Do I wanna know? (MOONSUN FAN...

By SaraiAlvarezdf8

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Mamamoo. un grupo de kpop que consiguió hacer su sueño realidad, pero durante el proceso de vivir su sueño se... More

CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19 (PARTE 1)
CAPITULO 19 (PARTE 2)
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO FINAL 50
CAPITULO 51 EPILOGO

CAPÍTULO 35

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By SaraiAlvarezdf8


Moon Byul POV

Comencé a abrir mis ojos lentamente, cuando sentí que algo suave me acariciaba el cuello. Me tomó un par de segundos darme cuenta de donde estaba y que estaba ocurriendo. Luego todo fue bastante obvio, la mujer que amaba me estaba besando en uno de los lugares más sensibles de mi cuerpo. Ella estaba acostada a mi lado, su brazo me envolvía, mientras su mano acariciaba el cuello de mi camiseta. Recordé que había regresado al hotel, después de la fiesta de JiSoo y que me había quedado dormida al instante en que me acosté. El despertar así era como estar en el paraíso y estaba disfrutando del cariño que me daba la mujer de ojos hermosos, aunque no podía verla.
Puede que aún sea de noche, o muy temprano, porque el sol no ha salido. No estaba sorprendida, porque YongSun se despertaba demasiado temprano. Me sorprendió el hecho de que estuviera siendo tan cariñosa. Casi siempre era yo la que la insistía, pero ahora mismo, no me quejaba para nada. Sus labios sensuales seguían presionando sobre mi cuello, lentamente volviéndose en besos más atrevidos. Exhalé profundo y sentí como un leve escalofrío me recorría la columna, antes de comenzar a hablar.

- ¿Me estás dando caricias mientras duermo? - casi me reí.  - Es bastante extraño. - 

- Pensé que te gustaban este tipo de cosas - la voz rasposa me debatió con una suave risa, pero el sonido de su inconfundible voz comenzó a fomentar aún más mi imaginación.

- Quizás - susurré y me moví para verla directamente a la cara.

- ¿Quizás? - repitió con mala cara y sonreí tan pronto me encontré con esos profundos ojos miel. - Estoy haciendo mi mejor trabajo aquí y ¿eso es todo lo que recibo? -

- ¿Por qué no continuas y te evalúo otra vez? -  bromeé y ahora era ella quien reía. Me atrapó desprevenida, cuando de repente, se puso sobre mí, montándose a horcajadas sobre mis caderas. Casi gemí cuando sus caderas provocaron presión con su cuerpo, en el área que ya palpitaba. Mis manos no dudaron y comenzaron a recorrer sus piernas de arriba hacia abajo. Ella hizo lo mismo, sólo que trazando lentamente con una mano por el medio de mi torso.-

- ¿Qué quieres que haga? -  YongSun me preguntó y sus ojos mostraban emoción, pero también algo de nerviosismo. Sabía que ella se sentía un poco tímida sobre este tema, porque yo había sido tan abierta a todo, pero no había duda de que, esta noche, ella pudiese soltarse un poco más. Al encontrarme con aquellos esmeralda, me mordí el labio inferior y encogí los hombros levemente.

- Lo que tú quieras hacer - respondí casualmente y quería asegurarme de que ella también se divirtiera. - Sé que lo disfrutaré, sea lo que sea -  seguí estimulando su confianza aún más.

Eso era lo que ella necesitaba y su pequeña sonrisa me demostró que tenía razón. La anticipación ya me estaba matando y quizás aún estaba un poco borracha, pero me sentía tan al borde. El ver a YongSun con sólo una camiseta y unas medias, no ayudaba para nada. Yo aún estaba completamente vestida, pero esperaba que eso pronto cambiara.
Fue como si ella pudiese leer mi mente, porque sus dedos agarraron el cuello de mi chaqueta y me empujó hacia ella. Ahora estaba sentada y sentí como sus labios apenas tocaban los míos. Mi ansiedad se mostró cuando intenté conectar nuestros labios, pero ella se alejó en broma, lo que me hizo retorcerme. La sonrisa en su cara creció aún más, pero tomó mi chaqueta y la tiró lejos. Luego envolví mis brazos en sus caderas, mientras ella se acercaba y mordía mi cuello mucho más fuerte de lo que imaginaba. YongSun tenía cierta afinidad con morder, pero hasta ahora, no lo había demostrado lo suficiente. Esa mezcla de dolor y placer era increíblemente tentadora, y sentía como ella ya me estaba encendiendo. Dios, si éste era tan sólo el comienzo, no estaba segura si iba o no a sobrevivir a lo que me esperaba.

- Oh Dios - salió de mis labios cuando sus dientes arañaron otra vez por mi piel.

Ella conocía los lugares exactos donde trabajar; luego, pasó su lengua para calmar el área expuesta. Aún no me había dado un beso de verdad y sabía que estaba jugando conmigo, porque amaba sus besos más que nada; sin importar el lugar de mi cuerpo que eligiera. Sus manos comenzaron a desabrochar mi camisa y la tela blanca se unió a la chaqueta, que estaba por algún lugar del suelo. Mis manos querían tirar de su camiseta, pero me agarró de las muñecas y me "castigó" con otra mordida en mi cuello. Iba a parecer que habia sido maltratada por animales, pero no me importaba, porque este nuevo lado de ella estaba haciendo que mi cuerpo se estremeciera como nunca antes.

Me empujó hacia la cama y sus labios formaron una sonrisa ligeramente astuta, cuando de la nada mis caderas se sacudieron contra las suyas. Sus ojos me miraron de arriba hacia abajo y el estar bajo su dominio era extrañamente excitante. Al fin, se inclinó y besó mis esperanzados labios. Tomó mi rostro con ambas manos, mientras yo sólo podía afirmarme de su camiseta.

Sus labios se movían lentos pero demasiado sensuales, aún jugando conmigo, para no darme la experiencia completa de sus besos apasionados. Sentí que su lengua trazaba mi labio inferior antes de morderlo suavemente y tirando la carne que tenía entre sus fuertes dientes. Mi respiración se quedó atrapada en mi garganta, y por un segundo pensé que quizás de verdad me había arrancado un poco de piel, pero no lo hizo. Aunque lo hubiese hecho, no me hubiese importado. Ahora mismo, estaba en otro planeta.
Sus labios seguían besando, lamiendo, succionando y mordiendo los míos hasta que sentí que me iba a desmayar. El ser tan sumisa, y no ser capaz de devolverle afecto más allá del beso, era una tortura; eso sí, un buen tipo de tortura. Ella sabía que si me besaba, era mi debilidad y trabajar sin piedad sobre mis labios tan sensibles, haría que llegara al borde de inmediato. Ya estaba demasiado excitada cuando soltó mis labios hinchados y comenzó a vagar más abajo. Respiré profundo y ella hizo lo mismo para luego quitarme el sostén. No podía aguantar más, cada fibra de mi cuerpo necesitaba un tipo de liberación, pero YongSun se estaba tomando su tiempo y explorando mis pechos con su boca. Básicamente estaba repitiendo el mismo procedimiento que hizo con mis labios y aplicando estimulación al tejido ya erecto. Mi mano se agarró a su cabello y sentí como mis músculos se contraían en intervalos irregulares. Me iba a hacer explotar sin siquiera llegar a la parte más intima de mi cuerpo; lo cual era vergonzoso para mí, pero probablemente halagador para ella.

No había manera en que pudiera demorar lo que era inevitable y , honestamente, no quería. Probablemente ella ya sabía el poder que tenía sobre mí y había sido privada de esto por un buen tiempo. Gemí fuertemente y sentí que mi cuerpo se tensó antes de liberar, lo que parecía, una cantidad insana de placer. Una cálida e incomparable ola de dicha se apoderó de mí, haciendo que cerrara los ojos firmemente. Mi mano casi arrancó un mechón de su cabello, mientras ella mordía una vez más mi pezón erecto. Sus labios fueron más suaves cuando se dio cuenta de lo que había ocurrido y casi ni tocaban mi piel. Mis ojos se abrieron después de haber estado en las nubes por un par segundos y la buscaron. De inmediato sus ojos se encontraron con los míos y elevó una ceja.

