La puerta de la casa Blake sonó, mientras Jessica cocinaba. Ella tuvo un mal presentimiento, pero decidió ir a la puerta igualmente. Abrió la puerta para encontrarse a Margaret, con su maquillaje corrido por las lagrimas que bajaban por su cara, como pequeños ríos cuya corriente estaba llena de dolor.
"Margaret. ¿Estás bien? ¿Qué te pasó?"
"Es... es Ben, Jessica. Él..." La mujer se detuvo cuando sintió todo el peso del dolor en sus hombros, sin poder terminar la frase, echó a llorar en los brazos de Jessica, quien sin saber lo que pasaba, podía darse una idea.
"¿Qué le pasó, Margaret?"
"El... se suicidó." La madre devastada echó a llorar otra vez, mientras las madres se abrazaban, Jeff bajó las escaleras.
"Mamá, tía... ¿Qué pasó?"
La noticia destrozó a Jeff. Lo dejó vacío, casi como si no pudiera comprender lo que acababa de escuchar. Se sintió triste, si, pero sobre todo culpable. Después de todo, Él fue quien lo acusó de estar demente, y quien lo dejó solo. El pensamiento de que tal vez pudo haber hecho algo mas no lo dejaba dormir, mientras acostado en su cama sentía casi como si la tierra se lo fuera a tragar en cualquier momento. Pero simplemente se quedó ahí, acostado, sin hacer nada. Hasta que alguien abrió su puerta.
"Liu... ¿Qué haces aquí...?"
El chico no dijo nada, mirando a Jeff con la mirada fría que lo caracterizaba antes de cerrar la puerta detrás de él y sentarse junto a su hermano, aun sin decir una palabra.
"... sé como se siente perder a la gente que amas. Lo siento."
"¿Y cómo lo superaste?"
"... no lo haces. ese dolor, ese... ese ruido. Se queda en tu cabeza por siempre. Y solo... tienes que aprender a vivir con eso."
"Siento que le fallé... pude haber hecho más por él."
"Pero, no lo hiciste. Esos errores, esos fracasos... esas son cosas que no se olvidan. Tienes que aprender a perdonarte por lo que hiciste. No ahora... pero, cuando sea el momento, podrás perdonártelo."
"¿Y qué pasa si nunca te lo perdonas?"
"... entonces terminarás igual que yo. Cuando esa banda me atrapó, estaba con una amiga. La llamaba "Colmillos", porque, tenía esta cosa rara... le gustaba morder a la gente, supongo que esa era su forma de demostrar cariño. Nos mantuvieron juntos en una jaula, igual que animales... casi sin comida, ni agua. Pero lo superamos juntos." La cara de Liu pasó de ser nostálgica a seria, casi melancólica. "Ellos quisieron prostituirla, le dije que en cuanto tuviera la oportunidad, escapara, que llamara a la policía y entonces me encontrarían a mí. Esa fue la ultima vez que la vi con vida. Ella intentó escapar, y lo único que consiguió fueron diecinueve puñaladas en el pecho. Nunca me perdoné por eso... era como una hermana para mí."
"Lo siento... no sabía."
"Si... le dije a mamá que no se lo contara a nadie. El punto es... no termines como yo, no dejes que el dolor te gane. Porque si lo haces... nunca podrás seguir adelante."
"Gracias, hermanito."
Liu se burló. "No eres tan estúpido después de todo."
"Gracias..."
"Oye, ¿Vamos a comer algo? Necesito recargar combustible luego de esa charla."
"Si... si. Me gustaría."
Los hermanos bajaron las escaleras, felices. Jeff sintió algo de paz, aunque aun sentía ese horrible vacío en su corazón.
"¿Quieres un café?" Dijo Jeff mientras preparaba su bebida favorita, como siempre, añadiendo azúcar extra.
"Si, ¿Por qué no?"
Mientras tanto, una patrulla de policía se estacionó en frente de la tienda local. Jessica y Ethan salieron del auto y comenzaron a caminar a la tienda, la cual estaba destrozada. Las ventanas estaban rotas, y el interior estaba desordenado. Un anciano salió de la tienda, algo nervioso se dirigió a los oficiales.
"¡Buenas tardes, Señor Williams!" Dijo Ethan mientras le daba la mano al señor.
