Alpha War [Taekook] - #SBATAE...

By MelanieGerpeLen

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Había cosas que estaban destinadas a no mezclarse nunca, como el aceite y el agua. Jungkook y Taehyung se apr... More

The Howling Saga
PRÓLOGO
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Epílogo

Capítulo 18

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By MelanieGerpeLen

“Porque tengo miedo de que todos se estén riendo, así que hago el chiste primero. Si los golpeo hasta el punchline, entonces no puedo lastimarme.”
-Thoughts (Sasha Sloan)





-No enciendas las luces todavía.

Taehyung se giró hacia Jungkook, guiado únicamente por la voz de este y los destellos de luz que ocasionaban los relámpagos de la tormenta.

-¿No es absurdo que un lobo decida entrar en una casa habitada cuando hay muchas otras que no lo están? - Tae sentía que era algo obvio, si él quisiera ocultarse en un lugar se decantaría por uno en el que no hubiese personas que probablemente podrían causarle problemas o llegar a dar aviso de su presencia.

-Sería absurdo para un lobo que solo busca esconderse pero los dos sabemos que hay algo más, ese alfa huele a venganza y no quiero arriesgarme a que decida que somos una buena carnada. Con la luz encendida él tendrá ventaja sobre nosotros, has visto su tamaño. - Jungkook avanzó un par de pasos hasta lograr mantenerse al lado de Taehyung. - Con la luz apagada estaremos en igualdad, quizás incluso podremos superarlo si llega a meter su hocico en tu casa. Este es tu terreno, tu tamaño es similar al suyo y los guardianes del norte están ahí fuera atentos a cualquier sonido que pueda alertarles de la ubicación del enemigo.

Enemigo… Tae todavía no estaba seguro de que fuese correcto llamar así a un lobo al que ni siquiera le habían dado la oportunidad de hablar. Su olor podría ser explicado fácilmente si este intentaba proteger algo, después de todo Hoseok les había hablado de la multitud de ataques que los sureños estaban ejerciendo contra su zona para lograr que el proceso de unión se desestabilizase. Si ese alfa había bajado desde lo alto de la montaña definitivamente tenía que haber un motivo tras su decisión, porque las tribus de la cima nunca se aventuraban a dejar sus cuevas si no sentían que era necesario. En toda su vida Taehyung solo había escuchado hablar de esos lobos, ni él ni nadie de su edad había visto uno antes porque las reuniones con estos dejaron de ser necesarias en algún momento. Convivían de alguna manera, para los Yook que se encontraban en las partes centrales o cercanas a la frontera del norte, esos lobos tan ligados a la naturaleza que casi rechazaban su parte humana… Habían sido en realidad prácticamente una leyenda de los senex para todos aquellos que conformaban su generación. Taehyung ni siquiera supo hasta hace poco que muchos de esos lobos habían llegado hasta los altos picos escarpados del norte, repletos de nieve durante gran parte del año, huyendo de las purgas ejercidas por el sur cuando sus padres todavía eran jóvenes.

Si ese gran alfa blanco era un miembro de la tribu que habitaba la parte más alejada del norte, era algo que ni él ni los guardianes de su edad podrían averiguar. Necesitarían a un sabio, quizás a un par de senex y por supuesto sería necesario comenzar un diálogo en el que ese lobo estuviese dispuesto a contarles cuál era su situación. Un diálogo en el que solo Yook Sungjae podría intervenir para obtener las respuestas adecuadas sin causar un enfrentamiento inevitable. Porque los norteños de las cuevas no estaban bajo el mandato de los Yook, ni de nadie que ellos hubiesen conocido hasta la fecha. Los Yook gobernaban para facilitarle las cosas a su manada, allí donde esta se encontraba. La cima era otro tema, ningún lobo Yook quería subir hasta ahí para vivir completamente como un animal entre rocas y camas de hierba. Ellos amaban la naturaleza, pero todavía necesitaban vivir con su parte humana. Incluso aquellos que decidían darle a su lobo el poder durante la ceremonia de mayoría de edad, se mantenían en los bosques de su territorio sabiendo que esas tierras eran seguras. En la cima de la montaña no había ley conocida, y de alguna estúpida manera aquello era lo que más curiosidad le causaba a Kim Taehyung.

-Estoy prácticamente seguro de que no vendrá a por nosotros si ve las luces encendidas, Kook…

-¿Sabes por qué los niños pueden cazar con tanta facilidad a las luciérnagas que vuelan en las noches de verano?

Taehyung rodó los ojos, consciente de que Jungkook no podría verlo a pesar de su cercanía.

-Sorpréndeme, Jungkookie.

-Porque llevan una maldita luz pegada a su trasero, si volasen de la misma manera que otros bichos probablemente nadie podría verlos en la oscuridad de la noche. - Jungkook pudo ver la expresión aburrida de Taehyung cuando un nuevo relámpago iluminó la estancia del salón por un par de segundos. - La luz en medio de la oscuridad llama la atención, y sinceramente no me apetece tener que ser la presa de un lobo con necesidad de impartir justicia a su modo por algo que los dos desconocemos.

-Entonces… ¿Tal vez deberíamos ir a dormir? Puedo llevarte hasta la habitación de invitados y después irme a la mía, no encenderé la luz en el proceso si eso te preocupa.