- Y tú decías que yo era fácil - bromeó pero me reí sin aliento, en vez de pelear con ella.

- Es que contigo no puedo evitarlo -  admití con una leve sonrisa, pero no tuve tiempo de recuperarme porque YongSun ya tenía la mitad del camino hecho, al quitarme el resto de ropa. Mis shorts desaparecieron en un segundo, igual que mi ropa interior. Al verla mirar hacia abajo, tenía una idea de lo que ella tenía en mente y no estaba segura si podía aguantar esa cantidad de placer por tanto tiempo. No era algo que ella hacía habitualmente, de hecho creo que lo ha hecho sólo una vez, pero es por eso que yo estaba tan excitada al verla acomodarse entre mis piernas. Demostraba lo cómoda que estaba junto a mí, porque esa clase de intimidad lo requería.

Dejé que mi mano acariciara su cabello oscuro, mientras ella besaba la cara interna de mis muslos, cubriendo cada lugar con besos tan sensuales, excepto por mi centro palpitante. Ella era demasiado buena jugando conmigo y la tensión que ya había liberado, otra vez comenzó a crecer rápidamente. Mi respiración era pesada y mi corazón estaba latiendo con una intensidad que no conocía, cuando mi mente se fue completamente en blanco. La superficie resbaladiza de su lengua, gentilmente cepilló contra mi deseoso centro, pero se alejó tortuosamente lento aunque mis caderas se levantaron para mantener la conexión.

- YongSun , por favor - supliqué y ya no tenía control de lo que salía de mi boca.

El jadeo y los gemidos frustrados eran un hecho. Al mirar hacia abajo, vi como se movió ligeramente y laventé un poco mis piernas. Sus manos se posaron en ellas y en mi estómago. Le acaricié el brazo con la otra mano porque todavía me aferraba de su cabello. Mi expectativa estaba llegando a su punto máximo porque YongSun todavía se estaba acomodando y yo sabía que estaba haciendo esto a propósito.

Para librarme de mi "dolor", sentí sus suaves besos sobre la parte más íntima de mi cuerpo. Esperaba que ella me hiciera sufrir otra vez, pero a cambio, me hizo gemir lujuriosamente; su lengua estaba recorriendo muy lentamente mis pliegues húmedos y mandaban escalofríos sin parar por toda mi columna. El lento y agonizantemente ritmo que estaba haciendo ahí abajo, hizo que todo lo demás desapareciera. Esto no era para nada... justo. ¿Como iba a poder soportar todo esto? Estaba cerca después de un par de toques de su fuerte músculo que aplicaban más presión de lo que podía soportar. Con cada toque más extenso, soltaba un gemido tan fuerte que parecía más un gruñido. De repente cambió su enfoque y sólo se centró en el lugar más sensible y lleno de nervios que volvería loca a cualquier mujer. Sus labios se encerraron alrededor de ese lugar y la sola succión fue demasiado difícil de soportar. Grité y eché mi cabeza hacia atrás mientras YongSun dejó que su lengua explorará con movimientos más rápidos.

- No puedo... -  respiré casi inaudible y sentí como todo mi cuerpo estallaba incluso más fuerte que antes.

Mi espalada se arqueó y levanté mis piernas incluso más, mientras mi mente daba vueltas. Esto de verdad se sentía como perder el conocimiento y estaba mareada por la cantidad de placer que la mayor me había dado. No estaba segura de cuanto tiempo había pasado hasta que mi cuerpo se pudo recuperar. Bueno, jamás pude hacerlo completamente, porque mis músculos seguían retorciéndose por todo mi cuerpo y sentí como la mujer que amaba, respiraba sobre el área palpitante entre mis piernas. Dios, ella de verdad no estaba bromeando. Ahora estaba demasiado sensible ahí abajo e incluso la leve respiración estaba haciendo retorcerme otra vez.
- Oh Dios -  dije temblorosamente e intenté volver de aquella intensa sensación que me había dado. Al pasar mi mano por mi cabello, me di cuenta de la capa de sudor que tenía en mi frente. Cuando dejé que mis ojos vagaran hacia abajo, vi que todo mi cuerpo lucía de la misma manera y estaba sorprendida de como todo mi cuerpo había reaccionado, pero luego me centré en el par de ojos miel que hizo que mi corazón dejara de latir. Mordí mi labio inferior e hice un gesto con mi dedo índice, para que se acercara a mí. La leve sonrisa de sus labios, demostraba que estaba orgullosa de sí misma; sin mencionar que yo también. Volvió a subir y estaba un poco sorprendida cuando la vi lamerse sus labios seductoramente.

- Sabes demasiado bien - me dijo y mis ojos se abrieron un poco sorprendidos. Hizo que me sonrojara y parecía como si esta noche, hubiésemos dado vuelta los papeles.

- Supongo que te estoy llevando al lado oscuro - sonreí y puse mis brazos alrededor de su cuello, cuando acomodó sus piernas entre las mías. Poco a poco tiré de ella, para besar sus labios tan deseables que me habían dado un espectáculo inigualable.

- Sólo estoy intentando nuevas cosas. ¿No te gustó? - susurró contra mis labios y abrí mis ojos para mirar hacia aquellos verdes tan intensos.

- Si me gustó - confesé.

- Te gusta de todo, ¿no es así? -

Golpeé su brazo juguetonamente, pero me reí con ella antes de tirarla hacia abajo otra vez, para conectar nuestras bocas en un beso más apasionado. No peleó para dominar el beso y yo estaba más que ansiosa por hacerla sentir tan bien como a mí. Rápidamente le quité la camiseta y sin perder más tiempo, quité el resto de su ropa, así podía disfrutar de su belleza en todo su esplendor. Cuando traté de hacerla rodar por su espalda, me empujó otra vez y a cambio se acomodó sobre mi cadera. Alineó nuestros centros, así estarían presionándose uno contra el otro, por lo que gemí con el sólo contacto. YongSun besó mi cuello y comenzó a mover su experta cadera a un ritmo perfecto. Hice lo mejor para adaptarme a sus movimientos, pero esta noche, ella estaba haciendo cosas que casi me inmovilizaban.
Mis uñas se clavaron en sus hombros y el jadeo de ambas, llenó la tranquilidad de la habitación. La mujer de cabello oscuro no pudo seguir con sus besos en mi cuello, porque estaba llegando al clímax con unos gemidos tan naturales que provocaban hormigueos por toda mi piel. Gimió contra la piel de mi cuello, mientras su cadera cada vez se movía con más fuerza y mayor rapidez. Nuestros cuerpos estaban con una capa de sudor y el sentirlos tan cerca el uno del otro, era dicha pura. Con una mano, arañé toda su columna y sentí como mordía mi cuello. Estaba llegando al borde al igual que yo; otra vez. No me pude controlar, pero apreté su trasero con la otra mano. Cuando aún la sostenía cerca, le di una leve palmada y escuché como jadeó en respuesta.

- Oh mierda -  maldijo y me sorprendió lo aventurera y abierta de mente que se encontraba. Al parecer le gustó, así que lo repetí pero esta vez mucho más firme. El sonido de la palmada fue más fuerte de lo que esperaba, pero YongSun se estremecía y temblaba como loca. Yo tampoco pude aguantarlo más y tomó un par de movimientos más, para que la mayor convulsionara en mis brazos, haciendo que ambas gimiéramos en éxtasis total. No había nada más erótico que ver a YongSun así. Siempre se veía como si se rompiera por completo cada vez que alcanzaba el máximo de excitación. Todo mi cuerpo se sentía como gelatina, pero de alguna manera me las manejé para acariciar lentamente la espalda de la mayor, mientras nos recuperábamos. Su respiración estaba errática y amaba sentirla tan cerca, porque no había momento que me quisiese perder cuando experimentaba algo tan satisfactorio. Su cabeza descansaba sobre mi hombro, mientras intentaba recuperar la respiración.

Pasó un rato, pero me volvió a mirar y sus mejillas rojas, labios hinchados y rostro sudado, eran la prueba de cuan increíble había sido para las dos. Se acercó y besó mis labios tiernamente. Adoraba demasiado esa parte de ella; el hacerme sentir tan amada y segura cuando compartíamos los aspectos más íntimos de nuestra relación. Aunque bromeara y no fuera tímida al hablar de sexo, era muy diferente con YongSun. Era tan diferente que ni siquiera existían palabras; cumplía en todos los niveles posibles. No sólo físicamente, sino que emocional y mentalmente. Aquellos ojos miel me miraban llenos de afecto y puse algunos mechones de su cabello por detrás de su oreja.

