ALL OF ME [Chris Evans]

By kglover1

726K 46.9K 8.2K

Cuando Victoria Downey es invitada por su hermano al estreno de la reciente película Civil War, lo último que... More

Introducción
Cast + Playlist
Graphic Gallery
Una invitación.
Primeras impresiones pt. I
Primeras impresiones pt. 2
Celebración
Confesiones de madrugada
Despedidas Y Regaños
Milán
Inolvidable
Planes
Café
Artículo
Ellen pt. 1
Ellen pt. 2
Ellen pt. 3
Citas
Rechazos
Artículos
Idiotas y viajes.
El mal tercio
Dudas
Boston
Favoritismo
Familia Evans
Problemas
Boston: día 2
Ayuda Improvisada
Dudas
Cada mañana
Noche de confesiones
Sentimientos
Cómplice
Promesas Rotas
¿Mutuo?
Pregunta
Decisiones
New Couple
Sorpresa
Feliz Cumpleaños
La mejor noche
Escapada
Costa Verde
Un poco de ayuda
Gran error
Menú
Invitados
Pruebas
¡¿Las Vegas?! Pt.1
¡¿Las Vegas?! Pt.2
¡¿Las Vegas?! Pt.3
Artículo
Consecuencias
El sí
Para Siempre Y Un Día Más
Luna De Miel
Epílogo
URGENTE
Extra I. Que lo sepa el Mundo
Extra II. 1+1= 4 Espera... qué?
Extra III. Cambios
Extra IV.
Extra V. 38 Weeks
Extra VII. La Tormenta
Extra VIII. Las Gemelas Evans
Extra IX.
Extra X. LIVE
Extra XI. To infinity and beyond 🌌
Extra XII. Un Hermanito
Extra XIII. Feliz Aniversario
Graphic Gallery Pt.2

Extra VI. Un poco de fe

3.7K 336 74
By kglover1

La semana 39 llegó a la velocidad de la luz y encontró a la familia Evans-Downey a mitad de la última comida en casa, antes de que tuviesen que partir al hospital a internar a Victoria.

Estaban emocionados, incluso los niños no se le despegaban a la castaña ni para comer. Se aseguraban de seguir los pasos de su tío Chris el sobreprotector, cuya única tarea a lo largo de todo el embarazo fue consentir, cuidar y acompañar a su esposa.

Robert no fue la excepción, Victoria no quería aceptarlo pero su hermano y marido tenían algo en común, la obsesión por tratarla como si fuera una muñeca de porcelana muy frágil.
Si bien era cierto que llevar gemelas en el vientre no era nada sencillo, estaba orgullosa porque la mayor parte del tiempo no necesitaba ayuda para nada.

—¿Alguien quiere postre? — preguntó el actor y de inmediato todos los pequeños alzaron la mano.

—¿Helado? — intentó adivinar Miles.

—Casi, pastel de chocolate.

—¡Ese es mi favorito! — exclamó Avri emocionada, arrancándole algunas risas a los adultos.

Chris asintió con una sonrisa enternecida en dirección a su sobrina.

—Lo es, cariño.

—Voy por él — Susan hizo amago de levantarse pero Victoria inmediatamente negó con la cabeza y se puso de pie.

A estas alturas, tanto tiempo en la misma posición era la muerte para ella. Necesitaba estirar las piernas, aunque fuera solo en el corto trayecto a la cocina.

—No, tranquila. Ya voy yo.

—Amor... —Chris intentó replicar pero rápidamente cerró la boca al ver la mirada severa de su esposa.

—Dije que yo voy, tranquilo.

Cómo si pudiesen presentir algo, Dodger y Canela fueron detrás de la castaña. La seguían de cerca peor que guardaespaldas, lo cual fue un gran alivio porque notaron al instante que algo sucedía cuando Victoria se detuvo a medio camino, al sentir la intensa contracción que casi la obligó a doblarse por la cintura en tanto se inclinaba hacia adelante, tratando de disminuir el dolor en esa postura.

El Doctor le había enseñado a lidiar con las contracciones en la medida de lo posible, pero este dolor era diferente. Insoportable al grado de hacerla soltar jadeos cargados de desesperación.

—Mierda — instintivamente se llevó la mano a la panza.

Chris no fue consciente de lo que sucedía en el pasillo, hasta que Dodger llegó a su lado y comenzó a ladrar con fuerza y a tirar de su pantalón.

—¿Qué le pasa? — Robert frunció el ceño, viendo como su amigo trataba de tranquilizar al can.

