Solange

By KryzizBonny

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Solange nació en una familia de cazadores de vampiros legendaria, y por tanto, es su deber formarse como una... More

Advertencia
Prefacio
Capítulo 1 - Una Segunda Vida
Capítulo 2 - Emblemas
Capítulo 3 - Fracasos y Conquistas
Capítulo 4 - Liderazgo y Confrontación
Capítulo 5 - Equipo Integrado
Capítulo 6 - El Punto Débil
Capítulo 7 - Vida Mortal
Capítulo 8 - Iniciación
Capítulo 9 - Cabeza Fría
Capítulo 10 - Siguiente Nivel
Capítulo 11 - Dulces 16
Capítulo 12 - Corazón Roto
Capítulo 13 - Delirio
Capítulo 14 - Jack de la Morte
Capítulo 15 - Promesas, Secretos y Dudas
Capítulo 16 - Historias que se Tocan
Capítulo 17 - El Innombrable
Capítulo 18 - Doble Pérdida
Capítulo 19 - Rostros Amigables
Capítulo 20 - Recompenza
Capítulo 21 - Verdades
Capítulo 22 - Confianza
Capítulo 23 - Convivencia
Capítulo 24 - Rivales
Capítulo 25 - Invitada
Capítulo 26 - Vándala Juvenil al Volante
Capítulo 27 - Verdades que Destruyen
Capítulo 28 - Un rostro extraño
Capítulo 29 - Colapso
Capítulo 31 - Ayuda
Capítulo 32- Bloqueos y Reuniones Secretas
Capítulo 33- Fuego, Lluvia y Burbujas
Capítulo 34- Revolución
Capítulo 35 - Cosas que se ganan, cosas que se pierden.
Epílogo
Créditos

Capítulo 30 - Torn el Vampiro

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By KryzizBonny

⚔️ Antes de empezar: Además de la imagen de arriba, cada capítulo tiene un audio por si lo quieren escuchar al tiempo que leen. Solo hagan swipe izquierda en cada imagen y den play al video.



Solange volteó y no pudo cerrar la boca por unos momentos. Lo había visto en libros, lo había visto de lejos cuando entró al lugar cargado un enorme ataúd, pero jamás pensó que se tratara de él.

Era Torn, uno de los vampiros más antiguos en el mundo. Famoso entre las y los cazadores curiosos por alimentarse puramente de energía sexual.

Solange no lo notó cerca, así que había respirado todas sus alegres feromonas vampíricas en el aire.
Exhaló con cierta lujuria sintiendo todo su sistema respiratorio colapsar en fuego. Notaba la potencia de su embelezamiento natural y era como un imán enorme.

Su aroma era dulce y femenino, casi inocente, le recordaba a los pequeños corazones dulces de colores con sabor a flores que le encantaban a su abuela. Una esencia a violetas intoxicantes.

¡Maldita sea! Se reprendió y tuvo que dejar de respirar, además de poner extra concentración en la realidad. Se sentía de nuevo como una novata.
Su mano tembló, quería tocarlo. Sentía como si su vida dependiera de ello. Cerró esa mano aventurera en un puño fuerte y tuvo que clavarse las uñas en la palma. Debía controlarse y esperar a que su cerebro volviera en sí.

—Me haré cargo de ese, ese y ese. 4, 5 y 6— dijo él señalando varios números.

—¿Catrina, Jack y Cirse? —preguntó Solange extrañada.

Él asintió solemne.

Solange asintió también y pese al embelezamiento, sus ojos empezaron a lagrimear profusos.
—Lo siento, Catrina era mi mejor amiga —dijo ella con voz quebrada. De nuevo caía el peso y la presión asfixiante sobre sus hombros. El golpe de realidad.

—Siento tu pérdida, querida —le dijo él.

