Capitulo 48: Satoru contra Mikey e Izana.
Horas antes de la guerra.
Cuando llegaron al hospital lo primero que notaron era que Draken venía regañando al chico en su espalda que se hizo el dormido solo para que lo carguen, o es la excusa que dio, cuando los doctores revisaron a ambos no encontraron ninguna herida, solo un horrible hematoma donde golpearon a Satoru en la espalda al que solamente le estuvieron aplicando hielo. Mientras él estaba en eso Draken estuvo a su lado en todo momento, jamás se separó de él por nada en el mundo y quedó sorprendido cuando este le propuso iniciar el plan ahora.
—Quiero hacerlo. — pide muy serio. — Dile los chicos que nos esperen en el estacionamiento.
—Pero... Tu espalda... — le recuerda muy preocupado.
—Ahora no es el momento, cielo. — cuando el doctor les dio la espalda él aprovechó para besar brevemente los labios de su prometido. — Voy a estar bien.
Draken salió de la habitación bastante pensativo, le costaba aceptar que su prometido y su mejor amigo iban a pelear, porque ese era el plan; Satoru derrotaría a los líderes para probar que él es el más fuerte de todos y estar en lo más alto de la cúspide para acabar con todo esto. Apenas llegó frente a Mikey este lo vio con una tranquila sonrisa en su rostro.
—Kenchin ¿Qué sucede?
—Satoru quiere hablar contigo en el estacionamiento. — informa serio, Mikey se rió por la seriedad en su rostro y se levantó para ir a donde le indicaron. El rubio tuvo que suspirar antes de dirigirse a los otros dos. — Emma-chan, Takemicchi, nosotros también vamos.
— ¿Qué está pasando Draken-kun? — pregunta muy preocupado el rubio menor. — ¿A caso van a pelear?
—Exactamente. — confirma, aterrando al viajero y preocupando a la rubia. — Satoru va a destronar a Mikey.
Tuvieron que ir corriendo para seguirle el paso al viajero que llegó a tiempo para ver a ambos amigos frente a frente charlando como grandes hermanos. Ambos sonreían en grande y no había un aura hostil en ninguno de los dos. Se relajaron muy pronto cuando el más bajito encajó una de sus poderosas patadas en el brazo que Satoru usó para bloquearlo.
—Sigues siendo tan fácil de leer. — bromea juguetón el pelinegro que tomó con fuerza ese tobillo. — Eso te terminará condenando, Mikey.
Mandó a volar al más alto contra una de las paredes, haciendo jadear de la sorpresa a los rubios más bajos. El más alto observaba todo muy serio, tonando que el brazo de su prometido temblaba levemente, ese mismo brazo que usó para bloquear a Manjiro, quien se recuperó del golpe para correr hacia el otro e iniciar de una vez el intercambio de golpes.
Intercambio que no duró mucho, porque de dos brutales golpes Mikey se encontraba agonizando de dolor en el suelo, con Satoru de pie como el vencendor de ese encuentro. Este se dejó caer de rodillas justo detras del rubio para que apoye su cabeza en sus muslos y así ambos mirarse desde diferentes ángulos.
—Cumple con tu promesa... — habla convencido. — La cual implicó que cuando perdieras contra mi irías a terapia con tu hermana y me darías a la Toman.
— ¡¿Darle la Toman a Satoru?! — grita sorprendido el rubio de ojos claros. — ¡¡Es una locura!!
—Soy un hombre de palabra, Satchin... — Satoru le sonrió de forma cálidda cuando el otro comenzó a llorar como un bebé en busca de consuelo. — Me duele, me pegasta muy fuerte.
—Shhh, lo siento, admito que me pasé un poquito...
Ambos amigos se abrazaron con fuerza mientras el más bajito lloraba desconsoladamente en el hombro del otro. Unos sonidos de pasos se escucharon, cuando todos se giraron la sorpresa crecio al ver a Hina junto a Mitsuya, Smiley, Angry y una persona que dejó en shock a Satoru.
— ¡Senpai! — gritó feliz el tierno rubio.
— ¿Touya...? — susurra con lágrimas acumulándose en sus ojos.
—Senpai, que malo fuiste. — murmura con un puchero, se asustó cuando el otro caminó muy serio hacia él, con un aura muy atemorizante. — N-nunca me visitaste y-
El rubio quedó mudo cuando el otro lo abrazó con fuerza y sintió su hombro húmedo. Satoru se aferró con todo al pequeño cuerpo de su mejor amigo mientras lloraba desconsoladamente sobre su hombro, pero era parte de su alivio todo eso, el al fin poder llorarle no solo a él, sino también a sus madres y al recuerdo de él desprotegido.
—TE EXTRAÑÉ DEMASIADO. — chilla con voz rota.
El pequeño rubio no pudo evitar llorar como bebé al sentir a su superior sufrir por su culpa, porque ahora ambos están bien y juntos como debería ser. Ambos amigos unidos nuevamente por la vida en una de las mejores líneas del tiempo.
—... Debo pedirles un favor a todos. — avisa con rostro serio mientras se separa un poco de Touya.
—La primera orden de nuestro comandante, que emoción. — festeja entre risitas Smiley.
—Necesitamos nuevos uniformes para llegar con estilo a la guerra... Mitsuya ¿Crees poder? — pregunta viendo al peli plateado que hizo un gesto pensativo.
—Con todo mi equipo podría hacerte 10 trajes nuevos.
