SNOW FLOWER ❄️ » KTH&JJK.

By doblegar

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Después de una evento desafortunado en la salud de su hijo de tres meses, Taehyung se ve envuelto en un progr... More

𝑆𝑛𝑜𝑤 𝑓𝑙𝑜𝑤𝑒𝑟.

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By doblegar

Feliz año nuevo a todes,

espero que este año haya sido uno bueno independientemente de la pandemia y las perdidas que pudieron haber tenido, aspiro que puedan encontrar el consuelo y que los recuerden como lo que fueron y no piensen en recuerdos amargos.

De todo corazón, les mando buenos deseos y ánimos para este nuevo año que empieza, que aunque no todos estamos motivados, seguimos aquí y debemos de vivir y seguir, porque como dijo Namjoon We all gonna die but NOT TODAY

Gracias por leerme, apoyarme y siempre estar ahí, espero poder pasar otro año publicando las historias locas que nacen de mi cabeza y que ustedes sigan disfrutando de estas.

Disculpen la tardanza, pero por fin llegó el especial navideño que ahora es de fin de año(?

Disfrutenlo, tqm

Atentamente, alguien demasiado sentimental a las casi cinco de la mañana.

Taehyung se sentía inútil al saber que no podría brindarle lo que su hijo de tres meses necesitaba, odiaba el simple hecho de ser alfa, porque si fuera omega, podría ayudar de la forma que necesitaba su hijo.

No tendría que ir a ese estúpido centro de ayuda en una fría mañana de invierno, para que un omega desconocido hiciera lo que él nunca podría hacer por él, algo tan banal como amamantar a su hijo.

Y se maldecía además, por no saber escoger buenas parejas, porque gracias a sus malas decisiones, su hijo se encontraba sin madre y sin el alimento que tanto necesitaba en estos momentos.

Algo tan sencillo como lo era la lactancia materna, algo tan difícil para él, porque era un alfa.

Y aunque el cuerpo le ardió por completo cuando en la mañana del 8 de diciembre, le tocó tomar a su cachorro y ponerse en marcha para ir al centro de ayuda llamado "Snow flower" lo que lo impulsó realmente a no huir, fue el quejido que lanzó su Jungwon en sus brazos.

Taehyung suspiró, tratando que con eso, su cuerpo tenso se movilizará dentro del establecimiento y vaya, al parecer el espíritu navideño sólo había llegado a las paredes del lugar, porque cada una de las personas que estaban ahí, tenían los ojos vacíos, sin los colores característicos que se reflejaban como destellos en sus ojos y que evidenciaban el hecho que un lobo yacía dentro de ellos.

Carraspea cuando llega al mostrador que quedaba a pocos metros de la entrada, para así, llamar la atención de la omega que se encontraba detrás de este.

"Buen día, ¿En qué puedo ayudarle?" La voz de la omega suave y cansada, se hace escuchar y es gracias a que el lugar es tan fúnebre que el alfa logra escucharla.

"Buenos días." El alfa saluda con un pequeño asentimiento de cabeza. "Tengo una cita para el programa Flor de loto."

Después de unos pocos minutos, se encuentra en la sala de espera que consta de una habitación completamente blanca, sin nada decorando sus paredes y lo único que hay en esta son unas sillas acolchadas y cómodas, con unas pequeñas mesitas ubicadas a cada lado de ellas.

Taehyung no se atreve a alzar la mirada apenas es ubicado en una de las sillas plásticas, que a diferencia de las mesitas que están ubicadas en el lado derecho, estas se encargan de establecerse en el lado izquierdo. Con el cuerpo tenso y con sus manos temblorosas sosteniendo el pequeño cuerpo de su hijo, se mantiene en silencio, esperando a que el omega que le corresponda ese lugar, se siente.

No tiene que esperar mucho, de hecho, porque al tiempo, la puerta que lleva a la sala en dónde está, es abierta y Taehyung solo escucha como unos pasos son arrastrados hasta llegar a la silla que está al lado de donde se ubica el alfa y tirarse en esta.

Kim alza la mirada por fin, cuando minutos después nadie dice ni una sola palabra y Dios, el pelinegro nunca había visto unos ojos amatistas tan vacíos pero tan brillantes a la vez. Y se pregunta, qué tanto habrá pasado ese omega encorvado, como para que los pequeños destellos de sus ojos, fueran tomado dominancia por completo de su color normalmente establecido.

"B-buenos días." Taehyung saluda tartamudeando.

