Habían pasado demasiados sucesos en tan solo una noche, y Taehyung se sintió estupido.
Si analizabamos la situación con detenimiento, podríamos ver que nuevamente las cosas estaban yendo hacia el mismo camino que antes. Un joven y hermoso pelinegro pidiendo disculpas frente a un afligido y sensible Taehyung.
El beso de hace unos momentos había sido un error, y también ese tonto impulso de su abrazo lo fue... estaba haciendo todo mal y realmente se estaba estresando demasiado, tenía que hablar con su mejor amigo pronto.
De repente, el taxi frenó dándole una indicación de que ya había llegado a su destino, le pagó al chófer y bajó del auto con cuidado caminando hacia su dormitorio. Honestamente, ahora que se encontraba tan estresado no deseaba encontrarse con nadie más que Jimin, sabía que tenía que encontrar o al menos sacar las miles de incógnitas que tiene el peligris en su cabeza.
Abrió la puerta del edificio para ingresar hacia los dormitorios y en el Hall del mismo se encontró con Hyungsik provocando que este se sorprendiera.
— ¿Hyungsik? — la suave voz del peligris predominó en el lugar, y esto provocó que el nombrado se percatara de la presencia del peligris.
— Bebé... estás aquí... — Se acercó con una sonrisa con intenciones de abrazar al mismo, pero se sorprendió cuando este se alejó abruptamente de su agarre lo cual de le hizo muy extraño. — ¿Está todo bien? — preguntó bastante confuso por la acción del menor.
— Lo está... lo siento hoy estoy un poco ido... ¿qué haces aquí? — preguntó secamente.
— Dijiste que querías que te ayudara con tu nuevo trabajo para la universidad, aunque si quieres podemos dejarlo para otro día... — La situación se había vuelto incómoda, y eso a el mayor no le gustaba, sabía que algo malo estaba pasando, o al menos algo que podría afectarles.
— O-oh es cierto... — el menor agitó su cabeza sintiéndose un tonto y también un mal agradecido por hablarle así a su Hyung, al instante un sentimiento de culpa se adueñó de su sistema... tonto Taehyung siempre eres tan sensible...
Segundos más tarde se encontraba llorando en los brazos de Hyungsik, la situación se le había ido de las manos, ahora se sentía culpable por estar llorando frente a la única persona que le ha aguantado tanto (además de Jimin) en este último tiempo.
— Ya bebé... — murmuró el mayor acariciando con delicadeza la grisácea cabellera del menor. — ¿Pasó algo? — el joven negó, haciendo obvia su respuesta de no querer hablar sobre lo que sea que estuviera pasando por su cabeza, eso hizo que Hyungsik tuviera una ligera sospecha en su pecho.
Raras veces Taehyung se comportaba de esta forma, y lo sabía bien, sabía más que nadie quién ponía de esta forma a el pequeño Taehyungie.
Se separó suavemente del agarre del menor, y le sonrió limpiando sus lágrimas con delicadeza, no serviría de nada armar un escándalo o alarmarse, él enserio quería a Taehyung... pero honestamente dudaba mucho en si este le correspondía de la misma manera, no es como si Hyungsik no hubiera estado consciente de ello desde el principio.
— Taehyung... mejor regresaré luego, es mejor que no nos veamos por ahora. — Eso hizo que el anteriormente nombrado lo mirara con cierta sorpresa a la vez que sus ojos volvían a llenarse de lágrimas.
Hyungsik era maravilloso pero había una cosa que Taehyung odiaba y a la vez no, y era su percepción sobre las cosas.
— Hyungsik... yo no... — La quebradiza voz del peligris fue interrumpida nuevamente por la voz de su mayor.
