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Harry cuelga su teléfono y resopla metiéndolo en el bolsillo en su jean. Olivia no para de llamarle, lo hace siempre que pasa por la casa de Louis.
De alguna razón incoherente se siente celosa de que aún lo vea.
Louis y Harry fueron, - legalmente aún lo son- esposos hace once años, actualmente separados hace siete meses.
No legalmente, pero amorosamente si. Según Louis.
Harry se arregla su camisa y toca la puerta. Toma una respiración exagerada.
Es viernes, por lo cual pasará el fin de semana con sus hijos, lo hace desde hace unos meses. Fue como un acuerdo que tuvieron.
Esta vez planea llevarlos a ver una película y tomar helados.
Para darles la noticia.
Mira su reloj de mano y checa que aún queda tiempo para ir a almorzar afuera.
La puerta se abre, es Louis, un Louis desprolijo y en pijama.
-Ho-hola, no te esperaba tan temprano -susurra Louis frotándose los ojos, con sus cabellos despeinados y su carita aún con signos de sueño.
Harry lo mira a los ojos, conteniéndose a no mirar hacia abajo. Lleva su conjunto pijama que Harry le compró, trae un short demasiado tentador -el cuál era su punto- y lo tienta.
-Hola. ¿Cómo amaneciste, parece que ayer fue una noche divertida para ti -comenta, sin contenerse, pues si vió a alguien pasar por las escaleras.
-De hecho no. Edward lloró toda la noche por sus primeros dientes que empiezan a molestarlo -dice con algo de molestía en sus ojos.
Mierda, la cagó.
-Oh... Okey, discúlpame, yo no sé porque lo dije, solo fue...
Por celos. Por unos malditos celos de verte con alguien más.
-Aun no me dijiste porque estás tan temprano aquí- dice con indiferencia.
-Em, quiero llevarlos a comer afuera -explica, rascando su nuca.
Louis ha notado que se afeitó su barba y muerde su labio disimulando. No es secreto que prefiere a Harry sin barba y limpio de vellos.
La mirada dudosa de Harry lo saca de su burbuja, y habla sonrojado.
-B-bueno, pasa, ellos aún duermen.
Louis se hace a un lado y le señala el sillón en la sala.
-Aquí espero -dice yendo al sofá, tratando de ignorar el hecho de que está Zayn allí.
Aún no sabe el tipo de relación que tienen, y no le interesa preguntar.
Supone que deben ser novios.
-Se despertaron y me despertaron, fueron hasta la cama y me arrojaron almohadas -Zayn murmura en tono de reclamo, y sabe que lo besó porque escucho el ruido.
Le harta.
Voltea dispuesto a verlo a la cara.
Se saludan de manera seca. Aun no acepta que Louis tenga un novio.
-Arriba están Leonel y Dary, por si quieres verlos -dice aún tomando de la cintura a Louis.
Harry traga duro cuando escucha el apodo de su hija, que él mismo la puso y no quiere que nadie más la llame así, ni Louis.
Se levanta del sillón con la mirada dura.
-No le gusta que la llamen así -murmura hacia Zayn -menos tú.
-Da igual -dice Zayn mientras camina a la cocina junto al ojiazul.
El rizado rueda los ojos cuando Zayn nalguea al ojiazul, quien solo lo mira negando y murmurando algo.
Sube las escaleras, escuchando aún las risas de Louis.
Sus habitaciones las conoce muy bien y va directo a la tercer puerta que tiene dos ositos abrazados.
El pequeño Leonel salta en su cama, junto a su hermana Darcy.
Ambos están tomados de la mano para saltar al mismo tiempo.
Harry se apoya en el marco mirando a sus hijos, ambos se quieren mucho y él los ama.
-¡Papi! -grita la pequeña corriendo hacia los brazos de su papá, apenas lo nota.
Harry se arrodilla y la recibe con un abrazo fuerte, pero nota que aún no llega Leonel a sus brazos y mira hacia la cama.
El pequeño de ojos grandes y azules lo mira con un puchero en sus labios chiquitos.
Harry siente derretirse.
Es igual a Louis.
-¿Que pasa, osito?
-No fuiste a mi partido de fútbol -susurra jugando con su remera de estrellitas.
-Osito, sabes que estaba trabajando y tengo que trabajar muucho para poder llevarlos a tomar helado.
-Pero yo queria verte.
-Papi, nos llevarás a tomar helados? ¿Lo harás? -exclama Darcy emocionada.
Harry sonríe internamente ante la rapidez de Darcy para entender las cosas.
Pero el pequeño Leonel aún no está contento.
-Prometo ir la próxima, para verte ganar, y festejar contigo. -Harry le dice en tono seguro, el cual alegra a Leonel -Ahora busquen ropa y preparense porque saldremos.
Harry camina hasta su hijo y besa su frente
Leonel muestra una pequeña sonrisa.
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-¿Quieres ir?
Harry pregunta con algún tipo de sonrojo en su rostro
Darcy mira su papi Harry, porque le hizo caso e invitó a Louis a su salida. Iban a ir solos los tres de forma casual, pero se unieron con Leonel para rogar que vayan los cinco.
El ojiazul que está acostado en el gran sofá, con el bebé a su lado, los mira. Y niega.
