✞Narrador Omnisciente:
➪Te encontrabas en el centro comercial con una carriola de bebes, nadie podía ver dentro de ella ya que lo estaba cubriendo una manta.
Después de que los pequeños te fulmina con la mirada por la chica que te había hablado, por lo cual decidieron que cada ves que pasara una chica y se te acercara hacían un berrinche de los buenos con tal de ahuyentarlas y que no se te acercarán por nada del mundo.
Y eso fue lo que hicieron en todo el camino al centro comercial.
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-Aw, que lindos bebés.-
Una chica se te había acercado para decir lo hermosos que eran tus bebés mientras se te incinuaba sin que te dieras cuanta, algo que no pasó desapercibido por los pequeños.
-Ran, ya sabes que hacer.-
-Enseguida.-
Notaste cómo la chica se te acercaba más hasta llegar a rozar su pecho con tu brazo.
-Aww, déjame lo calmo, tengo experiencia.-
Su voz, su actitud sonaba como alguien que se creía una experta en lo del cuidado de bebés.
La chica se acercó a la carriola para cargar al pequeño Ran en sus brazos.
-Ya pequeño, tranquilízate.-
Ran en ves de tranquilizarse y calmarse, solo empeoraba, que hasta sus llantos parecieran gritos desesperados.
Tu observas como la chica parecía querer calmarlo sin éxito alguno.
(Vaya, pareciera que lo estuvieran matando)
Pensaste para tus adentros.
Podías notar que el pequeño Ran quería alejarse de la mujer por lo cual suspiraste y le pediste a la chica que te devolviera al bebé.
-Dame al bebé, creo que no le agradas.-
Decías mientras extendias los brazos para que te diera a Ran.
-Pero me ama.-
Ran le arañó los brazos de la chica para que te soltara.
-Auch!, pequeño demonio eres un...-
Sin decir nada más te entrego al pequeño, claro no habías escuchado lo que le dijo a Ran, pero no le tomabas importancia ya que no volverían a ver a esa chica en su vida, por como Ranla había dejado.
Apenas Ran estuvo en tus brazos dejo de llorar y te dedico una sonrisa junto con una risa.
(Ran, creo que quieres que me de diabetes.)
-Ese bebé tiene problemas, es muy agresivo.-
-¿Disculpa?.-
-Como lo escuchaste, ese pequeño demonio está muy descontrolado, necesita ser llevado a un reformatorio.-
(¿Esta mujer esta loca?, es un bebé, obvio el bebé iba a actuar así si no la conoce.)
-Mira, en primer lugar, es un bebé de 1 año, en segundo lugar, el bebé actuó así por que no te conoce, en tercer lugar, se supone que tenías experiencia por lo cual sabrías que no todos los bebés tienen la misma reacción al ver a un desconocido, así que con todo la educación del mundo te voy a pedir que te vayas al carajo.-
-Como te atre.-
La chica no pudo seguir ya que al dirigir su mirada hacia a ti, pudo notar esos ojos llenos de oscuridad que con una mirada mataría hasta el más valiente.
-Vete.-
Fue lo último que le dijiste sin expresión alguna.
La chica sin más que hacer ahí desde un inicio se fue como toda gallina asustadiza.
Luego de eso dejaste al pequeño Ran junto a su hermano, claro sin antes limpiar sus lágrimas de sus cachetes sonrojados.
-Bien pequeños sigamos con nuestro destino.-
Los pequeños sólo se dedicaron una mirada cómplice dando a aclarar que cumplieron con su objetivo.
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Volviendo a la actualidad, te encontrabas viendo algunas cosas con respecto a las decoraciones navideñas, claro no lo llevarías todo de una, si no que te lo enviarían tus cosas por un camión que llegaría en una semana antes de navidad, conveniente para ti.
Luego de hacer eso, fuiste a lo que sería la mercadería compraste lo que eran verduras, frutas, ramen y más cosas.
Por suerte entremedio de todo eso los bebés no habían hecho queja alguna, pues claro si se volvieron a dormir apenas les diste un biberón con jugo de uva.
-¿Tn?.-
Te llamo una voz detrás tuya, voz que claramente te resultaba familiar.
-John, ¿Que cuentas?.-
-Pues ya sabes, la abue me mandó por unas cosas, ya sabes la festividad de navidad, ella quiere que pasemos la navidad con sus familiares en casa, con una cena y toda la cosa.-
-Le mandas saludos de mi parte, ¿ok?.-
-Tn, ella quiere que vayas.-
-John, sabes que no puedo.-
-Tn, ella quiere que pasemos la navidad contigo y sus familiares, siempre pasas las festividades sola, en tu balcón fumandote de la buena.-
-John, tengo planes para esta festividad, y ¿como sabes que me fumo de la buena?.-
-No me cambies el tema.-
Podía notar a simple viste su actitud y su cambio de voz tan repentino, estaba nervioso, lo habías pillado pero preferiste dejar el tema e ignorarlo.
