Caminando por una montaña helada, sin duda no es el mejor lugar para pasear y mucho menos extraviarse, sin embargo tus pasos rezonaban pausadamente a traves de la caverna.
Después de quien sabe cuantos dias por fin encontraste una salida, mientras te dirigias a esta, un pequeño zorro con su madre se adelantaron, estos te hicieron compañia alrededor de una semana, de no ser por ellos de seguro seguirias vagando por el interior de la montaña.
- Al final los animales tienen mejor sentido de horientación que yo; fueron de mucha ayuda.
Pensaste que fue un encuentro afortunado, de los pocos que haz tenido en tu vida, incluso podrias contarlos con tus manos, calculando seria, solo dos.
La luz de la nieve reflejandose en el suelo te cego por unos momentos, te percataste que era un camino hacia otro barranco, sin forma alguna de bajar por un lado, o incluso descender ya que estaba cubierto de hielo.
-Supongo que solo queda regresar.
Cuando diste la vuelta el pequeño zorro y su madre te iban a seguir, pero la nieve en esa zona cedió, al mismo tiempo te lanzaste hacia ellos atrapandolos y al segundo siguiente alli estabas bajando la montaña de una forma no muy adecuada con mas kilos y kilos de nieve que te perseguia, como el mar.
-"Rayos"
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Albedo pasaba demasiado tiempo en espinadragon, obviamente su investigacion se vio benefiada a grandes pasos lo cual animaba mucho a su asistente Sacarosa, pero a la vez molestaba un poco a una niña muy tierna que lo esperaba en Mondstadt
Se habia abastecido hace poco por lo que no bajaria por un par de semanas, eso penso cuando se dirigia hacia la montaña cuando fue detenido por una alegre muchacha.
- Albedo, me alegra verte, ¿Vas hacia tu campamento?
- Hola Amber, asi es, me quedare alli unas dos o tres semanas.
-Si que te encanta investigar, por cierto ya que conoces la zona queria preguntarte si escuchaste algo sobre fantasmas en espinadragón.
- ¿Fantasmas?, Suena interesante, seres que no tienen cuerpo humano y asustan pensonas o tal vez tiene otros motivos, buenos o malos.
-¡Vamos Albedo, no me asustes asi!
-Lo siento, verás, Espinadragón es un lugar con muchos misterios, no seria raro encontrarse incluso con un fantasma, aunque nunca he visto uno.
-Ya veo, a decir verdad escuche cada cierto tiempo algunos grupos de aventureros van a entrenar, pero empezaron a decir algo de la voz de un fantasma y sonidos extraños, tenia algo de curiosidad pero no la suficiente como para cazar fantasmas.
-Son historias interesantes, que te parece que si escucho algo extraño te lo dire cuando regrese.
-Es un trato, ahora tengo que regresar a Mondstadt , una exploradora como yo debe volver a su deber, nos vemos.
Mientras investigaba los siguiente días, Albedo no olvido la promesa que le hizo a Amber, por lo que presto mas atencion de lo usual cuando iba a recoger muestras, pero a pesar de todo no encontre a ese fantasma, aunque esa tarde mientras recogia argento estelar tuvo un encuentro muy peculiar.
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-Todo este argento es suficiente por aho...
Sus pensamientos se detuvieron al sentir el piso temblar, logro divisar una avalancha no muy lejos de el, afortunadamente la nieve iba a caer en el agua por lo que no tuvo la necesidad de correr o refugiarse.
-Aaaaaaaaaaa
El grito se hacia cada vez mas cercano, por unos segundos Albedo pensó que provenia de sus cercanias, pero al no ver a nadie levanto la vista y vio el cuerpo de alguien cayendo en picada, siendo golpeado de vez en cuando con las piedras que caian. Todo paso muy rapido Albedo estaba por acercarse y atraparla antes de que cayera al agua y la nieve la cubriera pero las cosas no siempre salen como uno lo planea.
- ¡Atrapa!
-¡¿Eh?!