El castaño no dice nada, solo le brinda una corta mirada porque aunque él no quiera, su omega le exigía el que viera el pequeño bulto que llevaba consigo el alfa, con sus manos picando por querer tomarlo y así, llenar el vacío que sus brazos y su pecho sentían.

Jungkook trata con todas sus fuerzas el no hacerlo, no tocar un bebé que no es suyo, pero pierde la batalla y una de sus manos, se dirige sin su permiso al pie del bebé que la manta no cubre por completo.

Ambos se tensan cuando son conscientes de la acción y Dios, Taehyung tiene que apretar fuerte la mandíbula aunque le duela, para no quitar de un brusco movimiento a su bebé del toque del omega que desconoce.

"P-perdón..." Una voz demasiado baja y ronca rompe el silencio tenso en el que ambos se habían visto envuelto después del movimiento del omega. "To-todavía mi cuerpo no es consciente de que- de que ya..."

Jungkook enmudece, porque el simple hecho de hablar de aquella situación hace que sienta a su lobo a flor de piel, más de lo que ya lo sentía.

Taehyung intenta sonreír para aligerar el pesado ambiente, aunque solo una mueca es dibujada en su rostro.

Ambos dirigen su mirada al cachorro cuando el primer gimoteo se hace escuchar, Jungkook levantándose de inmediato y quedando a medio paso de arrancar al bebé de los brazos de su padre.

Taehyung lo mira expectante debido a que reconoce perfectamente la reacción del omega, porque él siempre reaccionaba así cuando alguien desconocido intentaba tocar a su cachorro. El alfa puede ver perfectamente como las mejillas del omega se colorean de un rosa, haciendo que el rostro pálido, ojeroso y cansado, cobre vida.

El encargado interrumpe el cruce de miradas, acercándose a ellos para poner en marcha el itinerario, debido a que ambos tenían que volver a sus responsabilidades pendientes.

"Buen día, Jungkook-ssi, Taehyung-ssi" el encargado de esa zona, los saluda con una amplia y amable sonrisa y parece ser el único de aspecto alegre del lugar.

Ambos hacen una pequeña reverencia en saludo, demasiado tensos el uno con el otro como para hablar después de los acontecimientos. Hoseok no deja morir su sonrisa, aun cuando el ambiente del lugar, no es tan agradable.

"Deberíamos de comenzar." Jung Hoseok se acerca con cautela al alfa que se encuentra en alerta, tratando de colocar su cara más amable y extender sus brazos poco a poco al bebé envuelto en varias mantas.

Taehyung le gruñe cuando el beta intenta tocar a su cachorro, mostrándole los dientes cuando a pesar de su advertencia, este no obedece.

"Taehyung-ssi debe colaborar si quiere que su hijo sea alimentado." Jung le habla con firmeza, aunque la sonrisa nunca es borrada de su rostro.

Kim es consciente, sabe que debe ceder, sin embargo, su lobo no da su brazo a torcer, no permitiendo que nadie que no sea él, toque a su hijo. Y joder, quiere golpearse, porque no es justo que por sus instintos estúpidos, su hijo deba de morir de hambre o en peores caso, deshidratarse.

El omega sigue de pie, con el cuerpo tenso, sus ojos ardiendo en lágrimas que no quiere derramar, porque sabe que si lo hace se vería patético.

Llorando por un hijo que no era suyo.

Hoseok mira a ambos adultos suspirando, porque vaya pareja le había tocado esta vez. Llevaba años siendo voluntario en Snow flower desde hace tres años, cuando vivió al lado de su hermana, como superaba la pérdida de sus sobrinos y desde que se había enterado de la existencia de ese centro comunitario, no dudó ni un segundo en inscribirse.

El beta esperaba de todo corazón, que ambos empezaran a colocar de su parte y así, cada quien desenvolviera el papel que le tocaba, que ambos se ayudarán a mejorar.

Jungkook se acerca suavemente al alfa, mirándolo a los ojos mientras se acerca a él con lentitud y Taehyung es hechizado en esas amatistas, sus brazos perdiendo la fuerza y su cuerpo la tensión.

Y no sabe si es porque el castaño tenga a su lobo a flor de piel, que lo hace sentirse de esa manera o son los gimoteos de su hijo, que le permite al omega tomar al cachorro entre sus brazos.

"Está bien." Jungkook le habla con amabilidad, su voz suave danzando en los oídos del alfa cuando se percata de que el cuerpo de Kim, vuelve a tensarse. "No le haré daño, lo prometo."