-Oye Tn, ¿y esa carriola?, a poco ahora ¿secuestras bebés?
-No idiota, los estoy cuidando.-
-Espera, dijiste ¿"los"?.-
Antes de que pudieras decir algo, los bebés asomaron la cabeza por debajo de la manta.
-¿De quienes son esos bebés?, que yo sepa es imposible que sean tuyos, ya que te conozco y tu no eres de tener bebés.-
Y tenía razón, tu siempre dejabas en claro que los bebés no eran la tuyo, hasta te negaba rotundamente a cuidar de uno, ya que era una responsabilidad con la cual no quería correr.
-Son de un conocido, y yo los cuido.-
Los pequeños parecían fulminarte con la mirada.
-A bueno, ¿como la hizo para convencerte?.-
-Eso ya no importa, ahora tengo cosas que hacer.-
-¡¡Tn-Sempai!!.-
Te interrumpió cierta chica pelirroja que corría hacia tu dirección lanzándose sobre ti haciendo ambas caigan al suelo, en una posición un tanto comprometedora.
Justo eso día la chica llevaba una falda roja con negra de cuadros, junto con un crop top blanco de mangas larga.
Ella era de una figura envidiable por lo cual personas que pasaban por ahí miraban a el par mientras murmuraban cosas.
-Vaya, que chico más afortunado.-
-Una mujer así como ella, son difíciles de conseguir.-
-Esa chica tiene suerte, estando con un papasote como el.-
-No sé si sentir envidia de la chica o el chico.-
-Sera que, ¿puedo tener un trío con ellos?.-
-Ojala mi pareja fuera así.-
Y otros comentarios más que dejaban mucho que pensar, y más si estaban en esa posición.
-Rose, quítate de encima.-
-¡Oh!, de verdad lo siento.-
Decía la chica un tanto apenada por la posición en la que se encontraban, sin más que decir se quitó de encima de nuestra prota dejando que sacudiera su ropa arreglandola después de que la chica se le quitara de encima.
Claro que John veía la escena sin saber que responder, claro le preocupaba el estado de su amiga, pero sabe que si decía o trataba de decir algo tu lo callaria de una.
Mientras que ciertos pequeños vieron la escena con llamas saliendo de sus ojos, admitía que estaba celosos, hasta tal punto de querer romperle los hueso a la pelirroja por como se te abalanzó.
-Rose, ¿que quieres?.-
-Pues verán, se que no nos conocemos mucho y se que usted es algo mayor que yo, pero .....yo.....yo.....-
La chica parecía nerviosa con lo que quería decir por lo que con los nervios agarraba su falda tratando de calmarse.
-PODRIA TENER UNA CITA CONMIGO POR FAVOR.-
Su sonrojo se notaba a kilómetros que hasta competiría con un tomate.
Te quedaste viendo sin expresión alguna ya sabías que te quería pedir una salida que hasta John te lo había mencionado desde hace unos días, pero al negarte rotundamente John respeto tu decisión disculpándose en el proceso ya que quería demostrar que podías contar con el, tu no tenías experiencia en eso de las citas, no entendía por que te pidió una cita, por que se había fijado en ti.
Suspiraste.
-Esta bien.-
Todo quedó en un silencio, pues claro, habías aceptado tener una salida con Rose, los Haitani sí no tenían motivos para deshacerse de Rose ahora si los tenían, John quien estaba en un estado shock por que habías aceptado salir con la chica.
-Si con eso me dejas en paz ya me voy.-
Estabas por irte junto con los pequeños cuando de repente Rose jala de tu manga, dirigirse tu mirada hacia la chica esperando a que diga algo.
-¿Me p..podría dar su número Tn-Sempai?.-
(Oh dios, de esta no sale viva, puedo notar como los chamacos les miran, va a arder troya ijole.)
Decia John en su mente.
Tu no decías nada, solamente le mirabas algo irritada.
(No tengo de otra, ¿cierto?)
-Bien pero primero sueltame.-
La chica te soltó enseguida sin rechistar, para luego tomaras su móvil y pusieras tu número de teléfono en sus contactos.
-Listo, ya déjame en paz.-
La chica sin decir nada te miraba con un sonrojo en sus mejillas, le gustaba como la tratabas algunas veces eras algo duro para decir las cosas, quienes la conocian sabían que Rose podía llegar a ser masoquista.