- Eso fue... algo asombroso -  susurré con una leve sonrisa. Pero YongSun no me respondió. Me besó y la cantidad de ternura y amor que había en sus suaves besos, estaban haciendo que mi corazón se hinchara de emoción.

- Te amo - exhaló y no estaba segura de lo que sus ojos demostraban, pero se veían pensativos. "Antes de que te despertara, estaba pensando cuanto te amaba. Sé que la palabra es cliché, pero te amo tanto, Byul... Y es casi doloroso saber que quizás, jamás te darás cuenta de cuanto lo hago, porque no existe manera en que pueda demostrarlo. -

Sonaba casi desesperada y estaba sorprendida de escuchar su confesión tan emotiva, porque hace mucho que no la veía tan frágil. Últimamente, había sido yo la insegura y la que cuestionaba tanto a ella como a nuestra relación. Ahora me sentía culpable. Quizás es por eso que ella se sentía así.

- Sé que lo haces -  quería asegurarle y dejé que la punta de mis dedos rozaran gentilmente sus mejillas.

- Jamás quise poner en duda tus sentimientos hacia mí y, honestamente, jamás lo he hecho. Lo que pasó en París eran más mis dudas e inseguridades sobre nuestro futuro. -
YongSun suspiró fuertemente, tomó mi mano entre las suyas y tiernamente besó mi muñeca.

No quería que creyera que no estaba tomando sus sentimientos en serio, porque sí lo hacía. Siempre lo había hecho y era en parte razón por la cual la amaba tanto. La intensidad con la que me amaba y su capacidad de demostrar sus emociones, era parte de su hermosa esencia y no existía nada más verdadero para mí cuando alguien se mostraba tal cual es.

- De verdad no me quiero ir - me confesó en un susurro y el sonido de su voz era desgarrador.

- Sólo siete semanas y al final terminaremos con todo esto de la distancia. Volverás a Seul, tendrás un tiempo para recuperarte y luego nos vamos a Italia - le respondí mientras continuaba acariciando su espalda.

- Al fin - me dijo y su alarma sonó unos segundos después. Nuestros ojos se encontraron y me dio otro beso antes de alejarse para apagar la alarma. - Debería tomar una ducha - 

Asentí levemente y vi como casi se levantaba de la cama, pero antes de que se parara, agarré su cintura y me senté.

- Yo también te amo -  lo dije con todo el amor posible y vi como sonreía.

Compartimos un último beso, antes de que desapareciera en el baño, mientras yo regresaba a la cama. Era extraño como nuestras dinámicas podían cambiar, pero siempre intentábamos ser lo que la otra necesitaba. Cuando me sentía débil o insegura, ella era fuerte para mí y viceversa. Aunque la gente casi siempre pensaba que YongSun era la dominante en sus relaciones o en la amistad, yo siempre supe que ella no era la maldita imperturbable que siempre quiso ser. Ella era, sin duda, la persona más emotiva y vulnerable que jamás conocí. Por mucho que a ella no le gustara ese lado suyo, a mi me encantaba cada parte de ella y sobre todo su alma emotiva, que era gran parte de su personalidad.

El hecho de que a veces fuera tan ruda o cruel hacia algunas personas me molestaba, porque yo sabía que ella no era así. Definitivamente, ahora reaccionaba de manera más racional, pero jamás sería capaz de esconder las emociones que sacaban lo mejor de ella. Y no quería que lo hiciese. Al menos, no por mí. Con mucho gusto aceptaba el ser la razonable en la relación para contenerla cada vez que sus sentimientos la abrumaran. Hasta cierto punto, yo siempre había actuado así con ella. Incluso Whee In. Nuestra compañera de grupo también era una persona bastante calmada y centrada cerca de YongSun y creo que por la misma razón, era que aún seguía siendo una de sus amigas más cercanas, si es que no fuese la única. YongSun se dejaba caer y ser vulnerable, cuando sentía que la otra persona era lo bastante fuerte para sostenerla. De otra manera, ella sacaba su mecanismo de defensa al pretender ser inaccesible, ser fuerte e irrompible.

No tenía idea de cuanto tiempo estaba analizando, pero la mujer que ocupaba mis pensamientos salió del baño y caminó hacia mí. Nuestras despedidas no se estaban volviendo más fáciles, aunque quisiera. Con suerte, esta sería la última despedida por un buen tiempo, porque no estaba segura de cuantos más podía aguantar. Me senté y cubrí mi cuerpo con la sábana de la cama, mientras YongSun se sentaba. Tomando su rostro con una mano, la acerqué para un beso demasiado profundo y sentí como sus gruesos labios me respondía de la misma manera. Ella inhaló profundamente cuando nuestros labios se separaron y descansó su frente contra la mía. Al mirar hacia sus ojos miel, aún hacían que mi corazón se acelerara como la primera vez en que mi mirada se enfocó en ellos. Besó tiernamente mi mejilla antes de que yo pudiera decir algo.

- Disfruta tu tiempo lejos, porque después estarás pegada a mi por un buen tiempo - bromeé con ella para hacerla sonreír e incluso tuve una pequeña risa de su parte.

- No puedo esperar -  me respondió con total sinceridad, antes de darme un último beso.

- Ten un vuelo seguro - le dije y cuando se levantó, se hizo más realista el hecho de que ella iba a estar miles de kilómetros lejos de mí en un par de horas. A veces, la distancia parecía irreal, pero ella volvería a Latinoamérica; otro maldito continente. (uy si ya quisiéramos que eso pasara XD)

- Tú también -  me respondió y agarró su maleta. Me sonrió una vez más, para irse de la gran suit , dejándome con un dolor en el pecho. Sabía que ella se sentí de la misma manera, pero de alguna forma, no me consolaba en absoluto. Una parte de mí deseaba que ella fuera tan indiferente como antes, pero de nuevo, esto era lo de ella. No era que me gustase la idea de que ella sufriera. Jamás comprendería por completo cuan difícil debe ser para ella, agregando la presión y el escrutinio de su vida. Al menos, yo podía tener una vida normal cuando volviera a Seúl. La idea de viajar por el mundo y no tener el sentimiento de tener un tipo de seguridad, daba miedo. Sabía que a ella le gustaba ese estilo de vida, pero que también necesitaba esa increíble conexión con las personas que de verdad la amaban y se preocupaban por ella.

Y esa conexión se mantuvo y creció más que nunca, mientras estábamos separadas. Las semanas siguientes estuvieron llenas de mensajes de YongSun, todos los días y me mantenía al tanto de todo lo que hacía. Estaba sorprendida de buena manera, de cuan comprometida estaba YongSun con nuestra relación, luego de la increíble noche que tuvimos después de los Grammys. Lo estábamos haciendo posible y el hecho de que incluso era mejor que nunca, era una buena señal. Por supuesto que aún la extrañaba, pero me aliviaba el saber que la relación iba mejor día tras día, aunque estuviéramos separadas. Ella sentía lo mismo; al menos eso me dijo cada día y creí que tenía razón. De todos modos, no era buena mintiendo y tampoco tenía razón para mentirme.

Justo el día de hoy, subió una foto de nosotras en París y yo estaba tan feliz de que ella encontrara una manera de compartir nuestra relación con sus fans, sin sentirse incómoda. No eran sus fans quienes la asustaban, eran los medios. No había sabido de su pelea con el reportero hasta que regresé a Seúl, después de los premios. Fue otro ejemplo de que YongSun  reaccionaba con sus emociones, pero gracias a dios el revuelo había terminado tan rápido, dado que ella no estaba en el país. Si estaba fuera de vista, no les importaba a los medios. De esta manera, ella podía hacer público lo nuestro, pero siempre asegurando el mantener un margen de su vida privada. Miré la foto de nosotras frente a la Torre Eiffel y leí las palabras simples que acompañaban la foto: Te extraño demasiado! No puedo esperar a verte. #MoonSun

Estaba sentada en el sofá, después de un largo día en el hospital y jugando con la guitarra, cuando vi que en la pantalla de mi laptop estaban llamando para un video chat. Fruncí el ceño, porque sorpresivamente era YongSun la que me estaba llamando y no habíamos tenido la oportunidad de hacer una videollamanda desde que se fue. Así que acepté sin dudar y sentí como todo mi rostro se iluminó cuando como la mujer de cabello oscuro, aparecía en la pantalla.