El castaño arrulla al bebé que tiene en brazos, su omega y él sintiéndose contento ya que por fin, tenía el peso que siempre soñó y añoro pero que nunca se le fue concebido.

"Es tan bonito." Murmura el omega, mirando embobado al chiquito y tierno bebé que ahora yacía en brazos. "¿Cuál es su nombre?"

Hoseok sonríe contento, debido a que el omega había dado el primer paso y había acabado con el raro ambiente que se había creado y es por eso, que decide dejarlos solos, vigilándolos desde la distancia por si pasa algún altercado.

Taehyung mira al omega de ojos amatista sin decir una sola palabra, no creyendo realmente lo que sus orbes miran, porque de un momento a otro, el castaño se había vuelto todo un hablador.

El alfa carraspea incómodo mas no negándole la respuesta al omega.

"Jungwon."

"Hola, Jungwonie."

Jungkook regresa a su sitio designado con el bebé en brazos, ubicándolo de forma impecable entre su brazo y pecho, colocándolo en la posición perfecta para amamantarlo. Jungwon mira con curiosidad a la persona desconocida que lo carga y cuando está a punto de romper a llorar, el castaño saca rápidamente su pezón del abrigado buzo que lleva y lo dirige a la nariz del cachorro, para que así, él mismo se encargue de tomar por completo la areola.

Taehyung observa con asombro cada uno de los movimientos del omega, aunque su cuerpo le pide a gritos que le arrebate a su hijo y lo devuelva a la seguridad de sus brazos.

El castaño suspira, por fin aliviando sus pechos que estaban demasiados llenos, porque aunque su bebé ya no estaba, su cuerpo parecía no entenderlo y el que todavía siguiera produciendo leche, era el recordatorio más doloroso de que no estaba. Y se odiaba, odiaba el simple hecho de dar eso que le correspondía por excelencia a su hijo y no al de alguien más, por más que hacer esto ayudará a su muerto omega.

A Jungkook no le importaba, si fuera por él, se dejaría morir en una cama. Deseaba quedarse acostado en el colchón de su cama hasta perecer y desaparecer. Los ojos del castaño se llenan de lágrimas, haciendo que el amatista se vea más profundo y brillante; mira al cachorro que le devuelve la mirada con sus ojos a medio cerrar y Jungkook siente el deseo egoísta palpitar en su pecho, pidiendo con todas sus fuerzas que ese fuese su hijo y no el de alguien más.

El cuerpo de Taehyung pierde tensión después de varios minutos viendo como su bebé es alimentado y este está perfectamente a salvo y cómodo en los brazos del omega.

Cuando Jungwon se ve saciado, Jungkook mira con suplica al alfa para que le permita sacarle los gases, ya que todavía no quería dejarlo ir, porque nuevamente se sentiría fallecer.

Taehyung lo complace, porque ¿quién es él para negarle algo tan pequeño a ese omega?, quien le había dado de comer a su hijo y que gracias a eso, el cachorro se ve más animado aunque el bostezo que lanza, le saca una sonrisa, porque sabe que ya deberían de ser las once de la mañana, su hora de siesta.

Había pasado una semana desde que Taehyung iba al centro de ayuda y las cosas ya no eran tan tensas como hace siete días. El alfa ya no estaba tan reacio ni arisco con el omega y el último, ya no se sentía tan desesperado por la ida del cachorro.

"Taehyung-ssi." Jungkook lo llama en voz baja y es que eso era lo único que no había cambiado en el comportamiento del omega en la semana que había pasado.

No hay respuesta alguna de parte del alfa, quien se encontraba dormido en la silla plástica a su lado, en una posición bastante incómoda y que él omega sabía que apenas despertara, su cuello le iba a pasar factura.

"Taehyung-ssi." Intenta otra vez, debido a que ya había terminado de sacarle los gases a Jungwon y ya tenía que pasarle al bebé y no es que no quisiera seguir teniéndolo en sus brazos, solo que su padre era estricto y ambos habían establecido una rutina silenciosa, donde ahora era su turno para cargarlo.

Y no sabe que es lo que lo hace hacer tal acto, pero una mano va al rostro del mayor sin pensárselo demasiado, el que el rostro del alfa luzca angelical debido a que se encontraba en los brazos de Morfeo, haciendo fácil dicho atrevimiento. Jungkook se percata de lo que no había podido notar hace siete días y era que el alfa era atractivo, no era completamente su gusto, porque prefería alfas con rostros un poco aniñados, quizás con más músculos y mucho más alto que él.

Pero eso no le quitaba lo atractivo al alfa.

