Jueves.
Después del fracaso de ayer en la noche, hoy tengo todo planeado para que Malena me perdone.
La escuela esta casi solitaria y como los últimos días voy directo a el locker 125, pongo la combinación del candado y cuando la puerta se abre dejo la nota en el espejo, junto a las otras que ya están ahí.
Me permito leerla por ultima vez.
"Sé que no soy lo suficientemente bueno para ti, pero pasaré el resto de mi vida probando que sí lo soy" . Amor eterno
Cierro el locker y voy al mío para tomar mis libros.
—Romeo, ¿Ya le dejaste la nota?— Gregory llega a mi lado.
—No me llames así— digo con una voz determinante.
—Tranquilo, solo esta jugando— Marco me da palmadillas en la espalda y rápido quito su mano.
—No lo hagan.
Las clases transcurre lento y no puedo dejar de pensar en que pasara si no me perdona. Tan solo necesito que me deje explicarle como pasaron las cosas.
A la salida tengo que faltar al entrenamiento y se que el entrenador me matara, aunque valdrá la pena. Cuando estoy subiendo a mi camioneta veo a Lena subirse al auto de su amiga.
—Y así Clara ayudo a José Alejandro a salir de la cárcel.
Me quede procesando la información, —¿José Antonio lo sabe?
—No, todo lo hicieron a escondidas, no le va a ser fácil enterarse de eso— Maya tiene una expresión de tristeza que logro ver aunque este concentrada en el camino.
—No te sientas mal, José Antonio encontrara alguien que sí lo quiera y los otros van a quedar en la cárcel o muertos.
—No lo creo, ya casi acaba.
—Si termina mal invéntate un final alternativo.
—Me parece bien— sonríe.
El resto del camino me la paso viendo el paisaje y en unos cuantos minutos llego a mi casa. Maya no acepta entrar porque tiene cosas que hacer, así que solo le agradezco por traerme.
Al entrar a la casa veo grito un "Ya llegue" y no obtengo respuesta alguna, supongo que mis padres no están y lo confirmo con una nota que dejaron en mi puerta.
—¡AHHHH! Mierda— grito al ver a Ares acostado en mi cama.
—Un poco más fuerte y me dejas sin oídos— se sienta en la orilla.
—¿Tengo cara de que me importa?— pregunto mientras dejo mi mochila en la silla de mi escritorio.
—Sí— cuando lo volteo a ver su sonrisa se agranda.
—¿Qué haces aquí? Estas invadiendo mi propiedad, entraste de una manera ilegal, si no quieres terminar en la comisaria mejor vete a tu casa.
—No lo harías.
—Claro que lo haría.
—No te atreves— nuestras miradas no se apartan en ningún momento.
—¿Quieres ver que sí?— alzo las cejas de arriba a abajo repetidas veces.
—Quiero ver.
Tomo mi celular de mi bolcillo del pantalón, marco el teléfono de la comisaria y lo pongo en alta voz. Al tercer tono responde un hombre preguntando en que me puede ayudar.
—Alguien entro a mi casa sin mi consentimiento.
—¿Conoce a esa persona?
Ares se levanta e intenta quitarme el celular, —Sí, es mi vecino— menea la cabeza y vuelve a intentan quitarme el celular, —He sospechado que es un acosador, ya sabe, lo he cachado viéndome desde su ventana.
Mi vecino se queda quieto, —¿Puede pedir ayuda a alguien que este cerca o necesita que mande una patrulla?
—Ya, dile que no, Lena, esto es serio— susurra.
—Creo que me la puedo arreglar sola, gracias— respondo por fin.
—De acuerdo, si necesita ayuda vuelva a llamar.
—Después de acusarme de ser un acosador, lo cual es completamente mentira, lo menos que puedes hacer es escucharme— parece enojado.
—¿Escucharte? No me interesa lo que quieras decir.
—Escúchame, me lo merezco, solo serán unos minutos, —dudo si aceptar o no, —Se que algo en ti sigue queriendo arreglar las cosas.
Frunzo el ceño, —¿Qué te hace pensar eso? ¿Crees que no tengo dignidad? ¿Es eso?