- Hey - me saludó con una gran sonrisa y mi corazón se iba a salir de mi pecho.

- Hola, que grata sorpresa -  respondí con una sonrisa aún más grande y sentí mariposas en mi estómago, igual que una adolescente cuando habla con su primer amor.

- Si, tengo un par de minutos antes de la prueba de sonido y quería verte. -  YongSun me explicó. - ¿Qué estás haciendo? -

- Nada, solo jugando con mi guitarra -  respondí y miré fijamente a la hermosa creatura que estaba en la pantalla. Aunque estaba en Latinoamérica, aún se veía muy pálida, pero sus rasgos seguían siento perfectos para mi; como todo lo demás.

- Cántame algo - me exigió con una sonrisa débil y lucía demasiado exhausta. Mi preocupación constante era algo que necesitaba trabajar, pero quería cumplir sus deseos, así que tomé la guitarra que estaba junto a mí.

- ¿Qué quieres escuchar? - 

- Cualquier cosa -  me dijo ,pero lucía emocionada de que yo estuviera de acuerdo en cantarle. Comencé a pensar en que debería cantar, pero había una canción que estuvo todo el día en mi mente y que también tenía muchos recuerdos con ella. Quizás ella ni recordaría el porque le cantaría esa canción, pero decidí hacerlo de todos modos. Al tocar un par de acordes, me enfoqué en la laptop e intenté mantener mis ojos abierto, porque quería ver su reacción.

---------------FLASHBACK----------------

¿Por que mierda accedí a hacer esto? Estaba fuera de mi casa, mis rodillas estaban temblando mientras esperaba a que YongSun me recogiera. No nos hemos visto desde que volvimos para las fiestas, pero las cosas en nuestra amistad han ido progresando demasiado bien. El pequeño descanso había dado inmensos frutos en nosotras y recuerdo nuestro intercambio de mensajes de textos de la última semana, cuando la mayor se había sentido tan triste después de su interacción en twitter con los fans.

Desde entonces hemos seguido en contacto, pero anoche me mandó un mensaje con la invitación a la fiesta de cumpleaños de Yong Hee. Estaban en el dilema de ir o no ir, pero me sentía culpable por estar considerando más mis sentimientos y no pensar en la hermana de YongSun , quien no tenía nada que ver con ellos. El hecho de que ella me invitara era un gesto muy dulce de su parte y de alguna manera, no podía rechazarlo. Aunque eso significara que volviera a ver a YongSun y correr el riesgo de que mis sentimientos por mi amor platónico, volviera a surgir.

Así que accedí pasar unas horas y YongSun insistió en que me vendría a buscar. Obviamente, ella estaba demasiado orgullosa de al fin tener su licencia para conducir. Aunque no tenía coche sus padres confiaban lo suficiente como para dejarla conducir los suyos. Mis nervios estaban aumentando como locos, mientras que en mi mano tenía el regalo de la más grande de los Kim. Mi familia se había ido al zoológico y aunque podía unirme a ellos, quería hacer un esfuerzo por reconstruir lo que YongSun y yo tuvimos en un comienzo. La idea de estar sola con ella me aterraba. No hemos estado a solas desde nuestro beso y la memoria de esa noche aún seguía muy latente.

Respiré profundo, preparándome para la posibilidad de estar a solas con ella en el coche que se estaba acercando. Mi corazón parecía que iba a salirse de mi pecho cuando el SUV se detuvo en frente de mí. El vidrio del pasajero se abrió y ví que Wendy estaba ahí.

- Entra perdedora, vamos a ir de compras - citó a la película Mean Girls y me reí levemente.

Mi miedo de estar a solas con la conductora había sido por nada y me sentía aliviada. Wendy era una de las amigas más antiguas y cercanas de YongSun. Al contrario de SeulGi, ella no me ponía nerviosa o incómoda. Era una dulzura y probablemente una de las amigas más genuina que existía en el círculo de amistades de YongSun. Incluso habíamos pasado el último Año nuevo juntas y nos llevamos bastante bien. Así que con gusto me subí al asiento trasero y vi que YongSun se giró para mirarme.

- Hey -  me sonrió y al instante sentí a las mariposas en mi estómago.

No la había visto en dos semanas, pero eso era suficiente para que mi corazón sufriera un ataque cuando sus verdes se encontraban con los míos.

- Hola -  fue lo único que pude decir y ví que sonrió.

- Me gustan tus gafas - volvió a sonreí y se me había olvidado por completo de mi nuevo símbolo de sabelotodo. Los levanté como reflejo y sentí que mis mejillas se encendían.

- Si, claro - me burlé.

- No, estoy hablando enserio - YongSun insistió e hizo que nuestros ojos se encontraran otra ves. Oh dios, jamás debí haber accedido a esto.

- Sí, te ves bien. No seas modesta, yo también tengo gafas - Wendy intentó calmarme.

- Pero tú eres una súper modelo... Literalmente! - agregué y ambas amigas rieron fuertemente.

- Tú también podrías serlo - la mayor dijo y la miré fijamente porque no podía creerle. - ¿No tienes lentillas? Yo las uso, es más fácil. -

- Tengo lentillas pero... - dudé.  - Tengo problemas con ponérmelas  -  admití con vergüenza porque mi torpeza y la delicada motricidad de mi mano no eran una buena combinación.

- Pero si es tan malditamente difícil - YongSun sorpresivamente concordó con lo que dije. -  Aunque soy buena con ellos, porque solía ayudar a Wendy con los suyos. ¿Traes algunos contigo? Te puedo enseñar un par de trucos. -

- Sí tengo, pero no tienes porque hacerlo -  le dije, pero YongSun ya había decidido que me iba a ayudar, como siempre.

- Es un hecho, Byuli - me dijo y se dio la vuelta para encender el auto. Wendy me sonrió.

- Estoy feliz de que vinieras - me dijo la amiga de YongSun en la forma más genuina posible y no pude evitar el sonreírle de vuelta antes de que ella también se girara.

Sabía que Wendy estaba feliz, porque YongSun estaba feliz. Y esa era una señal de una verdadera amistad. Ella no estaba celosa o se sentía amenazada, como tantas otras chicas que si veían un nuevo lazo que arriesgara su propia amistad. La mayo tenía demasiado confianza y seguridad en la conexión que tenía con la chica de ojos verdes y admiraba demasiado eso de ella. El paseo en auto fue demasiado agradable, dado que YongSun y Wendy eran las que más hablaban. YongSun era una buena conductora y eso que recién había tenido su licencia. De hecho, no me sorprendió tanto considerando su personalidad súper inteligente y tipo "saco A " aprobando todo. Al llegar a la casa de los Kim, mis nervios regresaron, pero por alguna extraña razón todo se sentía tan familiar. Tan pronto entramos a la casa, vi un par de chicas que corrían por la casa, lo cual era obvio que eran amigas de Yong Hee. Fuimos con YongSun y Wendy hacia la cocina y descubrimos a Soo Hyun y Dae Chul terminando los detalles de la torta.
- Moon Byul! Viniste -  el papá de YongSun me respondió demasiado asombrado y ese simple gesto, evidenció cuan distante he estado estos meses. Me dio un gran abrazo, al igual que Clara.

- Espero que esté bien -  dije tímidamente y vi sus rostros desconcertados.