Un fuerte aullido en el exterior logró que la piel de Taehyung se erizase, eso había sonado como un lobo siendo atacado y lo cierto es que la idea lo asustó un poco. Los guardianes norteños eran buenos en su trabajo, su propio padre los entrenaba para defender el territorio de la mejor manera posible. Si uno de ellos estaba aullando por ayuda, definitivamente significaba que su fuerza y entrenamiento no estaban al mismo nivel que la del alfa intruso.

-Creo que será mejor que no nos separemos. En contra de lo que la mayoría cree, separar nuestra fuerza no es una buena idea. Unidos tendremos más oportunidades si sufrimos un ataque.

-Empiezas a lograr que me asuste. - Taehyung bufó, realmente comenzando a notar la ansiedad crecer en su pecho. Si agilizaba su oído podía captar las respiraciones aceleradas de aquellos que corrían entre los frondosos árboles del bosque. ¿Qué pasaría si Jungkook tenía razón? Ellos dos no sabían porque había un alfa buscando venganza ahí fuera e incluso si lo habían visto correr con Hoseok hacia el interior del poblado… En realidad no sabían si ese alfa estaba solo o si había llegado acompañado por más lobos de su tamaño y características. - Vayamos a mi habitación. No me gusta estar en la sala con toda esa galería de cristal a nuestro alrededor.

-Exactamente. Comenzamos a entendernos, esa galería de cristal y las luces encendidas son la peor combinación posible, así que me sumo a la idea de ir a dormir un poco. Necesitamos descansar al menos un par de horas para enfrentarnos a lo que sea que llegue a suceder durante la noche. - Jungkook asintió, extendiendo su mano para poder alcanzar la de Taehyung. - ¿Puedes guiarme? No conozco esta casa tan bien como tú.

En medio de la oscuridad Kim Taehyung entrelazó los dedos de su mano con los de Jungkook y comenzó a caminar hacia las escaleras que los llevarían hasta el piso superior. Había sido aquel aullido, estaba seguro de que un lobo norteño no podría ser violento con otros que compartían orígenes con este, pero de nuevo no lo conocía y no tenía la menor idea de aquello que lo había obligado a bajar desde la seguridad que suponía la cima de la montaña para su tribu.

En realidad ni tan siquiera estaba seguro de si eso era lo que estaba pasando. Por mucho que odiase tener que reconocerlo, Jungkook tenía razón en un par de cosas. Quizás encender la luz en medio de un poblado que se encontraba en completa oscuridad significaba provocar al intruso, no quería ser una luciérnaga volando en medio de la noche. Muchos menos deseaba ser atacado, entre multitud de razones porque él odiaba tener que usar la violencia. Y por supuesto estaba eso que mantenía la ansiedad sobre su pecho, si los guardianes recurrían a aullar era porque buscaban auxilio y un lobo pacifico no estaría ocasionando una cosa así en estos.

-Mmmm… Supongo que puedo acomodarme en el suelo y mantenerme despierto para vigilar la casa durante la noche.

Taehyung sonrió, en realidad Jungkook era un poco tímido en ocasiones y eso se estaba mostrando a través de sus dudas hacia algo tan simple como compartir una cama. Por un solo instante su mente dejó de pensar en el alfa intruso que se encontraba en algún lugar del poblado, para concentrarse en el alfa que tenía ante sus ojos.

-No seas ese tipo de personaje. - bromeó, tirando a algún lado de la habitación los cojines que se encontraban ordenadamente colocados sobre su almohada. - Nunca he entendido porque en los libros hacen todo un drama del hecho de que dos personas compartan cama. No puedo contar la cantidad de veces que he dormido con Jimin o cualquiera otro de mis amigos del norte. Soy un alfa al que le gustan otros alfas pero puedo jurar que no te meteré mano si duermes a mi lado. Si quieres mantenerte despierto para hacer guardía está bien, pero descansarás mucho mejor sobre un colchón mullido que sobre el duro suelo de madera.

-¿No te importa?

-¿Por qué lo haría? - Taehyung se limitó a deshacerse de la camiseta que había llevado puesta durante las últimas horas. Incluso si la tormenta había logrado que el calor insoportable del verano disminuyese un poco, continuaba siendo demasiado para él. - Oh, espera. ¿En el sur tenéis esa estúpida idea de que los omegas deben llegar vírgenes al matrimonio o algo por el estilo? ¿Estás pensando en que el hecho de que me gusten los alfas me convierte en alguna clase de lobo alfa con mentalidad omega?

-No exactamente, pero seguimos ejerciendo el cortejo y aunque he compartido cama para algo más que dormir con otros lobos… - Jungkook suspiró. - A ti te gustan los alfas, lo acabas de decir.

-Ya te lo he dicho, no voy a meter mi mano en tus pantalones solo porque me gusten los alfas. Además, que me gusten los alfas no significa que quiera acostarme con cada uno de ellos que veo. - Taehyung sonrió, ambos habían estado manteniendo la conversación entre susurros. - Al igual que imagino que tú no te acuestas con cada omega que se cruza en tu camino. La personalidad y su aroma siempre son lo más importante. Es mucho más sencillo cuando mi lobo y yo estamos de acuerdo acerca de la pareja o compañero que nos apetece tener. Entra en la cama y deja de crear ideas absurdas en tu cabezota Jungkook.

