Jungkook se encontraba acostado en su cama, viendo sus zapatos apoyados en la pared, pensando en cómo y por qué todo se había vuelto tan extraño entre Taehyung y él. Suspiró con tristeza mientras sacaba una de las lindas galletas que su madre le había comprado a Taehyung esa misma tarde, las había tomado a escondidas y empezó a comerlas, sintiéndose demasiado deprimido para poner atención al hecho de que estaba comiendo algo que creyó odiar durante mucho tiempo.
Hasta que un lindo castaño apareció en su vida ofreciéndole las mejores galletas.
ㅡ¡Jungkook!
Estúpida mala costumbre de sus amigos de entrar a su habitación como si nada.
ㅡ¡Toquen la puerta!ㅡexclamó asustado y molesto, metiendo las evidencias de su gran secreto bajo su almohada con rapidez.
ㅡLo siento, tu mamá dijo que podíamos pasarㅡrió el pelimorado antes de mirarlo de manera sospechosa por sus acciones.
ㅡSi, a la casa, no a mi habitaciónㅡrodó los ojosㅡ¿Qué hacen aquí a esta hora? ¿No tienen casa?
ㅡDuh, claro que siㅡdijo Yugyeom acostándose en la camaㅡDe ahí vengo, pero quiero pasar tiempo con mi mejor amigo que últimamente está más amargado de lo normalㅡacomodó la almohada bajo su cabeza, pero un peculiar ruido lo hizo prestar atención.
ㅡMejor habla con nosotros, ¿por qué estás tan amargado?ㅡse sentó en la cama el mayor de todos.
ㅡ¡Son galletas! ¡Estabas comiendo galletas!ㅡinterrumpió Yugyeom al sacar todos los envoltorios y la galleta a medio comer debajo de la almohada del pelinegro.
ㅡ¡Jungkook, te gustan las galletas!ㅡexclamó ahora, Chang ㅡEsto es demasiado para procesarㅡpuso su mano derecha en su frente, fingiendo que estaba por desmayarse de manera dramáticaㅡSucio mentiroso, me das asco.
Jungkook tapó su rostro, había sido descubierto.
ㅡNi una sola palabra, a nadieㅡdijo de manera amenazante, tomó los envoltorios y los dejó en su escritorioㅡEs que estoy deprimido, es eso.
ㅡLo sabía, no puedes odiar las galletas de Taetae ㅡsonrió Chang mientras movía sus cejas con picardíaㅡEstán hechizadas o algo así, por eso estás tan loquito por él.
ㅡYa, si, me gusta mucho él y sus galletas, ¿felices?
ㅡLadrón, de seguro se las quitas a tu madre en lugar de pagar por las tuyasㅡseñaló Yugyeom.
ㅡ¡No es cierto! Siempre le dejo dinero en compensación de la desaparición de sus galletasㅡse encogió de hombrosㅡPero ya, si me gustan, dejen el tema.
Ambos chicos asintieron con una enorme sonrisa en sus bocas, pero sus expresiones cambiaron al verlo tan desanimado, y es que últimamente había estado así, todo lo irritaba, además, supieron por Félix y Bambam que Taehyung había estado muy diferente también, demasiado silencioso y triste.
ㅡ¿Por qué estás tan desanimado?ㅡpreguntó directamente el más altoㅡY antes de que lo niegues o evites el tema, Taehyung está igual.
ㅡNo me hablaㅡrespondió sin darle vueltas al asunto, no tenía ni las energías para evadir el tema, era mejor enfrentarlo con sus amigos para desahogarseㅡNo sé por qué, quizás porque lo besé, aunque no creo porque luego de eso todo siguió normal... A lo mejor se sintió mal después.
ㅡEspera, ¿besaste a Taetae?ㅡpreguntó el rubio, poniendo su palma en su boca en señal de sorpresa.
ㅡ¡Besaste al niño!ㅡexclamó Chang, abrazando con más fuerza la almohada que estaba a su lado.
ㅡAy por favor, ¿acaso no has besado a Félix?
ㅡEh, no, aún no.
ㅡLentoㅡse burló Yugyeom, riendo por lo bajo.
ㅡUstedes, besucones de menores.
ㅡNo molestes, Chang ㅡhizo un puchero el rubio, dirigiendo su total atención a Jungkook ㅡQuizás lo besaste mal y no le gustó.
ㅡNo seas ridículo, no creo que sea eso, se hubiera molestado en ese momento.
ㅡBueno, busca la manera de arreglarte con él porque su cumpleaños está cerca y no puedes faltar a la fiesta que Jennie está planeando hacer, aunque dijo que sería algo muy pequeño porque no tienen mucha gente para invitar.
ㅡDios, es cierto, su cumpleañosㅡ Jungkook lloriqueó, necesitaba encontrar una forma en la que Taehyung volviera hablarle como siempre.
