Cuando Hyoga y Serafall reportaron lo sucedido recién de sus combates contra Lancelot y Wadatsumi respectivamente a Rias y Sona, ambas herederas no estaban nada contentas de escuchar que hubo una batalla que destrozo casi todo el centro de la ciudad y ellas ni se enteraron, además de que ahora tenían que hacer control de daños en el área para que no hubiera pánico y sospecha en la ciudad, y ya estaban bastante ocupadas con sus deberes escolares y entrenamientos.
Serafall dijo que ella se haría cargo del control de daño, como fue un incidente en que participo, tomaría la responsabilidad. Para alguien de clase Maou como ella, no sería muy difícil usar su influencia para reparar las áreas destruidas por las peleas.
Hyoga les informo a Seiya y Shoko sobre el sujeto que enfrento, cuyo poder estaba al nivel de un Santo Dorado y sobre su espada que se convirtió en una armadura. Esa noticia alerto a ambos guerreros, ya que podría significar que la Facción de los Héroes también eran guerreros que usaban el Cosmos. Ya no pueden dejarlos como un asunto pequeño a tratar, el Santuario deberá investigar más sobre ellos.
Aunque lo que más les llamo la atención fue la niña que vino con ellos.
-Su nombre es Natasha, yo la cuidaré como su padre a partir de ahora-.
Eso fue lo más sorprendente del día.
Después de ese suceso, la semana paso tranquila sin problemas, al menos para los Santos. La incorporación de Natasha no causo problemas, la niña, aunque no parecía expresar muchas emociones, era muy curiosa y hasta sonriente, cuando se entero que Seiya era el medio-hermano de su papa, lo empezó a llamar "Tío Seiya", y Shoko jugaba cuando podía con la niña.
Pero para los jóvenes Demonios eran otra historia...
Como cualquier joven en Secundaria, la semana de Exámenes eran un infierno para ellos, y no podían descansar mucho ya que después de terminar las clases se reunían en el viejo edificio para entrenar con Seiya y Shoko hasta el cansancio y más allá... y lo peor es que Seiya dijo que este tipo de entrenamiento lo soporto cuando tenía diez años... eso fue humillante para todos.
Serafall también ha asistido a los entrenamientos, pero solo como espectadora y para asegurarse que su querida So-tan no sufra ninguna lesión, debido a eso ha tenido más de una discusión un tanto infantiles con Shoko, al ver como trapeaba el piso con la Sitri, a veces discutían tanto que Seiya las tenía que separar mientras Sona se moría de la vergüenza por la actitud tan infantil y sobreprotectora de su hermana mayor.
Y así fue como paso la última semana de clases de las dos familias de Demonios, con exámenes y entrenamientos que los hacían sufrir... sin duda la peor semana de sus vidas.
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-¡Al fin se termino la semana! ¡Al diablo las clases!- Grito Issei, tirando papeles al aire dentro del viejo edificio de lo Oculto. ¡Fue la peor semana de su vida! ¡Nunca había sufrido tanto como ahora!
-Issei-Senpai, no desordene el club- regaño Koneko con expresión neutra, para ella los exámenes no fueron tan malos, lo doloroso fue el entrenamiento.
-¡Tu no entiendes, Koneko-chan! ¡Fue un infierno! ¡Nunca pensé que extrañaría mi vida ordinaria como hasta ahora!- Exclamo Issei.
-¡Es cierto!- Apoyo Saji, el clan Sitri también estaba en el edificio. -¡A pesar de que estudie con la Presidenta Sona, no podía concentrarme por los dolores en mis músculos por los entrenamientos! ¡Eso fue injusto!-.
-¡Toda la razón!- Issei y Saji se apoyaron como si fueran mejores amigos, antes de ser calmados por sus respectivas presidentas que los jalaron a cada uno de una oreja.
-Saji, más te vale que hayas tenido un buen puntaje, no tolerare a ningún miembro de mi nobleza con puntaje menor a 80, y estoy siendo considerada-.
-Lo mismo para ti, Issei. Se que fue difícil, pero no quiero que te vaya mal con tus notas, es por tu bien-.
Sona y Rias hablaron con tono serio, haciendo sudar y asentir a ambos Peones.
-¡Haha! En verdad uno no se aburre con ustedes- se rio Azazel sentado en la silla principal del Club. -¿Cómo estuvo el entrenamiento?- Les pregunto a Seiya y Shoko.