Jungkook tomó aire, después de haber compartido un par de besos con Taehyung su lobo tendría que haberle gritado que se mantuviera lejos del lobo norteño pero en realidad seguía sorprendido ante lo suave que su alfa se sentía ante el hijo de los Kim.

-No me acuesto con cualquier omega, he tenido relaciones en alguna ocasión pero ha estado motivado principalmente por mis celos. Como un Jeon desposaré a una omega adecuada, una omega fértil y de buena familia.

-Psss. Claro que sí, un príncipe Jeon. A veces lo olvido. - Taehyung rodó los ojos en la oscuridad de su habitación. - Qué arcaica idea del amor.

-El amor no es necesario para continuar con el legado familiar pero sí lo es la sangre, como un Jeon mi deber es casarme con una omega que pueda mantener mi legado familiar y que pueda concebir alfas fuertes.

-Claro, claro… Lo entiendo principito, tienes que preñar a una omega bonita las suficientes veces como para que te de un alfa fuerte. Para no gustaros que vuestras parejas conciban omegas, en realidad sois absurdamente reacios a uniros a alfas. Es… asqueroso y además genera desigualdad entre las clases. - Taehyung no dejó que Jungkook respondiese, no le apetecía discutir en ese preciso instante. - Ahora métete en la cama de una maldita vez, príncipe Jeon. Esos guardianes siguen corriendo alrededor del poblado y no me tranquiliza en absoluto tener esta charla en un momento así.

El olor de Taehyung logró marearlo en el instante en el que decidió meterse en la cama con el otro, podía notar nuevamente cada pequeña parte de su aroma impregnando hasta la más mínima parte de su piel. A esas alturas regresaría a casa apestando a norteño.

-No es tan… así. Cuando tú lo defines suena realmente mal. Se trata de mantener nuestra sangre fuerte.

-Se trata de que no queréis que alguien pueda quitarle el liderazgo a vuestra familia y por eso buscáis descendencia que supere en fuerza a vuestro pueblo. - Jungkook no contestó, por lo que Taehyung decidió cambiar de tema. Realmente no quería discutir, pero a veces era inevitable cuando se trataba de ese alfa. -Si empiezas a sentir cansancio puedes despertarme, soy el hijo de un guardián que nació en el sur. He recibido mi ración de entrenamiento obligatorio por parte de mi padre, a pesar de que nunca me ha gustado usar la violencia puedo lanzarme a la yugular de un lobo si es necesario.

Jungkook asintió en la oscuridad, los pasos y carreras de los guardianes del norte continuaban resonando en sus oídos de la misma manera en la que lo hacían las ramas y hojas que estos pisaban al moverse.

-Lo sé. - Jungkook colocó las manos tras su nuca y giró la cabeza hacia Taehyung, el hijo de los Kim estaba recostado de lado hacia él y sus miradas se conectaron con la luz de un relámpago tan solo por un par de segundos. - Sé que puedes defenderte pero también sé que no es algo que quieras hacer a menos que sea realmente necesario. Seré un guardián oficialmente en solo unos meses, puedo hacer una guardia sin que eso conlleve demasiados problemas. Solo… duérmete, Taehyung. Demasiada charla política por hoy.

Taehyung asintió, y de verás trató de quedarse dormido pero los aullidos del exterior volvieron a surgir entre la noche tan solo una hora después de que los dos decidieran acomodarse en la cama. Cerca, eso había estado mucho más cerca. Tanto que no le extrañaría si lo siguiente que llegasen a escuchar fuese un alarido en la planta baja de la casa. Su lobo estaba completamente estresado e intranquilo, sabía defenderse y podría hacerlo pero…

-¿Estás asustado? Tu olor es… - olía a ansiedad, Taehyung estaba llenando la totalidad de la habitación con su ansiedad y a Jungkook no le gustaba porque eso tapaba el olor natural a frutos del bosque que conformaba el aroma del hijo de los Kim. Y porque de alguna manera en sentimiento se apegaba a su piel con pasmosa facilidad. A su lobo le causaba nerviosismo el hecho de que el lobo de Taehyung se mostrase inquieto.

-Lo estoy. No me avergüenza decirlo, estoy asustado porqué no tengo la menor idea de lo que está ocurriendo ahí fuera. Un solo lobo no debería tener corriendo a gran parte de la guardía del norte durante horas.

-Ajá.

Jungkook dudó, realmente tuvo que pensar por al menos diez minutos en si lo que quería hacer estaría bien o mal pero en algún momento sus pensamientos derivaron en que definitivamente sería lo correcto. Así que tras girarse en la cama, sus manos buscaron la cintura de Taehyung y lo jalaron cerca.

-Relájate. - susurró el sureño, haciendo que su olor cubriese a Taehyung con la única intención de ofrecerle un punto de soporte cálido y tranquilo.

Si su acción había sido adecuada o no era algo que en ese preciso instante no le importaba, porque tras media hora en la que soltó todas las feromonas que logró generar, Kim Taehyung se durmió serenamente contra su pecho.