Esa noche, Jungkook no pudo dormir, pensando en una manera de ser perdonado por cualquier cosa que haya hecho para que el lindo castaño dejara de hablarle, y justo antes de quedar dormido, una idea apareció en su cabeza.
[...]
ㅡ Taetae, ¿quieres algo especial para tu cumpleaños?ㅡpreguntó la castaña cuando salieron del asilo en el que acababan de visitar a su madre.
ㅡMmm, no lo sé, cualquier cosa está bien, ¡pero nada de cosas caras!
Jennie rió, tenía el dinero suficiente para darle algo bonito y que lo hiciera feliz, pero también estaba segura de que posiblemente no lo aceptaría, y en caso de que lo hiciera, sería a la fuerza, así que debía pensar muy bien qué le daría.
ㅡMuy bien, pensaré en algo bueno entoncesㅡtomó su muñeca mientras el menor caminaba por encima de una grada un poco alta, tratando de hacer equilibrio.
ㅡ¿Y si mejor solo vemos una película y descansamos todo el día?ㅡsugirió, saltando hacia el suelo de nuevo.
ㅡNo lo sé, ya veremos.
Taehyung hizo un puchero y asintió. Su cumpleaños dejó de ser gran cosa hace un par de años atrás, pero su hermana siempre estaba muy emocionada al respecto, regalándole ropa o llevándolo a comer.
ㅡ¿Qué tal una comida con Félix y Bambam?ㅡvolvió a sugerir, quería algo simple y tranquilo, rodeado solo de las personas que quería.
El pensamiento de que le gustaría que Jungkook fuera invitado apareció, pero todo iba a ser muy incómodo, sobre todo porque no se hablaban desde el viernes que estuvieron en su casa, ni siquiera había tenido el valor de acercarse a su casa para vender galletas como siempre hacía. Toda la situación lo estaba agobiando, a lo mejor sí debía hablar con su hermana, dejarle en claro que no había nada entre Jungkook y él, que solo había sido una amistad pasajera.
ㅡEso suena perfectoㅡsonrió la mayor, abrazándolo por los hombros con cariño.
Taehyung sonrió, al menos no sería algo muy caro y podría pasarla bien, solo no quería seguir pensando en cierto pelinegro amante de los gatos que lo traía un poco enamorado.
[...]
ㅡEntonces, ¿nos vemos el martes en la fiesta de Taehyung?ㅡdijo Chang cuando detuvo el auto frente a la casa de Félix.
ㅡClaroㅡsonrió hacia el mayor. Lo miró por un momento y se llenó de todo el valor del mundo para tomar su mano, sintiéndola tan suave con la propiaㅡSé que es tonto preguntar y muy repentino, pero yo... ¿Aún te gusto?
ㅡPor su puesto que siㅡrespondió casi automáticamente, sobó su mejilla con su mano libre, sonriendo al momento de ver como el menor se dejaba mimarㅡ¿Por qué lo preguntas?
ㅡEs que...ㅡmiró hacia todos lados, buscando una respuesta que no lo avergonzara tanto. Segundos después, sus ojos volvieron a parar los del mayor que lo miraban con intriga, respiró hondo y se decidió por hablarㅡ¿Por qué no me has besado?ㅡse sonrojó ante las palabras que salían de su boca, preguntándose de donde había salido esa pregunta.
Chang abrió sus ojos con sorpresa, mirando los avergonzados ojos del pelinegro frente a él. Siempre que estaban juntos, sentía ganas de besarlo hasta el cansancio, porque ante sus ojos, era el chico más lindo que había visto, además de tener una personalidad demasiado dulce. Creía que, si tomaba el valor para besarlo, se enojaría por atrevido o algo por el estilo, principalmente porque se ponía tímido cuando le tomaba la mano o lo abrazaba.
ㅡP-Pensé que eso te asustaríaㅡdijo aún con sorpresaㅡEs decir, eres muy lindo y me gustas, claro que quiero besarte cada vez que te veoㅡse sonrojó levemente, acunando el rostro de Félix entre sus manos.
ㅡNada de esoㅡnegó el menor con una pequeña sonrisaㅡSé que soy muy tímido la mayoría del tiempo, pero también me gustas mucho y quiero que me beses.
Chang sonrió ampliamente, sintiéndose feliz porque de cierta forma, tenía el permiso para hacerlo, porque según él, si tomaba la iniciativa, podría asustarlo, y lo que menos quería era alejarlo.
Un cálido silencio reinó por unos segundos, Chang sobando el suave y bonito rostro de Félix, perdiéndose en las bonitas pecas que ahora se veían más bonitas de cerca. Se acercó y dejó un pequeño beso en su mejilla derecha, lo miró con atención y se dio cuenta del suave sonrojo, haciéndolo sonreír de ternura. Se acercó de nuevo y besó su pequeña nariz, causando que el menor riera por lo bajo, su corazón latiendo muy rápido y nervioso. Se detuvo en sus ojos una vez más, mirándolo con ojos brillantes y llenos de emoción, hasta que, por fin, luego de unos segundos más, cortó la distancia entre los dos, suspirando con satisfacción al sentir como Félix ponía sus pequeñas manos alrededor de su cuello.
Ese no era su primer beso, claro que no, pero estaba seguro de que no quería besar a otra persona nunca más, porque los labios de Félix eran totalmente diferentes.
Félix por su parte, sentía que su corazón saldría de su pecho por la emoción, por fin, Chang lo estaba besando, ambos moviendo sus labios con torpeza al principio, pero volviéndose armónico poco a poco, acoplándose a la perfección.
Chang dejó un último beso en los labios de Félix antes de separarse por completo. Félix rápidamente rodeó el cuerpo del mayor, apoyando su cabeza en su pecho, sintiéndose totalmente feliz y pleno, sabía que no quería estar con nadie más, que sus ojos no podían ver a nadie más, que su corazón le pertenecía totalmente al lindo pelimorado al que le dio su primer beso, y quizás no era algo demasiado importante, pero a él le emocionaba la idea de poder besarlo muchas veces más y de sentirse querido en los brazos de Chang.
[...]
ㅡMaldito horno, te odio a ti y a esta estúpida cocina, ¿pero sabes qué? No podrán contra mí, estoy hartoㅡhabló enojado, Jungkook de cuclillas frente al horno de su cocina, viendo atentamente que su tercera mezcla del día no se echara a perder.
Limpió sus manos en el delantal que tomó prestado de su mamá y siguió sin apartar la vista, frunciendo el ceño por el calor, se estaba desesperando.
ㅡNi se les ocurra quemarse tontas galletas... Lo mismo para ti, pastel ridículoㅡsiguió hablando.
La emocionante y arriesgada idea de hacer el pastel de cumpleaños había sido una idea que apareció como una oportunidad de enmendar sea lo que sea que había hecho, sabía que a Taehyung le gustaría ya que era un chico que apreciaba los pequeños detalles y el esfuerzo de los demás. Al principio, todos se negaron ante la idea, seguros de que lo arruinaría y de que lo haría mal, la única que estuvo de acuerdo fue Jennie, dándole el voto de confianza. Y luego de una larga charla en la que todos opinaron sobre el por qué Jungkook no debía encargarse de eso dando obvios argumentos, terminaron accediendo gracias a la castaña, ya que minutos antes, Jungkook le había comentado las intenciones tras esa idea, a lo que rápidamente aceptó sin preguntar mucho el por qué estaban ambos actuando de esa manera, pero si se había dado cuenta de que algo pasaba, y conociendo a su hermano, no podría resistirse.
Jungkook entrecerró los ojos aún viendo como las galletas empezaban a tener una forma... extraña, pero no se veían quemadas, lo cual, ya era un enorme avance. Cuando la alarma que puso en su celular para que le avisara que ya debía sacar la bandeja sonó, rápidamente se puso los guantes de cocina, abrió el horno y solo sacó las galletas, las puso en la mesa y las revisó, sonriendo ampliamente al ver que habían quedado decentes.
ㅡ¡Ya era hora!ㅡexclamó, quitándose los guantes. Al verlas mejor, hizo una mueca porque habían quedado extrañas, pero al menos, no estaban quemadas.
ㅡ¡Jeon Jungkook!ㅡapareció su madre en la entrada de la cocina, viendo el desorden de ingredientes y trastes sucios en todos ladosㅡ¡¿Qué es este desorden?!
ㅡMamá, no lo creerás, pero subí de nivel y no se me quemaron las galletasㅡsonrió satisfecho mientras le enseñaba lo que había hechoㅡQuizás se ven raras, pero la cocina no me venció esta vezㅡdijo con superioridad.
ㅡ¿Desde cuando a mi hijo que odia las galletas hace galletas?
ㅡDesde que Taetae me regaló una en forma de gatito, y para mí, él es como un gatito muy lindo y suaveㅡrespondió sincero sin apartar la vista de la bandeja, hablando de más sobre sus sentimientos.
ㅡJesús, el niño te ha hechizadoㅡrió la mujer, acercándose a limpiar el rostro lleno de harina de su hijo.
ㅡNi que lo digasㅡsuspiró con una sonrisa.
Segundos después, la señora Lee sintió un peculiar olor saliendo del horno, miró directamente a su hijo quien seguía muy enfocado en hacer unas mezclas raras de colores.
ㅡ Jungkook.
ㅡDimeㅡrespondió sin prestar mucha atención.
ㅡ¿Tienes algo más en el horno?
ㅡ¡Mierda, el pastel!
ㅡ¡Vocabulario, Jeon Jungkook!
Y entonces, Jungkook tuvo que empezar de nuevo.
Espero les guste.
Estoy actualizando seguido por como les había comentado quiero que esta adaptación se termine antes del 10 de enero ya solo le faltan cuatro capítulos.
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