𒊹︎︎︎☼︎𝐋𝐎𝐂𝐎𝐒☼︎𒊹︎︎︎ ☕︎𝐶...

By PinsheMadre

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♡︎Lʟᴇᴠᴏ ᴜɴ ʀᴀᴛᴏ ᴛʀᴀᴛᴀɴᴅᴏ ᴅᴇ ᴅᴇᴄɪʀᴛᴇ, ǫᴜᴇ ʏᴀ ɴᴏ ᴘᴜᴇᴅᴏ ᴠɪᴠɪʀ sɪɴ ᴛɪ, ʟʟᴇᴠᴏ ᴜɴ ʀᴀᴛᴏ ᴛʀᴀᴛᴀɴᴅᴏ ᴅᴇ ᴅᴇᴄɪʀᴛᴇ, ǫᴜᴇ ᴛᴇ... More

⚠︎𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬⚠︎
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By PinsheMadre

Narrador: Tú (T/N)

Desde la biblioteca, observaba a Ashley con disimulo. ¿Qué querrá esa con mi loco?

De pronto, salté del susto al sentir una presencia detrás de mí.

—¡Klaus! No hagas eso —susurré, llevándome una mano al pecho para calmar el ritmo de mi corazón acelerado.

—Jajaja, lo siento, lo siento. Pero, ¿sabías que espiar es de mala educación?

—¡Agsh! No lo tomes tan a pecho. Solo... miro su estúpido cabello rojo perfecto y... uy...

—¡Ja! Parece que alguien está celosa —Klaus hizo una mueca exagerada, tratando de contener una risita mientras yo sentía cómo mis mejillas se encendían.

—¡Sssh! ¡Cállate! No estoy celosa... creo. ¿Qué? ¡No! Claro que no.

Klaus me miró con esa sonrisa traviesa que siempre tiene cuando está a punto de decir algo que no quiero escuchar.

—Venga, mejor vamos por unas donas. Necesitas azúcar para dejar de pensar en cabellos perfectos.

Sin darme tiempo para protestar, Klaus me tomó del brazo y salimos de la academia, dejándome sola con mis pensamientos revueltos.

Narrador: Cinco

Intentaba concentrarme, pero el dolor persistente en mi ojo morado no ayudaba. Y para empeorar las cosas, ahí estaba ella. Ashley, con su fastidioso cabello rojo y esa mirada que me ponía los nervios de punta.

—Hola, loquito —me saludó con una sonrisita que no me molesté en devolver.

—Calla. Solo _______ puede llamarme así. ¿Qué quieres?

—Ay, perdón. Es que... te hice unas galletitas de chispas sabor a café —dijo, extendiendo una caja de galletas con demasiada ilusión para mi gusto.

—Guárdatelas para ti. No me gustan las galletas. Son demasiado dulces.

—¡Pero, Cinco! ¡Me tardé horas haciéndolas! —insistió, y yo solo pude sonreír de manera sarcástica. Mi paciencia se agotaba rápido.

—Y a mí me importa un carajo —respondí sin filtros, disfrutando un poco de cómo se desinflaba su entusiasmo—. Adiós, Ashley.

Narrador: Tú (T/N)

—¿Sabes, Klaus? Siempre he querido ser pelirroja.

—Ah, ya entiendo. Por eso los celos con Ashley, ¿eh?

—¡Duro y dale con esa pendeja! —bufé, sintiendo que mis mejillas se encendían de nuevo.

—Pendeja o no, te causa celos —insistió Klaus con su usual tono burlón.

—¡Tu pinche cabeza es la que me causa celos! —exclamé, pero la verdad era que no quería admitirlo. Sí, estaba celosa. Y no solo de su cabello perfecto, sino de todo. Su poder, su seguridad... y su cercanía con Cinco.

—¡Espera, espera! —Klaus se detuvo en seco, mirándome con curiosidad—. ¿Es por eso que usas el listón rojo?

Me rasqué la nuca, incómoda con la pregunta, pero decidí explicarle.

—Sí... Es una historia curiosa. Mi papá era pelirrojo, pero yo salí con el color de cabello de mi mamá. Siempre lloraba porque quería el cabello rojo como él. Un día, mi mamá me dio un listón rojo y me dijo que si lo usaba, sería como tener algo de mi papá conmigo. Desde entonces, nunca me lo quito.

—Ah, entiendo. Aunque pensé que nuestras madres eran vírgenes —comentó Klaus con esa inocente curiosidad que siempre tenía.

—Mi mamá se juntó con él justo antes, pero sí, era... ya sabes... virgen —dije encogiéndome de hombros.