Taehyung despierta sobresaltado, cuando la atrevida mano del omega, quita un mechón de pelo del rosto del alfa.

"Perdón." La disculpa sale de sus labios antes de si quiera pensarlo, la  vergüenza haciendo acto de presencia en su organismo haciéndolo tensarse.

"¿Jungkook?"

Ambos hablan a la vez, por lo que dicen se escucha distorsionado, Jungkook aleja la mirada avergonzado y devuelve la mano con la que había tocado el rostro del alfa debajo de las piernas del bebé. Taehyung mira al omega confundido, el sueño no yéndosele del todo y se preguntaba qué era lo que había estado haciendo el omega para que sus mejillas y las puntas de sus orejas estuvieran tan rojas.

"Jungwon terminó de comer." Jungkook habla después de segundos estando en silencio, mirando a todos los lugares menos a la cara del contrario, debido a la pesada mirada del alfa en su persona.

Asiente, porque es lo único que el estado del alfa le permite y es que con su hijo enfermo, no había podido dormir bien desde hace más de una semana y sí, las cosas empezaban a mejorar gracias a que la lactancia materna mantenía a su hijo hidratado y que además de eso, lo ayudaba con sus problemas estomacales.

Taehyung no podría sentirse más agradecido con el omega y por eso, el sentimiento de culpabilidad por haber sido tan grosero con él, lo invade y quizás esa era la razón por la que el alfa se había vuelto un poquito más permisivo con el castaño.

Sólo un poquito.

Jungkook le pasa al cachorro al alfa con cuidado, tratando de no moverlo de forma innecesaria para que no vaya a despertarse, Taehyung lo acepta, colocándolo entre sus brazos en una posición que sabe que a su hijo le gusta.

"Muchas gracias, Jungkook-ssi." Taehyung se levanta de la silla con cuidado, para posteriormente, hacer una pequeña reverencia al omega, quien lo mira con el labio entre sus dientes. "Nos vemos nuevamente mañana."

Kim sale de la habitación en silencio, concentrado en abrigar a su bebé porque en Seúl desde hace unas semanas estaba nevando y en otras ocasiones, la nieve le fuera parecido bonita y romántica, pero su situación sólo le hacía pensar en lo sucia que se pondría la entrada del lugar cuando esta empezara a derretirse.

Cuando sale del lugar, corre con cuidado de no resbalar con la nieve que cubre el suelo a su auto, el frío colándose en sus huesos aun cuando lleva ropa bastante abrigada; abre la puerta trasera del automóvil y posiciona a Jungwon en el portabebés, asegurándose de que todo esté en donde deba de estar para que su hijo viaje con seguridad y por último, lo abriga con la manta, porque como todo padre sobre protector, nunca nada es suficiente si asegura la calidez y seguridad de su cachorro.

Y pareciera que diciembre será un mes de mierda para él, porque cuando ya se encuentra en la comodidad que le ofrece el asiento de piloto, el auto no enciende.

El alfa gime frustrado cuando en el quinto intento no resulta, por lo que se baja del auto y abre el capot del auto para revisar con sus pocos conocimientos, el estado de su automóvil. Se apoya en la parte delantera del vehículo, cuando se da por vencido, el frío y la sutil nieve que cae, calmando su mal humor.

Y es tan verosímil la forma en la que se siente respecto a la nevada.

Quizás es porque quiere convertirse en un copo de nieve y derretirse en el suelo y ensuciarlo por completo.

Suspira por sexta vez en los quizás  treinta minutos que lleva ahí y es cuando va a resignarse y dormir ahí porque ni loco se llevaría a su hijo en brazos cuando Seúl estaba bajo cero, una mano tira de su chaqueta con timidez. Taehyung abre sus ojos no esperando encontrarse con unos orbes amatistas que lo ven preguntando qué es lo que hacía ahí si hace casi media hora que había salido del centro comunitario.

"¿Pasó algo con Jungwonie?" Jungkook cuestiona, apretando más fuerte la tela de la chaqueta que tiene empuñada en su mano derecha.

Taehyung baja su mirada sin poder evitarlo al gesto del menor, sabiendo que tal acción es una respuesta a la preocupación que de pronto invade al omega.

"Mi auto se averió."

Se iba a arrepentir, Jungkook lo sabía, sin embargo, termina de ofrecerse para llegar al mayor y su hijo a donde residen.

Su omega lo traiciona cuando todos se encuentran en el calor de su auto y el aroma del alfa entra por sus fosas nasales y odia por completo el cómo su omega se comporta por la simple y corta convivencia que ha tenido con un alfa y su cachorro.