—No lo sé — intentó acariciarlo, fue cuando Dodger comenzó a dar vueltas sobre su eje, hacía amago de volver donde su dueña y cada vez parecía más desesperado.

Chris se sentía desconcertado, su amigo estaba asustando a los niños y a él mismo para ser sincero. Intentó entenderlo, pensar en algo que pudiese haber provocado esa reacción en él, fue entonces que su mente evocó el recuerdo de la primera vez que Victoria presentó contracciones.

Se habían asustado tanto por el dolor que expresaba la castaña, que casi tumbaron la puerta de su habitación.

—Joder — se levantó de golpe de la mesa, siendo seguido por su cuñado y hermanos — ¿Victoria?

Atravesó el largo pasillo a la velocidad de la luz y cuando llegó a la conexión entre la sala y la cocina, la vio. Estaba apoyada en el quicio de la puerta que daba al jardín, con una mano se sostenía del marco, mientras que la otra la tenía sobre su vientre.

—¡Victoria! — corrió a su sitio, inmediatamente que sus brazos la rodearon, sintió como se apoyaba en él y lo apretaba con fuerza.

—Llévame al hospital — suplicó apenas con un hilo de voz, el aliento se le iba todo en los gruñidos y maldiciones que soltaba entre dientes.

—De acuerdo.

—Voy por la maleta — dijo Shanna, yendo directamente a la habitación de la pareja al ver la situación.

Susan y Lisa se llevaron a los niños en tanto Scott y Robert preparaban los autos. Todo el mundo corría de aquí para allá, el papá de Chris se esforzaba por lidiar con los canes para que no siguieran a la castaña hasta la puerta, pero estaban tan impacientes que Carly y su esposo tuvieron que ayudarle.

—Respira — le decía Chris a Victoria, quería parecer tranquilo pero en su tono era evidente su desesperación — Respira, amor. Respira.

Victoria hacía su mejor intento, pero ni los pasos para respirar la ayudaban a calmar el dolor. No lo soportaba, nunca había tenido contracciones así.
Cada paso que daba era peor y justo cuando estaba a un par de metros de la puerta, sintió el líquido correr por sus piernas.

Llevaba un vestido blanco aquel día, lo cual empeoró la situación para la pareja que era testigo de la sangre que ahora manchaba el impoluto color.

Victoria se paralizó, incluso dejó de llorar pero en un instante los temblores en todo su cuerpo se hicieron presentes. Había tomado clases, había leído cientos de libros, había tenido charlas extensas con la doctora, por lo que sabía que no era normal romper aguas como si estuviese a mitad de su período.

En un segundo el piso se llenó del líquido carmesí, alertando al resto de personas que se encontraban dentro de la casa.

—No es verdad — a media frase, se le rompió la voz a la castaña.

Chris observó el suelo, veía rojo por todas partes. Sentía a Victoria tensa contra su cuerpo ¿o eran sus propios músculos? No lo sabía, no era capaz de reaccionar, su cerebro se había estancado en aquella mancha gigante y en lo que podría suponer para ellos.

—¡Chris, muévete! — gritó Scott, empujándole suavemente por el hombro para hacerlo despertar — ¡Llévala al auto, no hay tiempo que perder!

El actor parpadeó despacio y luego sacudió su cabeza, tratando de salir desesperadamente de su ensoñación. La voz de su hermano se volvió mucho más clara, igual que el llanto de Victoria, que pronto lo alertó.

La cargó en brazos y se metió con ella en el asiento trasero del auto. Los sollozos eran desgarradores, igual que las lágrimas que no paraban mientras la castaña acariciaba su vientre con un sentimiento indecible.

—Amor, mírame. Tranquila — con la voz trémula pero sin soltar una sola lagrima, Chris coloco su mano sobre la suya — Todo va a estar bien.

Robert arrancó el auto, manejaba por las concurridas calles de Los Ángeles con precaución, pues sabía que llevaba a bordo a su hermana embarazada, pero también con rapidez y agilidad. Esquivando autos y semáforos cuando se le presentaba la oportunidad.

El pánico poco a poco comenzaba a adueñarse del ambiente. 

—¡Mírame, Victoria! Vamos a estar bien.

—Chris, tengo miedo — confesó entre sollozos, sin dejar de acariciar su barriga.

—Todo va a estar bien, confía en mí — repetía Chris una y otra vez porque la verdad es que ya no sabia que más decir.

Tenía unas ganas inmensas de echarse a llorar con ella, pero lo necesitaba fuerte. Firme como roca por los dos.