—No eso, pero si ya no quisieras algo conmigo no hubieras guardado las notas que te deje.
—No las guarde, solo las deje ahí.
—Pero tampoco no las tiraste.
—Espere que te las llevaras tú— me cuesta entender que una parte de mi las quería guardar en una caja como mi tesoro más preciado.
—Es no no tiene sentido— una sonrisa burlona bailaba en sus labios.
—Tú no tienes sentido.
Se me acerco más, —Escúchame, solo te pido 5 minutos.
Dude unos segundos, —Solo 5 minutos, no más ni menos.
Asintió, —Ese día, en la fiesta no paso nada con Raquel.
—Deja de decir mentiras.
—Bueno, solo fue un beso, ella estaba borracha y me confeso su amor— hice un gesto para que siguiera hablando, —Cuando la rechazo me beso.
Lo sabia, sabia que había pasado algo así, esa más que obvio y tal vez necesitaba escucharlo de su boca para entenderlo por completo.
—¿Le seguiste el beso?— pregunte buscando su mirada, sin embargo, agacho la cabeza.
—Solo por unos segundos— susurro.
Aunque quería seguir como si no me afectara no podía, mis ojos empezaron a arder, —Vete de aquí— le pedí.
—Pero la aparte y le dije que tú eres la única que me gusta, en el cuarto no paso, pero no la podía dejar sola— aclaró.
Se acerco más a mi e intento tomarme de la mano, por instinto la aparte.
—No necesito escuchar más, Ares, por favor vete— mi voz empezaba a romperse.
—Lena, podemos solucionarlo, te juro no paso nada mas que el beso y que la aparte.
Me tomo la cara con una mano, tan lento que me hubiera dado tiempo de apartarla pero no lo hice. De alguna u otra forma extrañaba su tacto.
—Por favor perdóname— pidió, —Hare lo que me pidas para que perdones.
Una lagrima corrió de mis ojos, tras otra y otra. Me percate de que no era la única llorando, Ares, me solo para discretamente limpiarse las lagrimas.
—¿Qué puedo hacer para que lo quieras volver a intentar? Sabes que no soy bueno expresando mis sentimientos, esto va a ser muy vergonzoso pero si quieres puedo arrodillarme, pídeme lo que quieras— balbuceó.
—No tienes que hacer eso, solo por favor vete y hablamos en otro momento.
Asintió y salió por la ventana no muy convencido.
Es increíble como a veces esperamos algo de una persona y lo que recibimos es completamente diferente.
Después de la fiesta pensé que Ares dejaría las cosas como estaban, pero intento ganar mi perdón con comida, notas y ahora hasta lo vi llorar.
Más tarde ese mismo día después de pensar bien las cosas me pare frente a la puerta de la casa Hidalgo. El ya había vencido su orgullo, ahora me toca a mi, así que golpee la puerta tímidamente y Claudia me recibió.
"Diles que no estoy, quiero estar solo." respondió Ares cuando Clau le dijo que tenia visitas.
—Esta bien, se lo diré a Malena— dijo la pelirroja y a los segundos la puerta se abrió.
—Tener compañía no me vendría mal— sonreí.
Entramos al cuarto, me quede parada cerca de la ventana y el cerca de la puerta.
—Te perdono— hable terminando con el silencio.
—¿En serio?— pregunto en tono sorprendido.
Voltee a verlo y asentí, — No te di tiempo para explicar lo que paso en su momento, igual y exagere un poco.
—No exageraste nada, estovo mal lo que hice, actué de la forma incorrecta— nos acercamos uno al otro.
—Los dos tuvimos la culpa— afirme.
—¿Puedo besarte?— pregunto.
Como respuesta lo tome del cuello y lo bese.
••••••
Heey, estuve un poco muy inactiva, les pido perdón con todo mi corazón.
Espero les haya gustado el capítulo, no se olviden comentar y votar.
¿Ya vieron el trailer? Me encanto, díganme que opinan.
También quiero hacer otro fanfic cuando salga la película, ya saben basándome en ella, ¿qué opinan?
Les quieroooo.<33