Jungkook odia el hecho que por la presencia de aquel alfa por simples siete días, su omega se sienta tan atraído a él, hasta el punto de devolverle su olfato, porque Jungkook tenía casi cinco meses sin poder oler absolutamente nada.

Y quizás llamar aquello atracción sería engañarse así mismo, porque su omega sólo quería a un alfa que lo protegiera, que lo arrullara y lo calmara cuando sentía que el sentimiento de pérdida lo superaba.

El simple hecho de manejar se le hace jodidamente difícil, porque la esencia de Taehyung llena por completo el pequeño espacio en el que ambos estaban y se maldice una y otra vez, el que el alfa viva tan jodidamente lejos, pero se maldice más así mismo, por ofrecerlo a llevarlo.

Taehyung no dice nada en todo el trayecto, sintiendo el malestar del omega en todo momento y aunque quiere preguntar el qué lo hace sentir de esa manera, su mente se llena de pensamientos que le recuerdan lo poco cercano que son, por lo que solo se  enfoca en ver cómo se encontraba su hijo a través del espejo retrovisor, percatándose que Jungwon todavía se encontraba dormido.

"Es aquí." Taehyung murmura, quitándose el cinturón de seguridad mientras que Jungkook estaciona el auto cerca de la acera. "Muchas gracias por traerme, nos has salvado."

Jungkook lo mira y Dios, sus ojos amatistas lo traicionan y brillan más de lo normal, mostrando su lobo al alfa frente suyo. Y aunque desea golpearse, el castaño no puede rechazar ni ir en contra de sus instintos.

'No te vayas, quédate.' es lo que muere salir de su boca, mas solo sonríe, viendo como el alfa abre la puerta trasera de su auto y saca a su bebé, para posteriormente volverla a cerrar y caminar hacía la entrada de la casa en la que vive.

Jungkook se apoya por completo en el asiento de copiloto cuando el cuerpo de Taehyung desaparece por la puerta negra de su casa y aunque él ya no esté ahí, su olor se encarga de perdurar, sus fosas nasales tomando lo más que puede de la esencia al inhalar profundamente y joder, se siente tan mareado y lleno de esta; el olor de pinos y macadamia emborrachándolo.

Es consciente que está completamente jodido, cuando al llegar a su casa, no se dirige a la ducha como lo haría normalmente, sino que se dirige inmediatamente a su habitación a dormir arrullado con la esencia de un alfa que no es su pareja ni el padre del que alguna vez fue su hijo.

Y por primera vez en cinco meses, Jungkook no sueña con sangre bañando sus muslos y manchando el piso, tampoco siente esa punzada en su abdomen bajo. El omega sueña con un hermoso bosque lleno de pinos y con un delicioso helado de macadamia, que lo hace babear en sueños.

Taehyung tenía dos días sin poder haber podido visitar el centro comunitario, debido a que Jungkook estaba enfermo o al menos eso le dijo Hoseok cuando a la mañana siguiente de que lo llevara a su casa, el omega no estaba ahí.

Y quizás por eso ayer durante el trayecto, el menor actuaba así y el alfa se enoja un poquito consigo mismo por no haber preguntado qué le pasaba.

Por eso, acepta dicha invitación que le hace uno de sus amigos a su casa, al fin y al cabo ya no había realmente una razón para ir, Jungwon ya había terminado su tratamiento hace tres días y ya podía volver a tomar formula, sin embargo, había algo que lo hacía volver allí.

Dicha razón todavía no quería aceptar, por lo que siempre colocaba la excusa de que la leche materna tenía mejores beneficios que la de pote y era cierto, pero si eso realmente le preocupara al cien por ciento, no hubiera esperado esas instancias para acudir al centro de ayuda.

"Hola hyung, buenas noches." Taehyung saluda a Namjoon, cuando este abre la puerta de su casa y es ignorado por completo, cuando el alfa le arrebata a su hijo, hablándole bonito de inmediato.

El alfa menor de los dos no se indigna, ya acostumbrado a que la atención de la pareja siempre recaiga en su hijo.

"¿Y Jiminie?" Pregunta el alfa cuando al entrar al living de la vivienda de sus amigos, el más bajo de todos no aparece.

"Está en su estudio, editando unas fotografías que debe de entregar mañana." Tae asiente, no mencionando otra cosa, concentrándose en sí la forma en la que Namjoon carga a su hijo es la adecuada para su cabeza, espalda y cadera.