-No esperes que hayan logrado mucho en solo una semana, es imposible- dijo Seiya con las manos en los bolsillos. -Pero al menos creo que todos mejoraron su resistencia física y aprendieron algo-.
-Es cierto. Por el tiempo no había mucha mejora, pero al menos les debió quedar claro ciertos puntos que no tomaron en cuenta antes- dijo Shoko.
Las palabras de ambos adultos hizo que los jóvenes asintieran... todos habían aprendido algo de esa semana de entrenamiento más allá de lo duro que fue.
Para Sona, Rias, Akeno y Tsubaki les quedo claro que no importa que tan buenas sean en la magia, eso no siempre será suficiente, al confiar tanto en sus aptitudes mágicas y de estrategia, olvidaron entrenar en la parte física, aunque no sean combatientes cuerpo a cuerpo, deben tener un cuerpo entrenado para soportar los ataques.
Para Asia y Gasper, que no hicieron mucho más que correr alrededor del campo en donde todos entrenaban, entendieron que deben esforzarse más a su manera para no ser un estorbo, saben que no son combatientes físicos, pero algo tienen que hacer para no ser estorbos.
Kiba, Issei y Saji, aprendieron de que aunque son más fuertes que antes, aun deben ser más fuertes, ya que las amenazas son cada vez más peligrosas y no deben conformarse con su poder actual... que aun tienen mucho potencial para mejorar.
El resto aprendió que si no mejoran sus habilidades, podrían quedarse atrás a comparación de los demás, algo que ninguno quería, así que tenían que esforzarse.
Azazel sonrió al ver la llama de determinación que hay en cada uno, de alguna manera, los Caballeros de Athena siempre logran inspirar a otros a ser mejores, eso era bueno.
-Bien, como las clases terminaron y dentro de poco irán al Inframundo, es buen momento para explicarles algunas cosas- todos prestaron atención a Azazel. -Primero, relacionado a ustedes, o más exactos, a los portadores de Sacred Gear, seguirán entrenando en el Inframundo. Aun queda casi un mes antes de la reunión de los jóvenes Demonios, por lo que usare ese tiempo para darles el proceso de como deben aprender a mejorar el uso de su Sacred Gears, muchos aun les faltan en dominarlas-.
Issei ya había alcanzado el estado de Balance Breaker antes, pero solo lo pudo mantener por diez segundos y tuvo que convertir su brazo en dragón para lograrlo, a Saji aun le faltan el resto de las partes de Vitra para tener el alma del Rey Dragón completa y poder usar todo su potencial, y aun así necesitaría mucho entrenamiento y tiempo para poder dominarlas, Yuuto apenas despertó su Balance Breaker y no puede mantenerlo por más de dos horas, lo que sería una desventaja en una batalla larga. Tsubaki, aunque tiene un buen control de su Espejo de Alice, aun puede explotarlo más, Asia debe mejorar el alcance de su poder curativo y Gasper, quien es el del mayor problema, tiene mucho camino para controlar apenas su Visión Prohibida de Balor, empezando con su temor a las personas.
-Por supuesto que no solo ustedes, sino todos los demás también. Todos han trabajado aspectos generales del cuerpo esta semana, ahora van a entrenar en las habilidades en que cada uno se especializa e intentar mejorar los puntos malos que tienen, yo y los demás también pondremos de nuestra parte para ayudarlos a alcanzar su potencial-.
-¿Los demás?- Repitió Rias confundida.
-A varios de ustedes se le asignara un maestro o compañero de entrenamiento aparte de nosotros tres...- refiriéndose a él, Seiya y Shoko. -Esto es con el propósito de que mejoren más por ayuda de gente que sabe de sus habilidades-.
Todos asintieron con comprensión a esa explicación, parece que la tendrán más difícil a partir de ahora.
-Ahora pasando a otro asunto...- Azazel subiría los pies a la mesa en señal de que estaba muy relajado. -Dentro de poco, Sirzechs, Michael y yo tendremos una reunión formal para hacer una alianza con los Dioses Sintoístas, tras dar su permiso para que ustedes asistan a una ciudad en su territorio y que hayamos decidido hacer una alianza entre las Facciones y el Santuario, parece que fue razón suficiente para convencerla de hacer una alianza con nosotros-.
-Hmm... ahora que lo dices, Amaterasu se mostró interesada en la alianza cuando hable con ella antes- menciono Seiya.