"Buenas tardes, Ethan, Jessica."
"¿Qué pasó, Richard?" Preguntó Jessica.
"Ah, alguien entró a la tienda anoche, destrozaron todo y se robaron un par de cosas."
"¿Qué se robaron?"
"Pues, por lo que he visto, una soga, alcohol, un encendedor, ¡Y bates de baseball! No quiero saber qué están planeando hacer con esas cosas..."
"Entiendo... ¿Tiene el video de seguridad?"
"Esa es la cosa... vengan conmigo."
El hombre los llevó hacia una vieja computadora con un video de seguridad en la pantalla, y comenzó a reproducirlo.
El video mostraba la tienda a las 4:35 a.m., mostrando la calle enfrente de la tienda. Por unos segundos no se veía nada, pero de repente, el video comenzó a corromperse, destruyendo la imagen, mientras un estruendo bajo comenzó a sonar, casi como una voz demoniaca. El hombre puso el video en pausa.
"El maldito video se queda así por unos minutos, y luego vuelve a la normalidad, pero quien sea el ladrón, ya se había ido."
"Entiendo... haremos lo posible para encontrar a los ladrones, Richard." Dijo Jessica mientras comenzaba a irse de la tienda.
"¡Gracias, querida!"
En el bosque, Randy estaba sentado fuera de la cabaña. Habían pasado casi dos semanas desde la ultima vez que tuvo algún tipo de contacto con El Slender Man, los chicos estaban comenzando a fastidiarse. Y decidieron tomar venganza con sus propias manos. El chico simplemente miraba la llama de su nuevo encendedor, recordando la noche en la que quemó su casa. De repente, un gato blanco pasó por en frente de Randy. Una sonrisa enferma se formó en la cara del niño cuando se paró, caminando hacia el gato, llamándolo. El gato se restregó contra la pierna de Randy. De repente, Randy agarró al gato del cuello, levantándolo en el aire y comenzando a ahorcarlo. El gato intentó defenderse rasguñando toda la mano del niño con desesperación. A Randy no le importó el dolor. Él arrojó al gato hacia un árbol, un sonido de huesos rompiéndose se escuchó mientras el gato caía al suelo, el gato asustado comenzó a arrastrarse por el piso con sus patas rotas, maullando con dolor y desesperación en su voz. Randy agarró una de las botellas de alcohol que había robado la noche anterior, y comenzó a rociar al gato con el liquido mientras su sonrisa horrible se agrandaba sacó su encendedor, el gato miró con ojos de puro terror mientras veía el encendedor caer sobre el. Las llamas estallaron como un infierno en miniatura mientras los maullidos del gato se transformaron en gritos de dolor, casi tan humanos como los de una persona real mientras el chico solo lo miraba fijamente, sus ojos no pestañeaban mientras su cara se retorcía mas en una sonrisa siniestra y los gritos del gato solo incrementaban...
En el barranco yacía el cuerpo sin vida de Jack, sus extremidades estaban dobladas inhumanamente, casi como un insecto, su cuello roto contra el suelo, la mascara en su cara estaba rota, mostrando una mandíbula dislocada llena de dientes rotos y podridos, mientras un cuervo terminaba de comerse el resto de su único ojo. Dejando un rastro de sangre sobre la máscara azul, casi como lagrimas de sangre y varias partes de su cuerpo habían sido devoradas vorazmente por animales salvajes, dejando ver carne y huesos por todos lados. De repente, su cuerpo comenzó a temblar, y gemidos agónicos salieron de su garganta seca. El cuerpo podrido comenzó a levantarse macabramente, sus extremidades rotas se movieron y contorsionaron, hasta que finalmente la figura alta estuvo de pie, mirando hacia todos lados, dándose cuenta de que no podía ver nada, poco y nada quedaba del joven cómico que alguna vez fue, en su lugar, una criatura animalística, sin conciencia, yacía allí. Se comenzó a guiar por sonidos y olores. Jack comenzó a buscar una salida del precipicio, finalmente encontrándose con una pared de roca solida, la criatura comenzó a escalar al igual que un insecto la pared, mientras ruidos secos salían de su boca podrida. Finalmente, llegó a la cima, soltando un estruendoso grito hacia el bosque.