Es a la hora de Taehyung haber llegado a la casa de sus amigos, que el omega sale después de haber terminado su trabajo para servir la cena y compartir un tiempo con su esposo y amigo, en que las cosas en la casa se ponen tensas y no sabe realmente qué hacer, cuando Jimin suelta los cubiertos de forma brusca en la mesa asustando al cachorro que se encuentra acostado en el silla mecedora para bebés, luego de un comentario malicioso de parte de Namjoon.

Y quizás se había enfrascado tanto en la enfermedad de su hijo, que no le había dado tiempo de platicar con sus amigos y percatarse de que estaban pasando por un mal momento. Es por eso, que toma a Jungwon con cuidado por las axilas para sacarlo de la silla mecedora y sale de la casa después de haber abrigado a su hijo y a él mismo con un 'Creo que nos quedamos sin vino, iré por más.'

El alfa suspira cansado cuando entra a la tienda de conveniencia, el que su bebé hubiera recuperado y hasta superado su peso actual, pasándole factura a su espalda y brazos.

Se pasea por los pasillos de la tienda, tratando de demorar lo más que pueda para que así, sus amigos puedan hablar y solucionar lo que sea que los tiene en esa incómoda situación. Jungwon ríe y balbucea contento por la variedad de cosas coloridas y llamativas del local, estirando sus brazos lo que le permite el abrigado buzo que tiene.

"¿Lo quieres, cachorro?" Tae le pregunta con voz dulce, llenando sus mejillas de besos, cuando el bebé mueve su cabeza como si realmente entendiera lo que su padre dice.

Pasado los cinco minutos, Taehyung decide por fin empezar a recorrer los pasillos con seriedad en busca del vino y algún juguete inofensivo para el bebé.

Y parece obra del destino o más bien una jugarreta del diablo, porque al final del pasillo donde se encuentran los pañales, toallas higiénicas y demás, se percata de la presencia del omega.

"¿Jungkook-ssi?"

El aludido se sobresalta cuando una voz bastante conocida e inconfundible lo llama, haciendo que la mayoría de cosas ubicadas en el estante en el que estaba buscando desesperadamente, se caigan.

El omega jadea con horror, viendo el desastre que había ocasionado. Mantiene su mirada en el suelo, no queriendo que el omega lo vea en esa situación y vaya que tenía mala suerte, porque se había reportado enfermo el día de ayer para no tener que verlo y encontrarlo ahí, cuando sabía que el alfa vivía tan lejos se sentía como una obra del destino.

O el karma por haber mentido.

"Perdón por no poder ayudarte, tengo a Jungwon en brazos y no tengo donde colocarlo." Taehyung se disculpa con una mueca pintada en sus labios, debido a que él tenía parte de la culpa del derrumbe de pañales y toallas sanitarias.

"No pasa nada." Murmura el omega, recogiendo las cosas con rapidez para marcharse ahí, al fin y al cabo lo que había ido a comprar no estaba y parece que el mundo está en su contra, porque a todos los lugares a los que ha ido, estaban agotados los protectores de lactancia.

Y es cuando se levanta del suelo luego de recoger el desastre que había ocasionado, que pasa lo inevitable, lo que él tanto había querido evitar: mojar su camisa con su leche.

Jungkook se sonroja por completo, cuando siente como la leche sale de su pezón derecho y baja por su pecho hasta su abdomen.

Quería que se lo tragara la tierra.

Taehyung mira sorprendido como las prendas del omega poco a poco empiezan a humedecerse y parece que actúa por instinto, porque termina por pasar a su hijo al abochornado omega que intenta cubrirse lo más que puede el pecho, para así, quitarse rápidamente la chaqueta que lleva e intentar cubrir al menor.

Vaya sorpresa se lleva el alfa, cuando rápidamente voltea hacía el omega al escucharlo jadear en sorpresa y ve cómo su hijo, se encuentra chupando desesperadamente el pezón sobre la ropa el cual se encuentra segregando leche como si no hubiera un mañana.

Kim se hace un ocho, no sabiendo qué hacer ni cómo reaccionar, no sabe si debería de cubrirlo con su chaqueta o quitar a su hijo que parece demasiado desesperado por agarrar el pezón entre sus labios.

"Oh, Dios mío." Chilla Jungkook cuando la mayoría de su camisa está mojada y el que tenga al cachorro intentando succionar su pezón, sólo hace que salga más cantidad de lo que ya sale.