Tu sin perder el tiempo a esperar a que te respondiera te fuiste de ahí con los pequeños en la carriola.
-Ojala después de esto podamos tener una navidad tranquila.-
Los pequeños te miraban como diciendo "Que no se te vuelva a acerca esa chica".
-Oigan, ¿que les pasa?.-
Ellos alzaron sus brazos diciendo que los cargues por lo cual detuviste un momento tu andar tomándolos en brazos a los 2 pequeños.
-¿Quien era ella?.-
Decía Rindou mientras te miraba con una mirada de tristeza, claro que lo hacía para que solo le pongas atención a él.
-Acaso nos vas a abandonar, ¿por ella?.-
Hablo esta vez Ran, tu quedaste en silencio hasta que podías ver lagrimas cayendo de sus pequeños ojos.
-¿Que tonterías están diciendo?, ella no es nada para y no me interesada estar en una relación, recuerden niños que en este mundo como llegamos es igual a como nos vamos, solos.-
Ellos no dijeron nada, solo se te quedaron viendo, ellos notaron que tu no sabías lo que era el amor y algo relacionado a eso, pero ellos veían que tu no te dabas cuenta que les dabas amor a ellos todos los días, en las mañanas al despertar hasta cuando anochece, demostrando preocupación, que no les falte nada, su bienestar por su salud, apesar de haberlos conocido tan poco y ya tu instinto materno salió a la luz cosa que ellos quieren más que amor materno, pero sabían que no lo entendería ya que no sabías que era el amor y no te dabas cuenta que lo demostrabas.
-Eso no es cierto.-
Dijo Rindou, tu los miraste confundida.
-Te tenemos a ti.-
Esta ves hablo Ran viéndote muy seguro de sus palabras.
Tu solo los visto asombrada, enserio ¿estarían para ti? Tu podías dejarte caer antes sus miradas de pequeños buscando antencion, amor y comprensión.
-Je, que cosas dicen pequeños.-
Les diste una sonrisa cosa que sonrojo a los pequeños.
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Skip Time
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-¡Tn llegaste!.-
Decía el pequeño Mikey que siempre se emocionaba al verte llegar a casa.
-¿Como se portaron?.-
-¡Yo me porté muy bien!, Kenchin te lo puede decir, ¡ne ne Kenchin!.-
-Aunque para mí, me resulta sorprendente, si se portó bien, incluso me ayudó con el desayuno.-
-¡Si, lo ves!.-
-Ok, pero shh, Ran y Rindou están durmiendo.-
Resulta que mientras estaban en el centro comercial, había una guardería para bebés por lo que dejaste a los pequeños ahí mientras hacías unos trámites ya que estabas consciente que se aburririan.
Digamos que mientras estabas haciendo trámites quedo un desastre la guardería, sin comentarios.
Regresando con los pequeños vieron que entrabas la carriola donde se encontraban los pequeños dormidos.
(¿No se cansan de dormir?)
Decías en tu mente.
-¡¿Por qué a ellos si los llevaste?!.-
-Mikey, salimos en la mañana temprano, aparte ustedes estaban dormidos y tranquilo, ¿si?, para la próxima te llevo.-
Decías mientras dejas a los bebés en tu cuarto acostados, volviste abajo con los pequeños.
-Pequeños, miren cómo sabrán se acercan las fiestas y pues como se han portado bien vamos a tener una celebración navideña.-
Los pequeños parecían emocionados y felices por saber que pasarían la navidad contigo.
-¡¡ESCUCHE BIEN!!.-
Shini apareció detrás de ustedes sorprendiendo a la mayoría excepto a ti claro.
-Si Shinichiro, vamos a tener una navidad juntos.-
-¡¡Eso es genial!!, hasta me lo imagino~.-
En su mente estaba el sentado en el sofá y estabas tu sentada sobre el frente a la chimenea, mientras los pequeños estaban colgando de los calcetines navideños debido al chico de pelo azabache, pedían a gritos que los sacaran de ahí, ellos estaban que mataban con la mirada a Shini, en lo que el era mimado por ti, mientras estabas dándole de comer fresas cubiertas de chocolate.
Mientras pasaba eso de fondo se escuchaba la música Careless Whisper de George Michael.
-Shini, vamos al cuarto~
-Ok, pero no prometo ser gentil nena~
-Oh shini~
-Tn~
-Simplemente hermoso~.-
-¿Y a este que le picó?-
Decías mientras lo veías ido como si estuviera en otro mundo.
Continuara.