- Por supuesto, eres casi como de la familia, hija - Clara contestó y alivió mi tensión. - Eres bienvenida cuando quieras - 

La cumpleañera se acercó y se veía sorprendida de que haya decidido venir. La abracé fuertemente y le di el regalo con la explicación de que no tuve suficiente tiempo, porque había sabido a último minuto. La más joven me recalcó que mi presente era regalo suficiente y que tampoco esperaba regalos. Aún así lo dejó junto con los otros regalos y todos comenzaron a reunirse en la cocina para cantar Feliz Cumpleaños. YongSun sacó su teléfono y me salí de su enfoque, porque sabía que el fandom se volvería loco si sabía que estaba aquí. A cambio, me puse al lado de Wendy y canté bajo antes de que Yong Hee soplara las velas, mientras YongSun hacía un Vine.
La siguiente parte era mi favorita: Comer el pastel. Ya todos sabían que amaba cualquier cosa dulce y la torta casera era deliciosa. Era un sentimiento bastante familiar y el tiempo voló mientras nos sentábamos en el living y todos conversaban, poniéndose al día. Después de un tiempo, Yong Hee comenzó a abrir los regalos y se veía muy feliz con la foto enmarcada que le di. Había juntado un montón de fotos de ella con YongSun, conmigo, con las otras chicas del grupo, su familia e incluso mi familia. Era una locura cuan cercanas eran nuestras familias, pero la cantidad de fotos que había en ese marco, era la prueba de ello. La chica de trece me abrazó y agradeció un montón. El último regalo era de YongSun y vi como ésta estaba emocionada. Sabía que ella amaba su rol de hermana menor y adoraba a Yong Hee, así que estaba segura que su regalo sería mucho más que asombroso.

Y tenía razón cuando Yong Hee desenvolvió la bella guitarra que la de ojos miel había elegido para ella. Todos amaron la reacción de Yong Hee, quien había corrido para abrazar a YongSun. Al parecer estaba comenzando a tocar el instrumento. No supe como, pero Wendy, YongSun , Yong Hee y yo, éramos las únicas que quedaban en la sala después de lo que pareció un minuto y entonces, Yong Hee me pasó su nueva guitarra.

- Podrías tocar algo, por favor? Aún no soy muy buena, pero quiero escuchar como suena. -  la más joven me preguntó y yo estaba insegura de como responder.

¿Cómo demonios estaba tan nerviosa por tocar frente a un público tan íntimo y reducido cuando había cantado en el Madison Square Garden?!

- ¿Hay algo que quieras escuchar, cumpleañera? - pregunté con una sonrisa porque no podía negar su deseo en su día especial.

- ¿Algo de la pequeña Whee In? -  No era un secreto de que Whee In en sus tiempos de solitario destaco por su melodiosa voz y bellas letras, había una canción que amaba desde el momento en que la escuché.

Sin pensar más, comencé a tocar y respiré profundo para enfocarme en la letra. Tenía un significado especial para mí , porque me recordaba a mí y mi mejor amiga, quien no tenía idea de mis malditos sentimientos. Aunque ella estaba a mi lado, estaba segura que no tenía idea de la conexión personal que tenía para mí.

( todos imaginemos que la canta Moon Byul)

"Esto parece un cálido sueño

Puedo sentirlo claramente

En caso de que despiertes de tu sueño

Tengo cuidado de lo que digo

Entonces me acercaré a tu lado

Y te diré mis sentimientos silenciosamente

Recordaré la sinceridad en tus ojos

Tu cálido corazón es precioso

Del que no despertaré por mucho tiempo

Ahí siempre vuelvo a ser feliz.

Y hablamos durante toda la noche

Así que espero que el tiempo aguarde por nosotros

Entonces me apoyo en ti y espero por un tiempo

Silenciosamente, mi corazón se abre

Recordaré las cálidas palabras que dijiste

Amo todos los sueños que me diste

A veces tengo miedo de que la distancia entre tú y yo no se acorte

Tengo miedo de no llegar a alcanzarte

Pero cuando cierro los ojos

Mi corazón está lleno de ti

Hoy quiero estar a tu lado

Quiero apoyarme en tu cálido corazón

De esa manera, me voy acercando a ti

Del que no despertaré por mucho tiempo

Ahí siempre vuelvo a ser feliz."


Whee In - Shine On You

Al menos el hábito que tenía de no mirar a nadie mientras cantaba y tocaba la guitara, era algo bueno, porque no estaba segura si podía aguantar el encontrarme con esos ojos esmeralda. Pero lo hice, tan pronto terminé con la canción y sentí que mi corazón se me iba a salir porque sentía demasiado presión en mi pecho. Tragué fuerte porque por alguna razón, YongSun tenía los ojos llorosos. La mirada en sus ojos era absolutamente difícil de leer y por una fracción de segundo, pensé que quizás ella sentía lo mismo que yo.

- ¡Ha sido perfecto! -  la voz de Yong Hee me volvió a la realidad y aclaré mi garganta, porque tenía un maldito nudo en ella.

- Gracias -  respondí y dejé la guitarra en el suelo. Mi celular sonó y vi que era un mensaje de texto de mi mamá.

Me recogería en quince minutos, porque venían camino a casa. Tendría que esperar afuera porque Ye Sol se había quedado dormida en el auto y no querían despertarla para pasar.

- Um... mi mamá me pasará a buscar dentro de quince minutos - les dije a todos.

- ¿Por qué? -  YongSun de inmediato me debatió y sonaba casi herida. - Yo puedo llevarte más tarde.-  Estaba sorprendida de su reacción inmediata y no estaba segura de que decir. A cambio, volví a subir mis lentes e intenté encontrar las palabras correctas.

- No te preocupes. Ya vienen en camino -  respondí con una leve sonrisa, pero YongSun parecía enojada.

- Hey, ¿por qué no intentamos ponerte las lentillas?, no nos queda mucho tiempo. -  Wendy salió al rescate, porque el silencio incómodo era demasiado abrumador.

Aunque no quería torturar mis ojos, era mucho mejor que ver el dolor en los ojos de la integrante del grupo. Sabía que le gustaba que estuviera aquí y que quería más de lo bien que la estábamos pasando, pero tenía que dar pequeños pasos y el venir aquí había sido uno gigante. Así que, las tres nos fuimos hacia el baño de arriba, mientras Yong Hee se unía con sus amigas.

Me quité los lentes y le pasé a YongSun los de contacto. Nuestras manos se tocaron levemente y sentí un escalofrió que me recorrió la columna, que era muy difícil de ignorar. Pero tenía que enfocarme en Wendy, quien me estaba demostrando como tenía que hacerlo. YongSun también me daba consejos y no pude evitar reírme un poco, porque ambas comenzaron a discutir cual método era el mejor. Decidí comenzar con el de YongSun e hice lo mejor para mantener mis ojos abiertos, mientras los extraños objetos eran colocados en la punta de mis dedos. Tan pronto toqué mi ojo, me molestó tanto que cerré el ojo demasiado fuerte.

- No, Byuli -  YongSun se rió y estaba aliviada por oírla disfrutar, aunque me estuvieran quemando los ojos. - Tienes que dejarlos abiertos y mirar hacia arriba. Aquí, mira arriba y yo te los coloco. - Al principio tenía miedo de que ella lo hiciera, pero se veía tan tranquila, que me relajó al instante.

- Mantenlo, Byuli-  me retó porque seguía parpadeando.

- Estoy intentando -  rezongué.

- Bueno, intenta mejor - se rió y tuve el error de encontrarme con sus ojos que estaban tan cerca.

Volví a mirar hacia arriba, tranquilicé a mi corazón y respiré profundo. En el primer intento, YongSun colocó el primero y no pude creer cuan hábil era sin siquiera haberlos usado alguna vez. Parpadeé un par de veces, pero mi visión era demasiado clara en el ojo derecho, aunque se sentía extraño.

- Ovaciones por favor - YongSun sonrió juguetonamente y Wendy rodó los ojos.
- Cómo lo hiciste? - le pregunté un tanto asombrada.

- Supongo que soy buena con mis dedos - YongSun exhaló y sus ojos se agradaron inmediatamente después de ese comentario.

Era obvio que no lo dijo con ese fin y sonaba como algo que yo diría por accidente. Wendy fue la primera en reírse antes de que nos uniéramos y que la cara de YongSun se tornara demasiado roja, hizo que mi corazón se acelerara. Me alivió saber que YongSun no se lo tomó muy enserio. Pudo haber reaccionado muy distinto; defensivamente, pero no lo hizo. Recordé lo que había estado pensando de sus reacciones y de mis locas imaginaciones y sueños, pero desaparecieron al instante.

