El nuevo mundo.

By oceaneyes_28

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Louis nunca ha sido un escéptico pero ciertamente cuando se presenta ante una sociedad distopíca en la que es... More

Mantén la calma.
El bosque de nieve.
Forasteros.

Sacrificio.

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By oceaneyes_28

Para cuando recobró la conciencia, Louis solo deseaba que todo hubiese sido parte de una horrible pesadilla. Su cuerpo se sentía profundamente adolorido. No concebía la idea de su paradero ni un solo gramo de razón en su cabeza. Estaba extremadamente confundido, aterradoramente vulnerable y completamente solo. 

Tenía una sensación de agobio perforando su pecho con avidez a causa del flujo de olores intensos esparcidos por todo el lugar. Era genuinamente insoportable. 

Louis nunca se había sentido tan agobiado por el olor de alguien o algo excepto que la sensación era completamente diferente. La información concentrada en esos olores era extremadamente superior a la que había tenido nunca antes en su vida. Louis temía estar perdiendo la razón pero podía oler su propio miedo y eso sin duda lo hacía sentir más ansioso que nunca. 

Abrir sus ojos se convirtió en la principal causa del desespero que crecía en su pecho potencialmente con el paso de los segundos. El lugar estaba apenas iluminado por la bruma de unas velas en la lejanía. Lo único que podía ver eran sombras difusas en la oscuridad de un espacio lleno de lo que parecían ser escombros. Louis intentó moverse pero el sonido chirriante de las cadenas en sus extremidades lo detuvo al instante. 

Estaba apresado. 

Lo que solo podía significar que nada de lo ocurrido había sido un simple sueño. Él realmente estaba en calidad de prisionero en algún lugar muy lejos de cualquier civilización coherente. Estaba muy lejos de su hogar, viviendo una pesadilla en medio del desasosiego que le producía la situación. 

Un sollozo involuntario salió de sus labios tan pronto como no pudo captar ningún vestigio de Harry, tan pronto como recordó que Niall había sido herido y que no tenía ni la menor idea de su estado. La posibilidad de que algo realmente malo le hubiese ocurrido era inminente y Louis podía sentir su corazón detenerse ante el simple pensamiento de una situación semejante. 

Estaba perdiendo la razón. 

Louis gritó en medio de un sollozo a la espera de una respuesta

"Hasta que por fin despiertas, omega." Afortunadamente, la consiguió más rápido de lo que jamás imaginó. Escuchó una voz femenina hablar con completa apropiación sobre su palabra, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. "Tardaste mucho tiempo en sanar. Eso no es normal en un omega joven y fértil."

"¿Dónde están mis amigos?" Preguntó él rápidamente, ignorando las palabras de aquella mujer pero pensando, sin poder evitarlo, en la descripción que ella le había asignado; joven y fértil. ¿Qué significaba ser fértil dentro de una comunidad tan primitiva como esa? ¿Cómo demonios sabía ella que él era fértil? 

"No es una respuesta que me concierne. No tengo ni la más mínima idea." Exclamó la mujer severamente. Louis sabía que ella estaba diciendo mentiras. "Sin embargo, podría hacer algo al respecto por ti si tú cooperas conmigo." 

Si Louis era racionalmente objetivo, no tenía otra opción más que aceptar, por lo que no dudo ni un solo segundo en responder; "Solo quiero saber si ellos están bien."

"No tienes nada de qué preocuparte. No te voy a hacer daño. Solo pretendo ayudarte." Espetó ella. "Preguntaré por los prisioneros si así lo deseas."

Louis se mordió los labios con fuerza, sintiendo una ola de algo similar al alivio recorrer su cuerpo. 

"Gracias." Dijo en su suave susurro casi imperceptible. 

"Mi nombre es Elin. Soy una sanadora. Estoy aquí para asegurarme de que estés bien. De que tu cuerpo se recupere adecuadamente. Eso es lo único que quiero y lo único que pretendo a cambio es que intentes confiar en mí."