Y así, sin advertencia, Torn le quitó una lágrima del rostro con uno de sus dedos, pasando sus brazos alrededor de ella, abrazándola fuerte. Solange sintió electricidad pasar por todo su cuerpo y otras cosas que jamás confesaría. Su estúpido y confundido cerebro volvió a hacerla respirar. Otra ola de satisfacción, bienestar y alegría le derrumbó su pesar.

—¿Eres tú la pequeña Soleil? —dijo él apartándose —. Me contaron sobre ti.

Odiaba ese apodo que le daban los vampiros, pero en sus labios salía como música. Ella asintió cerrando los ojos para no dejarlo ver que los tuvo en blanco por unos segundos de placer extremo y al abrirlos, lo observó con detalle. Parecía devastado.

—Mucho gusto, soy Torn.

—Es un gusto, Torn —le dijo ella, intentando que su voz no temblara.

Él asintió.
—Catrina fue como familia por los últimos meses... comparto tu dolor —suspiró él —. Jack fue como mi hermano... y Cirse fue, bueno ella literalmente fue mi hija vampírica... lo siento mucho por ella y todo lo que hizo. Es cierto lo que dicen, no es fácil ser padres —puso un dedo en sus labios pensativo—. Aunque viendo hacia atrás, creo que fuí una madre muy mediocre.

—Puedo ayudarte a que preparen los... cuerpos —dijo Solange volviendo un poco en sí, esa era la PEOR situación para tener enfrente un vampiro con tal poder de seducción y embelezamiento. Su luto se veía afectado por la enorme cantidad de "químicos felices" que el vampiro le hacía producir a su cerebro... aunque pensándolo mejor... quizás era la mejor situación—. ¿Deseas buscarles los servicios funerarios de forma independiente?

Torn asintió.
–Sí, lo haré yo. Ya viene siendo tiempo de que piense en mi fin también y organizar cosas me tendrá la mente ocupada.

—La mente ocupada—repitió Solange en un jadeo recordando el rostro de su amiga fallecida.
Al segundo que Torn se fuera, todo le caería encima de nuevo. Lágrimas volvieron a escurrir por su rostro. Luchó en contra de su buen juicio porque de verdad que necesitaba ese mini escape de la realidad que el vampiro le brindaba—. ¿Quieres... —Solange suspiró con cierta vergüenza, ¿pero qué más daba? —. Me gustaría que me contaras sobre Cat, sobre sus últimos meses. ¿Quieres ir por... eh... una malteada? —fue lo primero que se le ocurrió. ¿A dónde más podría ir con un vampiro?

—Probablemente pase semanas vomitándola pero nunca las he probado y sí quiero —le dijo él con una sonrisa amable —. Aprecio la compañía en este momento difícil.

—Entregaré la petición por los cuerpos. ¿Estás registrado con el Círculo de la Luna? —le preguntó Solange al tiempo que se limpiaba la cara.

Él asintió.

—Ya regreso.

Habló con una de sus compañeras de academia. Linda, un año arriba de ella, estaba haciendo servicio en comunicación con otros grupos de cazadores. Le informó sobre los deseos de Torn, ella apuntó los datos y de ahí se escabulló para que nadie le hiciera más preguntas.

Solange caminó con precaución junto al vampiro, no quería abrir ninguna puerta, no sabía qué resistencia tenía Torn o si llevaba algún tipo de cobertura del sol o algo, pero él actuó con naturalidad hasta cuando abrió la puerta para salir a plena luz del día.

—Después de ti, querida.

Era bizarro de caminar con un vampiro bajo el sol del verano. Torn, como si fuera algo muy casual, guiaba la caminata, pasaron por varias calles hasta llegar a una avenida de tiendas lujosas y fue que ahí se detuvo.

—Solo es una escala rápida. Es uno de mis negocios. ¿Puedo elegirte algo, pequeña Soleil?

