Otro año que se iba... Así sin mas... Otro año mas... ¿Que rápido paso, no?... 2776... Un nuevo inicio Alicia esperaba que ese año fuese su año apenas había conseguido su armadura negra, después de tanto trabajo lo había conseguido. Estaba en uno de los pilares de la presa hoover, observando la carretera bajo ella, fumando un cigarrillo. Su cabello estaba más corto atado con un lazo de color negro formando una cola de caballo. - Hey Alice, ¿que haces aquí sola?, pensé que irías al bar a pasar el rato... Ya sabes en Boulder City. - Harkness salía de la escotilla acercándose a Alicia quien se veía más decaída que animada. La Ranger le dio una calada a su cigarrillo, lo sacó de su boca y dejó caer la ceniza al suelo. - No me siento de ánimos Harkness...-Alicia bajó la mirada, luego volteo a ver a Harkness, dando una sonrisa sencilla. - Oh... Es... Es ¿por lo que paso hace unos días?. - Alicia regreso la mirada hacia la carretera, se veía tan pequeña desde allá arriba. - Hey... No pasa nada Alice... Tranquila... Yo... - Harkness se acercó a ella para abrazarla, Alicia dejó caer su cigarrillo y suspiro. - No tuve elección... No quise hacerlo era... Era solo un niño y yo...
- Tranquila... Tranquila Alicia... No tenias elección.
Alicia dejó caer su cigarrillo al suelo, observando como los fuegos artificiales reventaban, anunciando el año nuevo. Alicia apretó los ojos y abrazo a Harkness... El era lo más cercano a un amigo... Un verdadero amigo y más en estos tiempos
-A trabajar soldado
- Si señor.
Max continuó ejercitandose, entranaba tan duro como podía tenía que ser mejor, cada vez mejor tenía que superarse llevar al máximo su cuerpo.
- Max
- ¿si, papá?... Digo... Señor.
- Ven acá.
Maximilian se acercó a su padre, un hombre igual de alto que él, a pesar de su edad aún era un roble tan duro como siempre. - ¿Ves esas luces de allá hijo?, son fuegos artificiales... A tu madre le hubieran encantado verlos... Ella disfrutaba de estas mundanas celebraciones. - Exclamó con melancolía, mientras Max observaba las luces tenían colores chillones y atractivos. - Hijo... No debería hacer esto pero... Toma. - Gregory le dio a su hijo su hombrera, era metálica, y de ella sobresalían un par de picos de color negro. - Papá yo... No puedo recibir esto es... Yo...
- No te preocupes... Anda recibe esto de tu viejo... No e sido muy buen padre durante estos años... Y... Solo recibela ¿Quieres?.
Max no dijo nada más, se quito su hombrera de madera y se coloco la que su padre le dio, quien le tomó del hombro y lo apego a él. - Feliz año nuevo, hijo.
Asenat estaba en una cueva... Sola... ¿Cuánto tiempo llevaba así?. No lo sabía... Pero parecía tan distante la última vez que había visto a sus padres... Asenat se coloco su mochila y salió de la cueva, dispuesta a buscar provisiones. Asenat levantó la vista no había visto algo así en su vida... Eran unas luces hermosas en el cielo, parecían estar tan lejos Asenat metió la mano a su bolsa, tenía un pequeño reloj de bolsillo allí, abrió el reloj mirando una pequeña foto de ella y sus padres. Asenat cerró el reloj y lo metió a su bolsillo.
- Feliz año nuevo...
Susurro para ella y continuó con su camino solitario.