Esa misma noche, Jeff estaba caminando por la calle a oscuras, su capucha puesta, sus manos en sus bolsillos, simplemente caminando en esa hermosa noche de luna llena. El chico llegó al cementerio, trepando la valla de seguridad con gran agilidad, como había hecho tantas veces en los últimos años. El chico caminó por dentro del cementerio, finalmente llegando a una tumba.
"Natasha Blake. 1978-2016."
Jeff se sentó al lado de la lapida, en el pasto verde oscuro, mientras la luz de la luna brillaba con intensidad.
"Hola, mamá... lamento no haberte venido a visitar, estaba... ocupado..." El chico suspiró antes de seguir. "La verdad es... estoy asustado. Los únicos que me quedan son Liu y mamá, y... tengo miedo de que también se vayan. Finalmente me estoy llevando bien con Liu... sabía que solo necesitaba darle tiempo. Me siento mal por haberle dicho esas cosas a Ben... y por no haber intentado ayudarlo..." Jeff hizo una pausa para organizar sus pensamientos. "Aun no puedo creer que se hayan ido... siento como si fuera ayer cuando estábamos en mi casa jugando videojuegos... y ahora... solo quedo yo. No he visto a Toby salir de su casa desde que Jack desapareció... tampoco en la escuela. Le debió haber afectado mucho... te extraño, mamá... realmente no se que hacer sin ti a veces..."
Jeff se quedó en silencio, hasta que sintió un gran golpe en la parte de atrás de su cabeza, el chico cayó al piso inconsciente, mientras que Randy lo miraba con un bate de baseball en la mano, sonriendo macabramente.
Jeff se despertó poco a poco, su mente daba vueltas mientras que un dolor agudo se sentía en la parte de atrás de su cabeza, abrió sus ojos débilmente solo para ver a Randy, parado frente a él.
"¡Buenos días, bello durmiente!"
Jeff se dio cuenta que estaba en una cabaña, en el medio del bosque. Atado de pies y manos sin posibilidad de moverse.
"Oye, ¡¿ME RECUERDAS?!" Randy golpeó a Jeff en el brazo con el bate, el chico se estremeció de dolor en el suelo, adrenalina corría por sus venas mientras intentaba liberarse de las ataduras, casi como un animal salvaje. Randy lo golpeó una, y otra, y otra vez con el bate, hasta que se giró a ver a Keith y Troy.
"Chicos, déjennos solos. Tengo unos asuntos pendientes con el bastardo."
"Está bien, ¡Dale una lección de mi parte! ¡Su amigo casi me mata!" Dijo Keith.
"Lo haré."
Keith y Troy dejaron la cabaña, mientras que Randy seguía golpeando a Jeff con el bate, se escuchó el sonido de algo quebrándose cuando Jeff soltó un grito de dolor, y comenzó a lloriquear en el suelo.
"Oye... mírame. ¡DIJE QUE ME MIRES!" Randy agarró a Jeff violentamente del rostro, forzándolo a mirarlo.
"¡TÚ ME HICISTE ESTO!" El chico mostró su brazo cortado, ahora infectado, la pus se combinaba con la sangre en una asquerosa mezcla de líquidos, mientras la carne alrededor se enrojecía mas y mas.
"Sabes que dicen sobre ojo por ojo, ¿No?" Randy agarró un cuchillo a su lado, y lo puso en la comisura de la boca de Jeff.
"Tu me cortas... ¡Y YO TE CORTO!"
Randy movió el cuchillo violentamente, cortando el cachete derecho de Jeff como si fuera papel, el chico soltó un grito de dolor lloriqueando como un niño indefenso mientras Randy sonreía cínicamente. El dolor nubló todos los sentidos de Jeff, casi como una niebla que no deja ver nada más. El chico se ahogó en la agonía mientras Randy lo miraba sufrir, antes de volver a cortar su cachete izquierdo, la mandíbula de Jeff se abrió inhumanamente, casi cayendo al suelo, Jeff en desesperación intentó mover su boca, pero su mandíbula no se movió, mientras sangre salía a borbotones. De repente su teléfono comenzó a vibrar.
Estacionado en una esquina de una calle en la ciudad estaba una patrulla, Jessica y Ethan estaban dentro.
"... no contesta mis llamadas... carajo..."