-Tengo cosas que hacer en la casa -comenta mirando como Edward babea su dedo mordiendolo.
Escucha una queja.
-Pero Leonel y yo queremos que vaya Edward, y papi Hazz no sabe cuidarlo solo -explica Darcy.
En ese momento, Harry se arrepiente de que su hija sea tan inteligente.
Harry mira a Louis con un mensaje oculto en su rostro, pareciera que quiere decirle algo pero se niega a si mismo.
-Tardaré en prepararnos, vayan -dice bajo como última defensa, limpiando la baba que su hijo.
-Papi, vamos ¿si? -susurra Leonel caminado hasta él. Toma sus manos y Louis estalla de amor.
Harry suspira.
-Vamos... por favor.
Louis escucha aquel susurro casi inaudible de su esposo.
Quiere sonreír. Pero no lo hace, solo se levanta con Edward en brazos.
-Esta bien, lo haré porque los amo.
-¡Sí! -salta Darcy, festejando junto a su hermano.
Louis da una última mirada a Harry, quien no descifra que quiso decir, y sube a su cuarto.
Prepara su bolso amarillo con lo necesario para Edward, se viste y viste a su bebé.
Baja; ve a Harry sentado en el sillón con Leonel en sus piernas hablando y Darcy come galletas escuchando de lo que hablan.
Su familia es tan bella.
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Los mellizos juegan a quien termina más rápido su helado. Mientras Harry toma su helado de fresa junto a Edward. Y Louis juega con su batido de vainilla.
Ya han comido una pasta deliciosa, junto con una rica ensalada. De postre cada uno decidió lo que quería.
El lugar es inmenso y hay mucho ruido hueco. Mucha gente va y viene.
Louis recuerda que iban allí los fines de semana, de compras, a jugar.
Un sonido casi sordo de una música llama su atención.
Es can't help falling in love.
Ambos saben lo que significa esa bella canción.
Harry escucha y siente su corazón apretar. Louis muerde sus labios, sintiéndose sensible de pronto.
El rizado recuerda cuando le cantó aquella canción, a luz de la luna, observando el bonito rostro de su pequeño.
Fue cuando le pidió ser novios.
Y luego ocurrió casi lo mismo, cuando le pidió matrimonio.
-Quería decirles algo, por eso les traje acá -habla Harry quitando el silencio incómodo entre Louis y él.
Sus hijos lo miran ansiosos.
-Quería llevarlos a un viaje de vacaciones -dice sintiendo la mirada no muy buena de Louis al instante.
Ambos niños sonríen amplio y la niña se anima a preguntar.
-¿Dónde iremos, papi Hazz, dónde?
Harry ríe y le hace un guiño.
-Es secreto. Pero si su papito me da la aprobación -dice mirando la carita de duda de su esposo.
-¡Si papito Lou! Por favor, vamos -grita Darcy y Leonel asiente también emocionado.
-Hablaremos luego, cuando lleguemos a casa -dice Louis a Harry.
Y sigue tomando su batido, enfadado con el rizado.
Debió preguntar antes de ilusionar a sus hijos..
Harry toma lo último del helado y sonríe a sus hijos.
-Vayan a los juegos de allá, los estaremos viendo.
Los mellizos asienten y corren hacia los juegos.
Louis ubica a Edward en su carriola y suspira.
-Sabes que no tengo suficiente dinero para gastarlo en...
-Es un regalo, yo pago todo -Harry dice rápidamente.
-Harry...
-Mira, sé que lo nuestro ya no está, pero quiero que los niños sean felices y lo son si estamos juntos. Yo amo ver a mis hijos crecer y aún deseo...-tenerte a ti -darles el amor que merecen, solo serán vacaciones para volver a disfrutar de nosotros.
Louis siente su labio temblar, desvía la mirada hacia donde están sus hijos.
Harry sigue hablando. -No tendremos que dormir en la misma cama, ni compartir habitación, si es lo que te preocupa -murmura despacio y toma la pequeña y gordita manita de Edward -solo quiero disfrutar un verano con mi familia, toda mi familia.
Louis siente su mirada pero no la devuelve. -¿No irá Olivia?
Mierda, si ella siquiera se acerca a sus hijos podría ser capaz de hacer cualquier cosa. Ya le quitó a su esposo, con sus hijos no lo hará.
-No irá -afirma hundiendo la cucharita en el helado, Louis suspira -Por favor, piénsalo.
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Aǫᴜɪ ᴇsᴛᴀ ᴇʟ ᴘʀɪᴍᴇʀ ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴇ ᴇsᴛᴀ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ, ᴇsᴘᴇʀᴏ ǫᴜᴇ ʟᴇs ɢᴜsᴛᴇ, ᴠᴏᴛᴇɴ ʏ ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴇɴ ᴍᴜᴄʜɪᴛᴏ ᴘᴏʀғɪs.
Sɪ ǫᴜɪᴇʀᴇɴ ᴅᴇᴅɪᴄᴀᴛᴏʀɪᴀ ᴅᴇᴊᴇɴ ᴜɴ sᴏʟ [☀️] ᴇɴ ʟᴏs ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀɪᴏs.
𝔸𝕕𝕒𝕡𝕥𝕒𝕕𝕒 𝕡𝕠𝕣: «HᴏʀᴀɴCᴀᴍᴀᴄʜᴏ»