No había forma de que Louis accediera a otorgarle un solo gramo de confianza a esas personas dadas las circunstancias, sin embargo, algo en el ambiente lo mantuvo dócil. Lo suficientemente tranquilo como para asentir obedientemente sin ninguna objeción. 

"Dime, omega ¿alguna vez has visitado a un sanador?" Preguntó la mujer. Louis tenía que recordarse a sí mismo que respondía con el único objetivo de que ella le diera información sobre Harry y Niall. 

"No somos salvajes." Susurró bajito pero determinante. "Por supuesto que he ido al médico."

"Médico es una forma muy peculiar de llamar a un sanador. ¿Estás seguro de que hacemos lo mismo?" Preguntó ella, sin detenerse. Louis suspiró profundamente antes de responder. 

"Mmh... Eso creo."

"¿Qué hace un médico por ti, omega?" Louis refunfuñó ligeramente ante el nombre por el cuál había sido llamado.

"Bueno, es difícil de definir... Hacen muchas cosas." Explicó él, incrédulo de las preguntas que se le hacían. "Si estás enfermo vas con uno y te receta medicina."

"Interesante. ¿Solo vas cuando estás enfermo?" 

"Básicamente." Louis dejó escapar un grito de su garganta en cuanto ella invadió su espacio personal, acercándose peligrosamente. 

"Shh… Tranquilo. Recuerdas lo de tratar de confiar en mí." 

"Sí." Louis susurró, permitiendo que ella se acercará. 

"Así que nunca te han hecho un control de natalidad." Louis se tensó inmediatamente ante ese enunciado. Un escalofrío recorrió su espina dorsal y nuevamente la desconfianza empezó a crecer en su vientre con persistencia. "No tienes que responderme a eso. Sé que es personal. Tampoco voy a preguntar por tus celos, no te preocupes."

Eso resultó ser una sorpresa todavía más desagradable que aumentó aquella sensación de desconfianza. Sin embargo, sus pies fueron liberados y cualquier término peculiar que utilizó ella para referirse a él quedó en segundo plano. 

"No quiero lastimarte. Así que tienes que prometerme que vas a hacer todo lo que te ordene." Louis asintió, dejándose ayudar por ella para levantarse del suelo. "Muéstrame qué tan buen omega puedes ser."

Louis no tenía ni idea de lo que significaba esa palabra. Era ajeno a cualquier significado que pudiera atribuirle. Estaba completamente en blanco respecto al término, sin embargo, por la connotación negativa en la voz de ella, no parecía favorable en su situación. Asumió entonces que era un término para atribuirle el calificativo de prisionero en el vocabulario de su comunidad. 

La mujer lo guió a un espacio más abierto, completamente iluminado dentro del mismo lugar. Louis reconoció el sitio como una tienda de campaña muy bien equipada con insumos médicos. Por un breve segundo, pensó en pedir por analgésicos con el fin de menguar el dolor en su cuerpo pero se detuvo tan pronto como fue arrastrado hacia una camilla alta aparentemente acolchada y limpia. 

"Si no dejas de llorar, vas a deshidratarte." Le advirtió la mujer mientras se dirigía a un estante lleno de instrumental médico. 

Louis hizo el amago de limpiarse las lágrimas con el dorso de su mano, pero todavía tenía las pesadas esposas alrededor de sus muñecas por lo que falló lamentablemente en el intento. 

"Bien, lo que voy a hacer a continuación, omega, es hacer una valoración completa de tu cuerpo para saber cómo ha avanzado tu recuperación..."

"Antes de que pongas un dedo sobre mí quiero saber cómo están mis amigos." Louis se atrevió a interrumpirla con severidad. 

La expresión de la mujer ante su respuesta fue un enigma completo. Sus profundos ojos lo observaron minuciosamente bajo una mirada crítica rebosante de curiosidad. 

"Eres un ser muy peculiar. Nunca antes en mi vida había escuchado a un omega exigirle a un alfa algo y mucho menos en tu condición de prisionero."