Narrador: Cinco

No podía sacarla de mi cabeza. Después de lo que pasó, sentía que debía hacer algo especial para ella. No sabía de dónde surgió la idea, pero supe exactamente qué quería darle: un libro de la saga de Harry Potter. Últimamente, la había visto muy interesada en la serie, así que decidí comprárselo.

Me teletransporté a una librería cercana y, vestido con un abrigo y un sombrero, pasé desapercibido. Tomé el libro que buscaba y fui a pagarlo. Mientras envolvía el regalo, me aseguré de hacerlo lo mejor posible, aunque envolver no era precisamente mi fuerte. Pero por ella, haría cualquier cosa bien solo para ver su sonrisa.

Aún me dolía un poco el ojo, pero eso no me importaba. Lo único que quería era verla feliz.

Cuando sonó la campana que anunciaba el examen, me teletransporté de vuelta a la academia y llegué justo a tiempo. Me senté en mi lugar habitual, y poco después, ella entró. Tan hermosa como siempre, pero con la mirada baja al verme. Eso me partió el alma.

Se sentó a mi lado, nerviosa. Me acerqué y le di un beso en la mejilla. Su sorpresa fue evidente, y el rubor en su rostro me hizo sonreír internamente. Ella siempre reaccionaba así, y me encantaba.

—No te preocupes por lo que pasó. Sé que fue un accidente. Perdóname por reaccionar así —le susurré.

—No te preocupes... Más bien, discúlpame a mí —respondió en un murmullo, evitando mi mirada.

—No tienes nada de qué disculparte, loca —dije, dándole otro beso en la mejilla antes de que el examen comenzara.

Como siempre, la ayudé durante la prueba, asegurándome de que estuviera tranquila.

Narrador: Tú (T/N)

Cuando el examen terminó, todos nos dirigimos a nuestras habitaciones. Pero Cinco me tomó de la muñeca y me arrastró hacia la suya.

—Oye, ¿qué pasa, Cinco? —pregunté, un poco sorprendida.

—Es que... Quiero darte algo por la forma en que te respondí antes —dijo, mirándome a los ojos con seriedad.

—Oh, no era necesario. Ya te disculpaste —respondí, sonriéndole.

—Igual quiero darte esto —sacó un pequeño paquete envuelto y me lo entregó. Mis ojos se abrieron de la sorpresa.

—¡Cinco! ¡Gracias! No era necesario, pero... gracias. —Rápidamente, comencé a abrirlo, emocionada.

Al ver el contenido, casi grité de la emoción. Era el libro de Harry Potter que tanto había querido.

—¡Dios! No lo puedo creer. ¡Gracias! —Lo abracé con todas mis fuerzas, sintiendo cómo su calor me envolvía. Él aceptó el abrazo con una sonrisa.

—Sabía que te gustaría —dijo con una pequeña sonrisa.

Me quedé mirándolo a los ojos, perdiéndome en esos profundos orbes verdes que tanto me fascinaban. Siempre que lo miraba, sentía algo diferente, algo especial.

—Deja de mirarme así —murmuré, sintiendo cómo el rubor volvía a mis mejillas. Él rió suavemente.

—Es que eres muy linda... Para ser sincero —respondió, acercándose un poco más.

No pude evitar sonrojarme aún más. Me acerqué lentamente y le di un beso en la mejilla.

—Tú también eres demasiado lindo —susurré en su oído, disfrutando de la manera en que se ponía nervioso.

—¿Me estás coqueteando? —preguntó con una sonrisa atrevida.

—Tómalo como quieras —le respondí con un guiño antes de salir de su habitación, dejando a un Cinco con una sonrisa tonta en los labios.

Narrador: Tú (T/N)

—¡No lo sé! ¡Simplemente salió de mí! —dije, sintiéndome aún más sonrojada al recordar el momento con Cinco.

—Se nos puso atrevida, ¿eh? —dijo Klaus riendo junto a Allison.

—_____ es obvio que le encantas. ¿No ves cómo te mira? —agregó Allison, soltando una risita.

—¿Cómo me mira, según ustedes dos? —pregunté, tratando de mantener la compostura.

—Pues, como si estuviera enamorado, hermana. Literalmente, te come con la mirada —respondió Klaus, sin contener su risa.

Me sonrojé aún más, recordando todas las veces que había sorprendido a Cinco mirándome de esa manera.

—Jajaja, ay Klaus... Pero, siendo sinceros, sí. Está loco por ti —dijo Allison, mirándome con una sonrisa cómplice.

—Dios... Es tan hermoso —susurré para mí misma, sintiendo cómo mi corazón latía con fuerza al pensar en Cinco.

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