– Gaara.
Él alzó la mirada para poner atención, se dio cuenta que era su hermano el que lo llamaba.
– Sé que aunque somos hermanos no debo entremeterme en tu vida...
Era la primera vez que hablaba de esa forma y aunque no sabía cómo continuar esperaba poder apoyar a su hermano menor.
– Pero llegado a este punto en que al menos yo, por no conocer a esa chica, creo que debo preguntarte, ¿Quién es exactamente?
Gaara no demostró su sorpresa ante esa pregunta, pero sí lo estaba. Debía admitirse que nunca se había cuestionado eso.
¿Quién era ella? Con esa pregunta no se refería a que si conocía su nombre, como era su personalidad o a qué se dedicaba, esa pregunta cuestionaba el hecho de saber quién era ella para Gaara.
– Claro que sino quieres contestar lo entenderé.– afirmó Kankuro al ver qué su hermano no contestaba, aunque la curiosidad lo invadio y no dudo en preguntar. – ¿Es tu novia o algo así?
– Kankuro...– Temari lo miro de mala manera advirtiéndole que probablemente se estaba pasando con esa pregunta.
– Perdón. No debí decir algo así.
– Respondiendo a tu pregunta.– dijo Gaara. – Ella es...
Podría decir que era una amiga. Una gran amiga. Aún cuando llevaban conociéndose recientemente él podía ver sus virtudes pero también sus defectos de la misma manera. La había aceptado tal cual era; sonriente, amigable, con iniciativa, sincera. Pero también era impaciente, ingenua y algo cobarde.
Y su linda sonrisa era lo que más lo iluminaba cuando la veía...
Antes de que Gaara terminará de dar su respuesta, un médico se acercó rápidamente a ellos, mientras que Gaara solo esperaba una noticia sobre (tn)_________ fuera buena o mala.
– Hemos contrarrestado el veneno. Solo queda comprobar si no quedará secuelas.
Eso, por alguna razón, dejo al joven pelirrojo más tranquilo.
– Para la próxima supongo que solo tiene que tener cuidado al andar en un bosque como el que la encontramos.– declaro Temari pensando que la chica solo había tenido un desafortunado accidente
– Es difícil determinarlo.– alegó el médico. – Dudo mucho que el veneno haya sido por una serpiente común y corriente.
– ¿Que quiere decir?
– Estoy pensando en la posibilidad de que haya sido atacada por un enemigo.
Los tres hermanos se extrañaron, Temari y Kankuro sabían que no podían opinar sobre eso porque no la conocían tanto como Gaara, pero no es que fuera todo un misterio deducir que esa chica era completamente inofensiva.
– En fin.– el médico había terminado su labor y sabía que era hora de marcharse. – Tardamos mucho pero lo logramos. Cómo dije, solo falta ver si no quedan secuelas. Si la quieren visitar es mejor que esperemos hasta mañana.
– Muchas gracias.– los tres hermanos agradecieron al unísono.
Ninguno dijo nada al respecto, pero Gaara ya estaba decidiendo que era lo primero que haría al día siguiente.
✧──❀ NARRA (TN___________) ❀──✧
Cuando abrí los ojos, me vi de nuevo envuelta en la inmensa lluvia.
Tengo miedo, está muy oscuro.
Le temo a esta infinita oscuridad, a este pasó iré solo a la muerte.
Pero de repente vi una silueta.
– Gaara...
Lo vi, él estaba de pie arriba del deslave que nos dividía. Él estaba en esa cima buscando que camino seguir, pero jamás sus ojos se posaron en mí.
– ¿Gaara?–. Mis ojos se llenaron de lágrimas. – Por favor, ven a rescatarme.
Lo vi alejarse pero no pude gritar ni moverme, él siguió de largo sin siquiera notar mi presencia.
– Gaara...
Yo me rendí y cerré los ojos de nuevo.
No tardó mucho para que volviera a abrir los ojos, sentí las lágrimas resbalar por mi rostro, pero está vez no siento ni siquiera las gotas de lluvia que caían encima de mí. Ahora siento cálido el ambiente, estoy arropada con una sabana de algodón. Mi ropa también fue cambiada. No sabía dónde me encontraba, pero no sentía miedo.
– (Tn)_____________...
Me levanté cuando escuche esa voz, pude ver finalmente de nuevo los ojos que tanto me habían visitado anteriormente.
– Gaara...
Él se acercó a mi y se sentó al lado mío.