- Venga, vamos por el otro -  la mujer de cabello oscuro me dijo y manejó colocarlo tan perfectamente como el anterior.

- Demonios, ahora me siento más incompetente que antes -  semi bromeé, pero no pude decir nada más porque mi mamá me estaba llamando al celular. Probablemente me estaba esperando afuera y escuché como YongSun suspiró. - Debería irme. -

Abracé a Wendy antes de despedirme de todos. YongSun básicamente me escoltó hasta la puerta y la abrió para mí.

- Me alegra que hayas venido -  dijo con una voz muy suave y me miró tan tiernamente, que hizo que mi corazón se derritiera, como cada vez que lo hace. - ¿Estás segura que no quieres quedarte y yo luego te llevo? -

- No, está bien. Pero podemos vernos otra vez - quería irme de buena manera y ví como me sonrió gentilmente.

- Está bien, entonces... ten una buena noche -  me respondió y se veía insegura de si debía abrazarme o no. Yo estaba igual de incómoda y me congelé.

- Sí, bueno..ummm... buenas noches - le respondí y terminé el momento incómodo al darme la vuelta e ir hacia el auto de mis padres.

Oh Dios, eso no fue nada de raro, pensé sarcásticamente. Aunque todo el día fue bastante mejor de lo que pensé. Al verla aún en la puerta, mientras yo llegaba hacia el auto, se despidió con la mano e hice lo mismo antes de entrar. Respiré profundo y sentí que los ojos de mi mamá estaban fijos en mí. Ye Sol estaba durmiendo en el asiento de atrás, mientras mi papá la sujetaba.

- Pareces feliz  - mi mamá evaluó y sonreí tímidamente.

- Lo estoy -  respondí simple, pero fue suficiente para que ella apretara suavemente mi brazo y compartiera mi alegría.

Miré una vez más a YongSun, quien cerraba la puerta y sentí que mi corazón saltaba otra vez. Quizás podría lograrlo? Era muy normal estar con ella, siempre y cuando estuviera otra gente alrededor. Wendy había sido una excelente mediadora y esperaba que después de esta noche, quizás tuviéramos la posibilidad de tener una amistad relativamente normal. Obviamente, esperando que yo no hiciera una estupidez... otra vez. Por ahora, quería tener algo de distancia, porque recién había dejado su casa. Aún así, quería continuar con el buen momento y reviví las últimas horas en mi cabeza, sin arrepentirme de nada por haber ido a su casa.

----------------- FIN FLASHBACK-----------------

Después de terminar Shine On You de Whee In, estaba muy contenta conmigo misma porque YongSun me veía con una cantidad de amor, aunque sólo nos estuviéramos viendo por video chat. Aún podía ver la calidez en sus ojos miel, mientras cantaba la hermosa canción. YongSun me aplaudió levemente después de terminar y fue inevitable sonreír.
- ¿Recuerdas donde toqué esa canción? - , le pregunté con demasiada curiosidad.
- En el cumpleaños nº 26 de YongHee -  me respondió sin dudar, lo que por alguna razón me sorprendió demasiado. A veces, aún tenía que recordar que ella también sentía lo mismo por mí en aquel tiempo, aunque ella no estuviera consciente de éstos.
- ¿Lo recuerdas? - mi voz respondió suavemente.
- Recuerdo todo - me respondió igual de cariñosa y sentí que las mariposas en mi estómago volvía a aparecer.
- Dios, desearía poder besarte ahora mismo - admití un poco frustrada.
- Sólo un par de semanas más, bebé -  YongSun me dijo con un pequeño suspiro, pero sabía que ella tenía razón. Escuché como una voz de fondo comenzaba a gritar y sabía que era su manager.
- Me tengo que ir. Me están esperando para la prueba de sonido. Pero... Estás bien? -
- Sí, lo estoy. Te amo y patea un par de culos - sonreí.
- Lo ha're. También te amo -  me respondió y me lanzó un rápido beso antes de desconectarse. Seguí sonriendo como una idiota por un par de minutos más y sentí que mi corazón aún latía como loco. El efecto que ella provocaba en mí, no era normal. Nada de nosotras era normal, pero eso era lo que nos hacía especial.

 
Nuestra relación había tomado un buen camino en las últimas semanas y eso continuaría, en caso que algo cambiase. YongSun casi no me texteaba o se comunicaba conmigo durante las dos últimas semanas, antes de que regresara a Seul. No quería preocuparme o ser molesta al respecto, porque fue ella la que se sentía insegura últimamente, pero a veces de verdad no podía aguantarme. Una parte de mí pensaba que ella porque quizás se sentía demasiado estresada y quería que el tour al fin terminara, después de casi seis meses de viajar sin parar. Sabía que el fin del tour era la parte más difícil, porque estabas ansiosa por volver a casa. Quizás esa era la razón de porque estaba tan distante; para hacer más especial el momento en que nos reuniríamos finalmente.
Pero también estaba esa parte de mí que tenía miedo de que algo más estaba pasando. Algo que ella no quería decirme y que la hacía retroceder. El pasar de comunicarnos constantemente a un par de textos en dos semanas, era un cambio drástico. Como conocía a YongSun, tenía que existir una razón para esto, pero no quería ser demasiado pesimista. La idea de que ella estaba demasiado ocupada y ansiosa por volver, era de la que me tenía que aferrar. Más que nada por mi salud mental, porque no podía aguantar otro quiebre en nuestra relación, que últimamente iba tan bien.
El día al fin llegó y había arreglado todo para cuando YongSun llegara a casa. Era su hogar ahora, no? Me había preguntado si podía venir a vivir conmigo y no podía esperar a que la idea se hiciera realidad. Había pedido un montón de sushi de su restaurante favorito y todo el departamento estaba decorado con velas para crear un ambiente romántico, pero también relajante. Todo el día mis nervios estaban de punta. Ahora estaba esperando en la sala e intentaba calmarme, pero no había cura para lo que la mayo había hecho conmigo. Las preocupaciones de las últimas semanas seguían rondando en mi mente, pero habían demasiados pensamientos que mantenían ocupado a mi cerebro. Salté un poco cuando escuché un golpe en la puerta y sabía que debía ser YongSun. Básicamente corrí hacia la puerta, la abrí rápidamente y vi a la mujer de mis sueños de pie frente a mí. Al instante envolví mis brazos a su alrededor y no podía creer que de verdad estaba aquí; al fin. Al menos, eso era lo que pensaba. Me acerqué para besarla, pero ella me esquivó e hizo que mi corazón se destrozara.
- Tenemos que hablar -  la voz rasposa aumentó mi ansiedad mientras ingresaba.
- Está bien - apenas susurré y sentí que mi corazón latía con pánico. YongSun estaba de pie a una distancia prudente de mí y la expresión de su rostro hizo que me asustara aún más. Parecía muy cansada. Su piel pálida era algo de siempre, pero los círculos oscuros debajo de sus ojos, eran más visibles que nunca. Sus hermosos ojos verdes lucían hinchados, como si hubiese estado llorando y sentí la necesidad de acercarme y hacer que se sintiera mejor, pero sabía que quería discutir algo y tenía un presentimiento de que no iba a terminar bien. No estaba hablando, pero evitó mi mirada, obviamente porque estaba buscando las palabras correctas para expresar cualquier pensamiento que su malditamente valiosa cabeza había creado.


Creo que deberíamos terminar con esto. -

Me congelé por completo y estaba en absoluto shock.
- ¿Qué? -  exhalé sin poder creer lo que me había dicho, ni siquiera podía analizar lo que acababa de decir.

- Yo... sé que esto debe tomarte por sorpresa, pero últimamente he estado pensando en nosotras y creo que es lo mejor para ambas - su voz ya estaba temblando.

- ¿Eso crees? -  le respondí con más rabia de la que pude controlar, pero no podía creer lo que me estaba tratando de decir. ¿Como mierda ella podía saber que era lo mejor para mi? ¿Como mierda yo estaría mejor sin ella?