Solange miró el lugar, parecía una mezcla entre ropa alternativa y gótica con ropa bastante lujosa. Nunca había visto el establecimiento hasta ese día. Habían muy pocos ejemplares en cada estante y sus vitrinas tenían accesorios que lucían de excelente calidad. En la puerta se encontraba hasta un guardia de seguridad e incluso desde afuera, se podía notar que la boutique olía divino.

—Necesito mantenerme con el uniforme, traigo muchas... armas.

—Bien, pero también traes mucho vampiro... ¿es eso un pedacito de cerebro? —apuntó él.

Solange se miró la capa, en efecto, aunque su capa era negra, habían varios rastros de vampiro en ella. Se sonrojó avergonzada. Además ¿qué hacía caminando DE NUEVO con el uniforme de cazadora en plena luz del día? ¿Como iba a ir por una malteada armada hasta los dientes? Su propio pedazo de cerebro seguía algo embelesado pues su sentido común no había hecho aparición alguna.

—Si quieres dejarlas puedes hacerlo. Cuando salía con Mina, ella lo hacía todo el tiempo. Después de nuestra cita se las tenían listas en el mostrador junto con sus ropas ya limpias.

Solange casi se ahoga.
—¿Qué? ¿La profesora Alemina Helios?

Él asíntio con una sonrisa.
—Hace como seis años cuando aún no era profesora. Tuvimos incluso un breve reencuentro hace poco.

—Está bien —dijo Solange con una sonrisa tímida. Seguro que estaría bien. Seguro no corría peligro alguno al remover cada arma que traía para ir y tener una cita bebiendo malteadas con un vampiro que podía pasearse bajo la luz del día. Todo estaría bien.

Torn sonrió emocionado. La miró como si estuviera analizándola y le eligió un conjunto casual de pantalones negros y camisa blanca con tirantes, que para ser honesta, le gustaron bastante. La tela de ambas se sentía muy bien. Miró la etiqueta antes de que Torn la desprendiera. $6000 pesos solo por la camisa.
El corazón le dio un vuelco, no es que no tuviera el dinero porque siendo cazadora, definitivo lo tenía, pero como no debía llamar la atención siempre acostumbró comprar ropa de fast-fashion o de tianguis con sus amigas, donde $500 pesos ya era un precio sumamente excesivo.

—En la última puerta del probador también hay una regadera. Natalia la abrirá para ti. Yo también me daré un baño rápido en el vestidor de chicos.

Tras todo aquello, salieron de ahí, caminando bajo una sombrilla negra que Torn había tomado de la tienda. Solange se sentía no solo transportada a otra época, caminando con él del brazo sino que se sentía en otra vida. Todo lo que había sucedido hacía tan solo unas horas parecía tan lejano que había dejado de importar. Tras una pequeña caminata, llegaron entonces a un restaurante familiar muy popular en la ciudad.

El restaurante no iba para nada con el estilo gótico de aquel vampiro. Su piel era casi azul, sus ojos eran rojos. Sus cabellos eran largos y negros. Llevaba pantalones pegados, camisa de manga larga abierta al pecho donde varios collares colgaban. Anillos de calaveras y murciélagos decoraban sus dedos con uñas pintadas en negro.
Era evidente lo que era sin embargo todos los que eran atrídos a él, lo trataban como si fuera un dios, y aquellos que no sentían atracción , aún así lo trataban como si fuera una celebridad.

–Te traje más galletas para tu malteada, dulzura– le dijo la mesera dejando un plato enorme conteniendo casi unas cien, frente a él – dime si necesitas cualquier cosa. CUALQUIER COSA —repitió mirándole con ojos de loca y luego murmuró por tercera vez —cualquier cosa —al tiempo que se marchaba a paso lento sin dejar de mirarlo.

–Gracias Fátima, ¿qué haría yo sin ti? –le dijo Torn con un guiño.

–Gracias por aceptar la invitación –le dijo Solange, intentando ignorar a todas las personas que miraban babeantes al vampiro que tenía enfrente.

–Gracias a ti, cariño. ¿Estás bien?

Solange exhaló cansada.
–No.

–Lo siento.

–¿Tú estás bien? —le preguntó Solange.

Torn la miró. Dio una mirada a su malteada y volvió a ella.

–No– contestó él –, las cosas no salieron como debieron... creo que jamás había tenído una decepción así y llevo viviendo 1400 años.

Solange casi se atraganta con la única galleta diminuta que le tocó.

—Siento que omitimos algo —continuó él —, algo así como un "hubiera" —soltó una risa irónica que dejó notar lo mucho que aquello le había dolido —. Creí que lo tenían, que vencerían...—exhaló, parecía no encontrar las palabras para describir lo que pensaba—, es solo que... me hubiera gustado al menos  despedirme de ellos.

Solange quiso ser empática pero había dicho algo que la distrajo de lo demás que dijo.

–¿Perdona? ¿Dijiste 1400 años?

No, no, NO. ¡No era posible! Torn... todos los registros de Torn decían 700 años a lo mucho. Literalmente recordaba una pregunta sobre su edad en uno de los exámenes en la academia. Su mano tembló haciendo polvo el resto de la galletita.

¿Había sido TAN estúpida? Estaba frente a un vampiro. Quizá el único vampiro que no se podía matar.
Si tenía 1400 y no le fallaban los cálculos, la única forma era exponerle al sol por más de 7 horas y bueno, mantener a un vampiro sin otra debilidad, capáz de transformarse en lo que sea, preso en algún lado por 7 horas era imposible, y no lo sabía con certeza siquiera porque fuera de Avin, el vampiro que guardaban hecho pedazos en una caja especial sellada en lo más profundo del Vaticano, y un vampiro que según pudo matarse a los 1489, ¡NINGÚN vampiro tenía registro de haber llegado a esa edad!

Ella. La heredera Soleil estaba frente a un vampiro inmortal.

Si Torn decidía matarla, probablemente lo lograría.

Torn sorbió su malteada por el borde de su copa y se llenó la nariz de crema batida al tiempo que soltó una risita intentándose tocar la punta de la nariz con la lengua.
–¡Oh! Ya veo por que me dejaron esto— dijo tomando el popote de la mesa y al tiempo que volteaba a mirarla despreocupado.

—Mil... cuatro... —balbuceó ella involuntariamente.

Al ver la expresión de Solange, Torn sonrió y se recostó en su mano entretenido. Tenía la gracia y elegancia de un gato.

Solange jadeó al intentar componerse, el temblor de su mano le hizo tirar la cuchara. ¿Era todo eso una trampa? Los Soleil acumulaban enemigos todos los días... un vampiro de 1400 años seguro había tenido muchos roces con los Soleil...

—No soy bueno leyendo mentes... quizá porque nunca he sido muy inteligente— dijo Torn con una sonrisa encantadora —. Pero por esa cara de pánico... – abrió los ojos al doble y luego rió –. No voy a hacerte nada, querida. Lo siento si mi edad es una sorpresa, le he mentido a los cazadores por mucho tiempo, pero ya no tengo motivos para hacerlo—se comió la cereza.

—No... yo lo siento, mi reacción... quizás fue grosera... es solo que no me esperaba esto. He tenido malas experiencias. Lo siento, no es personal.

Torn se encogió de hombros.
—No me ofende.

Solange asintió frenetica aún con los nervios paralizándola. Intentó tomar su propio popote con la mano temblando pero Torn se la tomó en un gesto de apoyo.

—Hey, quieres que te cuente sobre tu amiga, ¿no? Tengo una historia graciosa.

De alguna forma su toque mejoró todo, en un instante todo volvió a ser bonito.

—¿Conociste a Jack de la Morte también, no es así? —preguntó él.

—Ah... sí.

—Jack no estaba muy preocupado por la moda. Sus subordinados humanos, expertos en moda y estilo, le compraban grandes cantidades de ropa cada tanto y las dejaban para él en su casa. Tenía ojo para el color pero no le preocupaba saber qué se usaba o por qué, solo dejaba que le eligieran cosas actuales y de ahí solo las combinaba.

Solange alzó una ceja. No sabía a dónde se dirigía la conversación. Bebió de su malteada, no le interesaba mucho saber de la difunta sanguijuela traicionera.

—Cuando vivieron en mi casa, Catrina y yo queríamos ver qué tan posible era que Jack usara un vestido si lo dejabamos en su armario —continuó Torn.

Solange tosió al ahogarse con la malteada tras oír tal cosa.

—Supongo que creyó que era lo que se usaba ahora... aunque te voy a confesar que el desgraciado los hacía ver muy bien. Hubiese podido ser supermodelo si aparecer en fotografías fuera posible para un vampiro.
Intentamos con varios, hasta uno que traía un tipo de tutú pero jamás se dio cuenta y al final, me dio tanta envidia que tuve que comprarme algunos —dijo Torn.

Solange lo miró por unos momentos sin saber qué decir antes de reir sonoramente. El imaginarse al amo de la Corte, a uno de los vampiros más sanguinarios de la historia usando despreocupadamente un tutú y no solo eso, pero vistiéndolo bien, era justo lo que necesitaba.
Pasaron el rato riendo por diferentes historias; una en la que Torn descubrió a Catrina intentando esconder que leía libros eróticos, las diversas cosas que Rinun, el guitarrista de su banda intentó para que lo dejaran vivir en la casa donde se escondían, las diversas peleas y discusiones que hubo y como poco a poco, Catrina y Jack empezaron a verse a escondidas en el jardín. Como al principio se encontraron "casualmente" cuando en realidad ambos se la pasaban mirando por la ventana para salir en cuanto veían al otro.

—Aunque creo que se enamoraron antes de eso —dijo Torn con melancolía—. Creo que Jack esperó siglos por ella. Pero bueno, esa es otra larga historia...

Solange suspiró triste tras todo eso.

–Nada va a ser igual. ¿No es así?

–Definitivamente no. Pero felicidades, terminaron con la Corte y con muchos vampiros problemáticos. Seguro la ciudad tendrá paz por un tiempo.

Solange dudó. Quería preguntarle muchas cosas. Sabía que era un vampiro y que no debía confiar en él pero por otro lado, su mismo instinto le decía lo contrario.
Torn tenía un tipo de... ¿cómo lo llamaban? ¿vibra? inusual. De alguna forma se sentía como si lo conociera de años, como si fuera su confidente y gran amigo.

La forma en la que sonreía, en la que se sentaba, hasta la forma en la que pretendía comer una galleta, todo lo hacía con tanta gracia que parecía como si lo hubiese ensayado. Un baile y danza coordinados solo para existir de forma bella.

–No sé cómo lo vayan a tomar las tribus Sinne —dijo Solange.

–¿Ah...? —preguntó él.

—Actuamos por nuestra cuenta —aclaró ella.

Torn abrió los ojos al triple, al mismo tiempo que dejó caer la mandíbula.
—¡Sospechaba que no había sido una órden de arriba pero no imaginé esto! No pequeña Soleil. No lo van a tomar bien, si me permites, me atrevo a decir que tú y tus compañeros están en peligro.

—Entiendo, Julieta es de la misma opinión, quiere que nos separemos de las Tribus por completo, que nos escondamos... pero he estado pensando y no podemos solo huir. Las cosas volverán a lo mismo.

Torn tomó su mano de nuevo y negó.
—Las cosas volverán a lo mismo, con ustedes o sin ustedes, pequeña. Yo mismo intenté destruir a la Corte en sus inicios. Solo les salieron más cabezas, como una maldita hidra.

—Pero...