—Con 4 me basta y sobra. — luego arreglarían el tema de los talles, ahora se giró a ver a los demás con una pequeña sonrisa. — Ahora debemos derrotar a Tenjiku, pero no podemos llegar tarde...
"Michi, ¿crees poder hacernos tiempo?"
—Todo el tiempo que pidas, comandante.
Con la llegada de Satoru al campo de batalla todo se dio vuelta a favor de la Toman. Tanto Hina como Mikey corrieron a socorrer a Takemicchi mientras que Draken y Satoru caminaron elegantes hasta el centro de todo donde los esperaban Kakucho junto a Izana. Ambos dúos se miraron de forma amenazante, como si el más mínimo respiro pudiera destruir por completo esa tensión entre los cuatro.
—Estás vivo... — dice lo obvio con sorpresa y alivio.
—Terminemos con esto de manera pacífica, Izana. — propone muy serio.
— ¿Terminar? Oh, querido Jabberwocky... Es imposible detener esto. — niega con una tétrica sonrisa. — Esto no se termina hasta que uno esté muer-
Con un puñetazo en el rostro fue mandado a volar varios metros de distancia. Todos miraron en shock al de quemadura en el ojo y tatuaje en el cuello por la brutalidad con la que hizo ese movimiento. El segundo al mando no iba a quedarse de brazos cruzados, fue corriendo a intentar golpear al pelinegro, pero otro brazo hizo de palanca para empujarlo lejos del comandante.
—No te metas. — ordena Draken.
—Bien, que sea una pelea a muerte... — murmura serio Satoru. — VAMOS, TOMAN. ACABEMOS CON TENJIKU.
—TENJIKU, ACABEN CON TOMAN. — grita fuerte y alto Kisaki Tetta, que luego tembló por las miradas de Satoru y Takemichi.
"...Pelearé contra Izana para que Michi pueda llegar a Kisaki, ese es el plan."
—VAMOS.
Todos corrieron a la batalla, Baji junto a Chifuyu y los trillizos fueron a apoyar a Takemicchi para que vaya corriendo hasta Kisaki, quien se desesperaba por la rapidez con la que se acercaba el rubio mayor. La pareja de prometidos luchó hombro a hombro para que Satoru pueda llgar nuevamente a Izana, quien peleó desesperado y sin control alguno sobre lo que hacía, Satoru por tener la cabeza fría supo esquivar algunos golpes, pero el resultado fue el mismo que Mikey; cuatro intensos golpes y quedó noqueado en el suelo al igual que Kakucho por obra de Draken. Mikey por atrás protegía a Emma y Hina, quienes también peleaban para hacerle camino a Takemicchi.
— ¿Escuchas eso? — pregunta Draken sorprendido.
—... Es la policía. — razona Satoru cuando ve a lo lejos como Takemicchi corretea a Kisaki lejos de donde ellos estaban. — LA TOMAN GANÓ AL YOKOHAMA TENJIKU, ADMITAN SU DERROTA O PREPÁRNCE PARA MORIR.
Nadie le contradijo.
— ¡Toman, nos vamos! — avisa Draken.
Los de Tenjiku se quedaron a ser arrestados. Lograron capturar a Kisaki, quien al hablar pacíficamente con Hina, aceptó su derrota sanamente. Todo marchó bien, una semana después de todo lo ocurrido la Tokyo Manji se disolvió y con eso Satoru fue en bici junto a Takemicchi para llevarlo a la casa de Hina, donde le daría la mano a Naoto para volver.
—Te voy a extrañar, Michi. — confiesa el Sadao con una pequeña sonrisa en su rostro.
—Para mí va a ser como dormir un rato, pero tu... ¿Vas a estar bien? — pregunta preocupado detrás de él.
—Voy a estar bien, 12 años más no van a matarme ¿verdad? — bromea con diversión mientras detiene su bici frente al complejo de departamentos. — Pero... ¿Sabes? Esta vez lo valen.
—Si, lo hicimos bien. — felicita el rubio que se bajó y quedó frente al pelinegro.
—... ¿Cómo... pasó todo esto? — pregunta luego de un breve silencio.
Esa es una duda que tuvo desde el comienzo de todo. Cómo ocurrió todo esto, cómo pasó, quién verdaderamente fue el culpable de todo ¿por qué su familia dijo que es su culpa? Satoru quiere saberlo, quiere cerrar de una vez esa incógnita que lo mantiene en vela todas las noches.
—... Fui empujado a las vías de un tren, cuando volví... No, cuando desperté estaba 12 años antes en mi adolescencia. No sé cómo se activó, pero un chico raro de cabellos blancos me dijo que fuiste tu... ¿Es verdad?
—¿Cabellos blancos...? — lo recordó, pero no sabía la respuesta a esa pregunta. Bajó la mirada triste, no pudo sacar más información. — No, no tengo ni idea de cómo sucedió... Sólo me lancé de un edificio y-
Unos recuerdos borrosos de un enorme árbol llegaron a su mente. Satoru no entendía nada, ¿por qué esa imagen está en su cabeza? Ya se le fueron las ganas de averiguarlo, prefería pasar el resto de su vida junto a Draken ahora que puede hacerlo y no está arrepentido de nada.
—Olvídalo, acabamos de resolverlo todo, creo que este es el adiós ¿No crees? — estiró su mano al rubio con una enorme sonrisa en su rostro. — Ten un buen viaje, Hanagaki Takemichi.
—Si... — el rubio estrechó su mano con el pelinegro con una gran sonrisa. — Ten una buena vida, Sadao Satoru.
[N/A] El próximo capítulo es el final.