Louis frunció el ceño con profundidad, abriendo la boca para responder orgullosamente pero guardando silencio tan rápido como sintió el aroma de otra persona inundar la habitación. El simple hecho de sentir esa sensación lo llenó de incertidumbre, sin embargo, lo que aumentó su temor fue la familiaridad de ese aroma. 

"¿Cómo sigue el omega, Elin?" Louis tragó saliva en cuánto reconoció la voz del hombre del bosque. "¿Ya despertó?" 

"Ven y míralo con tus propios ojos, Daven." 

Louis apretó sus labios en una fina línea consumido por el miedo que le producía la presencia de ese hombre a su alrededor. 

"Omega, por fin tenemos el placer de conocernos." El hombre que respondía por el nombre de Daven lo saludó fríamente. 

"Entonces, Elin..." 

"Un omega peculiar. No hay marcas de nacimiento, lo que indica que nunca ha estado en Aren." Louis se mordió los labios intentando suprimir un suspiro. "Presenta una leve desnutrición lo cual no me sorprende dado el tiempo que estuvo inconsciente. Tiene una fractura leve en la clavícula y en el fémur. Es un omega virgen y no tiene ninguna marca en el cuello."

Louis se sonrojó profundamente. La situación era tan absurda que sintió una carcajada acariciarle la garganta. Él no era virgen, en lo absoluto. No había forma de que ella lo supiera, ni siquera era un dato relevante a menos, por supuesto, de que hubieran caído en manos de una red de trata de personas. 

"Así que eres un omega puro que apesta a otro alfa." Habló Daven con la voz pastosa, acercándose a él con una sonrisa cínica. Louis no entendía absolutamente nada pero se sentía demasiado débil para cuestionar. "Lo que comparten es un vínculo humano no un lazo consagrado."

"No son necesarias las feromonas, Daven. El omega ya está bajo sedantes." 

"Lo necesito tan dócil que sea maleable ante cualquier cosa que me plazca." Determinó el hombre, Louis sintió una oleada de terror dentro de su cuerpo. "Soy un hombre de palabra y te prometí como recompensa."

Louis intentó desesperarse, realmente trató con todas sus fuerzas de protestar, de moverse, de gritar por ayuda pero estaba completamente paralizado. Una fuerza mayor estaba subyugándolo a su antojo. Lo único que podía hacer por voluntad propia era llorar. 

"Ponte de pie." Ordenó, Daven. 

Louis se estremeció ante la severidad de su voz, un cosquilleo le acarició la piel de su nuca en cuánto sintió la necesidad inhumana de cumplir la orden. Sin embargo, se negó a hacer lo que se le decía, a pesar de que resistirse le producía dolor físico y real. Muy real. 

"Omega, haz lo que se te ordena." 

"Ponte de pie." Repitió, Daven. 

No. No. No. Louis siguió resistiendo contra todo pronóstico. No iba a permitir ser entregado como recompensa al mejor postor. Eso no le pasaba a personas como él. No podía ocurrir. No iba a ceder ante la necesidad de doblegarse por imposible que pareciera. 

"Vas a venir conmigo por las buenas o por las malas. Tú decides." Advirtió Daven. Louis sollozó con más fuerza sin ceder. "Eres un pésimo omega."

Dichas esas palabras, Louis fue sacudido con brusquedad por la mano firme de Daven. El hombre tiró de su brazo hasta hacerlo caer al suelo. Él nunca antes se había sentido tan indefenso como en ese preciso momento, sin embargo, no tenía ninguna intención de ceder. 

"¡Quita tus manos de encima de mí!" Louis protestó, lanzando patadas al aire y aferrándose con sus manos apresadas a la baranda de la camilla. "¡Suéltame!" 

"Estas colmando mi paciencia, omega." 

"¡Déjenos ir!" Gritó pero de repente sintió como el pánico se apoderaba de él cuando lo empujaron contra el suelo. "¡No! ¡No! ¡Harry!" 

"Cállate." Advirtió, Daven. 

"¡Harry!" Louis siguió gritando. "¡Ayuda! ¡Harry!" 