— Tae. — Suspiró mientras colocaba sus manos en los hombros del contrario. — Se que hay ciertas cosas respecto a alguien, creo que no es el momento para vernos... necesitas pensar puedo verlo en tus ojos. No quiero ser alguien que interfiera en lo que sea que estés pensando hacer... — Taehyung limpiaba bruscamente sus lágrimas escuchando todo de manera atenta. — Escucha Tae... no me iré de tu lado solo te voy a dar tu espacio, y honestamente creo que también necesito el mío. — Finalmente, el mayor le soltó su agarre y le abrazó. Un abrazo un poco doloroso, pero el menor no respondió nada, en cambio dejó que el mayor se fuera dejando a un Taehyung más aturdido que antes.
[...]
Un enojado pero a la vez confuso Jimin se encontraba sentado frente a un peligris llorón.
— Entonces... — la voz de Jimin sonaba seria, hasta decepcionada podría decir, algo muy poco común en él, pues, Jimin es una persona muy divertida y amorosa.
— Me quiero ir de aquí. — La voz del peligris sonó en el apartamento.
— No puedes irte Taehyung, estás huyendo de las cosas, hasta te estás pareciendo a él. — Jimin desvió su mirada al gran ventanal que tenía dicho departamento soltando un largo suspiro. — Escucha Taehyung... yo sé que estás enamorado, lo entiendo, y está bien, pero... — se levantó de su asiento colocándose delante de su amigo. — ¿Realmente lo vas a dejar volver tan fácil? ¿Cómo es esto? No importa todo lo que lloraste por él este tiempo, si no también cuando pasó lo de la rubia fea esa. — La última oración hizo que el peligris riera levemente. — Vamos Taehyung, tienes que ser más inteligente... no puedes hacer que vuelva así tan fácilmente, ni siquiera pudiste hacerlo bien hoy. Y SI te estoy reprochando. — El joven nombrado rodó sus ojos, bastante afligido por escuchar las palabras de su amigo, honestamente tenía razón.
— Escucha mi pequeño niño ingenuo... — La voz de Jimin tomó fuerza. — No puedes hacer que todo esto esté así de fácil, si el te dijo que lucharía por ti, pues que lo haga, pero enserio.
Ya después de esta noche el pensará "oh ya tengo a mi pequeño conmigo hohoho" — Su voz cambió de tono imitando el de Jungkook, aquello hizo que una carcajada saliera de parte de Taehyung.
— "Hohoho" ¿acaso es Papá Noel? — soltó Taehyung con una mirada incrédula hacia el contrario.
— Ese no es el verdadero punto mi estimado. — Jimin comenzó a caminar como si estuviera armando un plan. — Tienes que hacer o al menos demostrar que un poco le va a costar, luego de tantas lágrimas y cosas feas, le dejaste un camino realmente fácil... puedo entender que el tiene sus cosas de hombre empresario pero no deja de ser un terco.—
A Jimin no le caía bien Jungkook en absoluto, pero no por eso le daría malos consejos a su amigo, cree que si estuvieran en un programa la audiencia también pensaría que debería costarle más que una simple cena el tener al castaño con él.
— ¿Y Hyungsik? — murmuró el peligris con desgano. — Yo no quiero que esté lejos de mí...
Aquella última frase hizo que Jimin se alargara, ¿estaba su amigo confundiéndose o simplemente no quería que se alejara porque quería a Hyungsik como un buen amigo?
— Pero... tú no lo ves... de esa forma. — murmuró dubitativo. — ¿O sí? — no recibió respuesta por parte de Taehyung más que una mirada perdida y un puchero.
— OH NO KIM TAEHYUNG DIME QUE NO. — Lo señaló mientras rodaba por el piso preocupado, no pregunten como es que de la nada el muchacho se encontraba en el piso dando vueltas. — BUENO O SEA NO HAY NADA MALO, ¿VERDAD? TUS DESASTRES AMOROSOS SON PEORES QUE LOS MÍOS ¿PORQUÉ SIEMPRE DEBO SER TU PSICÓLOGO DEL AMOR? — gritó estresado en lo que nuevamente se ponía de pie y suspiraba. — Estoy muy solo también necesito que alguien me ande rompiendo la psiquis. — Suspiró dramáticamente ganándose un almohadazo por parte de Taehyung.
