Advertencia: Los diálogos para este capítulo fueron sacados del doblaje en japonés.
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—¡Si alguien tiene derecho a pegarles a los dioses, es ese hombre! —siguió hablando el presentador mientras el humano mordía aquella rojiza manzana. —¡El padre de toda la humanidad, él es... Adán!
Los gritos eufóricos de la humanidad no se hicieron esperar. Todos tenían sus esperanzas en el padre de todos.
Viste como Adán masticaba el pedazo de manzana que acababa de morder para después escupirlo, comentando acerca de lo agria que estaba.
Admiraste por varios segundos al padre de la humanidad. ¿Realmente él era Adán? Simplemente no podías creer que estuvieras viendo al famoso Adán.
—¡Tiene que ser una broma! ¿Adán? —habló el cuervo blanco de Odín.
—¿En serio? —habló el segundo cuervo.
Adán miró hacia los dioses, examinando a los presentes. Pronto su mirada se posó sobre Odín y Poseidón, ya que el humano creía que Zeus estaría con ellos, sin embargo, todos estaban equivocados, pues Zeus no sería un espectador más.
Como estabas en el regazo de Poseidón, Adán no pudo evitar mirarte, preguntandose sobre lo que hacía una humana rodeada de dioses.
—¿Y quién se enfrentará al padre de la especie humana? —continúo hablando el presentador. —Tras ver al dios nórdico más grandioso en el primer combate —escuchaste a Loki carcajearse mientras Odín carraspeó, furioso. ¿Thor era más grandioso que su padre Odín? Al parecer sí. —, ahora tenemos al dios indio más grandioso. —el presentador apuntó hacia una gran puerta, exclamando. —¡Aquí está!
Sin embargo, aunque las luces y las miradas estaban posadas sobre aquella gran puerta, el segundo participante por parte de los dioses no se presentaba. Y así duró por varios segundos.
—¿Dios indio? —preguntaste a Poseidón, pero el rubio sabía que Shiva no sería quién lucharía contra Adán, puesto que, si Shiva fuera el segundo participante, haría una entrada mucho más extravagante que la de Adán por lo emocionado que estaba.
Viste como el presentador parecía hablar con alguien por medio de aquel mecanismo rojo que había aparecido frente a él y que después se volvió azul, confundida por lo que estaba sucediendo.
—¿El dios se rindió? —preguntaste nuevamente a Poseidón, pero la risa de Loki fue lo que te respondió.
—Chiquilla, los dioses no nos rendimos. Solo espera y verás.
Pronto el silencioso coliseo se llenó de una suave melodía tocada por un violín. Mientras que algunos ya intuían de quién se trataba, otros seguían expectantes sobre quién sería.
Los pasos de Hermes pronto se unieron al sonido de su instrumento, caminando hacia el centro del coliseo como si nada.
—Damas y caballeros, les pido disculpas. ¡Volveré a presentar a los rivales del segundo combate! Quien se enfrentará a Adán, el hombre entre los hombres es ¡este tipo! —miraste a Hermes. ¿Él sería el contrincante de Adán? —No, él no. —dijo el presentador, respondiendo tu pregunta. —¡Este caballero! —Detrás de Hermes estaba el sujeto que marcaría la derrota de la humanidad en el segundo combate.
—¡Hola a todos! —saludó Zeus como si nada. —¡Soy yo!
La mayoría de los dioses estaban sorprendidos de que Zeus haya aparecido en el segundo combate. Y no pudiste evitar pensar, nuevamente, que la humanidad no sobreviviría.
Adán ya te vió, ¿qué es lo que hará?
En esta historia, ¿Adán podrá sobrevivir para ayudarte?