Lanzaste los zorros hacia Albedo con toda la fuerza que podias, los cuales de alguna forma lograste envolverlos en tu abrigo mientras caias, por inercia atrapo el paquete, y lo que siguio despues fue.
Splash
Una vez entraste al agua, nadaste como pudiste para alejarte de la nieve que empezaba a caer, fue muy de hecho muy dificil ya que el frio empezaba a jugarte una mala pasada pero de alguna forma lograste salir por otro lado un poco más lejos de donde caia toda la nieve.
- Jajaja, ¡toma eso avalancha! Jajaja
Habia que celebrar que estabas viva ¿no?, por lo que reiste mientras subias a un pedazo de hielo, una vez lograste mantenerte a flote buscaste al chico al que le lanzaste a los zorros con un gran pase.
Por otro lado Albedo estaba en shock, vio a alguien con cabellera negra lanzarle un paquete cuando estaba por ir a rescatarla, luego la nieve cayo y la verdad no sabia que hacer.
- ¿Esta viva?
- ¡Oye!¡Rubio!¡Aún no he muerto!
Albedo volteó y te encontró a la distancia, mientras lo saludabas energeticamente con todo tu brazo y empapada.
- ¡Buena atrapa!
- ... claro.
Tenia una cara de confusión la cual a pesar de estar tan lejos no te lo perdiste, estabas por reir cuando el agua empezo a alejarte cada vez más de de donde estabas.
-¡¿Eh?! ¡espera!¡espera! ¡acabo de salir de una cueva!¡no vayas a mar abierto!¡detente!
Le gritaste al bloque de hielo como si fuera a hacerte caso, la unica opcion seria nadar pero vamos, no querias volver a hacerlo y tampoco podias ya que se te habia congelado la ropa a una velocidad anormal asi que eso empeoraria el nadar.
-¡No te muevas!
Dijo Albedo mientras se acercaba, aterrizo a tu costado, te cargo y luego salto de nuevo a tierra firme.
- Esta vez llegue a tiempo
- .... Uff, gracias.
Le sonreiste mientra temblabas estrepitosamente en sus brazos, al notarlo, te dejo en el suelo y se quito su abrigo.
-Te puedes enfermar, usa esto por ahora, ¿te duele algun lado?
- De alguna forma me las arregle.
Miraste el resto de nieve que se hundia en el agua y luego hacia arriba, fue una larga caida.
-No pensaba nadar hoy
- *casi a punto de reir - alguien normal no diria eso después de sobrevivir a una avalancha.
-es cierto, ¡ah! ¿Dónde dejaste lo que te lance?
-Aqui
Te lo entrego, tu rápidamente lo abriste y las cabezas de los dos zorros salieron.
-Los problemas que me causaron.
Los dejaste en el suelo y ellos corrieron, por unos segundos voltearon a verte pero te despediste de ellos moviendo la mano y se alejaron.
- ¿No son tus mascotas?
-Claro que no, solo fuimos compañeros de viaje, me ayudaron y los ayude, ahora estamos a man..achu.
-Mi campamento no esta muy lejos de aqui, ¿Puedes caminar?
Trataste de ponerte de pie, pero cuando lo intentaste volviste a caer al suelo por el dolor en una de tus piernas.
-Perdon, no puedo
- No hay problema, déjame ayudarte.
De nuevo te levanto en brazos, y se dirigieron al campamento.
- Realmente lo siento
-Esta bien, es bueno ayudarse mutuamente cuando estamos en problemas y más aún tratandose de espinadragon
-¿espinadragon?
- Asi es
Llegaron al campamento, el joven busco ropa, y medicinas para tratarte.
-No es bueno que sigas con esa ropa, puedes cambiarte alli, luego trataremos tus heridas.
-muchas gracias joven rubio.
Antes de que pudiera presentarse, tu ya estabas quitandote la ropa, por lo que se dio la vuelta.
-Esperaré afuera, cuando estes lista solo llámame.