— Y-ya... no es que me guste, osea si me atrae por algo decidí ir muy lento con él... pero con esto que sucedió... — suspiró, ya no sabia cuantas veces había suspirado. Arrepentimiento era lo que sentía en su pecho. — Hyungsik no merece esto, y yo no quiero lastimarlo. Estaré de acuerdo si el se aleja, yo necesito pensar y tiempo a solas.
La habitación se encontró en un absoluto silencio, ambos jóvenes estaban pensado, Taehyung por su parte en lo que iba a hacer, si realmente seguiría los consejos de Jimin o como siempre, los ignoraria provocando que la pérdida de pelo de su amigo se adelantara unos años antes de su vejez.
Jimin, por otro lado, estaba pensando en su próximo stream y que tenía ganas de un pollo frito.
De repente, el teléfono del castaño comenzó a sonar, haciendo que ambos se sobresaltaran.
— ¿Quién es? — preguntó Jimin, esperando la obvia respuesta.
— Es él...
— ¿Cuál de los dos? — bromeó el rubio haciendo que su amigo le lanzara esta vez un zapato a la cabeza.
— ¡Y-ya! — le gritó con sus nervios a flor de piel. — E-es Jungkook...
— No le contestes.
— Pero...
— Pero nada Taehyung a ver dame eso.
El rubio tomó el celular del peligris, este lo miraba confundido desconociendo sus intenciones, pero finalmente el rubio contestó.
— ¿Hola? — Taehyung abrió sus ojos como platos intentando lanzarse al rubio, temía que hiciera algo indebido, las cosas ahora estaban bien por eso no sabía si el plan o consejo de Jimin sobre "hacérsela más difícil" saldría bien. Sus esfuerzos fueron en vano, el rubio a pesar de ser más pequeño tenía más fuerza por lo que retuvo a Taehyung a tomarle el teléfono.
— Hola... ¿Tae? — la voz del pelinegro sonó en el altavoz, el pecho del peligris latía con fuerza..
— Oh no disculpa... soy Jimin. Olvidó su teléfono. — Del otro lado de la línea había un Jungkook confundido. — Tuvo que salir, ya sabes... asuntos. — Taehyung no dejaba de removerse en su lugar intentando arrebatarle el teléfono pero era en vano, el rubio se había puesto encima de él dejándolo inmóvil. — Llámalo luego, adiós.
— E-espera... ¿pasó algo? ¿porqué no salió con su teléfono? ¿se fue con alguien?
— wow wow wow... vamos de a poco señor policía. — el rubio sonrió divertido aunque no podía ver al mayor se lo imaginaba con una expresión de fastidio. — No pasó nada malo, tuvo que salir y ya, no te importa lo que él haga. Lo llamas luego, o bueno, mañana ahora no creo que regrese. En fin adiós — Y cortó dejando a Jungkook con sus palabras en la boca.
La expresión de Taehyung en cambio era de furia tremenda, Jimin no debió haber hecho eso.
— ¿Qué me miras así? — se encogió de hombros mientras se incorporaba dejando libre a el peligris. — Escucha, deberías agradecerme lo único que hubieras hecho es decir: h-hola jungkookie...
— ¡YO NO HABLO ASÍ!
— Si lo haces, y tu cara se pone toda roja... escucha deja que se esfuerce un poquito aunque sea, por lo menos que te lleve a cenar otra vez... ME PONES NERVIOSO TAEHYUNG ERES DEMASIADO BLANDO.
El peligris no respondió, solo se quedó mirándolo. Ya tenía sueño y quería dormir.
— Supongo que tienes razón... — murmuró nuevamente confundido.
Jungkook
Definitivamente el pelinegro sentía que por fin había ganado luego de esta noche el corazón de su Taehyung.