Taehyung reacciona por fin, agarrando a Jungwon que no parece tan contento al ser separado de la zona que tanto desea y ambos adultos se encuentran completamente rojos, mirando al lado contrario al que se encuentra la presencia del otro, intentando no cruzar sus miradas lo más que pueden.

"Perdón." Es lo primero que dice el alfa. "No sabía que Jungwon haría tal cosa."

Jungkook asiente, demasiado apenado como para hablar.

"No tienes que preocuparte por eso, Jungkook-ssi" Murmura el alfa, cuando da varios pasos y queda al frente del omega de ojos amatistas. "Es algo natural y bonito, no debes de avergonzarte de ello."

El omega lo mira con sus típicos ojos brillantes, profundos y bonitos, su boca entreabriéndose cuando el alfa lo cubre como puede (ya que tiene sus brazos ocupados con un Jungwon poco contento) con la chaqueta.

"No deberías de avergonzarte por eso, no cuando nos has ayudado a mi hijo y a mí."

Taehyung sabía que quizás se pasaba de atrevido, pero aprovecha la cercanía y quita un mechón de cabello rebelde que se cuela en la sien del omega y que no lo deja admirar de la forma que quiere su rostro.

Y es ahí, en una noche de veintidós de diciembre que Taehyung se percata que Jeon Jungkook es bonito.

El atrevimiento de aquella noche, se había convertido en una salida por un café al día siguiente, con la banal excusa de que era en forma de disculpa y quizás, ambos ya estaban un poquito envueltos por la presencia del otro.

"Esto es innecesario." Jungkook vuelve a recalcar por última vez, con sus pómulos un poquito sonrojados debido al recuerdo de la noche de ayer.

"Nada nunca es innecesario." Taehyung responde, con una bonita sonrisa en sus labios. "Además quería verte."

Aquella confesión descolocando a los dos de forma inmediata, ambos volcando su atención en el cachorro, como si eso fuera la única excusa con la que puedan escudar.

Jungwon ríe contento por la atención de ambos, el que cada uno tenga una mano tocando una parte de él, haciéndole sentir tranquilo en un lugar tan concurrido como lo era la cafetería.

Y era jodidamente aterrador, como las cosas estaban cambiando y como era que pequeñas acciones hacían notar aquellas diferencias. Taehyung permitiéndole de forma abierta tocar y cargar a su cachorro y Jungkook abriéndose de forma en la que hace tiempo no lo hacía.

Porque cuando tuvo un aborto espontaneo se alejó de todos, incluso del que alguna vez había sido su alfa.

No saben cuándo la conversación se había vuelto turbia, quizás la confianza que irradiaban, les permitía hablar abiertamente o más bien que ambos tuvieran pasado desagradables, lo hacía más senncillo.

"No sabes cómo desee que cada uno de los bebés que se me cruzaban, murieran." Habla bajito el omega, para que el alfa sea el único que pueda escuchar los oscuros pensamientos que tuvo y que a veces regresaban pero con menos intensidad. "Si el mío había sido arrebatado, ¿Por qué los de los demás no? ¿Por qué solamente yo tenía que pasar por ese dolor?"

Taehyung escucha atentamente cada una de las palabras que salen de la boca del omega, no juzgando ni mirándolo por recelo. Era consciente de lo que le había pasado, no tenía que tener cinco dedos de frente para conocer la razón de los omegas que asistían a ese centro de ayuda, porque la razón siempre era la misma.

Aborto.

Ya fuera espontáneo, inducido, todos eran omegas con pérdidas, con vacíos y con resentimiento.

"Después lo entendí." El omega suspira, cuando le es difícil el continuar y Taehyung quiere detenerlo, decirle que no era necesario, que lo invitó a tomar un café porque quería verlo, porque le gustaban sus ojos amatistas, porque estaba agradecido que en tan poco tiempo, él había sido la figura omega de la que se le fue negada a su hijo.

Porque quizás le gusta un poquito.

"Debes de haberte arrepentido, ¿no?" Pregunta el omega con su rostro bañado en tristeza.

Taehyung frunce el ceño, no entendiendo realmente a lo que se refiere con esa pregunta lanzada de forma ambigua.

"De esto" Jungkook señala la mesa y a ambos. "De invitarme una taza de café." Aclara el omega cuando ve la confusión en el rostro del mayor.

El alfa niega y el atrevimiento florece en su piel y se evidencia en un cosquilleo en la punta de los dedos, que lo hace estirar su mano por la mesa hasta llegar a la del contrario. Kook mira su mano envuelta por completo en la del alfa y nunca había sido consciente de las manos grandes del contrario o de los lindos lunares que tenía en el ojo, en la punta de la nariz y en el labio.