Y entonces todo el ruido se desvaneció, sus emociones a flor de piel se esfumaron, no había nada en su cabeza además de un pitido insoportable e imágenes borrosas de lo que estaba sucediendo a su alrededor. Había recibido un golpe. Uno muy fuerte. Tan fuerte que lo dejó completamente desorientado. Él podía sentir la sangre caliente correr por su mejilla y el dolor punzante en la base frontal de su cráneo. Daven había cumplido con su propósito, lo estaba manejando como a una muñeca de trapo. Completamente maleable ante cualquier cosa que el hombre deseara. 

Lo llevó afuera de la tienda de campaña sin mucho esfuerzo. El aire escarchado lo recibió con una brisa gélida y muchos vítores en la lejanía. Había un número importante de personas en alguna parte y cada vez se acercaban más y más hacia ellos. 

Louis se demoró unos cuantos minutos pero recobró poco a poco cada uno de sus sentidos y pudo mirar por fin las llamaradas de una fogata en medio de una multitud esperando alrededor de lo que parecía una círculo de nieve cercado con dos mujeres y tres hombres en él. Todos de rodillas con los ojos vendados y las manos atadas. 

"Eres la recompensa de un sacrificio, Louis." Daven dijo mirando fijamente al círculo con algo que se asimilaba al regocijo. 

Louis tenía muchas cosas en su cabeza en ese preciso momento para sentir algo más que pánico. No sabía lo que eso significaba. No sabía qué clase de sacrificio era. No entendía lo que iban a hacer con él. Tenía miedo, frío y mucho dolor. Estaba angustiado y la duda persistente de por qué él sabía su nombre no dejaba de atormentarlo. 

El único que pudo compensar la situación y menguar su angustia fue Harry. Harry estaba allí entre la multitud. Vestido con ropa ajena y el cabello más corto de lo que alguna vez lo tuvo. Se veía golpeado pero estaba de pie, sin mostrar signo alguno de miedo. Louis sintió alivio. Sintió emoción al verle. Una pequeña esperanza surgió de su pecho por primera vez después de mucho tiempo justo en el preciso momento en que lo vio. 

Daven lo acomodó bruscamente a un costado de él, sin permitirle moverse pero para ese entonces Louis no tenía en mente nada que no fuera Harry. Él estaba muy cerca de estar a salvo de nuevo. Harry jamás permitiría que fuese parte de una recompensa.

Louis abrió la boca dispuesto a llamarle para hacerle saber que estaba ahí, sin embargo, las palabras murieron en su boca tan pronto como Harry apuntó el arma a la primera mujer en la fila dentro del círculo cercado. 

Louis negó repetidamente con su cabeza ante la pequeña posibilidad de que Harry fuese, de hecho, el acto principal en ese sacrificio. 

El primer disparo llegó y fue muy tarde antes de que Louis pudiera siquiera cerrar los ojos. La mujer estaba tendida sobre la nieve, muriendo lentamente mientras Louis a penas asimilaba lo que estaba viendo. El segundo disparo salió tan pronto como el impacto de la primera bala se desvaneció. Los demás no tardaron en seguir el mismo rumbo.

Para cuando todo acabó, había cinco cuerpos inertes en el suelo y Harry estaba frente a ellos todavía con el arma erguida.

"Tú eres su recompensa." Las palabras de Daven en realidad fueron susurros que se quedaron en el aire mientras la mirada oscura de Harry se encontraba con el cuerpo sin fuerza de Louis. 

-

Nota de Autora: Ha pasado un largo tiempo desde la última actualización pero aquí está otro capítulo, por fin. Tuve unas semanas ajetreadas por el fin de semestre y después me distraje con las festividades pero prometo ser más constante.

¿Qué tal les pareció el cap?

Puede que este universo sea un poquito confuso al principio pero en los otros capítulos van a ir descubriendo un poquito más sobre el orden de la sociedad y los motivos de ese sacrificio.

Por otra parte, ¡espero lo hayan disfrutado!

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