- Sí y yo... asumí un rol de protagonista en una película, lo que significa que me iré por los siguientes meses. Y sé que tu no quieres eso y no deberías, porque te mereces mucho más. Es por eso que creo que es mejor que nosotras... tomemos caminos diferentes -

- ¿Y no crees que debes haber preguntado mi opinión antes de tomar una decisión tan drástica como para... terminar con esto? - le pregunté aún completamente confundida de lo que en realidad estaba pasando. - ¿Es esto un tipo de broma, YongSun ? Porque no es gracioso- 

- Estoy hablando en serio - me respondió y comencé a creer que esto no era una pesadilla, sino la más pura realidad. - Sé que quieres distintas cosas en tu vida, como casarte, tener hijos y vivir una vida normal y yo... quizás no pueda darte eso... nunca - agregó, pero su voz se quebró al final.

- Tú fuiste la que me preguntó si podía venir a vivir conmigo. ¿Qué te hace pensar que yo quiero todas esas cosas? - ahora sonaba demasiado desesperada , porque me di cuenta de cuan severa era la situación.

- Vi el anillo, ¿vale?! - la mayor gritó y sentí que mi corazón se rompía. - Lo encontré el día de mi cumpleaños y si era o no para mí, me prueba que deseas esas cosas para un futuro no tan lejano y yo... no puedo. -

Estaba intentando tan fuerte no llorar y no tenía idea de porque estaba luchando tanto con sus sentimientos, si ya había tomado una decisión. Había algo más, tal cual como lo pensé, pero ella no me lo estaba diciendo. Mis propios ojos se llenaron de lágrimas mientras veía como justificaba su decisión. Ella tenía razón acerca del anillo. Era para ella, pero sabía que no estaba lista. En algún momento, estaba segura de que ella se sentiría segura de poder avanzar al siguiente nivel y es por eso que lo había mandado a hacer especialmente para ella. El que creyera que la estaba empujando para tomar esa decisión era la peor cosa que pudo pasar, pero aún estaba convencida de que eso era una excusa.

- Estás mintiendo - dije directamente y vi que sus ojos estrechaban, mientras me acercaba. - Esa no es la razón por la que estás haciendo esto. Intentas sabotearnos y quiero saber el por qué -
Las primeras lágrimas cayeron por mis mejillas mientras me acercaba a ella y aún no me miraba a los ojos. Tomé su rostro entre mis manos e intenté que me mirara, pero cerró sus ojos, privándome de aquellos esmeralda.
- Esta no eres tú, Yongdonnie - continué diciendo firmemente, pero la verdad era que me estaba rompiendo por dentro. - Hay algo que no me estás diciendo, podemos superarlo, como siempre lo hemos hecho, pero tienes que dejarme entrar -  respiré y tomé una de sus manos para dejarla sobre mi corazón. - Por favor, mírame - 

Cuando al fin me encontré con aquellos miel, vi una cantidad impresionante de dolor en ellos. Mi corazón se rompió en ese mismo instante. ¿Qué había pasado para que su mirada fuera más rota que la primera vez que los vi? Una sola lágrima rodó por su pálido rostro, pero se la quitó rápidamente.

- No puedo hacer esto... He terminado -  intentó sonar tan convincente como pudo para alejarme, pero sabía lo que estaba haciendo.

- ¿Entonces por qué estas llorando? ¿Por qué estas luchando tanto si sabes que es la mejor decisión? -  continué presionando y vi que negó con la cabeza suavemente. Mi desesperación fue obvia cuando puse ambas manos en sus mejillas, para casi forzarla a que estuviera cerca de mí. - Estoy rogándotelo. No lo hagas. Te amo y sé que tú también a mí. ¿No crees que al menos merezco saber la verdad? - 

- Te mereces un futuro -  susurró y fruncí el ceño de inmediato. - Y yo no te lo puedo dar - Puso sus manos sobres las mías y las quitó de su rostro. Me sentí derrotada y ella caminó por mi lado, dando por terminada la conversación. Estaba casi saliendo del apartamento, cuando me di la vuelta para casi gritarle mientras lloraba al mismo tiempo.

- ¡¿Así que esto es todo?! ¿Después de pelear once años por esto, al fin estamos en un buen momento para construir algo maravilloso y tú sólo te vas?- 

- Lo siento - fue todo lo que dijo antes de cerrar la puerta, dejándome con el corazón roto. Me quedé inmóvil por un par de minutos, intentando encontrarle sentido a las cosas antes de darme cuenta de que YongSun había terminado conmigo.

Esa realización fue como una daga que se hundía en mi pecho una y otra vez. El dolor se sentía a un nivel tan físico, que de verdad sentía como me destrozaba por dentro. Me quebré. Caí de rodillas y comencé a llorar histéricamente. Mi mayor miedo se hizo realidad. El perder a la única persona que no podía perder. Quería que fuese una pesadilla y que despertara y YongSun estuviera a mi lado, besándome y diciéndome que al fin iríamos a Italia, pero por mucho que quisiera negar la realidad, me golpeó, más fuerte de lo que jamás hubiese imaginado. Algo dentro de mí se moría lentamente cuando reviví el momento en mi cabeza.
¿Pude haber hecho algo mal? ¿La había presionado demasiado? ¿Había algo más que ella no me estaba diciendo? Eran tantas preguntas que sabía que jamás tendrían respuesta... Sólo Dios sabría donde iría a parar ahora. Probablemente lo más lejos que pudiera de mí. No estaba segura de cuando tiempo había pasado, pero fue bastante porque las velas estaban hasta la mitad, hasta que me levanté con mis piernas que levemente me sostenían. Respiré profundo, pero la angustia seguía allí y sentí como mis pies me guiaban hacia el baño, donde abrí la gaveta de medicinas. Mi corazón latía demasiado rápido, mientras tomaba la botella de los antidepresivos. Una píldora cayó en mi mano y continué vaciando la botella hasta que no podía contar cuantas tenía. No estaba segura de lo que estaba pensando, o si en verdad estaba pensando, pero sentí que mi celular sonaba.
Boté todas las píldoras a la basura y alcancé el aparato, esperando que fuese YongSun, quien me diría que había cambiado de opinión. A cambio, era el nombre de Da Hee que aparecía en pantalla. No había hablado con ella desde nuestra pequeña charla en el hospital. Quizás era sobre trabajo, así que respiré profundo antes de contestar.

- ¿Hola ? - 

- Hey, soy Da Hee-  mi ex novia confirmó. - Escucha, deberías venir al hospital. No te alteres, porque está bien, pero YongSun tuvo un accidente de coche y tú estabas en sus contactos de emergencia. Probablemente sea sólo una contusión. - Casi tiré el teléfono cuando escuché las palabras "accidente de coche", pero mi cerebro estaba funcionando otra vez. Rápidamente limpié las lágrimas que tenía, necesitaba ir al hospital.

- Voy saliendo -  dije y salí rápidamente del apartamento, porque tenía que hacerlo. No podía dejar que YongSun hiciera esto. Tenía que existir la manera de que yo arreglara esto. En mi bolso coloqué todo lo necesario y me apuré en salir. Unos minutos después de que Da Hee me llamara, había llegado al hospital y corrí hacia la sala de emergencias. No veía a YongSun por ningún lado y la mujer con la que había estado por tanto tiempo, se acercó hacia mi. Mis manos estaban temblando y no estaba segura de cuanto podía aguantar.

- ¿Dónde está? -  pregunté de inmediato y vi que Da Hee me miraba completamente preocupada.

- Ella está bien, fue un leve accidente. Aparentemente se quedó dormida y chocó contra un árbol, pero nada más que una contusión. -

 -Entonces,¿dónde está? -  insistí y no me importaba cuan molesta sonaba. Da Hee me dijo que la siguiera, porque YongSun estaba arriba en observacion. Cuando casi llegué a su cuarto, sentí que Da Hee me agarró por la cintura, así que me di la vuelta y la miré sorprendida.

- Quería decirte que lo lamento -  me dijo, pero no tenía idea de lo que estaba hablando. -  Sé que las tres hemos tenido un pasado complicado, pero llamé al oncólogo de tu mamá y si existe cualquier cosa que pueda hacer, quiero que sepas que estoy más que dispuesta a ayudar. - 

- Qué estas... El oncólogo de mi mamá... no entiendo -  murmuré porque mi cerebro no podía procesar nada en estos momentos. El rostro de Da Hee cayó cuando se dio cuenta de que no entendía sus palabras. Sus ojos seguían en shock cuando me apartó hacia un lado.

- No puedo creer que siempre sea la portadora de malas noticias, pero no quiero ocultarte esto, después de lo que pasó con tu mamá -  Da Hee exhaló. - YongSun fue diagnosticada con cáncer de mamas. -

Todo se fue a negro, mientras me desmayaba.

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Solar POV

Con los lirios blancos en mi mano, hice mi camino hacia la lápida familiar en el cementerio tan vacío. Estar aquí era un infierno, después de que me enteré que mi vida había cambiado completamente. Lentamente me acerqué a mi destino, la tumba de Sinuhe. Dejé las flores e inmediatamente sentí el nudo en mi garganta.¿Por qué estaba aquí? Sabía el porqué pero no podía explicarlo de todas maneras. Mi corazón se apretaba e intenté respirar profundo, pero sentí que mis pulmones no eran capaces, dado que estaba reteniendo los sollozos.
Me senté en el cesped y me tomé un par de segundos, antes de comenzar a hablar. A veces sentía que estaba demasiado loca por hacer esto, pero recordé que Byul hacía lo mismo. Byul . Mi corazón se apretaba otra vez de sólo pensar en la mujer a la cual le pertenecía.

- Hola Sinuhe -  comencé lentamente. - Probablemente esta sea la última vez que esté aquí. Así que, vengo a despedirme. -
Las lágrimas ya caían de mis ojos, aunque intenté con todas mis fuerzas el no llorar.
- De hecho, eso no es verdad. He venido aquí para disculparme... porque, después de todo, no voy a poder cumplir mi promesa -  continué e hice referencia a la promesa que le hice de que siempre estaría ahí para Byul. - Sé que antes ya la he roto y odio hacerlo otra vez, pero no veo otra salida. Estoy... Estoy enferma - confesé y sostuve mi cabeza agachada, porque aún me dolía el sólo decir las palabras. Enterré mi rostro en mis manos, para recuperar un poco las fuerzas porque tenía que continuar hablando sin desmoronarme por completo.
- No puedo hacerle esto -  susurré y miré hacia la lápida. - Ella ya ha pasado por tanto y no puedo soportar la idea de lastimarla tanto. Si yo no lo... lograra... esto la romperá - mi voz se quebró con otro sollozo. - Y no puedo ser responsable de eso. Jamás me lo perdonaría si la llevara por tanto dolor, conociendo cuanto sufrió. Lo comprendes, verdad? Es mejor de esta manera, no es así? Ella lo superará... me superará y luego no le dolerá tanto, si algo me llegase a pasar. Así que, lamento hacerle esto, pero.... espero que entiendas mis razones y me perdones. -
Cerré mis ojos y muchas lágrimas comenzaron a descender por mi rostro, pero me tuve que recomponer, porque tenía que ir a departamento de Moon Byul y hacer lo impensable. Tenía que dejarla ir, porque no podía darle la vida que ella quería, dado que quizás no me quedaba tanto tiempo. Mis probabilidades eran buenas y los doctores continuaban diciéndome que no tenía que preocuparme, pero siempre había un riesgo; con cada cirugía, con cada tratamiento. Sin mencionar el hecho de que la enfermedad volviera. Había llorado demasiado, porque estaba sentada en la tumba de la persona que una vez le ganó a la enfermedad, pero que luego regresó peor que nunca y que ni siquiera la dejó pelear por su vida. Y si eso me pasaba a mí?
Por mucho que la idea me aterraba, odiaba mucho más que Moon Byul estuviera conmigo así. No quería que ella estuviera con alguien de la cual tendría que preocuparse constantemente. Se merecía mucho más. Se merecía un futuro con todo lo que había soñado. Y yo ya no podía dárselo. Aunque lo lograra, no podía asegurarle de que estaría sana de por vida. No había manera en que la dejara estar conmigo, viviendo con aquél miedo.
Me levanté y limpié mis lágrimas, antes de volver al auto y dirigirme hacia su departamento. Esto iba a ser una de las cosas más difíciles que jamás haya hecho, pero me seguía convenciendo de que era la decisión correcta. Así que salí del vehículo, subí por las escaleras y llamé a la puerta para romper, no sólo su corazón, sino que también el mío.
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Moon Byul POV

- Moon Byul? Me escuchas? -
Abrí mis ojos y lentamente me di cuenta de donde estaba. Un par de ojos obscuros me miraban y reconocí a Da Hee. Todas las recientes y dolorosas noticias regresaron. Después de todo, no había sido un sueño. Al parecer me desmayé y recordé las últimas palabras que la rubia me había dicho. YongSun estaba enferma. Iba dar la misma pelea que mi madre había peleado y perdido. Ahora todo tenía sentido. Su forzada piel pálida, el cansancio constante, los dolores de cabeza, los dolores de espalda y todo lo demás que yo había conectado con el stress de estar en tour. Quizás eso también había influido, pero se veía demasiado enferma y jamás me di cuenta. Debí haberme dado cuenta.
- Moon Byul, necesitas un poco de agua? -
Me enfoqué en Da Hee, así que me levanté y no quería esperar más. Algo dentro de mí se despertó y me apuré en cruzar la puerta donde la mujer de ojos miel se suponía que estaba. Mi corazón estaba latiendo fuera de mi pecho, cuando casi irrumpí en la habitación y apenas vi que Whee In estaba allí. Estaba concentrada en la mujer que estaba sobre la cama del hospital y me veía con completo horror.
- Te has vuelto loca? De verdad estás demente, YongSun? -  grité mientras mis ojos volvían a llorar. Una parte de mí pensó que ya no quedaban lágrimas, pero estaba equivocada. Se veía increíblemente frágil y pequeña, que no pude evitar el volver a llorar. Me di cuenta que ella estaba igual.
- Cómo puedes hacerme eso? Cómo puedes hacerme lo mismo que me hizo mi mamá?! -  dije aún más fuerte y con más rabia de la que quería, pero a esta altura ya no controlaba mis emociones. Estaban por todos lados, mientras lentamente me acerqué a la cama.
- Eso es exactamente lo que no quería hacer -  YongSun me respondió y se dio cuenta que sabía de su condición y que no estaba aquí sólo por el leve accidente. Tenía una pequeña herida al lado de su cabeza, pero nada más. - No quería volver a ponerte en esta situación. -
- Aún no lo entiendes, verdad? La peor parte de que mi mamá se muriera no fue que estuviera enferma. Fue que ella no me lo contó. - le expliqué. - Y ahora tú estás haciendo lo mismo. No eres tú la que tiene que decidir si quiero o no ser parte de esto! Es mí decisión y no puedo creer que tú sólo... me apartaras y me dejaras en la oscuridad de esa manera. -
- No quería lastimarte -  susurró desesperadamente y vi cuanto le dolía verme así, pero no podía aguantarme.

- Y esa fue tú manera de proteger mis sentimientos? Al romper conmigo?! - pregunté histéricamente. - Acabas de matarme ! No entiendes que no puedo estar sin ti, nunca más? Esta es tú culpa! Me hiciste enamorarme de ti hace tantos años y lo sigues haciendo una y otra vez. Ahora tienes que vivir con las malditas consecuencias, ok?! - 

Sentía que mi corazón iba a estallar mientras jadeaba y me colocaba al lado de su cama. Ella aún lloraba, igual que yo y negué con la cabeza sin creer lo que acababa de ocurrir. No se suponía que tenía que ser así. Se suponía que hoy tendríamos que estar felices y al fin comenzar nuestro camino juntas. De mi bolso, saqué la pequeña caja negra que había traído conmigo. Los ojos de YongSun se abrieron en shock.

- Qué estás haciendo? -  me preguntó con su voz demasiado temblorosa. Respiré profundo y abrí la cajita, revelando el anillo que ella ya había visto hacer meses. Me encontré con los miel y no tenía idea de que ocurría detrás de ellos, pero estaba segura de esto. Siempre había estado segura de eso y no quería más excusas.

Estoy pidiendo que te cases conmigo -  le propuse muy simple, pero era todo lo que podía decir ahora mismo. Se enfocó en el anillo antes de encontrarse con mi mirada, mientras mi corazón estaba bastante cerca de tener un ataque...


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