Cuando Taehyung se despertó el cuerpo de Jungkook ya no se encontraba a su lado en la cama y por un instante eso lo confundió, ¿a dónde había ido el alfa sureño? Su mano se deslizó a través de las finas sábanas de verano y el miedo se asomó de alguna manera, temía haberse quedado dormido mientras Jungkook se enfrentaba solo a un alfa enemigo y…

-El ruido de pelea y persecución terminó sobre las tres de la madrugada. Si me preguntas, estoy casi convencido de que los guardianes de tu clan han logrado controlar la situación después del desastre que se generó durante la noche.

Oh, ahí estaba. Jungkook se encontraba sentado en el sillón situado cerca de la ventana de su habitación, con los ojos todavía atentos a lo que sea que estuviese sucediendo en el exterior y las manos apoyadas en el reposabrazos de manera despreocupada. Su flequillo azabache resbalaba liso y revuelto sobre su mirada, Taehyung podía apreciar que este portaba una leve señal de ojeras en el rostro a pesar de la escasa luz que atravesaba las ventanas de su habitación. No pudo evitar preguntarse si el contrario estaría demasiado cansado tras un día agitado como lo había sido el anterior, dudaba seriamente que Jungkook hubiese cerrado los ojos por al menos un minuto. Su educación y posición como futuro guardián probablemente estaban obligándolo a tomar una batalla que no era suya, porque definitivamente un enemigo del norte habría sido problema del norte solo un mes atrás. Y ahora era el deber de aquellos a los que se le indicase tomar el control al respecto, Kook todavía no era un guardián incluso si cada poro de su piel desprendía el orgullo de serlo en forma de aroma repleto de acidez.

Las cortinas no estaban corridas del todo, y eso le permitió a Taehyung observar las gotas de lluvia que chocaban en una melodía tranquila sobre los cristales desde su propia cama, líneas de agua deslizándose en una carrera posma. Las sábanas estaban hechas un completo desastre, desperdigadas de manera desordenada sobre el lado de la cama que el alfa Jeon había ocupado durante la noche y cuando se dispuso a sentarse para apoyar la espalda en el cabezal la imagen de la camiseta que había usado la noche anterior apareció ante él, recordó haberla dejado caer entre la oscuridad y con el miedo acechando su espalda por primera vez desde que era un niño. Habían pasado muchos años desde que ya no temía quedarse en su habitación sin la luz de su mesilla encendida.  La fina prenda de algodón permanecía tirada en el suelo, cerca de la puerta cerrada. Todo olía a desastre a su alrededor en una casa que con sus mejores y peores momentos siempre había sido sinónimo de hogar y refugio para él.

Nunca antes se había sentido amenazado en el norte, ni tan siquiera cuando las habituales peleas en la frontera hacían que su padre tuviera que salir por la puerta principal con prisa. De todos modos, él siempre les prometía que volvería y por supuesto lo cumplía. Kim Namjoon podía ser el jefe de los capitanes norteños, pero su familia siempre ocupaba el primer lugar. Por encima de cualquier otra cosa.

La lluvia parecía estar calmandose, pues aunque esta no había parado definitivamente no podría compararse con los aguaceros que el día anterior provocaron que Jungkook y él  tuvieran que quedarse en el norte. Tae sabía que sin importar el hecho de que ahora las gotas de agua descendieran por los cristales de la ventana de su habitación de una forma tranquila, sería imposible cruzar el río hasta que el caudal de este disminuyera. Y para que eso sucediese, faltaban al menos unas cuantas horas.

-¿Has logrado ver algo? - Taehyung no tardó en levantarse, sus pasos se movieron con pereza hacia la zona en la que el sureño se encontraba y a juzgar por la luz del exterior, probablemente había amanecido hace poco. Aunque la lluvia y las nubes oscuras no le ayudaban en el proceso de situarse en una hora de la mañana concreta.

¿Por qué seguía teniendo tanto sueño?

-Hay guardias entre los árboles todavía, los he visto entrar y salir varias veces. Parecen estar armando algún tipo de plan de contingencia. - Jungkook llevó su mirada hacia Taehyung cuando el hijo de los Kim se situó a su derecha para observar lo mismo que él. - No puedo ver demasiado porque la casa de los Park oculta muchos de sus movimientos pero no hace falta, es obvio que están rodeando todo el poblado. No sé si el objetivo es impedir que ese lobo salga o entre. Y ni siquiera podremos saber si se ha escondido o si por el contrario lo tienen bajo control, a no ser que movamos nuestro culo para averiguarlo por nosotros mismos.

Taehyung asintió, con los ojos todavía adormilados, el cabello plateado completamente revuelto y las marcas de las sábanas sobre la piel de su torso. Era una imágen doméstica, o a Jungkook le pareció eso cuando el chico se estiró haciendo sonar sus huesos en un intento por terminar de despertarse.

-¿Crees que hay más de un lobo extraño ahí fuera? - preguntó.