—Mis niñas, es hora — les hablaba Victoria, las lágrimas seguían bajando en tanto en sus labios se formó una sonrisa desgarradora. Con los ojos cerrados, Chris juntó sus frentes — Mamá, las necesita. No me dejen. Pateen, muévanse, bailen como a papá tanto le gusta, él también está aquí — tomó la mano del rubio y la colocó directamente sobre su barriga.

Robert se obligó a mantener la vista en la carretera, aunque las lágrimas le dificultaban un poco la tarea. Estaba asustado, como todos. El teléfono no dejaba de sonar. 

—No se mueven, Chris — susurró Victoria en medio de un sollozo, fue entonces que la primera lagrima resbaló por la mejilla del rubio — ¿Por qué no se mueven?

No entendía que sucedía. 

Un embarazo casi perfecto, sin contratiempos, sin riesgo de nada, sin dificultades. Ella hizo todo lo que le pidieron, tuvo cuidado, fue la mejor mamá que pudo ¿Entonces por qué la vida se empeñaba en hacerla sufrir? 

No era que quisiese pensar mal, pero no podía evitarlo. Ella ya había perdido un bebé, no podía perderlas a ellas también. 

—Intenta estar tranquila, amor — le tomó las mejillas para que lo mirara a los ojos — Ellas van a estar bien ¿Sí? Pero tienes que calmarte, recuerda que pueden sentirte y no les hará bien. 

—Llegamos — anunció Robert. 

El auto se detuvo y luego todo pasó como en cámara lenta. 

Chris bajó a la velocidad de la luz, luego tomo a Victoria en brazos; ella no dejaba de llorar y repetir que tenía miedo y eso solo lo ponía peor de desesperado porque los miles de escenarios espantosos que ella se imaginó, eran los mismo que ahora no dejaban en paz al actor. 

Ni bien atravesó la puerta de entrada del Hospital, fueron el centro de atención ¿y cómo no? Victoria y él estaban llenos de sangre. Robert se apresuró a ser la voz de la pareja, explicando lo esencial desde la calma que intentaba ser como pilar de ambos pero también desde el pánico que no podía dejar a un lado al ver a su hermana en ese estado. 

—Por favor llamen al Doctor Louis — pidió Chris mientras, con manos temblorosas dejaba a Victoria sobre la camilla — Está embarazada de gemelas. 

Comenzó a caminar junto a ella, sin soltar su mano pero antes de que pudiesen atravesar la siguiente puerta, una de las enfermeras lo detuvo. 

—Espere aquí, señor Evans. Déjenos ayudar a su esposa. 

—Pero...

—Tranquilo — Robert llegó a su lado para sujetarlo por el hombro — Estará bien, Chris. Ten un poco de fe. 

«Fe» pensó él en tanto sus ojos azules seguían a Victoria.

Los espasmos de su cuerpo eran más sinceros que él, demostraban el miedo que aún llevaba atorado en el pecho y que poco a poco fue manifestándose, cuando se llevó las manos a la cabeza, en un gesto frustrado. 


A/N

Ufff que intenso todo 😭

Lamento el drama pero ya me conocen, saben que de eso me alimento btw quiero ser muy honesta con ustedes.

Tengo dos versiones para el final de este extra, uno es cortavenas. Me he inspirado en no sé que y bueno, salió una cosa pero bárbara. Y el otro es todo lo que esperaríamos de una pareja como la de Chris y Victoria, es decir feliz.

So... díganme si quieren que suba los dos, para que puedan tenerlos aquí. O si solo se quedan con uno. Ya saben que su opinión es muy importante pars mí.

L@s amo.
Besos 😘
Atte: Kat

Continue Reading

You'll Also Like

1.1K 45 1
Una Historia sobre verena nash hija de athena grant y bobby nash, pero verena conoce a a buck bombero de la misma estación de tu padre, y que pasara...
301K 35K 81
✮ « 🏁✺ °🏆 « . *🏎 ⊹ ⋆🚥 * ⭑ ° 🏎 𝙛1 𝙭 𝙘𝙖𝙥𝙧𝙞𝙥𝙚𝙧𝙨𝙨𝙤𝙣 ✨ 𝙚𝙣𝙚𝙢𝙞𝙚𝙨 𝙩𝙤 𝙡𝙤𝙫𝙚𝙧𝙨 ¿Y si el mejor piloto de l...
255K 22.3K 46
❝ Y cuando me vaya no quiero que ninguno de ustedes me busque, ni siquiera piensen en mí.❞ ━━━ D. HEMSWORTH.
91.1K 7.4K 121
"Quizás debería aceptar que ya fue, que no fuimos, no somos y no vamos a ser " -Leah Amara Stilinski Leah Amara Stilinski, una joven de 15 años, qui...