-Esta bien
Te quedaba un poco grande; una camisa azul, y unos pantalones negros, aun tenias frio por lo que seguiste usando el abrigo que te presto.
-"Espero que no se moleste"
Tenias uno que otro rasguño y moretones debido al impacto de las piedras, pero lo más problematico era un corte grande en tu pierna por lo que la trataste y vendaste, luego sentaste en el suelo lo mas cerca que podias de la fogata.
-Que calido
Habian estantes con varios libros, e instrumentos regados en el escritorio, una mesa extraña y aparatos que no tenias idea de para que servian.
-¿Acabe en la casa de un hombre extraño otra vez?, pero no parece una mala persona.
Decidiste no darle más vueltas
-¡¿Chico rubio?!
Caminaste cogeando a la salida.
- Estoy aqui, no tienes que salir.
Entro y desvio la mirada por unos segundos avergonzado.
-Hace frio afuera asi que no te alejes de la fogata, nadar en el agua helada no es bueno para la salud de los humanos, ¿Como están tus heridas?
-Estaré bien, en serio gracias por tu ayuda y perdón por usar tu ropa, solo será hasta que se seque la mia.
-Lo mejor seria que descanses, mañana podemos bajar la montaña y ademas tengo un conocido en Mondstadt que te puede ayudar con tus heridas
-¿Mondstadt?
- ... ¿No sabes donde estás?
- ... ¿En una montaña con nieve en algun lugar de Teyvat?
- No es estas equivocada, pero Espinadragón es una de las montañas nevadas mas peligrosas, y cerca de aqui se encuentra Mondstadt la ciudad de la libertad.
- No,no, no, no puede ser, pense que estaba en Snezhnaya o en un lugar más cercano.
- Cercano, ¿De dónde vienes?
- Lo habia olvidado, no me presente. Un gusto conocerte mi nombre es (t/n), soy de Natlan, creo.
-¿Creo?
- Soy una persona al borde de la muerte que viaja a donde me lleve mi sentido de horientación
-¿Que?
-No importa eso, dijiste que estamos en Mondstadt, mmmm entonces de casualidad ¿Tienes un mapa?
- Dejame buscar, creo recordar que guarde uno por aqui.
Buscó por un tiempo mientras te acurrucabas más al fuego, por suerte empezaste a entrar en calor y dejaste de temblar.
-Es este aunque es algo viejo- te mostro el mapa
-Ya veo, Natlan esta aqui y Mondstadt ... wau, ¿Cómo llegue aqui?
- Natlan es un lugar en conflicto constante, debio de ser duro.
- Hehehe, oh, cierto, no se como llamarte chico rubio.
-Mi nombre es Albedo, realizo una investigación en esta montaña, soy alquimista de los caballeros de Favonius.
-Alquimista, escuche de ellos, debe de gustarte mucho como para que vengas a trabajar aqui.
-Es una forma interesante de realizar estudios y espinadragón tiene un ambiente misterioso con muchos lugares en los cuales uno se puede inspirar y resolver dudas.
- Achu...¡!
- ...
- ... - te cubriste la cara- lo siento, te juro que es interesante, me gusta ver a las personas que siguen sus sueños, crees que ¿puedes continuar?.
-Pfffjajaja, lo siento, lo mejor seria que descanses.
-¿Podemos hablar un poco más?
-Hoy bajaste la montaña de una forma peculiar y caiste al agua congelada, lo mejor seria que descanses, ven - se levanto y te ayudo a ponerte de pie.
- Pero, ¿Mañana podemos seguir donde nos quedamos?
- Esta bien
Te levantaste y caminaste media somnolienta, Albedo se aseguraba de que no te cayeras, por un instante se preocupo al verte detener y mirarlo.
- ¿Que sucede?
- Buenas noches Albedo
- ...Si, buenas noches.
Nota de la autora:
Segunda historia que escribo; espero que la disfruten y si hay faltas ortograficas perdonenme la vida, trataré de arreglarlas a futuro.
Diviertanse y no olviden dejar sus votos y comentarios que me encantan.
Hasta la próxima