—Y ahora más que nunca han encontrado una forma de sobrevivir con ayuda de los cazadores.
Sin la sanguinaria Corte, los gobernantes no pagarían las sumas de dinero que pagan a las Tribus Sinne o a los demás grupos de cazadores en el mundo.

—Pero hay más vampiros. ¿Qué hay de ellos? ¿No podemos solo cazarlos a ellos?

—Ay, mi pequeña e idealista Solange. Hay otros grupos extremistas sí, pero son pocos.

—¿Qué hay de vampiros que no están en esos grupos?

—Los vampiros comunes que no comparten esas ideologías, muy pocas veces matan y cuando lo hacen, desaparecen los cuerpos por culpa. Nadie se entera.
Es raro que hagan nuevos vampiros ya que intentan mantener perfiles bajos y vivir en paz. La mayoría solo consigue donantes. Además, al menos en América, abundan los vampiros comunes que pueden beber sangre muerta y coagulada.
Varios trabajan en morgues u hospitales en el turno de la noche. Obtienen sangre fácil de esa forma y hasta llegan a salvar vidas. Nadie pagaría por asesinarles. Sería incluso cruel, sabiendo todo el esfuerzo que ponen para pertenecer a la sociedad.
Sin la Corte o grupos similares no hay conflictos y por tanto, no hay razón para la existencia de los cazadores.

—Pero no lo entiendo. Sigo escuchando lo enlazados que estamos con la Corte pero ¿que hay de todas nuestras vidas que la Corte toma? Perdí a tantos...

—No son lo mismo. Solo están corruptos. Se usan el uno al otro a conveniencia. Cirse usó a los cazadores varias veces en contra de la misma Corte bajo Jack de la Morte. Los cazadores a veces usan a la Corte en contra de otros miembros de las Tribus o de otros grupos de cazadores.

Solange recordó entonces el escándalo en la academia. Cuando su mismo director había hecho el trato de inmortalidad a cambio de las cabezas de los novatos. No solo ella perdió compañeros, varias familias poderosas habían perdido hijos ese día. Definitivo no habían estado involucradas en ello.
Ahora entendía. Era ese error, odio, resentimiento y ambición humana. Era justo lo que Nolan había hecho... lo que ella misma había hecho al ponerse del lado de Catrina y Jack. Escoger lados, escoger aliados.

—Pero... ¿Qué no vale la pena? ¿Dejar que la Corte siga ganando poder solo por dinero?

—Desafortunadamente. En cuanto hubieron ganancias de por medio, la labor de los cazadores se pervirtió. Hay miles de cazadores en el mundo y la tecnología ha avanzado mucho. Si quisieran exterminar a todos y cada uno de los vampiros, tanto malos como buenos, podrían hacerlo. Pero eso los dejaría sin trabajo. Un trabajo que paga MUY bien.
Y el problema es, pequeña, que no exterminaron a la Corte. Exterminaron solo a la parte de la Corte a cargo de la ciudad de México.

—Pero sin Jack... sin Cirse... —jadeó Solange. Sentía que se le escapaba el aire.

—Solo dará entrada para que elijan un nuevo líder.

Solange exhaló exhausta, tanto física como mentalmente estaba deshecha.
Se sentía vencida, necesitaba otra malteada.

—Hay otra cosa —le dijo ella —y creo que esto es mucho más profundo y más perverso que la Corte... ¿En todos tus años has oído del virus vampírico?

Notas de la Autora

Hola de nuevo :)
Espero sigan disfrutando Solange. Me tiene muy emocionada estar en los últimos capítulos por fin y estar tan cerca de completar esta historia.
Si les ha gustado les pido de todo corazón que la compartan. Debido a mi muy limitado acceso al internet, me es casi imposible promocionar de forma constante. ❤️
Mi sueño es que algún día estas historias pasen a otros medios y solo puedo lograrlo con su ayuda.
Los veo en el siguiente capítulo ;)

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