-¿Cuando hablaste con ella?- Pregunto Shoko.
-Hace dos días, antes de comenzar el entrenamiento de esa vez- Seiya levanto un talismán de aspecto metálico. -Esto me lo entrego después de que se hizo oficial la alianza entre Athena y Amaterasu; es un talismán especial que permite que hable con ella directamente. Así nos hemos comunicado desde hace mucho cuando no nos vemos-.
-Oh~ parece que ella te tiene en una alta estima, Seiya- Shoko tenía un tic en su ceja y una sonrisa forzada, mientras en su voz se notaba los celos que tenía... -¡Esa Vaca del Sol no tendrá la delantera!- Se dijo en su mente.
Seiya, Issei y Saji ladearon la cabeza sin entender la expresión de Shoko, Hyoga negó con la cabeza por lo despistado que es Seiya, Azazel sonreía burlonamente y todas las chicas suspiraron... ¿cómo es posible que los hombres no puedan entender los sentimientos de las mujeres?
Y aunque a Azazel le divertía estas cosas, tenían que seguir en el tema. -Para quienes no lo sepan, el Panteón Sintoísta, junto al Budista, han sido los únicos Panteones que han seguido manteniendo como una religión por los humanos aun con el Cristianismo presente, esto se debe a que Japón ha estado ganando mucha fama desde la 2da Guerra Mundial, cuando se abrieron al mundo tras su guerra civl, y conforme más gente del mundo ha venido aquí como turistas, terminan enterándose de la mitología Japonesa por la cultura.-.
-Supongo que se han esforzado para mantener a ciertos humanos rezándoles...- comento Xenovia.
-Ahí esta la parte interesante: ellos no han movido ni un dedo para eso- las palabras de Azazel sorprendieron a todos. -La cultura que ofrece Japón al mundo ha sido muy atrayente que se ha extendido durante las últimas décadas: el anime, los paisajes, la comida, historias mitológicas, incluso la ropa... todo eso es muy famoso en la actualidad y eso nadie lo puede negar. Pero eso es gracias a las personas normales del país que no saben nada de lo sobrenatural, tal vez alguna deidad menor del Panteón o un ser haya metido la mano, pero todo es gracias a las personas ordinarias. Todos deciden en que creer lo que quieran, la religión ya casi no tiene importancia en la época actual-.
-Y esa es una de las razones por la que los Dioses Griegos están tan furiosos con la humanidad, pero estoy de acuerdo contigo, Azazel- dijo Hyoga.
-Siguiendo con lo dicho...- Azazel continuo. -Esto es una buena oportunidad, ya que si logramos establecer la alianza con los Sintoístas, junto a Odín y el Panteón Nórdico, tendríamos a dos Panteones como aliados, sin contar al Santuario de Athena que solo es liderado por ella- los tres representantes del lugar se encogieron de hombros sin importancia. -Así que mientras ustedes, niños, están entrenando, los adultos nos encargaremos de la política. Les digo esto solo para que estén informados, merecen saberlo-.
-Por cierto, Seiya-chan...- el mencionado paso a ver a Serafall con una ceja alzanda, ¿en que momento se gano la confianza para llamarlo con "Chan"?. -Tengo entendido, gracias Sirzechs-chan y Hyoga-chan, que tu participaste en la alianza de Athena con el Panteón Sintoísta, ¿Nos darías algún consejo?-.
-Decir que participe suena a mucho... diría más bien que fui un escolta de Athena en aquella vez junto a Marín- respondió Seiya.
-¿Marín?- Pregunto Rias.
-Fue mi maestra cuando era niño y aspirante a Caballero, era la Amazona de Águila antes, ahora es la actual Caballero Dorado de Piscis, su armadura se la heredo a Shoko- aclaro el castaño.
-¿No te importaría contarnos como fue tu estadía allá? Podría ayudarnos para las negociaciones- dijo Azazel.
-Yo también estoy interesada en esa historia, Seiya- dijo Shoko. -Saori solo me ha dicho que ayudaste a evitar un problema con los Dioses y que eso valió para cerrar la alianza-.
Seiya miro a los demás, ahora todos tenían interés en escuchar esa historia. -No hay mucho que contar, fue más conversación de Diosas pero...- Seiya recordaría cierto suceso hace años. -Si puedo decir que paso algo inusual en ese entonces...-.