– ¿Dónde estoy?– le pregunté algo confundida pues no reconocía nada del área en el que me encontraba.
– En Sunagakure.
No lo podía creer, mire hacia la ventana que estaba cerca y vi la arena chocar contra está, supongo que era la tormenta de arena que Gaara me había mencionado que constantemente ocurrían por aquí.
– ¿Te duele algo?– pregunto Gaara por lo que aleje mi vista de la ventana.
– No.– contesté simplemente al poder sentirme mejor. No sentía que me doliera el brazo donde la serpiente me mordió o el tobillo que seguramente me torcí.
Me di cuenta que Gaara me veía misterioso, eso podría ser porque se extraño ante mis respuestas cortas y mis pocas ganas de entablar una conversación, pero él pregunto todavía más.
– ¿Que hacías en el bosque a mitad de una terrible lluvia? ¿Dónde está tu papá?
No contesté y él no dijo nada más, tal vez entendió que había sucedido o por lo menos que me sentía tan mal que no quería hablar de eso.
Aún así no se rindió y siguió cuestionando.
– ¿Necesitas algo...? ¿Tienes hambre?
– Un poco.– contesté está vez
– Deberías... comer algo. Estas muy pálida...– se calló. Parecía algo confundido como si no supiera qué más decir.
– Gaara...– él me miró atentamente. – Gracias por preocuparte.
En ese momento toda la atmósfera cambio drásticamente cuando se acercó un poco más a mí, mi rostro se sonrojo por sentirlo tan cerca.
Lo mire, pero cuando sus ojos chocaron con los míos baje la mirada.
Fue entonces que sentí su frente tocar la mía.
– Aún tienes un poco de fiebre.
Sonreí nerviosa y él me dio una pequeña sonrisa.
Pero esa atmósfera se interrumpió porque alguien entro drásticamente a la habitación.
– Perdón si interrumpí.– dijo y se aclaró la garganta. – Solo quería preguntar ¿Qué hago con la katana?
Gaara se alejo de mi y yo para evitar que me avergonzará más, solo me atreví a preguntar;
– ¿La trajeron? ¿Dónde está?
– Puedes traerla.
Pude sostener está katana de nuevo cuando Kankuro me la entregó, aunque no sabía si verdaderamente le pertenecía a mi padre yo sentía que este era un tesoro y mi mayor recuerdo de él.
– ¿Me preguntaste sobre mi padre no?– le pregunté a Gaara, aunque su hermano también estaba presente. – Sobre mi padre. Él murió hace días. Pero... Juro que vengaré su muerte.
Ellos se miraron, se veían algo intranquilos con mis palabras.
– Lo siento. – dijo Kankuro antes de abrir la puerta. – Me tengo que ir.
Cuando él se fue Gaara miro la katana que yo sostenía fuertemente entre mis manos.
– ¿Hablas en serio?– cuestionó. – ¿Sabes que te hundiras en odio irracional?
– No exactamente.– rectifique. – Cuando una persona busca vengarse lo que desea es hacer "justicia". Sin embargo, la definición de "justo" varía de persona en persona.– justifique y me atreví a preguntar; – ¿Gaara tu comprendes lo que estoy sintiendo?
– Sí.– dijo. –Pero habrá alguien que te detenga...
Se callo por un leve momento, y tomo mi mano antes de continuar.
– Yo lo haré, te detendré si sigues ese camino. Comprendo tu dolor, pero aunque quieras hacer lo "justo" usando la fuerza y vengandote, no lo lograrás.
– Fuerza.– mire la katana y después mis heridas. – Eso es lo único que me hace falta.
– Siempre tienes que recordar quien eres.
Claro que sabía quién era, pero al mismo tiempo saber eso me impedía llevar a cabo está venganza.
Yo había crecido como Miyamoto (tn)___________, hija de un humilde constructor y cristalero.
Sabía que era bastante débil, no podría decir tampoco que había perdido el tiempo, yo ni siquiera sabía cuál era mi pasado ni que me perseguiría tanto.
– Gracias, Gaara.– sonreí como si nada estuviera pasando. – ¿Podrías dejarme sola?
Él acepto y se acercó a la puerta para poder irse de la habitación, pero antes que se marchara solo me dijo una palabra más.
– Piénsalo.
Vi en sus ojos una especie de brillo, como si mantuviera una esperanza de que desistiera de mi decisión. Asentí y él se marchó.
En ese momento tuve mucho tiempo para pensar muchas cosas.