Me quedé sentada sobre la tierra, podia sentir como mi piel y ropa se ensuciaba pero eso no me importaba, me sentía muy mal.
No pensé que Gaara fuera capaz de hacerme esto. Yo solo quise buscar ayuda y él no parece importarle.
¿Acaso todo lo que compartimos fue en vano? ¿Sigue siendo ese chico frío que conocí por primera vez?
Cerré los ojos tratando de controlar este sentimiento negativo que me rodea. Este lugar es tan siniestro que solo quiero escapar.
Gaara... ¿Por qué me haces esto?
Pensé que cuando estuviera bien, podríamos volver a platicar como antes, compartir nuestras experiencias y volvernos más amigos.
¿Que hice mal?
La puerta del lugar oscuro rechino cuando se abrió. Vi a Temari entrar con mi ropa que se encontraba ya limpia. Pero ahora eso no me importaba, quería convencerla de que me ayudará y así poder buscar la verdad.
– Temari por favor, tienen que creerme. ¡Yo no soy como lo divulgaron!
– Cambiate.– Ordenó lanzándome mi ropa. – Iremos a un lugar con mayor seguridad que aquí, ahí podrás esperar a que se investigue todo esto y lleguemos finalmente a un veredicto para ti.
– Pero, Temari...
– ¿Sabes?– preguntó interrumpiendome. – Estaba apunto de pedirte perdón, de remediar las cosas contigo, pero no le rendiré cuentas a una criminal como tú.
Ella se fue sin decir nada más. Ya no trate de dialogar con ella porque sabía que era imposible que me creyera.
Me imaginé pasando el resto de mi vida en una cárcel.
Me siento, de alguna manera, traicionada.
De repente, escuché ruidos fuera de la puerta, no pude levantarme, así que comencé a arrastrarme con dificultad y me acerque a ver por la rendija para saber que estaba pasando. Pronto la puerta se impactó contra mí y me hizo volar, caí fuertemente en el suelo, gire bruscamente hasta que me golpee con la pared y mi cabeza empezó a sangrar.
– Que pena, debí decirte que te alejaras de la puerta.
Esa voz era familiar.
Era mi tío.
Levanté la mirada para observarlo, nadie podía reconocerlo, la máscara que traía puesta y la capucha lo ocultaban completamente.
– Solo fue una simple patada para derribar la puerta. Que patética te ves.– dijo sintiéndose superior a cualquier otra persona. – Tu padre jamás se vio envuelto en una situación así.
– Vino a rescatarme... – me sentía aliviada y conmovida pensando que, por lo menos un poco, le importaba. – ¡Muchas gracias!
– Deja de perder el tiempo con tonterías. Fallaste una simple tarea y eres captura de ninjas de Sunagakure ¿Sabes que dice eso de ti?
– Que soy... débil...
– Exacto.
Me quedé callada. Si mis padres estuvieran vivos... Imaginó que estuvieran decepcionados.
– ¡Por favor!– supliqué – ¡Entreneme! ¡No volveré a fallarle, se lo juro!
Está vez él no se burló de mí, en cambio tomo mi mentón fuertemente y me hizo verlo directamente a los ojos.
– ¿Y crees que es momento para esto?
Sabía que no, pero quería asegurarme de poder contar con su apoyo, de tener la completa seguridad que por fin en lugar de caer a un precipicio y morir, tendría todas las herramientas para sobrevivir.
– Es hora de irnos.– dijo cargándome en su espalda. Era la primera vez que se compadecía de mi e incluso me auxiliaba porque tomo mi ropa y la guardó en un macuto que traía consigo. Cuando salió corriendo pude ver el deprimente sitio donde me habían mantenido encerrada, también los hombres que él había noqueado o al menos eso pensé, aunque probablemente los había matado.
Hace poco que conozco a mi tío y puedo decir que es alguien sin escrúpulos.
Mire a Sunagakure con más detenimiento mientras Ikari salta de techo en techo. Este lugar se notaba tan sombrío.
Súbitamente cuando llegó a una cúspide nos vimos rodeados por varios ninjas de está aldea y entre el que más destacaba era Gaara.
– No puedo dejar que se vayan.
– Gaara, yo...
– Tú solo cállate y sostente fuerte.– ordenó mi tío poniéndose en posición para cualquier ataque sorpresa que viniera.
– (tn)_________... – la voz de Gaara sonaba con una clara frustración. – Te desconozco.
Antes de que siquiera pensará algo que decirle, la arena me comenzó a envolver, rápidamente me separó de Ikari y me mantuvo alejada, pero viendo el espectáculo que definiría mi destino.