No había sido muy difícil, de haber sido así hubiera planeado esta cena con más antelación, al menos estaba contento de saber que los sentimientos de Taehyung hacia el prevalecían, lo confirmó luego de ese beso y el abrazo... supo que no debería esforzarse demasiado sabiendo que pronto estaría con él.
Llegó a su casa, un poco agotado por el largo día de trabajo pero eso no borró su sonrisa. SunHee por su parte, estaba plácidamente dormida en su cuarto, así que el pelinegro le dejó un pequeño beso en su frente antes de dirigirse a su habitación.
Ya todo parecía estar prácticamente tomando su curso, quiso llamar a Tae para saber si había llegado bien, le tomó un tiempo antes de realizar la llamada pues, primero se preparó para dormir... luego de unos minutos ya se encontraba prácticamente relajado para llamarlo.
Marcó al número del castaño y este comenzó a sonar... primer, segundo y tercer tono... eso hizo que el pelinegro se extrañara, normalmente Taehyung solía contestarle al 2 tono.
Cuarto y casi quinto tono hasta que contestó, pero la voz suave y cálida que esperaba por escuchar, era una aguda y al menos para Jungkook era una voz molesta.
Porque era Jimin.
— ¿Hola? — Jungkook rodó los ojos con solo pensar que ese niño seguía ahí en casa de Taehyung, ¿qué acaso nunca se separaban?
— Hola... ¿Tae?
— Soy Jimin, olvidó su teléfono.
Aquello hizo que el cuerpo de Jungkook se tensara, ¿Taehyung olvidando su teléfono? definitivamente algo raro de su parte.
La voz de Jimin interrumpió sus pensamientos. — Tuvo que salir ya sabes... asuntos.
Esa última palabra hizo que el pelinegro comenzara a ponerse nervioso, no... mejor dicho fastidiado.
De todo lo que había pasado, olvido el pequeño gran detalle de lo que Taehyung le dijo en la cena horas antes.
El misterioso mensaje y el misterioso chico que probablemente estaba conquistando el corazón de Taehyung.
No logró pensar antes de comenzar a largar sus preguntas ganándose una soberbia respuesta por parte de Jimin, era obvio que no se caían bien para nada.
— Lo llamas luego, o más bien, mañana cuando regrese. — Antes de poder decir algo el pecho de Jungkook ardió de enojo.
De seguro estaba con él, ¿entonces porqué todo lo que pasó antes sucedió?
El pelinegro comenzó a chocar su lengua con el interior de su mejilla pensativo, un poco estresado también.
— Así que no me la vas a dejar tan fácil como pensé pequeño... — murmuró mirando al techo. — Bien... será así entonces, jugaremos así. No me rendiré esta vez.
💛💛💛
¡Holaaaa! ha pasado mucho tiempo ¿verdad? Lamento haberles hecho esperar TANTO tiempo, honestamente tuve muchas cositas que no me permitieron estar aquí ánimos y cosas que supongo que no tienen relevancia.
Estuve leyendo todos sus mensajes desde el día que me fui hasta ayer que regresé, muchas gracias a todas aquellas personas que me preguntaron cómo estaba y también por la continuación de esta obra, que al haber estado tanto tiempo ausente, me di cuenta que muchas personas pudieron leerla a pesar de estar incompleta.
Me pregunté mucho el hecho de si valdría realmente la pena retomar esta historia, pues ha pasado mucho tiempo y hasta pensé en dejarla como estaba. Pero tenia este capítulo guardado desde hace mucho y lo terminé de completar hoy.
No estoy segura como le irá a la historia a partir de ahora, pues se que ha pasado mucho tiempo pero espero que quienes estuvieron esperando por mucho sigan apoyándome, tengo muchas ganas de volver ahora que todo esta más tranquilo.
Nuevamente pido disculpas, nos vemos en la próxima actualización espero que sigan aquí, prometo no hacerles esperar demasiado. 😭💗
¡Nos leemos!
— Lu.
Sepan disculpar si hay errores ortográficos. ♡