-¿Y eso es...?- Incito Serafall a que contara más.
El castaño suspiro y se sentó en uno de los sillones, la historia será algo larga, así que mejor se pone cómodo. -Paso dos años después de la Guerra Santa contra Hades y que superáramos el juicio contra el Olimpo, también se puede considerar mi primera misión oficial como Caballero Dorado de Sagitario-.
Y con ello empezó a narrar como fue su primera misión vistiendo oficialmente el rango dorado y su armadura, y casi rompe uno de los tabúes del mundo sobrenatural.
FLASHBACK.
Los primeros dos años la pasamos reconstruyendo el Santuario y llorando a los muertos. Después, yo y mis hermanos nos volvimos oficialmente Caballeros Dorados, dejando atrás nuestras armaduras de Bronce que nos han acompañado en tantos combates. Nuestras labores fue empezar a entrenas jóvenes aspirantes y ser vigías del Santuario junto a los pocos Santos que quedaban, ya que cualquier amenaza estaba al asecho.
Pero después, Athena nos informo sobre sus planes de abrir más el Santuario a lo sobrenatural y su idea de formar alianzas con otros Panteones. Envió a Hyoga como mensajero a Asgard porque él esta acostumbrado al frío, mientras ella decidía ir a negociar con los Dioses de Japón, ya que ella paso la mayor parte de su vida en Japón y es el lugar de donde todos venimos. Yo fui elegido, junto a Marín para escoltar a Athena, ya que enviar a más de un Caballero Dorado era arriesgado, ya que Kiki y Mei apenas habían iniciado sus entrenamientos para heredar las armaduras de sus maestros.
En Kyoto, Athena se puso en contacto con una de las 5 familias y clanes más importantes de la ciudad: el Clan Shinra.
FIN FLASHBACK.
-Espera, Seiya-Sensei, ¿dijo que fueron a hablar con el Clan Shinra?- Exclamo Sona sorprendida.
-Si, ¿por?- Pregunto Seiya, pero al ver como Tsubaki bajaba la mirada. -Oh... tu apellido es Shinra, ¿no, Tsubaki? No me di cuenta que eres parte del clan-.
-No lo soy, fui expulsada cuando era niña porque descubrieron que tenía una Sacred Gear, me consideraron una hereje y sucia por tener un artefacto divino creado por el Dios Bíblico, las Cinco Familias tienen un gran desprecio a todas las Deidades que no sean de Japón- explico Tsubaki, su voz tenía cierto dolor que evitaba filtrar. Kiba, que estaba de pie detrás de ella, le puso una mano en el hombro para reconfortarla. -Así que no me imagino que a uno de los clanes aceptando ayudar a una Diosa Griega-.
-No lo hicieron de manera contenta, pero luego que Marín noqueara a todos sus guardias y Saori se impusiera un poco sobre el líder, termino por aceptar. También ayudaba a que hubiera un Dios menor ahí- aclaro Seiya.
Sabía que todos los Panteones tenían más dioses de los que uno cree, el Olimpo tenía más Dioses que solo los Doce Dioses, pero enterarse que el Panteón Sintoísta tenía 800.000 Dioses, tal vez más, le hizo sorprenderse por lo menos ( y sin contar muchos semi-dioses). Sobre todo que muchos de esos Dioses sirvan a los tres principales e interactúen con las familias importantes de Japón.
-Bueno, volviendo al tema...- Seiya recuperó la conversación. -El líder y ese Dios dieron un reporte sobre las intenciones de Athena de hacer una alianza, parece que no creyeron al inicio, pero Amaterasu era la de la última palabra como Diosa Líder y acepto ver a Athena. El viaje al reino divino de los Dioses Sintoístas... no fue como esperaba, nada comparado a lo que he sentido al ir a otros reinos de Dioses como el Inframundo o el Mundo Submarino, sobre todo porque se uso un círculo mágico especial para llegar... pero tengo que reconocer que era muy hermoso-.
FLASHBACK.
Mientras Athena caminaba, siendo guiada por el Dios que se toparon en la vivienda de la Familia Shinra, que era un Dios de aspecto joven de cabello negro largo, ojos azules y usaba una armadura de samurái de diseño antiguo de color azul. El nombre del Dios era Kusaka, un Dios menor que sirve como soldado a la Diosa Amaterasu.