Vi mi tío tratar de defenderse de la arena, corrió de un lado a otro, lanzo tantas armas letales como pudo, pero de repente sus extremidades dejaron de moverse, como si una fuerza invisible lo estuviera sosteniendo.
No entiendo que pasa, lo único que cruza por mi mente es que voy a ver está vez como en verdad lo matan.
– Bien.– dijo Gaara al ver qué Ikari estaba finalmente quieto. – (tn)__________ vendrás conmigo ahora mismo y jamás volverás a salir hasta que comprobemos tu inocencia.
– ¡No dejaré que la toquen!– escuché como gritaba mientras luchaba para que su cuerpo se pudiera mover. – ¡Primero muerto antes que la vuelvan a encerrar en ese maldito lugar!
Estaba completamente confundida, está vez no sentí que dijera eso por lástima, en cambio sentí la desesperación y el cariño en sus palabras.
Sentí que el aire me faltaba, la impotencia me consumió, la delgada línea que mantenía mi cordura se rompio y grité, grité como si el dolor de mi alma me estuviera comiendo viva.
– ¡Alejense de nosotros!
Sentí una ola de emociones correr por mi cuerpo y cuando levanté la mirada vi bambú a mi alrededor.
Había de diferentes colores y estaban protegiendome a mi y a mi tío.
– Eres una maldita suertuda.
Ikari sonrió satisfecho, me tomo en sus brazos y un humo comenzó a esparcirse por el lugar. Antes de que el humo nublara mi visión pude ver cómo la arena arrasó con el bambú, destruyendolo completamente. Antes que nos alcanzará solo escuché el sonido del agua correr de nuevo, mire con más atención y estabamos de nuevo en la cascada.
No sabía que había pasado.
– ¿Por... Por qué?– pregunté impactada. – ¿Por qué fue a rescatarme?
Él ni siquiera me dirigió la mirada, pero sus palabras me asombraron.
– Eres el único recuerdo de mi hermano que me queda.
✧───── POR LA MAÑANA ─────✧
Mire el plato de comida que estaba enfrente de mí, aún cuando no había probado bocado desde ayer, no sentía nada de hambre.
Después de llegar a la cueva, nosotros juntos a Sadashi habíamos caminado toda la noche buscando un buen lugar para desayunar. No había sido tan difícil de encontrar, pero el apetito me había abandonado desde hace mucho.
– ¿Entonces?– preguntó Sadashi.
Ella, desde que la volví a ver estaba tratando de averiguar que ocurrió, pues no sabía nada porque se había quedado en la cueva por si yo regresaba.
– Ya tome la decisión.– contestó Ikari. – Seremos sus maestros. Aunque fue puesta en prisión, logro resguardar el pergamino y no perderlo. Debo darle crédito a su astucia.
Ambos me miraron esperando que dijera algo, pero solo incliné la cabeza en agradecimiento.
Tengo la suficiente conciencia para saber que ser un ninja no es fácil, pero estoy dispuesta a correr el riesgo.
Mis iniciativas desaparecieron por un sutil momento siendo reemplazadas por una nueva sorpresa. En el reflejo del vidrio de una ventana pude ver claramente la imagen de Gaara.
Giré para ver la salida y no había nadie. Me levanté de la mesa y me asome fuera del local, no se veía nadie parecido a Gaara, aunque las calles no estaban repletas de gente, los pocos que transitaban no se me hacían conocidos.
¿Habrá sido una alucinación?
Sentí una punzada en mi cabeza, toque mi frente que se encontraba vendada. Recordé la katana que Kankuro se quedó, sentí que el mundo se derrumbaba, el único recuerdo de mi antigua casa y de mi padre ya no se encontraba conmigo. Me sentí fatal.
› › – Siempre tienes que recordar quien eres. ‹ ‹
Las palabras que Gaara me había dicho para animarme antes de darme la espalda me golpearon para que despertará del trance que estaba.
Sí, yo sé quién soy verdaderamente.
Mi nombre es Bushida (tn)___________. Hija única de aquellos a quienes han llamado traidores y murieron por sus acusadores. Que a base del destino, llegué a los ojos de aquellos que me odian pero me soportan por compartir genética. Comencé a experimentar el dolor de la perdida de un familiar a la edad de 12 años.
Ahora que sentí por primera vez la traición, me doy cuenta que no debo compartir con nadie mi sufrimiento y solo derramaré lágrimas por mi familia. A base de este derrumbe, creare una joven fuerte, que resista el destino sin importar cuánto cambien.
Por fin lo entendí, había entendido porque había nacido.
Yo... (tn)______________, dejaré que mis enemigos me tengan miedo. Que se asusten cuando me vean, teman ahora que los envenenaré con cada aliento que tomen... Y a todos ellos quienes me han dado la espalda, se arrepentirán.