واصل القراءة

ستعجبك أيضاً

134K 28.8K 59
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...
87.7K 4.7K 33
¿Ella? Estuvo perdida durante un tiempo y necesita nuevos comienzos, nuevas oportunidades. ¿Él? Solo necesita una niñera para su hija y ella es la in...
60.4K 3.7K 47
Mi vida sólo giraba al rededor de ser el siguiente al mando de la mafia luego de que un bastardo matara a la persona con quien quería pasar mi vida e...
403K 13K 31
A veces es mejor dejar el pasado atrás, no buscar explicaciones, simplemente dejar las cosas como estan. Pero cuando el corazón te dice que las expli...