Seiya y Marín escoltaban a Athena, cada uno a su lado. Los tres no podían evitar observar con fascinación el reino de los Dioses Shinto... se notaba la diferencia de cultura con el Olimpo, el lugar era como la imagen de la utopía perfecta que los humanos se imaginaban.
El Taka no Hama era tan vasto que parecía infinito, y había un territorio para cada Dios principal, siendo el de la Diosa Amaterasu el más grande de todos. Había casi de todo en el territorio de la Diosa del Sol: construcciones y templos Japoneses similares a los de la era antigua, y otros que eran más parecidos a los de la época actual. También habían lugares y locales de entretenimiento, algo similar a un centro comercial absurdamente inmenso.
Pero algo que llamo la atención de la Diosa Griega y sus dos guerreros eran que habían tantas almas humanas con cuerpo físico, como otro tipo de raza con rasgos animales. Kusaka les explico que esos eran Yokais, una de las razas pertenecientes al Panteón Sintoísta. Aun con eso, los mayores habitantes eran Dioses puros o semi-Dioses que parecían vivir en armonía con todas las demás razas.
-Es increíble... nunca creí que sería tan diferente al Olimpo- Athena estaba fascinada con lo que veía. El Olimpo sin duda era un lugar majestuoso y digno de admirar, pero era un lugar que solo los Dioses y pocos seres mitológicos pueden disfrutar, los Dioses nunca le permitirían entrar por voluntad a ningún alma humana, y todas iban directo al Inframundo. Era triste pensar en lo muy elitista y soberbio que era su Panteón.
-Nos halaga, Athena-sama- dijo Kusaka. El grupo llegó hasta unas grandes escaleras donde en la cima se podía ver un gran templo con el símbolo del sol. -Amaterasu-sama la estará esperando más arriba. Lamento no poder escoltarla hasta el final, pero tengo deberes que cumplir-.
-No te preocupes, lo entiendo. Gracias por toda la ayuda que has ofrecido, Kusaka-san- dijo Saori.
El Dios hizo una reverencia de respeto y se despidió del grupo. Una vez que se fue, los tres empezaron a subir las escaleras hacía el gran templo.
A cada paso que subían, Seiya no podía evitar sentir los nervios... no sería la primera vez que conoce a un Dios, ya hasta esta acostumbrado, pero conocerán a la Diosa más venerada de su país natal. Realmente esperaba que esta Diosa no fuera como los Dioses Griegos, aunque por las historias en la mitología que ha escuchado, esta Diosa lo ha pasado mal por culpa de sus hermanos.
De cualquier forma, no dudaría en proteger a Saori de ser necesario.
Llegaron al templo e ir al salón principal donde los esperaba la Diosa Amaterasu fue fácil, y cuando Seiya la vio por primera vez... tenía que admitir que quedo embobado. Decir que Amaterasu era bella era quedarse corto... Seiya en verdad sintió que estaba delante de la mujer más hermosa del mundo. Apenas pudo dejar su embobamiento a un lado para actuar profesional, ya no era un chiquillo, ahora era un Caballero Dorado y debía mostrar un ejemplo como lo hicieron Aioria y el resto antes de él.
-Buenas tardes, Diosa Amaterasu, lamento esta visita tan inesperada y agradezco que haya aceptado verme- saludo Athena con una pequeña reverencia.
-Un gusto también conocerte Athena, y no te preocupes, la verdad es que tenía ganas de conocerte desde que sentí tu presencia en Japón- devolvió Amaterasu el saludo.
-¿Sabía que estaba en Japón?-.
-Claro que si, puede que hayas ocultado tu existencia por mucho tiempo de tu Santuario, pero no de los Dioses, menos de mi querida. No hice nada porque supuse que era un asunto tuyo y mi intervención podría haber provocado más mal que bien-.
-Ya veo, gracias por la compresión- Saori miro a sus acompañantes. -Deje que los presente: son dos de mis mas leales guerreros. Ellos son Seiya de Sagitario y Marín de Águila. Espero que no haya ningún problema con su presencia-.
-Es un honor poder conocer a la Diosa más importante de mi país, Amaterasu-sama- Marín hizo una reverencia.
-Lo mismo digo- Seiya imito a Marín, aunque un poco más tonto.
-No hace falta tanto respeto, y tampoco me molesta que los hayas traído, todo lo contrario: siempre tuve curiosidad por los Caballeros, sobre todo después de ver el torneo que hiciste de ellos, fue espectacular- la diosa pelinegra rio un poco.