Jessica se había vuelto tan paranoica de que su hijo se perdiera que instaló un rastreador en su teléfono. La mujer abrió la aplicación, solo para ver que Jeff estaba en medio del bosque. Jessica se quedó en shock cuando activó el micrófono de su hijo, escuchando los gritos agonizantes de Jeff, mientras su mandíbula colgaba de su boca.
"ETHAN, ¡¡TENEMOS QUE IR A LA CABAÑA!! ¡¡¡AHORA!!!"
Mientras tanto, en la cabaña. Jeff sollozaba en el suelo, el dolor carcomía sus nervioso como animales rabiosos. Randy agarró una botella de alcohol del suelo.
"¡Déjame limpiar esas heridas!" El chico comenzó a rociar alcohol puro en la cara de Jeff, sus ojos se enrojecieron cuando el ardor llegó, y comenzó a gritar desesperado, sentía como si el infierno mismo estuviera en su rostro mientras el alcohol caía sobre sus heridas. Randy sacó su encendedor, riéndose maniáticamente mientras lo encendía.
"¡Que empiece el show!" Randy estaba a punto de lanzar el encendedor, cuando gritos se comenzaron a escuchar afuera de la cabaña. Gritos agónicos sonaron mientras se escuchaban horribles sonidos de carne siendo arrancada, junto con gruñidos y ladridos. De repente la puerta se abrió, para revelar al cadáver de Jack, sosteniendo la cabeza cercenada de Troy, y el cadáver de Milo, mordisqueando el brazo de Keith, su boca se abría mostrando los músculos de la mandíbula, formando lo que parecía una sonrisa sangrienta. Los dos entraron a la cabaña, llenos de sangre.
"¿Jack...? ¿Milo...?" Dijo Jeff apenas modulando palabras con su mandíbula abierta, intentando creer que estaba alucinando por el dolor. Randy se asustó y comenzó a retroceder. Jack escuchó la madera chirrear cuando Randy retrocedió, lanzándose como un animal a su presa. Cuando estaba a punto de alcanzarlo, se detuvo abruptamente, y retrocedió. Bajando la cabeza en señal de respeto. El aire se enfrió, casi como si el invierno hubiera llegado, Jeff y Randy comenzaron a toser fuertemente. Todo se quedó en silencio, ni un solo sonido se escuchó, hasta que de repente pasos se comenzaron a escuchar a las afueras de la cabaña, junto con el sonido de ramas quebrándose. Entonces, una gran mano negra esquelética se apoyó en el marco de la puerta. La criatura entró por la puerta sin decir una palabra, mostrando su pálida cara sin rostro, y su cuerpo esquelético. Su cuerpo estaba cubierto con una textura de árbol muerto, y caminó hacia dentro de la cabaña con raíces de árbol como pies.
"M-m-maestro... ¡¿Qué está pasando?!" Randy sonó como un niño asustado por primera vez, mientras su tos incrementaba, Jeff solo miraba con terror a la criatura frente a ellos.
"No te dije que hicieras esto, muchacho." La voz resonó en las cabezas de los chicos.
"Ya no eres de confianza. Debes ser castigado."
La criatura hizo crecer una larga rama de árbol negra de su espalda, que se estiró para alcanzar a Randy, agarrándolo del cuello y levantándolo en el aire. El chico comenzó a lloriquear como un niño pequeño, nada quedaba del maniático de hace unos momentos. La criatura ahorcó a Randy fuertemente mientras el chico se ahogaba, hasta que finalmente su cuello se rompió, la vida se fue de sus ojos cuando su cadáver calló al suelo. En ese momento, la criatura volteó para ver a Jeff, tosiendo en el suelo, mirando con incredulidad y terror.
"Deberías haberle creído a Ben."
La criatura se dio la vuelta y salió por la puerta, seguido por Jack y Milo. El aire volvió a la normalidad, Jeff vio como los monstruos desaparecieron en las sombras, antes de que Jessica y Ethan entraran por la puerta.
"Oh por Dios, ¡JEFF!" Jessica corrió hacia su hijo casi inconsciente, un charco de sangre se había formado alrededor de él, mientras la sangre seguía saliendo de sus heridas.
"Oh Dios... mi bebé... ¡Por favor, resiste...! ¡¡ETHAN, UNA AMBULANCIA, AHORA!!"