Era atractivo, todo en él lo era, en especial su dominante y suave aroma, sus mejillas se encienden cuando se acuerda del sueño que tuvo y Dios, debe de controlar a su necesitado omega.

Basta. Se dice así mismo.

Pero todo indicio de detenerse se va a la mierda, cuando su dorso es besado y al alzar su mirada, se encuentra con los ojos del contrario brillando en verde.

"Pasa la navidad conmigo, flor de loto."

Jungkook nunca esperó pasar la navidad con alguien, mucho menos después de los eventos desastrosos que habían pasado en su vida y quizás era eso, que estaba destinado a encontrarse con ese alfa, padre de un bonito cachorro, que al igual que él, estaba pasando una mala racha.

Las desgracias lo habían unido para algo lindo, como lo era el no tener que pasar una fecha que era para estar en familia y comunión, solos.

Por eso, se siente cohibido aun cuando no están celebrando la navidad en un lugar privado, elegante ni ostentoso sino que están en un comedor comunitario, brindando una mano de ayuda para los que la necesitan, así como Jungkook lo hizo consigo y viceversa.

Y aunque no es la gran cosa, Jungkook después de meses se siente lleno de vida, sus ánimos estando por los cielos por el simple hecho de estar junto a él y su bebé y aunque no estaba seguro realmente de que su gusto por él era real, no quería desaprovechar el tiempo pensando en tonterías.

Jungkook había decidido vivir el momento, porque eso era lo único que quedaba al final, porque de nada servía mortificarse cuando podría perder la vida en cualquier momento y arrepentirse de no haber hecho en vida las cosas que pudo. Por eso, acepta la tímida mano que le ofrece Taehyung, cuando al terminar de recoger y limpiar el comerdor, los ayudantes ambientan el lugar para descansar y pasar juntos lo que queda de la navidad.

Ambos adultos se balancean suavemente al ritmo del piano, aun cuando a Jungkook no le agradan por completo las canciones románticas con temática navideña.

'En esta fría estación,
Tu visita es una ocasión especial.
Tu cálido "yo" derrite mi azul y gris.'

Taehyung se ríe al ver su cara un poco distorsionada en disgusto y aunque quiere acercarse para susurrarle algo en el oído, su hijo quien está en un canguro entre el medio de ambos cuerpos, no se lo permite, así que se ve en la obligación de hablar un poco más alto de lo normal para que el omega lo escuche.

"La navidad sin tí, no sería navidad." Y el omega se siente estúpido cuando se sonroja por el canto un poco ronco que sale de los labios del alfa.

Kim ríe bonito, porque la presencia cálida de Jungkook, derrite por completo el frío de aquella gélida navidad y espera ilusamente que el omega se sienta de igual forma.

Jungkook frunce el ceño y en venganza los hace rodar varias veces hasta que llegan al centro del comedor y Dios, la situación es tan cliché, porque justo la parte de la canción cae como anillo al dedo.

'Bajo los brillantes muérdagos que están arriba de nosotros,
Sólo somos tú y yo."

Taehyung alza la vista hacía el techo del salón en el que estaban, sus ojos impactando con el muérdago que los ilumina desde arriba y cuando quiere volver su mirada al omega, porque siente que un minuto sin no mirarlo es un desperdicio, este se encuentra apreciando su rostro.

Y el alfa es débil y un poquito atrevido, así que aprovecha la historia empalagosa que tienen detrás los muérdagos y lo besa con cuidado de no aplastar a Jungwon que se encuentra dormido apoyado en su pecho.

Jungkook jadea sobre los labios que lo besan, sus ojos lagrimeando cuando las sensaciones son tan bonitas que lo abruman. Le corresponde el beso como puede, aunque sabe que va un poco perdido aunque a ambos parece no importarles, debido a que sólo el contacto ya lo ha hecho especial.

'El mundo entero se llena de flores blancas,
haciendo que nuestro momento sea aún más especial.
En estos momentos en el que el mundo se detuvo,
espero que una flor aparezca bajo tu triste sonrisa.'

Siguen bailando, aunque este es sin sentidos, ambos más preocupados en no romper el beso que les hace estremecer desde la cabeza hasta la punta de los dedos de sus pies.

Y Taehyung se siente en el cielo cuando al separarse del beso, los ojos que los reciben son de color negros con destellos amatistas.

"Taehyungie, me gustas."

'Enamórate,
lo estoy sintiendo.
Por favor, quédate a mi lado.'

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