Saori miro a otro lado, un poco avergonzada. Sabía que ese fue su primer plan para atraer al Santuario, en ese entonces gobernado por Saga; pero ahora que lo piensa mejor, no fue la mejor de sus ideas, ya que expuso a los Santos al público, cuando solo debían ser apenas más que un rumor.
Las dos Diosas empezaron a conversar sobre sus asuntos. La cortesía de Amaterasu y sus buenos modales eran sorprendentes, nada que ver con la actitud de los Dioses que ellos han enfrentado hasta ahora, solo bastaron dos horas de charla para que Athena entienda que Amaterasu también es una Diosa que cree en la paz e igualdad para su gente, por más que varios la critiquen por meterse en asuntos de mortales, ella los ignoraba, ya que le molestaba quedarse de brazos cruzados, sobre todo por cierto incidente relacionado a una de las Cinco Familias hace poco que tal vez se pudo haber evitado si ella hubiera prestado más atención.
Después de una buena charla de negociación amistosa y aclarar algunas cosas, Amaterasu veía con buenos ojos la alianza que Athena quería formar con ellos, ya que pudo ver que esta reencarnación de Athena es más liberal con las costumbres que reencarnaciones pasadas, tal vez debido a como se crio y la época. Le dijo a Athena que aunque estaba de acuerdo en la alianza, tenía que conversarlo con su padre y hermanos, ya que una decisión de este calibre debe ser aceptada por la mayoría de los Dioses principales; pero que mientras tanto podían quedarse en su reino divino, ya que este asunto no debería tomar más de unos días, a lo que Athena acepto.
-Tengo que admitirlo, Athena. Esto no ha sido como esperaba, pero en el buen sentido- declaro Marín.
-Te entiendo, Marín. Amaterasu ha sido muy amable y respetuosa con nosotros, algo que no estamos acostumbrados a recibir de otros Dioses- dijo Athena. Al conocer y charlar con Amaterasu le ha hecho ver que no todos los Dioses son como Hades, Poseidón y demás Dioses de su Panteón. -No estés tan tenso, Seiya-.
-Lo lamento- Seiya se descruzo de brazos. Había estado en guardia y algo tenso durante toda la plática con las Diosas. No se le podía culpar, ha tenido mala experiencia con otros Dioses excepto Athena.
-Esta bien que estés en guardia, pero si te muestras tenso te hará mal- Marín golpeo la espada de Seiya en el espacio que había entre las alas de la armadura. -Ahora eres un Caballero Dorado, así que compórtate como uno-.
-Aun es un poco difícil acostumbrarme...- suspiro el castaño. Una cosa era usar la armadura dorada algunas veces para ganar combates y salvarle la vida, pero otra muy diferente era usar la armadura ya como su legitimo portador y con el rango. Se volvió Caballero Dorado con los demás hace algunos meses, pero aun no se acostumbra a ser llamado "Seiya de Sagitario" en vez de "Pegaso".
Saori pareció entender su dilema, por lo que se puso de pie y le tomo de la mano. -Entiendo que aun no te acostumbras, ser un Caballero Dorado no es fácil, menos aun cuando tienes que dejar de lado la armadura de Pegaso, con la que compartes una conexión más profunda que cualquier otro Santo con su armadura desde la Era del Mito; pero créeme cuando digo que te has ganado ese puesto por merito propio, y la armadura lo sabe-.
-Lo que dice Athena es cierto- apoyo Marín. -Ustedes han estado en sangrientas batallas, aun más que los Caballeros Dorados de esta generación, y han vencido. Si hay alguien que merece ser un Caballero Dorado, son ustedes cinco. Aioria estaría de acuerdo-.
-Marín...- Seiya se sorprendió un poco por las palabas de Marín, ella nunca fue tan expresiva, menos cuando se menciona a Aioria, esa es una herida que aun duele para la Amazona de Águila.
Saori aplaudió para llamar la atención. -¿Por que no aprovechamos en explorar este lugar? Aun parece ser temprano, y este terreno divino de los Dioses Sintoístas es muy hermoso como para no querer verlo-.
Los dos guerreros asintieron, tanto por gusto propio como porque Athena ira a explorar el lugar, ellos tenían que seguirla.