-Puede ser, es probable que durante la noche más de un lobo decidiera atacar para ayudarle. Somos animales de manada por lo que es raro que alguien decida moverse por sí mismo hacia un territorio que no es el suyo. No sabemos lo que ha pasado pero es obvio que un solo alfa no pudo ocasionar toda esa… - masacre. Por algún motivo Jungkook decidió evitar usar una palabra como esa ante el hijo de los Kim. No se imaginaba a Taehyung teniendo que lidiar con toda esa mierda pero todavía podía ser sincero al respecto sin implicarlo en exceso. - He visto cómo trasladaban a algunos guardianes heridos, creo que no fue una pelea precisamente pacífica.

Taehyung abrió los ojos con sorpresa y miró a Jungkook, asegurándose de que no había imaginado lo que el contrario le estaba diciendo, aunque debería habérselo imaginado. Le gustaría haberlo hecho. Ellos dos habían escuchado los aullidos y súplicas por ayuda de los guardianes norteños. Todavía estaba adormilado pero no lo suficiente como para tener sueños lucidos o alucinaciones.

-¿Hablas en serio?

-Lo hago, no parecían estar heridos de una forma excesivamente grave pero los lobos podemos curarnos rápido, más todavía aquellos que hemos sido entrenados para la batalla… Seguían sangrando cuando los ví en la mañana, y como te dije los sonidos de pelea dejaron de escucharse en la madrugada.

¿Podía acaso Jungkook haber tenido razón con todo lo que le dijo la noche anterior? Si este no lo hubiese invitado a reflexionar Taehyung probablemente habría decidido continuar con las luces encendidas hasta obtener sueño y si aquel aullido no hubiera llegado hasta sus oídos ni siquiera se habría asustado ante la presencia de un lobo que no conocía de nada. Tener a Jungkook a su lado no solo significaba que un aprendiz de guardián podía ayudarle a entender las cosas que conllevaban una potencial carga de peligro, sino que también implicaba estar al lado de alguien que sin duda sería sincero con él. A veces tan sincero que escocía pero en definitiva, honesto.

Un escalofrío recorrió su pecho pensando en aquello que quizá les podría haber ocurrido si hubiera decidido retarlo como siempre hacía, cuando se trataba de Jeon le gustaba llevarle la contraria. Porque él no solía hacerle caso a la forma de pensar del sureño, era un juego entre ambos el de ignorarse mutuamente de vez en cuando para evitar peleas que sabían que surgirían. Un juego en el que generalmente las situaciones eran tan estúpidamente inofensivas como pelear acerca de si un alfa podría tener descendencia con otro o no.

Inofensivas porque implicaban un debate, mas no un riesgo para ellos dos. Taehyung no era un idiota, sabía defenderse y podía oler el peligro pero quizás su elección de preguntar antes de atacar implicaría una enorme diferencia en el resultado de una pelea cuando todo lo que quería el adversario era lastimar. Así que al menos en esa ocasión, se alegraba de tener a su lado a Jeon Jungkook dispuesto a hacerle ver que charlar no era precisamente la mejor idea cuando se trataba de ese misterioso lobo que ahora ocupaba el poblado de los guardianes del norte.

-Jungkookie. - Taehyung no pudo evitar llevar una de sus manos hasta el cabello azabache que resbalaba sobre la nuca de Jungkook para acariciarlo. - Gracias por hacerme ver lo que yo no podía. Si no hubieses estado habría creído hasta el final que ese lobo era inofensivo, yo…

-Lo sé. - Jungkook sonrió, dejándose hacer por Taehyung al sentir aquellas caricias como algo extrañamente reconfortante. - Te han educado de manera diferente, sabes defenderte pero prefieres dialogar. No puedes ver el mal en otros, es peligroso que pienses de esa forma pero empiezo a entender que eso es lo que te hace ser tú.

Los dos alfas se quedaron en silencio, tan solo compartiendo una mirada que incluso sin quererlo decía mucho más que las palabras que abandonaban sus labios. Las gotas de lluvia eran lo único que rompía la calma que había regresado al poblado después de la noche agitada. La mañana tormentosa de verano se abría paso entre las nubes grises.

-Deberíamos ir a hablar con ese guardián. - Jungkook relamió sus labios antes de apartar sus ojos de los de Taehyung, el recuerdo del beso compartido el día anterior parecía seguir vivo para su lobo cada vez que cruzaba una mirada con Taehyung. - No tiene ningún motivo u obligación de contarnos lo que ha pasado, pero supongo que podemos usar de excusa el hecho de que ningún guardia ha venido a ver si estamos bien. Prácticamente nos dejaron solos en medio de toda esta mierda.

Taehyung negó levemente con la cabeza, todavía con los dedos de su mano acariciando el cabello del chico ante sus ojos. El sureño que ahora parecía ansioso por ir a hablar con Jung, era el mismo que unos segundos atrás lo miraba con dulzura. El mismo que la noche anterior le había hablado de que se casaría con una omega que cumpliese con todos esos requisitos asquerosos que los Jeon creían necesarios.

Jungkook podía ser un chico dulce pero también era un idiota por creer tan fielmente en aquello que le habían enseñado, Taehyung sentía la necesidad de enseñarle. De mostrarle que el amor era importante en contra de lo que sea que a este sus senex le hubieran dicho, pero en realidad esa no era una batalla que él tuviera que luchar. No podía pretender arrancar de Jungkook aquello que había mamado y aprendido desde su primer aullido, sus culturas eran diferentes pero al final eran suyas. Quitarle eso sería egoísta, por muy estúpidas que le parecieran las tradiciones de los Jeon.

-Deja que me vista, principito. - Tae bostezó. - ¿Qué hora es? Siento que he dormido mucho pero no parecen más de las…

-Las nueve menos diez. La tormenta no ayuda, la casa sigue oscura pero creo que ya no hay problema alguno con que enciendas la luz. Es de día en el exterior.

-Solo un día nublado entonces. - Taehyung volvió a estirarse. - Realmente he dormido bien. Me siento como si mi cuerpo hubiera descansado por una semana completa.

-Parecías cómodo. - Jungkook bromeó, levantándose para ir hacia la cama de nuevo. Dejó caer su cuerpo sobre el mullido colchón. Mientras que Taehyung había dormido de forma bastante confortable, él había mantenido sus ojos bien abiertos con la intención de escuchar todo lo que sucedía en el exterior. Preparado para atacar si era necesario hacerlo.  - Supongo que mi pecho ha sido una buena almohada.

-Supongo que lo fue. - el hijo de los Kim sonrió y se giró para obtener algunas prendas del armario. - Ten, será mejor que ambos nos cambiemos y bajemos a desayunar, Hoseok tiende a ser un lobo con horarios complejos.

Jungkook bostezó mientras movía la cabeza en forma de asentimiento.

-Okay. Este alfa sureño se muere de hambre.

Taehyung y Jungkook cruzaron el suelo de piedra de las calles interiores del poblado de guardianes en silencio y con las manos en los bolsillos de sus pantalones vaqueros, era obvio que durante la noche muchos guardias se habían arriesgado a cruzar el caudal crecido y rápido del río a juzgar por el despliegue de medios que podía observarse a simple vista. Él no recordaba ver a tanta gente antes en esa zona, de hecho el principal problema había sido que ni tan siquiera pudieron encontrarse con un guardián hasta que algo en la casa de los Park llamó la atención de Jung a la par que la suya y la de Taehyung.

-Vuestros guardianes son rápidos al menos.- Jungkook susurró, y en realidad no sabía porqué lo estaba haciendo pues las personas ni siquiera habían puesto un ojo sobre él. Probablemente conscientes de que si estaba al lado del hijo de su jefe significaba que no era una amenaza. Caminar por ese lugar con Taehyung se sentía un poco como ser inmune.

-La mayoría de las personas que ves no son guardianes, probablemente los Jung pidieron ayuda a la gente de otros poblados y decidieron echar una mano por voluntad propia. Eso explica el porqué un solo lobo ha causado tantos daños, no son personas entrenadas para contener a otras.

Jungkook se limitó a asentir, todavía caminando al lado de Taehyung mientras sus ojos detallaban la totalidad de aquel sitio, pudo ver la tienda de la que había hablado Taehyung el día anterior cuando le ofreció un jabón casero antes de tomar una ducha, así como una panadería que logró hacerlo flaquear ante el delicioso olor del pan recién horneado y quizás… Nueces, estaba oliendo nueces y chocolate, naranja y harina, limón y miel. Era delicioso, tan solo el aroma lograba que su boca se hiciera agua. Sus ojos también lograron captar un par de bares pequeñitos en los que las personas se encontraban descansando tras la agitada noche, con rostros afectados y tazas que desprendían olor a café puro en sus manos mientras se juntaban en grupos para charlar. El sitio parecía vivo ahora, en contraposición con lo que había sido solo unas diez horas antes.

Siguieron caminando por al menos cinco minutos hasta finalmente llegar a un camino de tierra mojada que bajaba en cuesta hacia una casa de madera mucho más grande que las anteriores, un cartel dejaba ver con letras cursivas negras el apellido “Jung” sobre un buzón de madera pintado de azul cobalto que parecía haber sido tallado a mano en algún momento. Los manzanos con frutas rojas y brillantes se arremolinaban alrededor de aquel lugar, logrando que la vivienda obtuviese un aspecto de cuento de hadas no solo por su madera decorada de un bonito y llamativo color blanco, sino también por las enredaderas salvajes que trepaban por la totalidad de la fachada y ahora dejaban caer las gotas de lluvia al ser removidas por el viento.

-Los Jung viven aquí desde… ¿Siglos? La familia de Hoseok siempre se ha dedicado a ejercer como guardianes, así que su casa es un refugio para las personas que lo necesitan. Ese es el porqué de su tamaño, si algún lobo necesita un lugar en el que resguardarse puede pedirles cobijo y ellos se lo darán de forma instantánea. Es por eso que a veces los horarios de Hoseok son complejos, vive por y para su labor de guardián.

-¿Por eso rompiste tu relación con él? - Jungkook sabía que aquello no era de su incumbencia pero decidió culpar nuevamente a su curiosidad para excusar la impertinencia.

-Bueno, uno no puede tener una relación con un fantasma. ¿No crees? Hoseok era más un fantasma que una pareja, cuando éramos niños solíamos jugar durante horas en el lago y los bosques cercanos a nuestro poblado. Crecimos juntos, nuestros padres trabajaban juntos, la gente esperaba que simplemente nos uniéramos y fuésemos felices. Supongo que en algún momento nosotros dos decidimos creer que estábamos destinados porque todo el mundo decía que lo estábamos pero en realidad no funcionó.

-Los destinados no existen, no sé si en el pasado sucedía pero actualmente es una leyenda sin ningún tipo de fundamento.

Taehyung dejó escapar una carcajada, llamando la atención de Jungkook cuando frenó sus pasos para mirarlo a los ojos. El hijo de los Kim llevaba puesta una cazadora negra y mantenía la capucha sobre su cabello plateado evitando la lluvia tranquila de esa mañana.

-Por supuesto que un Jeon no cree en las parejas destinadas, tú lo dijiste. Buscarás a un omega que pueda darte a un cachorro fuerte, no puedes encontrar a tu pareja destinada guiándote por la fertilidad del lobo que selecciones para acompañarte de por vida. Es obvio que para vosotros los destinados no existen, eso rompería el sentido de vuestras costumbres.

-Lo que sea, estamos aquí para averiguar lo que ha pasado. - Jungkook fue el que decidió cambiar de tema en esa ocasión, no pretendía discutir con Taehyung. Ignorar los debates del contrario ya era una costumbre entre ambos. - Con suerte podremos obtener algunas respuestas.

El hijo de los Kim siguió caminando tras entender que Jungkook estaba alejando de ellos una posible discusión que no serviría de nada en la situación en la que ambos se encontraban, tendrían tiempo para debatir sobre si las parejas destinadas existían o no cuando regresasen a la normalidad rutinaria.

Así que habiendo dejado una potencial pelea atrás, los dos subieron las escaleras del porche de la casa de los Jung hasta llegar a la enorme puerta de madera que conformaba la entrada principal. En realidad el sitio tenía más aspecto de hostal que de vivienda familiar, Jungkook podía afirmar eso incluso sin haber entrado todavía.

Taehyung alzó la mano para sostener la aldaba de metal, y nuevamente a Jungkook le llamó la atención algo de aquel lugar. El llamador tenía la característica forma de un lobo, con su enorme boca abierta y los colmillos sujetando el picaporte circular.

-¿Crees que estará?

-Siempre hay un Jung en la casa, son muchos hermanos y todos ellos dedican su vida a las guardias. La vivienda jamás está vacía, incluso en los peores momentos hay alguien para recibir a quién sea que necesite ayuda.

Jungkook asintió, solo unos segundos después la enorme puerta fue abierta por un chiquillo que no debía superar los once años de edad y Taehyung se aventuró a sonreír con ternura al verlo de puntillas para poder abrir la puerta. No era lo que Jungkook estaba esperando precisamente, un lobo pequeño y adormilado estaba abriendo la puerta de una vivienda que Taehyung había mencionado que era el hogar de una familia de guardianes norteños desde siglos atrás. No sabía lo que esperaba en realidad, pero definitivamente no a ese pequeño lobo de sonrisa amplia y hoyuelos notables.

-Sunoo. - Taehyung sonrió. - ¿Está tu hermano mayor en casa?

-¿Cuál de ellos? - la tonalidad que había usado el pequeño lobo era dulce y demostraba familiaridad con Taehyung.

-¿Cuál crees? - respondió el hijo de los Kim, sin borrar la sonrisa de sus labios.

-Si eres tú, tienes que estar buscando a Hoseoki. ¿Verdad?

Taehyung asintió rápidamente.

-Está en el cobertizo del jardín trasero. - mencionó. - Ha capturado al intruso pero no lo ha querido traer a casa porque es como… - el pequeño lobo se llevó una mano a la barbilla para pensar. - ¿Salvaje? Sí, creo que dijo eso.

-Iré a hablar con él, ¿está bien eso?

El pequeño asintió con una enorme sonrisa en sus labios.

-A Hoseoki siempre le pone de buen humor verte, ve sin problema. Ya sabes dónde está el cobertizo, ¿cierto?

-No te haces una idea de lo bien que lo sé.

Jungkook alzó una ceja, divertido por el tono usado por el hijo de los Kim antes de alzar la mano para despedirse del pequeño lobito que les había abierto la puerta, que ahora mostraba una expresión confundida debido a la respuesta de Taehyung.

-¿Conoces bien ese cobertizo? ¿Eh? - golpeó levemente con el codo al contrario.

-Oh, cállate. Cuando tienes diecisiete años y un novio guardián, es difícil encontrar un buen sitio para pasar el rato sin que alguien interrumpa. Hoseok fue el primero para mí y solíamos pasar el tiempo en su cobertizo para hacer cualquier cosa que se te ocurra.

Tres años. Habían pasado tres años desde su ruptura con Hoseok pero Kim Taehyung se encontró sonriendo cuando llegaron hasta ese cobertizo que tan buenos recuerdos le traía. Tanto Hoseok como él fueron dos adolescentes repletos de sueños, así que las memorias eran buenas a pesar del modo en el que las cosas se habían terminado. Forzar una relación no era recomendable para nadie, y durante un tiempo ellos dos hicieron exactamente eso. Los meses que pasaron juntos antes de que Jung Hoseok se presentase oficialmente como guardia del norte fueron buenos, pero el escaso tiempo que lograban compartir mientras este comenzaba a realizar sus tareas como guardián fue sencillamente indiferente. Y el amor nunca debería acercarse ni por un poco a la definición de indiferente.

-Hablemos con ese alfa. - Jungkook le dedicó una mirada a Taehyung, esperando a que este se adelantara para tocar la puerta de metal del cobertizo.

El hijo de los Kim tan solo asintió en respuesta y dando un par de pasos hacia delante decidió alzar su puño para tocar la puerta, sabía que abrirla sin más podría ser no solo de mala educación sino también suponer un inconveniente si el lobo que habían logrado atrapar estaba dando problemas.

Tuvieron que esperar al menos dos minutos antes de que un Jung Hoseok con aspecto cansado, ojeras bajo la mirada y rastros de sangre en las mejillas asomase su cara por la rendija de la puerta del cobertizo. Las manos le temblaban.

-¿Taehyung? ¿Qué haces aquí? ¿Ha ocurrido algo? - la confusión era plenamente notable en el rostro del contrario.

-Sé que no tienes que responderme, pero nos gustaría saber si el problema con el lobo que se coló en nuestro poblado está solucionado. Hemos pasado la noche completamente solos en la casa de mis padres y ninguno de los guardianes se ha acercado para informarnos acerca de lo que está ocurriendo o al menos preguntarnos si estamos bien.

-Bueno, en mi defensa diré que tu amigo presumió acerca de ser un guardián sureño y…

-Y eso no tiene nada que ver. - se adelantó Jungkook. - Vuestros propios guardianes no parecieron ser suficientes durante un par de horas para frenar el avance de ese alfa, ¿crees que un solo guardián sureño podría hacer algo en su contra si llegase a atacarnos?

Hoseok se mantuvo en silencio por un par de segundos, su mirada estaba solamente sobre Jungkook. Escrutando cada parte del forastero que había llegado junto a Taehyung y que ya se atrevía a juzgar el trabajo llevado a cabo por los miembros de la guardia del norte.

-Nuestros guardianes no han podido contenerlo porque la gran parte de ellos se encuentran en el sur, al otro lado de un río que la tormenta ha hecho crecer hasta hacer imposible la posibilidad de cruzarlo. Si no fuese por los lobos Yook que han venido a ayudar, probablemente ni siquiera habríamos logrado parar el avance de ese lobo.

-Pero lo tenéis, ¿cierto? - Taehyung no logró evitar que la curiosidad asomase a su mirada.

Hoseok se encontró a sí mismo suspirando antes de abrir un poco más la puerta del cobertizo para permitir que Taehyung y el alfa que lo acompañaba entrasen.

-No debería estar contándoos esto, pero la cobertura de nuestros teléfonos es mala debido a la tormenta y si alguien pregunta pondré de excusa que lo he hecho únicamente para que le transmitas la información a tu padre. ¿De acuerdo? - Hoseok extendió su mano hacia Taehyung y este la tomó.

-De acuerdo.

Un par de pasos hacia el interior del cobertizo fueron suficientes para que Jungkook y Taehyung pudiesen apreciar la imagen de un chico de cabello negro atado a una silla. Tan solo llevaba un par de pantalones vaqueros que en realidad parecían quedarle grandes y las marcas de cicatrices, tanto recientes como curadas, se extendían por sus brazos y torso. Incluso sobre su ojo había…

-Ya estaba herido antes de que pudiese atraparlo. - informó Hoseok. - Las heridas recientes son de la pelea de esta noche pero hay otras, muchas otras… No ha hablado todavía y no pretendo usar la violencia si no estoy seguro acerca de cuáles han sido sus intenciones al venir a nuestro poblado. Pero si los guardianes sureños se entrometen… - Hoseok clavó sus ojos en Jungkook. - Estoy seguro de que la violencia aparecerá como método de interrogatorio. En cuánto puedas cruzar el río necesito que informes a tu padre de lo que ha ocurrido, dile que lo tengo controlado y que yo me encargaré de todo. No quiero un desfile de guardianes sureños metiendo el hocico en una pelea que no es suya. ¿De acuerdo?

-¿Es un norteño? - Taehyung preguntó tras asentir al trato lanzado por Hoseok.

-No puedo saberlo todavía pero al menos su lobo lo parece. Quizás haya descendido desde la cima, si ese es el motivo por el que ha llegado a nuestro territorio repleto de rabia, me temo que tendremos que subir para hacernos una idea de lo que está ocurriendo ahí arriba.

-No es normal que ellos bajen, ¿cierto?

Jungkook se mantenía en silencio, apoyando la espalda contra la puerta de metal del cobertizo mientras los dos norteños charlaban. La imagen de ese lobo atado y lastimado estaba lanzando escalofríos por toda su espina dorsal.

-Ataque. - entonces el lobo misterioso habló, con la voz ronca y las palabras abandonando sus labios de forma dificultosa. Casi desentrenado en la tarea de tener que abrir su boca para formar frases. - Ellos atacaron a mi gente.







--------------

Hiiii!!!

Nuevo miércoles y nuevo capítulo que de verás espero que os guste. Os puedo decir que realmente me ha quedado más largo de lo normal pero me daba miedo que fuese aburrido. Inicialmente tenía 4.000 palabras y lo amplíe a casi 7.000 🤭

Un beso,
os amo
Mel
💜

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