Lo voy a admitir, el Taka no Hama me gusto mucho, no solo por lo hermoso que era, sino que muchas razas, Dioses incluidos, convivían ahí. Tal vez sea porque soy Japonés, pero me sentía a gusto en ese reino. Los demás habitantes no parecían incomodos de nuestras presencias, sino más bien curiosos, supongo que porque no todos los días se ve a una Diosa Griega entre ellos. Después nos enteramos que los humanos que estaban allí eran almas de humanos ya fallecidos pero que se les concedió un cuerpo para habitar el lugar, ya que el Taka no Hama era el "cielo" en el Sintoísmo, mientras que su inframundo es llamado "Yomi".
Pasamos todo el día explorando ese lugar, incluso disfrutando de espectáculos que había como obras de teatro del Japón antiguo, hasta que un Semi-Dios nos fue a buscar, ya que Amaterasu quería hablar con nosotros, así que al llegar a verla...
Cuando la Diosa y sus guerreros llegaron de nuevo al templo de la Diosa del Sol, vieron a Amaterasu al lado de otro hombre, que Athena capto como otra Deidad, y una de gran poder por su aura.
-Lamentos llamarlos tan repentinamente- se disculpo Amaterasu.
-No se preocupe, ¿ya termino la reunión?- Pregunto Athena.
-Todavía no hay... ciertos asuntos, pero nada que ver con ustedes- Amaterasu extendió su brazo en señal de presentación al hombre al lado suyo. -Este de aquí es mi hermano, Susanoo, Dios de las Tormentas-.
-Un gusto Athena, que bueno que finalmente decidiste pasarte por nuestro territorio- saludo Susanoo con una expresión alegre.
-Compórtate, hermano, seamos profesionales- reprendió Amaterasu suavemente.
-No seas tan seria hermana, así nunca tendrás un novio-.
-¡Cállate!- La Diosa del Sol miro furiosa a su hermano.
A Saori, Seiya y Marín les salio una gota de sudor; era como ver a dos hermanos discutir.
Amaterasu tosió, recuperando la compostura. -Lamento por eso... lo que pasa es que mientras discutíamos sobre tu propuesta de alianza, a mi hermano le intereso conocer a tu Caballero Dorado-.
-¿A mi?- Exclamo Seiya sorprendido.
-Si- Susanoo miro fijamente a Seiya, quien le devolvió la mirada sin intimidarse. -Je, se nota que eres todo un guerrero. ¿Es cierto que te llaman "El Asesino de Dioses"?-.
-Así me han llamado algunos...- respondió Seiya.
Susanoo sonrió mordazmente... Amaterasu reconoció esa sonrisa... intento intervenir, pero Susanoo fue más rápido.
-¡Bien! Athena, si quieres mi apoyo para la alianza, te la daré solo si tu Caballero Dorado pelea conmigo y me da un emocionante combate-.
-¡¿Qué?!- Exclamaron la divinidad y sus dos acompañantes.
Y esa fue la vez como conocí a Susanoo, y solo fue la punta del iceberg... honestamente, las cosas que pasaron en ese lugar no fue nada como lo espere.
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N/A: Hasta aquí el capitulo, se que algo corto, pero es necesario, ya que se explicará como Seiya conoció a Amaterasu y ella termino por enamorarse de él, aparte de explicar la Alianza entre el Santuario y todo el Panteón Sintoísta.
Ya después de esta historia nos vamos directo al Inframundo Bíblico, además de que también se empezara a forjar la relación de Penemue y Seiya.
Otra cosa a aclarar, es que aunque los Dioses Sintoístas no dominen el Cosmos, no son débiles, al menos no en mi fic. En el siguiente capitulo esperen un combate bastante igualado entre Seiya y Susanoo.
Por cierto, ¿ya vieron los últimos capitulos de Requiem? El que parece que exista un Decimo Sentido es interesante y espero que sea más explorando en el manga.
¡Pero la revelación de quien es Brontes me hizo volar la cabeza! ¡Nunca me imagine algo así! ¡Okada esta usando todo los recursos disponibles! Espero que de una explicación coherente, pero realmente me hizo volar la cabeza.
Y antes de despedirme, he decidido poner un objetivo especial:
Si este fic alcanza los 50 favoritos y 60 seguidores en Fanfiction y en Wattpad 12000 de visitas y los 1200 de estrellas, entonces habrá capitulo doble. El limite de tiempo no existe. Haber cuantos se motivan.
Sin nada más que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO.